Pajararia.Ciencia Ficcion.Saga Alfredonius. Pajararia

 

 

 

" PAJARARIA."

 

POR

ALFREDO FRANCISCO HUMBERTO JUILLET FRASCARA.

OCTUBRE 1993,

SAGA ALFREDONIUS Nº 11.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

" PAJARARIA."

PERSONAJES

LALO

ALFREDONIUS

-------------1

BIGORNIO MATAMALA Le vende manuscrito de exploración al planeta PAJARARIA a 3 parsecs de la Tierra: naves Ala, Rostro, Paipote.

Rostro: Bigornio y Josh Josh Bugo

Ala: Eloise, Marmaledon

Paipote: Lula, Cibernético 3B ( Trebeo).

Llegan al planeta ; mueren los tripulantes del Ala; por impacto de meteoro, que les avería el Sistema De Hibernación. Arman el Desfasador, encarándolo hacia Marte. Así son iniciados los viajes de y hacia Pajararia, que está rebosante de aves y flora. (Fin del MANUSCRITO):

--------------------2.

LAMBERT OTHERWISE, Par del Loratio. Loratianos: Científicos . CR 3032

ROBERTO TALETALE, Par del Loratio. Loratianos. Científicos. DL 2022

Estos dos invitan y pagan a Lalo y Alfredonius a la exploración del planeta Dumblerdorn, del sistema Rorcual. Viajan en una Burbuja de Poder, vía Desfasar; llegan y CR 3032 y DL 2022 se transforman en arañas, que los terráqueos balean. Quedan varados en Dumblerdorn.

Allí ven hombres pájaros , que crecen de arboles . Hallan simiescos hombres, gobernados por 3 ancianas. Se van y hallan una orquesta en gira y se unen a ellos. Conocen varios pueblos . Director orquestal Shakespé; loana, cantante. Se separan. Llegan robots BK 3365 Y br 2020, quienes les construyen una casa, con Desfasador incluido. Con él, regresan a la Tierra.

FIN 1993.

CAPITULOS DE LA OBRA:

Nº 1 LALO

nº 2 EN MARTE

Nº3 HISTORIA DE LOS SILVA REBOLLEDO

Nº4 DUMBLERDORN

Nº5 LOS PIOLINES

Nº6 LOS MUSICOS ITINERANTES.

 

 

CAPITULO I

" LALO."

- Buenos días.

- ¡Ah, hola! Pasa adelante,..." - Dijo Alfredonius, franqueando el paso hacia su casa.

- Volví."- Dijo Lalo.

- ¿Cómo?"

- Me conseguí un puesto de pilotaje hasta Épsilon Seis; allí tienen los viajes por el Cosmos sólo para turistas; están usándose más los viajes por Desintegrador."

- ¿Y por ese medio llegaste?"- Inquirió Alfredonius.

- Claro. Pagué con lo que gané de Quinto Pilato. Verás, yo no poseo ni medio."

- ¿Qué problema? Para eso estoy yo. Quédate acá!"

- ¡Ahá! ¿Y la Carmen?"- Preguntó Lalo.

- Bien, gracias."- Replicó Alfredonius.

Entraron al living; olor a muebles encerrados; una alfombra roja y vehículos pasando por la calle.

- Sigue igual , acá."- Sonrió el Lalo.

- No tan igual."

- ¿Qué te pasa?- Preguntó el Lalo.

- ¡Ah, puros problemas! Que la herencia que alguien se metió a gastar luz en la casa de Cartagena, que el abogado Kleiman pidió y se los di, $100.000 (A $410 cada dólar) para mi defensa en el Juicio de Partición , que el abogado Molina, o más bien, su Secretaria, pide $ 104.000 de gastos, aparte de los $80.000 que cobra él, y que yo le tengo abonados $20.000 y $10.000 para un Receptor Judicial."- Relató Alfredonius.

- ¿Algo más?"- Preguntó sonriente Lalo.

- ¡Claro! Madre y yo vamos juntos en el Juicio de Partición, dijo sí, y después llamó para decir que no.

"Fui a su casa , como que no me habían dado el recado, y poco menos que la obligué a firmar."- Dijo Alfredonius.

- ¡ Mujeres! Siempre se desdicen."- Afirmó fehacientemente Lalo.

- ¡Tengo demasiados problemas! No es bueno para la salud y tampoco es bueno para ir surgiendo; demasiados obstáculos en la vía."

- ¿Y quién te los pone?"

- Ya estaban puestos. Lo que pasa es que debí haberme imaginado que todas las personas que me rodeaban ( y que me rodean aún) son problemas a futuro. Ahí tienes a padre y madre, que sí me daban de comer, cuando pequeño, pero qué gran cantidad de problemas me ponían por delante, para ir viviendo.

"Luego, me fui al colegio y vaya que tuve problemas, tanto con los profesores como con los canallas de la mayor parte de mis condiscípulos. Se salvan en mis recuerdos un puñado, y tú, Lalo Dagach, fuiste una de las luminarias que aliviaron mi paso por el colegio, con tu compañía y amistad a toda prueba."

- Gracias, tú también fuiste un buen amigo."- Dijo Lalo, sonriendo.

- Después, se me ocurrió entrar a trabajar; allí tuve de enemigos a los jefes, pero más que nadie al montón de flojos que eran los demás trabajadores.

"Como yo era rápido, ellos me escondían el cuaderno de anotaciones, me botaban la mercadería al suelo, en fin, trataban de que fuera despacio, como ellos.

" Cuando fui jefe, me boicoteaban, y cuando me trasladé a oficina, me cargaban los errores. Salí de allí, vendí mercaderías al por mayor, y terminé ayudándole a mi padre en su taller de bicicletas. Murió, y se tomaron el local, por lo que me devolví a mi casa, jubilándome anticipadamente con un montepío bajo."- Relató Alfredonius.

- No has descubierto nada nuevo. Pero, ¡ cuidado! que tu vida no ha terminado, y la traición continúa"- dijo Lalo.

- Así es. Gente que es ayudada por uno, es la peor cuchilla, después..."

Lalo estuvo un rato más conversando, y se fue a acostar, rendido, a la pieza de alojados .

Al día siguiente Alfredonius caminaba apurado, tras pagar el consumo del agua de un edificio y de su casa. Compró flores para su R.I.P. padre y una pistola lanza bolas para su hijo de un año : Wilfredito.

Tras dejar aquello en el local, fue a comer un emparedado y tuvo un altercado con el maestro , ya que le dió sin tomate el pan y para que se lo diera, hubo que pasar un mal rato.

Al llegar a su casa le esperaban en la puerta de calle su mujer y el niño, al que le pasó la pistola lanza bolas. El niño parecía feliz, y poco después se fue a dormir la siesta.

Almorzó, y luego se puso a pintar un cuadro al óleo; repetía una obra de Boucher, por segunda vez. Habían muchas posibilidades en esa obra ; Alfredonius estaba perfectamente consciente de que no llegaba al grado de perfección que tenía Boucher; sólo le servía ver ese tema, para enaltecer su propia obra.

Esa mañana, antes de pagar el agua en EMOS, había ido a conversar con la joven que le llevaba el juicio por desalojo del local. Le había dicho:

-" Supe que les habían rechazado un escrito a los arrendatarios."

- Sí, lo sé. Rechazaron el procedimiento. Ahora tienen que irse."

- Bueno , pero esa fecha, del 20 de octubre, ¿ ya no corre, el Juez debe dictaminar otra?"

- No. Ahora, si no se ven el día 20 de octubre , me viene a ver el viernes y ahí pedimos una Orden de lanzamiento."

Con esa noticia, provechosa y útil, salió optimista de allí aunque preocupado, por si esos ex arrendatarios planearan algo nefasto en su contra.

Al anochecer despertó; estaba aún sentado en su escritorio. Tomó su auto, regresó a su casa; agradecido de Dios Jehová Sebaoth...

Pasaron los días y el 20 de Octubre recibió citaciones de gente enemiga. Luego, el 22, fue a hablar con la secretaria del abogado; pagó treinta mil pesos y recibió la noticia de que debía preguntar , el próximo miércoles, por la fecha de lanzamiento de esos malos arrendatarios del local comercial.

Regresó a su casa, y un gato ajeno había matado a su tortuga.

Al día siguiente murió la perra Cindy, que había comprado hacía 5 años; murió de hambre, frío, y quizás de un escopetazo , en ese orden. La envolvió en una casaca vieja y la metió en una bolsa negra de polietileno. Luego, la fue a dejar a la vera de la calle a fin e que se la llevara el camión recolector de la basura.

Y como era sábado, cumplió diez años la peor hija de Carmen. Llegaron sus condiscípulas , algunas ya mujeres altas y piernudas, y la Daisy era un esqueleto de 1.20 Metros ! Parecía hija de esas estudiantes...

También llegaron los hijos de la media hermana de Carmen; derramaron un vaso de leche en la alfombra del comedor.

Más tarde se fueron todos (Daisy incluida) a un baile, y quedaron esos dos hijos de la media hermana, haciendo destrozos y gritando, hasta las 19:30 horas...

Alfredonius respiró tranquilo. Buscó su lapicera y alguien se la había llevado. Buscó la de Carmen e hizo una larga lista de cosas por hacer. Luego, aburrido, se fue a dormir.

Al día siguiente almorzó con Lalo, que ese día no salió a hacer sus trámites.

- He notado que te acuestas tarde. ¿Te pasa algo?"- Inquirió Lalo.

- ¡Claro! Los nervios me comen el cerebro. Me acuesto a las tres de la mañana, porque si me acuesto a las doce, no duermo aunque cierre los ojos. Mis cosas no se solucionan"

- ¿Y por qué no te desentiendes de ello? ¿O ganas algo con preocuparte?"

- Nada.

- ¿Ves? Trata de ocuparte de los problemas en el día, si es que tienes que ir al abogado, o a los Tribunales. Y cuando termines de entrevistarte, te olvidas hasta la próxima. No te acomodes a los deseos ajenos."- Acotó Lalo.

Carmen llegó después de atender el llamador de la puerta de calle, diciendo:-" Te busca un Sr. Matamala."

- ¿Quién será?"- Se preguntó Alfredonius, saliendo a atender.

Era un hombre alto y de bigotes.

- Buenas tardes, ¿Es Ud. Don Alfredonius?"

- Sí, pase Ud."- Respondió éste, haciéndolo pasar al salón.

- Bien, mi nombre es Bigornio Matamala, para servir a Ud., Don Alfredonius. Le venía a hacer entrega de un manuscrito y de algunos videos."

- ¿Quién me los envía?"

- Es de parte de un amigo del Sr. Larry, y éste me dió su dirección, para la entrega."

- ¿Y qué debo hacer yo con el manuscrito?"- Inquirió Alfredonius.

- ¡ Publicarlo! Así como ha publicado sus viajes por el espacio."- Respondió Bigornio Matamala.

Carmen les trajo bebidas, que el Sr. Matamala agradeció, bebiendo con ansias.

Luego, saco de su maletín un legajo y los V.H.S., dejándolos sobre la mesa de centro. Dijo:-" El manuscrito está hecho, en parte, por las Bitácoras de 3 navíos espaciales: el "Rostro", el "Ala" y el "Paipote" - También hay referencias técnicas, que podrán, o no, ser incluidas en el libro a publicar. Los videos son imágenes y a veces explicaciones verbales del que grababa las escenas. Yo comprendo que, para darle coherencia al todo, vá a tener Ud. que usar su destreza, pero sabemos, por el Sr. Larry, de lo que Ud. es capaz."- Sonrió el visitante.

- Gracias."

- Bien, verá, yo pido tres millones de pesos por el manuscrito y los videos."

- Harto caro pide."- Se escandalizó Alfredonius.

- ¿Y qué le voy a hacer? Estoy sin un peso; necesito dinero para sacar algunas maquinarias de la Aduana; con ellas podré hacer negocios y capaz que no le cobre a Ud. nada por el manuscrito."- Explicó el Sr. Matamala.

- No tengo tanta plata."- Dijo Alfredonius.

- ¡Ya, ya! Mire. le diré lo que vamos a hacer: déme $300.000 y el resto después, ¿qué le parece?" Dijo Bigornio, pasándose la lengua por los labios, en un gesto nervioso.

- Hecho."- Sonrió Alfredonius, tras leer someramente el manuscrito.

- Los cassettes se los traigo mañana, y también más material escrito."- Prometió Bigornio, contando el dinero.

- ¡Ojalá cumpla!"- Acotó Alfredonius, pensando en que estaba confiando demasiado en un perfecto extraño.

Se fue la visita y Alfredonius fue a la mesa del comedor, en donde halló a Lalo, a quien dijo:-"¡ Acabo de comprarle unos manuscritos a un tipo ! Me lo mandó Larry, y se trata de algunas bitácoras de naves espaciales."

Lalo sacó de los sobres los libros y páginas mecanografiadas, y las hojeó, diciendo al fin:-" ¡Parece interesante!"

- Si gustas los lees y me dices de qué se trata."- Dijo Alfredonius.

- ¡Con todo gusto!" - Aceptó Lalo, llevándose de inmediato el legajo para el salón, en donde se instaló cómodamente a leerlos.

Al tercer día, estando Alfredonius sentado bajo el guindo, Lalo le fue a decir:-" ¡Leí todo!"

- Perfecto, amigo. Siéntate y cuéntame de qué se trata."- sonrió Alfredonius.

- En resumen, es un grupo de tres naves que se dirigen al planeta Pajararia, llamado así por la profusión de aves que allí se encuentran."- comenzó Lalo.

- Interesante!"

- Luego se narra el regreso de los tripulantes hasta llegar a Marte."

- ¿Y a cuánta distancia se localiza ese planeta?"- Preguntó Alfredonius.

- A tres. Pero, lo curioso del caso es que van allá en tres naves convencionales y regresan en un suspiro, usando un aparato Desintegrador - integrador."- Explicó Lalo.

- Ingenioso, pero, ¿Por qué no se fueron usando el mismo medio?"

- No hay ni media palabra en el texto."- Dijo Lalo, encogiéndose de hombros.

Sonó el timbre de calle, y luego apareció Carmen, diciendo: - " El Señor Bigornio te busca."

- ¡Aleluya! Es de esperar que me traiga los V.H.S. !"- Exclamó Alfredonius.

Fue hasta la puerta de calle; allí estaba Bigornio sonriente, vestido de cuero.

- ¿Como está, Don Alfredonius?"

- Buenas tardes!"

- Buenas tardes; mire , me fue bien con su adelanto de los $300.000 . Desaduané , en tres tandas, los aparatos. ¿Ve ese camión?"

Un nuevo y espacioso camión petrolero estaba aparcado en el borde de la acera, enfrente de la casa de Alfredonius.

- Lo veo. Es nuevo y ¿es suyo?" - Preguntó.

- ¡ Es mío! Lo compré con la primera venta. Con la segunda pagué los derechos de la tercera desaduanada de mis mercancías, aparte de sobrarme dinero. Ahora, lo llevo cargado hasta el máximo. ¡Venga a ver!"

Y mostró , muy ufano, el interior del camión a Alfredonius, quien pudo constatar que estaba repleto de objetos, cajas, bolsas y todo llegaba hasta el techo de la caja metálica.

Bigornio Matamala se encaramó en aquella Babel, sacando una caja y depositándola en la vereda, con la ayuda de Alfredonius.

-" ¡Es la suya! Dentro están los cassettes de VHS video."- Le avisó Bigornio.

- Perfecto. Yo..."

- ¡No! No me pague...ahora. Trate de hacer un relato coherente del material que le estoy entregando. Si tiene éxito, yo lo buscaré, para que me cancele el resto. Si no hay éxito, no me verá más. ¡Adiós!"- Dijo Bigornio, subiéndose al camión y retirándose de inmediato.

Alfredonius entró la caja, siendo ayudado por Carmen y Lalo.

Carmen preguntaba:-" ¿Qué es eso? ¿Por qué te lo dejó ese hombre? ¿Cuánto pagaste por esto? ¿Qué vas a hacer con esto ?"

Alfredonius trató de responder a aquella andanada de preguntas femeniles.

En el primer patio, bajo las luces fluorescentes, abrió la caja, que era voluminosa. Dentro venían doce cassettes de video, una grabadora de videos, manuscritos y cuadernos , y seis álbumes con fotografías.

Estuvieron hasta tarde mirando todo aquello . Lalo se dedicó a los manuscritos, viendo que eran algunas copias de lo ya leído, e informes de todo tipo: desde médico hasta mineralógico, hechos por los exploradores.

Carmen y Alfredonius se fascinaban viendo los videos. Eran escenas de Pajararia, de tal belleza, que les dejaban mudos de asombro.

- ¡Uf, sigamos mañana viendo esto!"- Dijo Alfredonius, tras seis horas de observar las tomas de video en la pantalla del televisor.

Por quince días estuvo Alfredonius pasando al papel todo lo visto en aquellos videos; fue ayudado por Lalo y tres secretarias que éste hízole contratar, a fin de acelerar el trabajo, que era abrumador.

Revisó el material escrito, y le hizo innumerables modificaciones, que las digitadoras volvieron a escribir, quedando así con su estilo personal.

- ¡Aquí están : siete copias!"- Dijo la secretaria en jefe, pasándole el material a Alfredonius.

Lalo fue el encargado de llevar el legajo a una Imprenta, y volvió, diciendo:"- ¡Listo! Un mes mas, y tendrás mil copias. Pidieron dos millones y medio de pesos; aquí está el Recibo."

- Alfredonius guardó la factura, y en las semanas siguientes fue a darse algunas vueltas por el taller, a fin de ir apurando , con su presencia, al dueño del taller de Impresión, quien tuvo el trabajo listo el 26 de noviembre.

Los libros le fueron enviados a su casa.

Lalo, Carmen y Alfredonius abrieron el paquete de los mil libros, y los admiraron al colocar algunos sobre la mesa del comedor.

- ¡'Son preciosos!"- Reía Carmen.-"¡ Tapas oscuras, duras, y hojas blancas y gruesas...qué rico el olor a la tinta!"

Los libros incluían 38 fotografías en colores, dos mapas, y un plano de un sector de Pajararia...

El texto es el siguiente:

capitulo nº1.-

Bigornio Matamala, piloto, fue contratado por la Compañía Juan Verdugo y Asociados, para llevar un Desintegrador - Integrador, desde el planeta Marte, del Sistema solar, al planeta Pajararia, de Centauro B.

La nave, una Standard de la Serie "KB - 302 C" podía llevar cuatro pasajeros y dos tripulantes; además de la carga útil, de 17 toneladas. Como el aparato In . Desintegrador pesaba 12 toneladas, el resto de la carga la componían los indispensables utensilios de labranza y comunicación necesarios en el terreno.

Antes de partir los integrantes de la Expedición Pajararia se reunieron con el director de la Planta nº 3 , Don Lotario Fernández.

Los allí reunidos eran Bigornio y Josh Josh Bugo, de la nave "Rostro"; Eloise y Marmaledon, de la nave "Ala"; y Lula y Cibernético 3B, de la nave "Paipote".

El Director dijo: - " Los he reunido aquí, Damas y Caballeros, para desearles un buen viaje y recalcarles algunas cosas, que no está de más decirlas, aunque ya estén en el manual de "Instrucciones " que ya obra en vuestro poder.

"Vá con Uds. un solo cibernético, de la clase "·B"; vá para ensamblar los tres Des - Integradores y ponerlos a punto. Una vez esto se ejecute, serán Uds. reexpedidos desde Pajararia a Marte, que es en donde van Uds. ahora.

"Allí están las tres naves esperándoles. Esto, ya que la población terrestre aún no debe saber de esta Expedición.

" Serán expedidos hacia allá a través de un Desintegrador - integrador, que ya está probado y en uso desde hace dos años.

"Con respecto al sueldo : si bien es verdad que el viaje dura varios años, Uds. harán la mayor parte del trayecto hibernados. Al regresar a la Tierra se les pagará todo el tiempo como realmente trabajado."

- "¡Eso me gustó!"- Exclamó Josh Josh, riendo.

- Estoy autorizado a darles un anticipo de dos millones ahora. Y recuerden que la partida a Marte es dentro de cuatro días."- Sonrió el Director Lotario Fernández.

Poco después, salían de la empresa, y se despidieron, con el compromiso de verse allí dentro de cuatro días después.

Bigornio dijo a Josh Josh, quien era una muchacha joven y simpática:-" Bien , nena! Te invito a celebrar nuestra partida de la Tierra, con una buena cena."

- Gracias por el ofrecimiento, pero me vienen a buscar. Mejor lo dejamos para después."- Se excusó ella, y se alejó rápidamente , con un movimiento cautivador de piernas.

- ¡Buena la cabra!"- Se dijo Bigornio, ardiendo de pasión.

Con la plata en el bolsillo, se fue a su pieza, arrendada en un edificio localizado en la calle San Pablo esquina de Teatinos. Una vez allí y cerrada la puerta, ordenó en una mesa sus pertenencias.

- ¿Qué tenemos aquí? A ver...calculadoras de órbitas, compás galáctico, tres PC de lápiz, un video grabador miniatura, una HS 38` Spezial, mi diario en disquete, ropa, zapatos...No llevaré ropa; en la nave, de seguro, habrá nueva."

En una bolsa de basura fue dejando lo que no le serviría; en su maleta echó lo enunciado y algunos CD con sus Diplomas y manuales de pilotaje.

Golpearon a la puerta. La abrió. Era la Sra. Carmen Gloria, la arrendadora, quien le dijo: -" ¿Se vá?"

- Eh...Sí, Señora.."

-"¡Ah! pero Ud. debería haberme avisado , ¿no es cierto? Yo no le devolveré el dinero de la Garantía."

-¡Ah! Pero es que recién supe que saldré fuera del plan...del país. Será un trabajo bien remunerado."

- Claro, porque Ud. cómo no iba a saber que se iba a ir, y yo no le puedo devolver la garantía, hasta no ver los destrozos que halla Ud. hecho en esta pieza."- Decidió Carmen.- " Se le olvidó que la cláusula nº 5 dice que con 30 días debe avisar de que se va."

En fin , quedó claro que se iría en tres días más, y que le dejaría las llaves con otro arrendatario, si no la veía.

Bigornio se fue al centro de la ciudad a beber y entretenerse; no regresó a dormir en dos días, y al tercero pasó por aquella pieza en arriendo, dejó las famosas y requeridas llaves, tomó su maletín y se dirigió a la oficina nº 302 de la Compañía Juan Verdugo y Asociados .

Allí fueron reuniéndose los demás tripulantes; en fin, que a las dieciocho horas fueron embarcados y expedidos a Marte, vía Desintegrador - Integrador, desapareciendo, para todo fin útil, de la faz de la Tierra, a comenzar de abril de 1973.

Regresarían en 1003...si todo salía bien.

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CAPITULO II

" EN MARTE. "

El planeta Marte , que es el cuarto a partir de Sol, orbitaba perezosamente; el lugar al cual llegaron los viajeros que nos preocupan se llama CYDONIA. Era un bonito lugar, compuesto de quince domos, de un kilómetro de diámetro cada uno, y comunicados por tuberías gigantes, dispuesta sobre la superficie marciana.

Se estaba extrayendo mineral de cobre , en unas minas sitas en los montes cercanos; sin procesar, eran cargados en camiones y enviados a la Tierra, para allí comenzar el proceso de purificación.

En esto, como en casi todo, se usaban los Desintegrados, para efectuar la transferencia planetaria, tras la purificación del mineral en Marte. Esta transferencia se hacía enviando camiones cargados al puerto de San Antonio, en Chile, en donde se comercializaba y se embarcaba en naves hacia Japón y Estados Unidos.

Dos días estuvieron en la base Minera Nº 1 , y luego viajaron a la órbita marciana, en una lanzadera, ya que las tres naves estaban en órbita.

El Director Derman les hizo la entrega de las naves, diciendo:-" ¡ Feliz viaje y pronto retorno!"

Ya en su nave, Josh Josh se cambió de ropa, poniéndose el buzo gris de reglamento. Junto a Bigornio se familiarizaron con la nave, estudiando los controles a través de manuales y programas computacionales.

Al cabo de ocho días ya se habían interiorizado de las novedades de cada máquina, y poniéndose en contacto radial, se dispusieron a abandonar la órbita estacionaria y empezar el proceso de aceleración.

- ¡Atención, naves ALA y PAIPOTE : Rostro inicia el periplo."

-¡ Conforme, le seguimos!"- dijeron, desde ambas naves.

NAVE TRIPULANTES

ROSTRO Bigornio Matamala - Josh Josh Bugo

ALA Eloise - Marmaledon

PAIPOTE Lula - Cibernético 3 B

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En formación de triángulo equilátero, las tres naves salieron de la órbita marciana , comenzando la serie de aceleraciones que los llevaría fuera del Sistema Solar, ayudándose, por cierto, con las masas de los planetas Júpiter, Urano, Neptuno y Plutón.

En los meses siguientes , tras las aceleraciones obtenidas por dichos medios, la nave alcanzo la velocidad máxima. Plutón quedó atrás y mirándolo alejarse , roca oscura perdida en la inmensidad negra, Bigornio sintió el familiar y desagradable dolor de estómago, producido por la angustia de dejar atrás a los suyos.

Las otras dos navecillas, masas casi invisibles por la escasa luz, les seguían de cerca.

Los meses de tránsito por dentro del Sistema Solar los habían pasado en hibernación. Ahora, llevaban tres días de estar despiertos y quedaban dos días más, en todos los cuales se debía regular la dirección al astro del Sistema de Pajararia, casi invisible desde sus naves.

- Es increíble lo lejos que estamos de la Tierra."- Dijo la mujer Josh Josh.

- ¿Y te da miedo?

- ¿Y a ti no?"

- Claro. Claro que me da."- Aceptó Bigornio.

Josh Josh se pasó una mano por su cabellera, diciendo:-" ¿Sabes qué hago yo cuando tengo miedo?"

- No sé.-"

Se aproximó a Josh Josh, quien le tomó de los hombros, dándole un beso

Fue como abrir el paso del gas a las toberas. Cada segundo que iba pasando los inflamaba más y más ...

Más tarde, descansando, oían los ruidos de la nave, que iba acelerando la marcha: crujidos, rechinamientos, teclear de las computadoras.

- Me daré una ducha." - Anunció ella, perdiéndose en dirección al lavabo.

Bigornio fue un rato después, y se cambió la ropa, por otra más fresca. Volvió a la cabina.

Allí estaba Josh Josh, absorta en la manipulación de un programa de guía de vuelo. El estaba desinteresado del trabajo, pero se obligó a ser eficiente, poniendo a punto varios sistemas automáticos , que pensarían por ellos durante los siglos que duraría el paso desde el Sistema Solar al Sistema de Pajararia.

Dos días después, entraban al estado de hibernación, cerrándose las tapas de las cápsulas sobre sus tendidos cuerpos.

En las demás naves iba sucediendo cosa parecida. Como tres grandes sarcófagos espaciales, las tres naves avanzaban raudamente hacia el lejanísimo punto de destino.

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Han pasado 600 años...

Al llegar al Sistema Pajararia, fueron despertados automáticamente.

- ¡Mm. qué sueño!"- Exclamó Josh Josh, saliendo de su cápsula. Se dió un baño; su piel arrojaba una película de células muertas, que parecía jaboncillo.

Bigornio Matamala, mientras tanto, despertaba con terribles recuerdos de largos sueños de intrincados sucederes . Buscó a Josh Josh, hallándola en el comedor, bebiendo pastas nutritivas. La encontró terriblemente delgada.

- ¡Hola! ¿Tienes hambre ? ¡Luces cadavérico!"- Sonrió ella.

- Nada de raro...Tengo hambre, pero hay que tener cuidado con el estómago, que ha descansado enormemente."- Respondió él.

- Claro, son tres días de alimentos líquidos, seis de papillas, y ...¿Cómo les habrá ido a los demás ?"- Preguntó Josh Josh.

- Les llamaré por la radio, apenas beba esto."- Dijo Bigornio, retirando un frasco con líquido del contenedor, y comenzando a beber pausadamente.

Un rato después se comunicaba con las demás naves.

- Nave "Rostro" a las naves "Ala " y "Paipote": Por favor respondan, esta es la "Rostro" llamando."

A la tercera llamada recibió la respuesta de la " Paipote"...

- ""Paipote" a la "Rostro" ! Se oye fuerte y claro. ¡ Feliz despertar! Acá Lula respondiendo."

- "¿Hola, chica! "- Dijo Josh, riendo.-" ¿Despertaste bien?"

- ¡Para nada, Josh Josh! Tengo algo de mareos, pero no me faltan los ánimos."- Respondió Lula.

- ¿Y tu compañero, está operativo?"

- Claro. Parece que no ha dormido desde que partimos."- Rió Lula, refiriéndose al organismo artificial que le había tocado de compañero.

Por su parte, el "Ala" no contestaba, por lo cual Bigornio se dirigió a la esclusa, luego de ponerse el traje espacial y avisar a Josh Josh.

Una vez que estuvo fuera, atisbó el entorno. Los soles irradiaban sus rayos desde todos los puntos del cosmos, cual pequeñas luciérnagas inmortales. Vio el bulto oscuro que les precedía, y supuso que era el Ala.

Retiró la moto espacial que estaba afianzada a un costado de la salida de la esclusa, y en ella pudo llegar al costado de la nave más cercana.

Desde lejos ya había visto , ayudado por las luces de la moto cósmica, cuál era uno de los problemas de aquella nave: un agujero de unos dos metros, producido en el costado del casco, producto de un astrolito.

Aseguró la moto a un gancho externo, y accionó la esclusa de la nave, penetrando acto seguido, iluminando el entorno con los focos adheridos al casco que le cubría la cabeza.

Se comunicó por radio con Josh Josh, diciendo:"- ¡Hay un agujero enorme en el casco! ahora estoy entrando a la nave."

- ¡Ten cuidado!"- Recomendó la dama, desde la "Rostro".

Fue a ver las cápsula de hibernación. Estas estaban abiertas y los dos cadáveres yacían en buen estado de conservación, congelados por el frío del espacio.

Accionó la radio del "Ala" y se comunicó con Josh Josh, diciendo" ¡Qué mala suerte para Eloise y Marmaledon! Mira, pasó esto: la máquina deshibernadora los reactivó y abrió las tapas de las cápsulas. Como dentro ahora no hay oxígeno y falló la calefacción, el frío es inmenso y se congelaron otra vez."

- ¿Crees tú que se puedan revivir, trayéndolos a la "Rostro" ?"

- No creo, no tenemos los medios."

- Tratemos de bajar esa nave al planeta."- Insinuó ella.

- Uno de nosotros tendría que pilotear esta nave, si es que no le han fallado más circuitos, y bajarla hasta la superficie...¿Tienes el curso, Josh Josh?"

- ¡Claro que sí! He estado trabajando en eso, desde que te fuiste. ¿Qué harás con los muertos?"- Preguntó ella.

- Los llevaré a la hibernadora nuestra. "- dijo Bigornio.

Trasladó los cuerpos en bolsas que halló en la nave, y los dejó hibernados en la "Rostro", diciendo a Josh:-" ¡Si sólo pudieran recuperarse !"

- Dios lo quiera.-" Comentó ella.

Bigornio maniobró el "Ala " , hallándolo operativo en un 95 %.

Parchó el boquete en el casco, mientras las naves se acercaban al planeta Pajararia, cuyo astro les iluminaba cada día con más fuerza.

Halló los restos del astrolito incrustado en el mamparo , y debió retirarlo en jornadas de pudro trabajo. Desprendió planchas del piso y muros, para colocarlas en el exterior.

Selló convenientemente, para luego insuflar aire dentro de la nave recién reparada. Por primera vez en un mes, pudo sacarse el casco dentro de la nave "ALA".

Llamó por radio a Josh, diciendo:-" Reparación terminada. Podemos empezar a pensar en bajar al planeta."

Se comunicaron con Lula, de la "Paipote", indicándole sus intenciones.

- ¡Perfecto, "Rostro"! Les seguiremos cuando Uds. lo indiquen."- Dijo Lula, con su optimismo acostumbrado.

Cuatro días después estaban a la altura ideal para iniciar el descenso en el planeta " Pajararia", bajando a la superficie sin incidentes.

Bigornio había seleccionado un buen lugar, al hallarse en órbita al rededor del astro, usando los radariscopios del "Ala": cerca de un río, al pie de una montaña, en una zona boscosa y en medio de un claro.

Las tres naves aterrizaron de cola, quedando apuntadas hacia el cenit. Desde sus toberas habían brotado ingentes llamaradas, que calcinaron los árboles y arbustos en un radio de 200 metros.

Esperaron a que se enfriaran los metales antes de salir al exterior, que fue analizado ya en órbita: aire respirable , temperatura variable entre -90 º C en los polos y + 45 º C en los trópicos...

Estos datos eran coincidentes con aquellos obtenidos por la expedición anterior, siglos atrás. Esa expedición había sido efectuada por Cyborgs , que habían descendido en un lugar situado a tres kilómetros del punto actual de estadía.

- ¡Allá voy!"- Avisó Bigornio, para sí mismo, y abrió la escotilla. Entró una bocanada de aire caliente, vigorizante. Bajó con cuidado por la delgada escalerilla de la nave y sus pies hollaron la superficie quemada por las llamas de los motores.

Comenzó a transpirar por el esfuerzo, ya que aunque se hacen ejercicios en la nave, nunca era igual que soportar la gravedad 1.1 de Pajararia.

Allí cerca crecía la selva, verde y alta, y a su derecha se elevaba la mole impresionante de la montaña, que mostraba rocas y árboles hasta llegar a su cima, unos 400 metros más arriba.

- ¡Ah! No hay como el aire puro."- Se dijo el Hombre...

Se juntaron los miembros sobrevivientes de la Expedición terrestre al pie de la nave "Ala" : Bigornio, Josh Josh y Lula. El Cibernético 3B fue llamado Trebeo, para mayor facilidad.

- ¡Bien, ya estamos aquí! Un hombre, dos mujeres y un Artificial. Hay que sacar las cúpulas , armarlas, instalar dentro de ellas las tres Desintegradoras."- Dijo Bigornio, tras los saludos.

- ¡Ah, eso sí! Tendremos algo de más trabajo, ya que han muerto los pobres Eloise y Marmaledon. "- Recordó Josh Josh , mirándola bóveda celeste de Pajararia. En ese momento, una bandada de pájaros atronaba el aire con sus gritos, habiendo en vuelo más de cinco mil aves semejantes a los loros sudamericanos.

- Es hermoso aquí. Presiento que seré feliz."- Murmuró Lula.

- Trebeo: tu eres el técnico. Dinos qué se comenzará a hacer."- Habló Bigornio al artificial.

- Armar tres galpones y sobre ellos irán las antenas. Estas deberán orientarse hacia Marte, en el Sistema Solar. Los artefactos trasladadores irán en cada galpón, tres vías independientes."- Informó Trebeo.

- Perfecto. Comencemos ahora."- Dictaminó Bigornio.

Ayudados por los servomecanismos, comenzaron a de cargar los materiales. Habían pseudo robots, los cuales eran cual armaduras ; dentro de ellos se introducían, ganando en fuerza y estabilidad un 800 % más.

Laboraban 8 horas; luego, descansaban. Respetaban también a Dios Jehová, descansando el Sabath.

Dos meses más tarde, las estaciones estaban ensambladas. Faltaba calibrarlas y centrar las líneas de fuerza con las invisibles y movedizas del planeta Marte.

- Dejemos a Trebeo esa labor. Vayámonos de paseo."- Propuso Bigornio a las dos mujeres.

- Vayamos en una nave."- Pidió Josh Josh.

Así se hizo, usando la "Paipote".

Volaron hasta llegar a un lago, en la zona templada. Bajaron.

- ¡Oh, qué hermoso!"- Exclamó Josh Josh.

El paraje era cautivador ; miles de plantas trepadoras exhibían grandes flores de mucho perfume, habiéndolas de colores rojo, azul y blanca.

Grandes cantidades de hermosas aves volaban por doquier. El aleteo de sus extraordinarias alas atronaba el aire. Desconocedoras del hombre, no temían. Debían tener cuidado de no lastimar a los polluelos , que correteaban por la alfombra verde, que eran miles de tallos y hojas, de los vetustos y frondosos árboles allí existentes.

- ¡Oh, siento el amor!"- Reía Josh Josh y allí, entre las flores, debió Bigornio amarla ...

Luego del desahogo emocional se dirigieron hacia el cercano lago, y en sus tranquilas aguas se bañaron.

El bosque circundaba el agua y sus ramas y hojas formaban techos a l largo de la orilla del estanque.

El cielo, añil surcado de nubes, se reflejaba en el fluido . El estero medía ocho kilómetros de ancho por quince de largo.

Al atardecer entraron a la nave, para pasar la noche. Las mujeres decoraron los aposentos con flores recién cortadas; encendieron reproductores de música y bailaron con Bigornio hasta tarde.

Al día siguiente bajaron al lago, tras desayunar. Peces saltaban sobre la superficie del agua del lago . Los pájaros , en grandísimo numero, se zambullían, para atraparlos.

- ¡Mira los peces!"- Reía Josh Josh, y corría por la orilla alegremente.

Cuatro días gozaron del lugar idílico y luego volvieron hacia los Desintegradoras.

Antes de posar la nave en el suelo, ya veían a numerosos hombres, allá abajo, atareados ensanchando el perímetro del campamento original. Al descender y salir de la "Paipote" , se aproximó a ellos un hombre que usaba un casco metálico, como el resto de los trabajadores. Tenía como ochenta años y sus ojos azules relucían vivaces de emoción.

- ¡ Ah, los exploradores del Cosmos regresando de alguna expedición!"- Dijo sonriendo.

- ¿Quién es Ud.?"

- Robol Rodríguez , Asesor en Jefe designado al planeta Pajararia."- Respondió el tipo.

- Mucho gusto de conocerle. Ellas son Josh Josh y Lula, mientras que yo soy Bigornio Matamala. Debo informarle que desgraciadamente Eloise y Marmaledon fallecieron en vuelo hacia acá. los tenemos hibernados en las cámaras de la nave " Rostro". "

- Lo siento mucho... Bien, mis amigos, Uds. han cumplido exitosamente su labor y les recuerdo que han dado un salto irrevocable de seiscientos años en la historia humana. Estáis ya libres de obligaciones y vuestra paga os espera en Marte.

"Podéis iros cuando queráis, a vuestra elección. Podréis regresar cuantas veces queráis a Pajararia.

"Las naves serán dejadas para explorar y movilizar grupos de científicos y técnicos terrestres en este planeta virgen. "- Informó el Asesor Rodríguez.

Al día siguiente regresaron a Marte, usando el trasladador molecular.

- ¡Increíble!"- Exclamaron al ver las grandes estaciones en órbita a Marte ; inmensas estructuras que albergaban a millones de personas en tránsito hacia los soles distantes.

Fueron hacia la Tierra; en minutos, pisaban el viejo suelo, cuna de la humanidad. Los tres , Bigornio, Josh Josh y Lula, estaban pasmados de ver los grandes cambios , adelantos impensados por ellos, que habían ocurrido en aquellos seis siglos.

Fueron albergados en el Centro de Readaptación ; varios psicólogos fueron adecuándolos al nuevo entorno.

Juan Goñi, el psicólogo en jefe, se dirigió a ellos al tercer día :

-" La concepción de la ciudad ha cambiado. Ya no hay ciudades en la superficie; ellas están bajo tierra, al igual que las industrias y el comercio. Un verde jardín hay en la superficie, bosques y llanuras en las cuales se siembra tal como antaño. Es una fuente de alimentos frescos y sirve de terapia para parte de la población ; mucha gente prefiere irse a colonizar planetas lejanos, entre los cuales Pajararia es uno de los más recientes."

- No vemos automóviles.- Dijo Lula.

- Hay aceras rodantes, neumáticos y Translatores. La gente vive al lado de su lugar de trabajo ; las ciudades son de 500.000 personas cada una. Más cantidad por ciudad crea alucinaciones peligrosas. Verán que la semana tiene seis días de trabajo y un sabath de descanso, en honor a nuestro Dios Jehová

- ¿Y sobre las religiones, qué de nuevo tenemos?"- Preguntó Josh Josh.

- Las computadoras, con su lógica insensible, dieron la razón a los israelitas; a ellos les habló Dios Creador, Único y Eterno. Sus leyes las dió a Moisés. Y toda otra versión se ha pautado como ilusoria. Vivimos cual judíos, sirviendo a Dios Jehová."- Respondió Goñi.

- ¡Me pareció eso siempre lo lógico!"- Sonrió Josh Josh.

- La educación se consigue por hipnopedia , drogas y recuerdos implantados . Los Hospitales . cuna nos entregan millones de clones humanos al año; educados cual los no clones, se van hacia los planetas lejanos , para extender la raza humana indefinidamente."

- ¿Para qué?"- Preguntó Bigornio.

- Para dar la oportunidad de vivir y gozar al mayor número de metes conscientes que sea posible. Para ordenar el Universo. Para amar y reverenciar, en gran número, al Dios Creador Jehova Sebaoth."

- Una labor laudable."- Dijo Josh Josh.

Tras ser dados de alta de la indoctrinación, les fue otorgada una pensión de primer orden, que les capacitó para vivir con un alto nivel de vida.

A pesar de sus escarceos amorosos en Pajararia, se separaron, para vivir nuevas experiencias.

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(Fin del texto.)

 

CAPITULO III.

"Historia de los Silva Rebolledo."

- Harto chico salió el libro."- Opinó Lalo.

- ¿Y qué querías? El resto , lo que tuvo que dejar afuera, es un alto de estadística sobre Pajararia, análisis de agua y atmósfera, un catastro preliminar de las aves autóctonas."- Se encogió de hombros Alfredonius.

- "Habría sido interesante añadirlas, para una posterior clasificación, además de una comparación con la fauna y flora terrestres."- Comentó Lalo.

- ¡Ah, ya! Un cuento de nunca acabar. No olvides que en nuestra Era la gente vive de prisa y no vá a tener la paciencia de leer comparaciones sobre las aves."

- ¿Por qué no? Bien, sea. Ahora, a vivir la problemática diaria."- Opinó Lalo.

- No tiene nada de malo vivir la rutina...Y fíjate que hay tanta gente que vive y sus obras se las lleva el viento. Yo traté de rescatar de labios de mi madre las existencias de mis tíos abuelos maternos."- Anunció Alfredonius.

- ¿No me vas a decir que anotaste sus dichos?"

- ¡Claro! Y se pueden apreciar hechos insospechados."- Dijo Alfredonius.

- ¡Suena interesante! A ver, cuéntame."- sonrió Lalo, bebiendo un refresco.

-Mis bisabuelos fueron Antonio Silva y Doña Domitila Rebolledo Gaete.

Él era alfarero y escultor de cruces, vírgenes, cosas religiosas. En la iglesia Dominica de Recoleta aún se pueden ver sus obras en bronce, que hizo con ayuda de uno de sus hijos, en las columnas de mármol que soportan el techo de aquella construcción ciclópea.

Tuvo una pieza con máquinas antiguas que le ayudaban en su labor.

Don Antonio murió dejando a mi bisabuela con todos sus hijos pequeños en una casa propia ubicada en calle Rengifo. Ella vendió la casa de Rengifo y se compró la de Santos Dumont 730.

Crecieron sus hijos. Antonio casó con Teresa Quinteros, fue dibujante en una fábrica de catres (C.I.C.) , luego fue vendedor de bicicletas en la Casa Juillet, haciéndose compadre del dueño, Francisco Juillet Çulan, mi tío abuelo."

- ¿O sea, se siguieron emparentando después, otros miembros de la familia?"

- Claro: mi madre se casó con el sobrino de Don Francisco...Prosigo: Antonio se independizó al terminarse la Casa Juillet, y se compró una casa en calle Ecuador. Tuvo un buen local en calle San Antonio y también otro en San Bernardo.

Su esposa quedó viuda y me cedió la casa de Santos Dumont, siendo la intermediaria de esto su hermana María, quienes pocos años después de hacerlo murieron.

Tuve la suerte de conversar con él siendo mayor, y lo hallé muy calmado, absorto en un mundo de tonos y artificios de pintor de cuadros. ..

Ascencio Silva Rebolledo entró al Seminario de la Iglesia Recoleta Dominica pero se desilusionó y se retiró, siguiendo el oficio de su padre , para lo cual estudió en el Instituto de Bellas Artes.

Era buen dibujante.

Se casó y arrendó una casa en Eusebio Lillo , la cual poseía un portón inmenso. En esta dirección vivió su hermana Cristina. años después.

Más tarde se compró una casa en Doctor Ostornol.

Su casa se llenaba de figuras en piedra y en bronce, y en camioneta trasladaba aquello a los lugares de venta, o hacía exposiciones .

Murió enfermo de la próstata, ya que en esa fecha no existían remedios para ese mal.

Cuando lo trataron de acostarlo en el ataúd no se lo podían, y se dijo que fue porque su destino había sido ser sacerdote y no había querido serlo...

Dejó dos hijas: Gina y Nora, rubias y de ojos verdes, muy alegres, que conocí posteriormente.

Trinidad sufrió una desilusion amorosa; no se casó ni tuvo amores. Castigó cruelmente a Lucía, hija de su hermana Carmen. Su vida transcurrió entera en la casa de su madre, sólo salía a comprar y sufrió mucho de Artritis en sus pies. Hacía fuego en el patio, andaba sola por los jardines en la noche, y a veces se quedaba dormida en el suelo. Su pieza estaba llena de cajas, muebles y recuerdos. Murió de pulmonía...

- ¡ Otra vida trágica! Se salvaron Antonio y Ascencio..."- comentó Lalo.

- Carmen Silva Rebolledo casó con el industrial Ramón Frascara, quien tenía una fábrica de mostaza. Don Ramón, mi abuelo, murió de arteriosclerosis. Con él tuvo a Eliana (mi madre) y a Lucía (fallecida de tuberculosis a los 19 años).

Como era joven mi abuela, se enamoró de Raúl Cisternas, con quien tuvo dos hijos : Raúl y Elba. Falleció a los pocos años el Sr. Cisternas, dejándola con aquellos dos hijos pequeños...

Carmen hizo clases en una escuela básica en la Av. Recoleta, cerca de Santos Dumont. Luego, trabajó de modista.

Arrendó una pieza en Av. Recoleta, entre calles Olivos y R. Charlin, porque Trinidad no la aceptó con sus hijos en la casa de Santos Dumont...Tras muchos años de dura lucha por la subsistencia, vivió ayudada por su hija Elba en una casa ubicada en calle Manzano que había sido de su hermana Cristina, fallecida antes que ella.

Murió de artritis, en esa misma casa...

Don Germán Silva Rebolledo, tío de mi madre, tuvo un primer hijo al que llamó Sedi, y luego vinieron a la vida German, Ana y Leonor.

Tras casarse con una mujer diez años mayor se fue de la casa de Santos Dumont 730, en que vivía con su madre , Sra. Domitila Rebolledo Gaete.

La esposa entra a la religión Evangélica, y comienza a hacer sahumerios hasta que se le quemó la mitad de la casa en que vivían..

Fue entonces que él se separó. Regresó a la casa de Santos Dumont y su madre le acogió bien. Allí siguió viviendo, pero lloraba muy a menudo porque sufría por el fracaso matrimonial y porque aquella mujer incendiaria no le permitía ver a sus propios hijos..

Compró una parcela en Renca y se dedicó a plantar camelias, clarines, y otras flores lindas. Iba todos los días y regresaba a dormir a la casa de su madre, aunque consiguió un nuevo amor, que le duró sólo algunos meses.

Vendió la parcela y se suicidó, desesperado porque no lo dejaban ver a sus hijos, sobre todo a Germán , que fue un artista que se dirigió a Francia sin querer hablarle.

Se cortó las venas, y la Sra. Domitila le preguntaba:-"¿ Qué le duele, hijo?" y él respondía :-" Golpéeme fuerte los riñones, porque ahí siento el dolor. Y era que se estaba desangrando. "

- ¡Hombre, por Dios! ¿Y no llamaron a algún Hospital?"

- Llegaron en una Ambulancia, pero no se lo llevaron, diciendo que ya no tenía remedio, y le pusieron algunas inyecciones. Murió como a las cuatro de la madrugada. .. Fue algo muy trágico para toda la familia ... Después de muerto volvió la Ambulancia y se llevó su cuerpo."

- ¡Malo el proceder de los paramédicos !"- Opinó Lalo.

- " Cuando falleció tenía como 45 años, ojos azules, rubio y bien parecido, siendo el menor de los hijos de mi bisabuela Domitila. "- Dijo Alfredonius.

- ¡Y la mujer, una canalla que no dejaba ver los hijos al padre, y tanto que se creía santa por creer en Jesús! "- Se enojó Lalo.

- Cuentan que cuando el tío Germán halló su casa en llamas se enojó y quebró las cosas lanzándolas al patio, por lo que la mujer evangélica aprovechó de decir que él había iniciado el fuego."- Contó Alfredonius.

- ¿Y aparte de las flores, en qué más trabajó Don Germán?"

- De Contador, en la Compañía de Electricidad..."

- ¡Ay, amigo, qué triste es oír las vidas de aquellos que han vivido antes de nosotros! Quizás por eso nadie escribe sus vidas, porque muestran una realidad atenazante, atemorizante, negra y existente, que todos deseamos evitar, y que sin embargo a muchos nos acaece."- Dijo Lalo.

- Cristina Silva Rebolledo fue, a no dudarlo, la que tuvo más buena vida que todas las demás juntas.

Disfrutó con su esposo Humberto Tessada , cajero del Banco del Estado, de un buen pasar. Compraron dos casas contiguas en calle Manzano (541 y 543) . Tuvo a sus hijos Humberto y Angela Cristina , que eran rubios y de ojos verdes .

" Su casa disponía de muebles de buena calidad; su marido modificó la casa que habitaban de tal manera que en los inviernos fuera acogedora. Luego, muere Don Humberto, y ella queda con su hijo Humberto ya crecido y con título de Ingeniero, trabajando ya en la compañía de Teléfonos, en la cual hizo una buena carrera funcionaria.

Humberto se casa con Norma Hube y se muda a la casa contigua. Se traslada a un chalet en Macul, pero su madre, Cristina, le echa mucho de menos y también se muda a ese barrio de Santiago, junto a su hija Cristina, quien sufrió una desilusion amorosa y termina solterona.

Pasan los años y fallece de neumonía, aunque se dejó morir, aburrida de vivir."

- Al menos no sufrió tanto."- Dijo Lalo.

- Su hija Cristina la sobrevivió 19 años. tras convivir con Elba y conmigo, en las casas de Manzano. Fue una dama responsable, educada, alegre, respetuosa, que fumaba mucho, lo que le produjo un cáncer, que se la llevó en 1994."- Dijo Alfredonius.

- ¿Y sacas alguna conclusión de todo esto?"- Inquirió Lalo.

- Una muy clara: con quien se casaron tuvo mucho que ver con sus vidas posteriores : Carmen se casa con un industrial, pero éste ya estaba muy anciano y no le pudo ayudar como debiera.

Cristina se casa con una persona activa y educada, que le deja buena pensión , casas y hijos inteligentes, que terminan valiéndose por sí mismos.

Antonio lo mismo: Teresa Quinteros era de buena familia, no le fue infiel y vivieron alegres toda su vida, a pesar de que no tuvieron hijos.

Ascencio se casó con una persona honesta, que supo mantener los vínculos familiares.

Germán eligió una mujer más vieja que él, y de baja condición social, lo que la llevó a fanatizarse con una religión que la apartó de su marido, para andar por las calles predicando , para terminar haciendo fuegos en la casa...Su modo de ser ignorante la llevó a ser vengativa y negarle a un padre el ver a sus propios hijos, cosa que ni los animales hacen, pero que se observa a menudo entre la gente ordinaria."- Comentó Alfredonius, quien había sufrido, años atrás, algo parecido: dejar de ver a su hijo por venganza de la mujer con quien lo tuvo, que había sido antes la sirvienta de su padre.

- Claro, la educación de las personas es primordial. "- Corroboró Lalo.

- A veces pienso en cuando yo no esté, y el mundo, cual un inmenso barco, siga su viaje por el mar azul de las actividades."- Habló Alfredonius.

- Nada nuevo."

- Claro, nada nuevo,, pero es como el que se ahoga por primera vez: para él todo es tenebrosamente nuevo."

- ¿Hay alguien que viva y recuerde que no seguirá vivo? Alguien que viva pensando en la muerte no vive ; fallece. "- Dijo Lalo.

- Hoy Carmen alegó bastante y se comportó como una mujer desquiciante, porque fui a dejar plata y comida a mi hijo , enfermo del estómago."

-Mal hecho."

- Querían que vinieran acá. Que se Arrastraran (Humillaran). Yo soy bueno, hasta donde puedo serlo. No quiero ser un animal maligno, vengándome, cuando la vida es tan corta que no vale la pena pisotear al caído . Y si uno ve teleserie ve indias tratando de pisotear a todo aquel que se opuso. Mejor es construir y olvidar."

- Cada cual merece hacer lo que desee de su existir. Hay quienes gustan andar peleando. Otros dejan que los dañen. Yo creo que tú tienes mucho de masoquista, ya que todos los que hoy tratan de dañarte, son gente que, en su época, estuvo a tu merced. Tú las ayudaste a subir, sin dañarlas, y hoy se creen, y son, tus iguales."- Dijo Lalo.

- Capaz de que yo sea un masoquista. Es muy posible. Capaz de que, de tanto sufrir desde niño, me halla habituado y busque el castigo , como parte integral de mi vida."- Opinó Alfredonius.

Jugaron un partido de ajedrez, y Lalo trató de entretenerlo, para que se olvidara de sus amarguras.

Poco después, Alfredonius escribía esta poesía:

A CARMEN CABEZAS.

A ti, mujer iracunda,

que en el ardor de tu rabia

me miras tremebunda

vaya esta noble poesía

a contarte del alma mía.

Ayer pasé por tu casa

ayer soñé que eras mía;

hoy yaces en mi lecho

y en el medio, lo hecho.

¡Luz de luna, sol radiante!

Ha nacido un hijo tronante

un ardor de viento seco,

un sol en el desierto!

Es nuestro querido hijo

es nuestro amado Wilfredo

que canta a la vida

con el chispear de sus ojos.

&&&&

Carmen la leyó, diciendo:-" Me gusta, menos esa parte que dice que yo soy iracunda. ¿Cuándo soy así?"

- Olvídate. Una vez un desgraciado llamado Rodríguez me dijo que mis poemas eran cosa de ir rimando las últimas palabras. ¡ Que no eran poesías! Y es doloroso recibir críticas de ignorantes porque no tienen lógica, sino que están basadas en la envidia. "- Recordó Alfredonius.

Pasó un bus por la calle, metiendo bulla y haciendo sonar los vidrios. Carmen dijo: - "No hagas caso; la envidia y la maldad anidan en casi todo el mundo ahora."

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CAPITULO IV.

DUMBLERDORN.

Al día siguiente sonó el timbre y se presentaron dos caballeros bien vestidos, diciendo:-" Buenos días. ¿Es Ud. el filántropo Alfredonius?"

- "A veces."- Sonrió éste.

- Sabedores de su interés por el cosmos y lo extraño que hay en él, es que venimos a invitar a Ud. a un viaje netamente científico ; no le costará A Ud. nada, ya que somos nosotros los que solventaremos la expedición."

- ¡Ah, me interesa! Pasen Uds."

Al llegar al patio, Lalo fue introducido por Alfredonius al conocimiento de aquellos personajes:- " Les presento a Eduardo Dagach Eltit, compañero de colegio y mi mejor amigo."

- Mucho gusto, caballero"- Dijeron los recién llegados, dándole la mano.

- "Somos Lambert Otherwise y Roderick Taletale. Venimos de Dumblerdorn , planeta ubicado en Rorcual."

- ¿Rorcual? No conozco ese sistema planetario ."

- No es raro, Don. Resulta que, como ya sabréis, hay infinitas dimensiones, aparte de la cual estamos ahora. Tenemos acceso, como Pares del Loratio, a usar esas máquinas. No somos, por tanto, terrestres: somos Loratianos."

- ¿No terrestres? Pero, evidentemente, humanos. Y conocedores del lenguaje castellano."

- Somos científicos, dilettantes; filósofos , en suma. En nuestra sociedad estamos jubilados. El Estado nos ha pensionado, tras rendir nuestros servicios al Gran Lotario. Tenemos 300 años; con suerte, viviremos 50 años más."- Sonrió Lambert.

- Nuestros nombres están, obviamente, traducidos de nuestros reales nombres, CR- 3032 y DL - 2022. En nuestra civilización los números pueden traducirse a palabras tras un proceso matemático sencillo; así también se pueden enunciar postulados en prosa o en verso."- dijo Lambert.

- Curioso, interesante, y debe ser muy entretenido."- Sonrió Lalo.

- Bien. Venimos a invitar a Ud., Don Alfredonius, a un viaje a otro planeta. Sabemos de Ud. merced a sus numerosos libros electrónicos publicados . Es Ud. un viajero sagaz, curioso, que ha sacado provecho de cada experiencia."- Alabó Lambert.

- ¿Y de qué les seré útil yo a Uds.? "- Interrogó Alfredonius.

- ¡Ah! Dos ojos ven más que uno , según vuestro propio adagio. Queremos filmar lo que veamos. También tomar apuntes. Lo que Ud. vea en el viaje deberá ponerlo por escrito. En la forma que Ud. estime conveniente, ya sea como un Diario de viaje, apuntes sueltos. etc. Será provechoso para nosotros , ya que lo uniremos a nuestros filmes y comentarios."- Dijo Roderick.

- ¡Me parece bien...en principio! Yo les cobro tres millones de pesos chilenos por ir, y si la expedición dura más de un año, será de un millón de pesos adicional por anualidad."

- Ningún problema."

- Me alegro. A ver, Eduardo, ¿quieres acompañarme?"

- Evidentemente, quiera o no quiera, me he convertido en tu compañero . Por otra parte, estoy encontrando cada vez más interesante esto de ganar dinero: yo cobro dos millones por año."- dijo Eduardo, mirando a Lambert.

- Delos por cancelados, Don Eduardo."- Comentó Lambert.

- ¡Anticipados, por favor!"- Exclamó Lalo.-" Deseo ir a comprar unas bagatelas antes de partir. No por nada, también soy un artista , aunque ser artesano es más rentable."

- Señores: mañana volveremos temprano a traerles sus honorarios por un año. También les informaremos en detalle del viaje a efectuarse."- Explicó Lambert.

Se despidieron muy engoladamente y se fueron.

Al día siguiente Carmen estaba lavando y el perro de la casa mordió a Wilfredito. Todo porque ella lo había soltado, tras varios días de encierro. Carmen llevó al Hospital a su hijo , en donde le pusieron una inyección a su hijo, aparte de tomarle apunte de su dirección.

- ¡Me había subido al taxi del amante de la Eugenia, me di cuenta y me bajé en la esquina!"- Comentó después Carmen.

Fueron a cobrar arriendos, y Lalo llegó cuando ellos almorzaban, diciendo:-" ¿Por qué esas caras de funeral?"

Alfredonius le contó lo del niño.

- " ¡No seas cascarrabias, hombre! Piensa que no es Rabia lo que tiene ese maldito perro, sino que fue porque Wilfredito le pisó la cola. Lo del taxi, error de la Carmen, sin ninguna consecuencia..."- Rió Lalo.

- ¡Tú lo ves todo sencillo! Yo necesito salir de mis problemas, para sentirme como tú."- Repuso Alfredonius.

- ¡Ah! No me vengas con esos cuentos chinos, muchacho! ¿Crees que yo no tengo problemas? ¿O que la gente amable no los tiene? ¡Estás loco! Lo que pasa es que hay que tener una actitud positiva ante la vida."

Tocaron el timbre y fue a abrir Alfredonius, ya que no había servidumbre. Eran Lambert y Roderick; los hizo entrar.

- ¡Buenas noches, Don Eduardo!- Dijeron, al ver a Lalo, y Alfredonius les presento a su mujer. Se sentaron en los sillones del living.

- ¡Les traemos el dinero; un millón para cada uno de Uds. y la promesa de otro millón por cada posible año de la expedición a Dumblerdorn."- Dijo Lambert.

- ¡Alto ahí! Yo dije que iría por dos millones, y pagaderos al momento; o de lo contrario, olvídense de mí y también de mi discreción!"- Dijo Lalo.

Los dos tipos le miraron asombrados, y Roderick sacó un cheque de su billetera y se lo pasó, diciendo:-" No nos gustan las amenazas, caballero; fue un mal entendido de mi compañero."

- ¡Así está mucho mejor ! "- Rió Lalo, tomando el fajo de billetes y el cheque.

Alfredonius guardó su dinero sin rechistar.

Carmen dijo.-" Lástima que yo no quiero quedarme sola por un año entero..."

- ¡Señora! Nada de eso . Estará de regreso al día siguiente de que halla partido."- Le aclaró Lambert.

- ¿Cómo es eso? ¿Me quiere tomar el pelo?"

- ¿Tomar su pelo? ¿Para qué ? L e explicaré: viajaremos en una burbuja de poder : esta se puede mover libremente por esta y la cuarta dimensión sin problemas. Y nos puede llevar a planetas desconocidos...El reingreso a esta dimensión está por nosotros dictaminarla; desde un día después de la partida o hasta miles de años. Es cosa de calibrar los instrumentos."- Explicó Lambert.

- ¿Y qué van a explorar en un día?

- ¡Señora, Ud. no me entiende nada! Se sale y se entra a un día, o mas, de distancia, pero Ud. puede estar tantos años como desee, en el punto elegido de excursión. ¿Me entiende ahora?"

- No.

- O sea, sale Ud de acá el 10 de noviembre de 1993 y regresa el 11 de noviembre de 1993. Pero ingresó a ese otro planeta el 10 de noviembre 1993 y se queda hasta el 20 de agosto 1994; la máquina lo recoge el 20 de agosto de 1994 allá, retrocede en el tiempo varios meses y entra a esta dimensión por el agujero llamado 11 de noviembre de 1993. Muy fácil!"- Dijo Lambert.

- ¿Y cómo lo hace?

- ¡Ah, Señora! No tengo tantos conocimientos sobre el asunto, pues soy sociólogo."- Respondió el gesticulante Lambert.

Alfredonius le pasó a ella el millón de pesos, diciendo:-" Guárdelo Ud., que yo voy a estar ausente un ida."

Ella lo tomó, sin agregar más preguntas.

Lambert les pasó literatura sobre el viaje y datos del ambiente al que irían.

Fijaron en siete días después la fecha de la partida.

Al quedar solos, Carmen dijo :-" ¡Otra vez embarcado en viajes espaciales! Hasta que vas a desaparecer , en una de éstas."

- ¿Y para qué me necesitas aquí? ¡ Cuando vas a cobrar arriendos lo más bien que te las arreglas sola! "- Vociferó Alfredonius.

Lalo se fue a su cuarto, para no mezclarse en estos desagradables asuntos en los cuales se enredan los que viven con mujeres...

Dos días después Lalo pasó por el taller de Alfredonius, diciendo:-" Pasé al Mercado a comer unos cebiches con unos conocidos. ¿Qué se cuenta por acá?"

- Mira, leyendo el diario vi que el déficit comercial chileno superó los 496 millones de dólares al 15 de Octubre. El Banco Central contabilizó exportaciones por 7.478 millones de dólares y en importaciones 7.974 millones; déficit: 500 millones."

- ¿Y cómo dicen los gobernantes demócratas cristianos que Chile está tan bien?"

- El año pasado había un superávit de 917 millones y la balanza de pagos con un superávit de 2.102 millones de dólares. Al 15 de octubre de este año, bajó a 553 millones de dólares."

Dijo Lalo: -" ¡Qué disparate!"

- ¡Y espérate! Aquí dice que la deuda externa de Chile es de 19.204 millones de dólares, a setiembre de este año."

- ¿Y cuándo van a terminar de cancelar esa deuda?"

- El cobre ha bajado a 74 centavos ... y estaba a un dólar la libra."- Farfulló Alfredonius.-" Por mas que digan que ahora ya no es importante el cobre, porque se venden hortalizas, frutas, pescado , etc., ya ves que el cobre sí es el sueldo de Chile."- Recordó Alfredonius.

- ¡Bien que te preocupes de la macroeconomía! Te ayuda a programarte. De seguro de que todas las cosas van de subida, en pocos meses habrá que pagar mucho más que actualmente."- Dijo Lalo.

- Gracias. Pasando a otro punto, anoche soñé discutiendo con mi hija Ivette, a la que hasta le daba una cachetada ! "- Dijo Alfredonius.

- ¡Ah, pero claro, te parece mal que ella halla sido madre y no te muestren el nieto. Pero no esperes de los demás nada; no te hagas problema. Trata de solucionar tu balanza de pagos , ahora que las entradas crecieron."- Dijo Lalo.

- ¡Ah, eso sí! Con ese dinero, se puede gastar en cosas superfluas por fin!"- Rió Alfredonius.

- Cosas superfluas ... Yo gasto el dinero en mejorar mi calidad de vida. Cremas para la cara, lociones para el cabello, ropa de calidad, una buena cama y un equipo multimedia para mantener despejada la mente. "- Comentó Lalo.

Poco después se retiraron de allí, para ir a jugar una partida de pool en un local céntrico.

Terminó el plazo dado por Lambert, y se presentaron en la casa de Alfredonius, vistiendo sus ya clásicos ternos oscuros.

- ¡ Estamos listos!"- Dijeron Lalo y Alfredonius, cogiendo sus maletas, llevándolas hasta una camioneta doble cabina que utilizaban ese día los contratadores.

Atrás quedó la casa ploma, en su rincón de enfrente al cerro Blanco. El vehículo les llevó fuera de Santiago, rumbo al sur. Los cerros de San Bernardo se veían, oscuros y azules, adelante.

- Nuestro enclave se halla en San Francisco de Mostazal, en el fundo "Mi Querencia".- Dijo Roderick, quien iba al volante.

Una hora y diez minutos después giraron a la izquierda y entraron por un camino de tierra. Una casa de dos pisos en un altozano era su meta. Frenó el conductor enfrente de la blanca casa y bajaron todos.

- Dejen sus maletas en la camioneta; uno de mis empleados la entrará a la casa."- comunicó Lambert.

Eran los once de la mañana , el aire era tibio, con la luz solar incidiendo en las cercanas montañas. Amarillo. gris, rojo, las rocas brillaban al sol , mientras que los pastos que las cubrían , undulantes con suaves colores bajo el rosado y blanco de las nubes pasajeras, invitaban a la meditación.

- Pasen, caballeros.- interrumpió la silenciosa admiración de las bellezas naturales a los dos amigos de calle Santos Dumont.

Entraron a una sala, evidentemente adosada recientemente al resto de la construcción. Muchos artilugios de raro diseño se veían reposando en cualquier rincón, mientras que los cables que las unían se hallaban por el suelo cual negras serpientes pitón.

En medio de la sala dominaba el entorno un panel de vidrio oscuro, elevándose hasta casi el techo, y de tres metros de ancho. De él salían y entraban personas, algunas llevando cajas y bolsos. El tráfico era, mayormente, hacia el interior de la casa, a través de un corredor.

- Ven Uds. un Translator Espacio Temporal en funciones. En estos instantes esta comunicando la Tierra con nuestro mundo de origen, DUMBLERDORN, del sistema Rorcual.

- ¿Y qué, pretenden invadir la Tierra. ?"- Preguntó Lalo.

- ¿Invadirla? Ya la invadimos, en el tiempo de los Faraones. Pero, mayormente nos interesan sólo un par de cosas en este planeta. ¡Hay tantos planetas habitados a nuestra disposición! Y no digamos que la Tierra sea un lugar idílico para vivir, no. Hay mucha violencia, asaltos, asesinatos, choques, catástrofes. Tampoco hay control del clima ; por eso hay tanto desierto. "- Comentó Roderick.

Lambert conversaba algo apartado con unos funcionarios, los cuales miraban con curiosidad a Lalo y Alfredonius. Terminó esa conversación y Lambert se les aproximó, diciendo:-" Dentro de poco interrumpirán contacto con Dumblerdorn y podremos iniciar nuestro viaje."

La valijas las trajeron unos jóvenes.

Poco después cesó el tráfico, la pantalla estuvo algunos minutos cambiando de color; se puso brillantemente roja y fueron avisados de traspasar la barrera.

Lo hicieron primero Lambert y Roderick, seguidos por Alfredonius y Lalo, según indicaciones de los técnicos allí presentes.

Salieron al "otro lado" tras caminar lo que pareció una cuadra, a través de un pasillo en penumbras.

Estaban en la cumbre de un alto y ventoso cerro. Nadie se hallaba cerca. Los Sr. Roderick y Lambert se alejaron una decena de metros y comenzaron a desvestirse.

- ¿Y qué hacen esos tipos?- Se intrigó lalo, dejando sus tres maletas Saxoline metálicas en el suelo.

- ¡No sé! Quizás tengan calor."- Bufó Alfredonius, agitando sus brazos, ya que allí hacía frío.

Los extraterrestres ya estaban desnudos, excepto por un cinturón que portaba una caja redonda, a un costado. Manipularon algo en ellas y comenzaron a hincharse , a emitir guturales gruñidos. Lalo se tomó nerviosamente del brazo de Alfredonius.

-¡Mira, qué pasa, hombre , qué está pasando!"- Exclamó.

Los dos seres ya no se parecían en nada a las dos siluetas antes vistas... ¡ Eran ahora dos gordas y grandes arañas, de ojos grandes y perversos, que les observaban con malignidad!

- ¡Ándate! ¡ Son tarántulas!"- Gritó Lalo.

Alfredonius sacó sus revólveres y al aproximarse los insectos les disparó; tres balas para cada una. A pesar de ello los arácnidos continuaron su avance.

Con piedras se defendieron, rompiéndoles las peludas patas, que resultaron muy frágiles. Pronto, eran dos túmulos negros y ensangrentados. Los dos amigos las taparon a piedrasos y luego las quemaron, usando ramas y sus encendedores.

- ¡Ya! Ahora, ¿como volvemos?"- Preguntó el sudoroso Lalo.

- ¡ Bah! ¡Exploremos!"- Exclamó Alfredonius, tomando sus dos maletas de cuero y dirigiéndose cerro abajo, resbalando por las piedras.

Una llanura se extendía frente a ellos, en lo que parecía ser el atardecer. A medio camino entre la cúspide y el plano, descansaron.

- El aire es como el terrestre."- Comentó Alfredonius, tendido sobre el pasto seco.

- Capaz que estemos en la Tierra."- Opinó Lalo.

Las nubes ocultaron al astro que les iluminaba y comenzó a llover torrencialmente. Desde la cumbre del monte comenzaron a nacer arroyos de agua barrosa; resbalaban hacia abajo en volumen creciente.

Los amigos se pusieron de pie y siguieron su descenso, con las maletas empapadas de agua y lodo.

Al pie del cerro existían árboles de gran envergadura, formando un bosque penumbroso.

Bajo las copas de los árboles se mitigaba la lluvia . Se guarecieron bajo lo que parecía una especie de Ginko ; las maletas las subieron a las ramas superiores.

Descansaron a horcajadas sobre las ramas gruesas temblando de frío ...

A medianoche Lalo se decidió a bajar y encender una fogata, siendo ayudado por Alfredonius, recogiendo ramas secas.

Usando la llama de los encendedores lograron encender una hoguera crepitante en medio de una nube de humo acre.

Se sacaron algo de ropa, poniéndola a secar allí cerca.

Fueron alimentando el fuego hasta la mañana. A esa hora, sus ropas y calzados se hallaban secos.

- ¡Puf! Creí que no amanecería nunca"- Murmuró el Lalo.

- Las maletas...tan pesadas. ¿Hacia adónde iremos?"- Inquirió Alfredonius, molido su cuerpo por la noche pasada.

Lalo tomó sus valijas y se alejó del lugar, siendo seguido por Alfredonius, con sus dos maletas de cuero café.

Caminaron por entre los árboles, acabada la lluvia. Habían pocos pájaros, no se divisaban animales.

- Los arboles son iguales a los terrestres: verdes sus hojas, grises sus troncos."

- Pueda ser que hallemos venados."

- Seria bueno asarlos al palo."- Sonrió Alfredonius. a quien aún le quedaban dos cajas y media de tiros.

Descansaron tras cuatro horas de extenuador avance, ya que debían sortear troncos caídos, abrirse paso por entre ligazones de ramas y yerbas holosaprófitas.

- Vá a faltar qué comer.-"

- Evidentemente. No eché nada en mis maletas que se pueda comer."- Anunció Alfredonius.

- Ni yo. Pero traje dos botellas de vino. ¿Quieres algo?"

- ¡Claro!"- Resopló Alfredonius.

Sentados a la vera del árbol, bebieron cada cual en una botella. En esto se denotaban como escrupulosos.

- ¡Uf! ¡Qué paz! ¿Qué hora será?"- Preguntó Lalo.

-"Yo tengo las cuatro. Pero acà puede ser cualquier otra hora,"- Comentó el otro.

- No te creas. Debe ser la mañana; hay que mirar al sol en el cenit y poner en el reloj las doce. Tan simple como eso."- Sonrió Lalo.

- ¿Ay, por qué nos estará pasando esto?"- Preguntó Alfredonius.

- ¿Y de qué te quejas tú? ¿No estas mucho mejor aquí, con un amigo en un bosque, que en tu casa rabiando ?"

- ¡ Me acuerdo cuando me golpeó en la cabeza! Te juro que me sentía mareado y adolorido. ¡Y tantas veces que le he dicho que no me golpee en la cabeza! Yo quedé mal, tras el choque de julio de 1991."

- ¡Ella debiera estar plenamente consciente de ello! Lo que pasa es que le gusta pelear, golpear y discutir. No le gusta que le digan nada y sus errores ella misma es la primera en negarlos. Quiere ser perfecta, escondiendo todos sus errores. ¡Ella nunca ha hecho nada!"

- Igual pienso que hay que tratar de regresar allá."- Comentó Alfredonius.

Durmieron esa noche en el mismo lugar, con las maletas colgando de las ramas cual si fuera un Bazar.

Amaneció.

- Hay que tratar de hallar comida, compañero, o falleceremos."- Anunció Lalo.

Comenzaron a caminar sin pausas de descanso. Sintieron un rumor de aguas, a las siete horas de marcha ; pronto llegaron a un caudaloso río, cuya ribera opuesta se divisaba en la lejanía.

- ¡Un río caudaloso cual el Danubio! Bebamos."- Invitó Alfredonius, dejando sus dos maletas en el suelo.

Por los alrededores hallaron hortalizas silvestres, que desenterraron y lavaron para probar después.

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CAPITULO V.

" LOS PIOLINES"

Lalo halló algunos árboles de frutos gelatinosos ... Gritó :- "¡ Mira! parecen haber hombres de cera dentro de estos frutos!"

Alfredonius creyó ver seres humanoides dentro de las masas. Recorrieron el sector ; eran cincuenta y siete árboles; en todos crecían tales espeluznantes frutos...

- ¿Y si libramos a esos seres de su envoltura vegetal?

- Podría ser. Pero, ¿No has pensado por qué están allí? Pueden ser humanos legumbres... O una simbiosis .... Mejor no nos metamos en esto. La vida de este planeta nos es ajena."- Opinó Alfredonius.

Atardeció; el agua era un murmullo desde el lugar elegido por ellos, encaramados en un árbol corpulento.

- No se escuchan rugidos ni ladridos. Parece que por acá no existen depredadores."- Exclamó Lalo, bostezando.

Al amanecer fueron a mirar a los seres envueltos en gelatina. Allí estaban, inmóviles, esperando madurar...

- ¡Ah, qué cosa más intrigante!"- Dijo Lalo, moviendo levemente uno de esos frutos.

Continuaron caminando, esta vez bordeando el río. Hallaron setas, que hirvieron usando una de las tapas de maleta de Lalo.

- ¡ Exquisitas!"- Opinó Lalo, tras cocerlas.

- Me hacen recordar las aceras de la calle en que crecí, allá en Recoleta.- Dijo Alfredonius.- A veces masticaba el macadán, y por las noches escuchaba, acostado en mi cama, los pitazos de los trenes en la Estación Mapocho, y me imaginaba que eran barcos que se alejaban en la bruma de la mar, hacia las tierras de la China..."

- Calla, amigo...Algo escucho."- Interrumpió Lalo.

Era un ruido extraño, como de trompetas lejanas. Venía desde el terreno que iban dejando atrás...

- ¡ Parecen trompetas!"

De improviso, cesó el ruido.

- Vaya! ¿Qué demonios sería eso ? "- Dijo el Lalo.

- ¿Serán los seres arbóreos saliendo desde su letargo?"- Preguntó Alfredonius.

- ¿ Vayamos a ver? Dejemos las maletas acá."- Insinuó Lalo.

Así se hizo y comenzaron a desandar el camino al trote, motivados por la curiosidad.

Antes de llegar al punto, vieron movimiento.

- ¡Seres humanos!"

Eran personas de ambos sexos caminando pegajosamente, con aquella baba de los frutos que les habían engendrado.

Eran adultos jóvenes, no más de diez años aparentes. A verles a ellos se quedaron inmovilizados . Sus cutis eran marfileños ...

- ¿ De adónde vienen Uds.? "- Preguntó Lalo, dudando aún de la teoría arbórea.

Un gorjeo musical brotó de la garganta de uno de ellos. Inmediatamente los demás comenzaron a emitir sonidos de aves; entrelazaban sus trinos produciendo armonías muy bellas.

Los ojos de los terrestres se poblaron de lágrimas, porque esos gorjeos eran de una belleza impresionante, y el alma humana , que tiende a la perfección, es decir, a Dios Jehová, al hallarse con algo perfecto goza y sufre a la vez.

Pasado un momento cesaron los gorjeos, y los seres dejaron de interesarse en ellos.

A media tarde ya se sentían integrados al grupo de los seres gorjeantes; vieron que los árboles - padres producían pequeñas frutas llenas de algo parecido a la leche, azucarado y agradable al paladar.

Cayó la noche. Los seres vegetales se agrupaban alrededor de aquellos árboles y dormían sin temor al entorno.

Los terrestres encendieron una fogata, alejados de ellos, y Lalo dijo:-" Un planeta lejano, en el confín del tiempo."

Las estrellas brillaban furiosamente en lo alto. Las copas de los árboles eran oscuras masas que parecían querer abrazar el cosmos.

Se quedaron dormidos arrullados por el paso de las aguas del río.

Al día siguiente, escucharon los gorjeos increíblemente bellos de los hombres nativos.

- Les tendremos que poner un nombre, para identificarlos."- Acotó Lalo.

- Los piolines- Murmuró Alfredonius, recordando a Piolín, el canario que el gato Silvestre siempre estaba tratando de atrapar en los dibujos animados.

- ¡Pero hombre, estamos hablando de la primera raza humanoide que vemos en el planeta!"- Se quejó Lalo de la poca seriedad que le daba su amigo al tema.

- Primera o segunda, viven en estado silvestre ; comen lo que se ve, no construyen nada. Morirán cuando se les acaba la fruta." - Opinó Alfredonius.

- ¡Ah, eso no quiero verlo!"- Se alarmó Lalo, y echó a caminar río abajo.

Seis días más tarde llegaron a un poblado, en donde unos seres peludos ,de un metro veinte de estatura ,les salieron al encuentro.

- Calma."- Dijo Alfredonius, nervioso de ver tanto simiesco ser , muchos de los cuales portaban garrotes de metro y medio de largo.

Uno de los simiescos seres les gritaba algo, que ellos no comprendían..

Saliendo de las chozas aparecieron tres ancianas de blancos cabellos, ante las cuales se acallaron las voces .

Al acercarse a ellos, notaron que los ojos de aquellos seres eran amarillentos en su mayoría, con una variante de tonalidad gris.

Las mujeres hablaron una jerga incomprensible, de resultados inmediatos: fueron empujados dentro de una de las chozas por los machos presentes.

Dentro de la casucha el aire estaba viciado de tal forma, que vomitaron de asco. Las octogenarias hablaron unos instantes a la muchedumbre congregada allí, y les sacaron de la choza nuevamente.

Todo el villorrio parecía estar presenciando la escena; más de trescientos pitecántropo erectos...Todos desnudos, ya que los pelos les llegaban hasta el suelo.

La más anciana graznó algunas palabras en su dirección, y como no respondieron, les arrebataron las maletas, derramando su contenido en el suelo. Todos sacaban algo de allí, en medio de una gran algazara.

- ¡Déjalos! Quizás nos sirva de algo la mansedumbre."- Comentó Lalo, y así fue, porque la actitud primera fue eliminada de sus gestos, y les trajeron dos marmitas con un caldo de buen sabor, en que flotaban algunas verduras sazonadas con sorprendente buen gusto.

- ¡No me digas cómo lo hacen, pero lo hacen bien!"- Rió Lalo, cuchareando aquel caldo nutritivo.

Permanecieron allí hasta el anochecer, tiempo en el cual se alejaron casi todos, agotada la novedad de su presencia.

En los días siguientes pudieron deambular casi sin problemas por doquier, pero al cuarto día no obtuvieron el caldo acostumbrado, y fue la señal de que la hospitalidad estaba llegando a su fin.

- Parece que las maletas no daban para más sopa."- Rió Lalo, y abandonaron el caserío al amanecer del quinto día, sin ninguna clase de manifestación del poblado de los pitecántropo erectos...

Caminaron toda la mañana, sin la impedimento de aquellas maletas, por lo que avanzaron mucho más que de costumbre...

Hallaron frutas cerca de la ribera, que pudieron comer sin ascos. Conversaron de arte...

- Breughel pintaba como Ingenuo , sin embargo sus cuadros son mirados por mí como un cuaderno de enseñanzas.
"- Dijo Alfredonius-

- Breughel el Viejo."

- Ése. Tengo un buen libro, con laminas, en que sale un cuadro de él , con los Juegos de los Niños. Hay varios que parecen ya no en uso y entre ellos apostaría que existe un vehículo aéreo. En esa época, los mil quinientos, no habían vehículos aéreos..."- Hizo notar Alfredonius.

- Si exceptúas a Leonardo y su fracaso de hombre pájaro."- Sonrió Lalo, dando un mordisco a una fruta.

- Si es que es un fracaso, y no un abandono de un invento que podría haber servido para la matanza..."- Opinó Alfredonius.

-¡Ah, no me vengas con que Leonardo tenía escrúpulos pacifistas! Recuerdo haber visto máquinas de guerra, y un cañón de retrocarga entre sus bocetos."- Bufó Lalo.- "El Moro le habría pagado bien por otro invento bélico."

Continuaron la marcha, hallando unas ruinas como a dos kilómetros de allí. Era un antiguo fuerte, con sus piedras esparcidas en cien metros a la redonda; rastros de fuego se veían en las pocas vigas que sobresalían de la estructura principal.

- ¡ Un asalto y toma de un fuerte! Entre gente decidida estamos."- Avisó Lalo, mirando con aprensión hacia el río, ya que de allí parecía haber venido la agresión a ese pétreo castillo.

Antes de que oscureciera trataron de poner la mayor cantidad de terreno entre ellos y las ruinas, ya que Alfredonius detestaba a las ánimas en pena.

Mientras caminaban, Alfredonius monologaba:-" Así como cada célula es un ser vivo, que pide comida y luego arroja los residuos fuera de sí, el hombre la imita durante todos los años de su existencia. El ser humano piensa como una unidad, dice "Yo soy", y se siente uno. Pero su cuerpo son millones de seres microscópicos , muchos de ellos muertos y adheridos al cuerpo principal por largo tiempo. "

- ¡ Ah, claro, pero recuerda que las convenciones sociales han sido hechas para facilitar el entendimiento de las personas! - Le recordó su amigo.

Al anochecer encendieron una fogata lejos del río, que estaba infestado de insectos chupa sangre.

- ¡Mira! Un meteoro. ¡Qué noches más bellas! El cielo oscuro y tachonado de millones de astros se ve mejor sin la luna."- Acotó Alfredonius - Y más tétrico."- Agregó Lalo, a quien le inquietaba la oscuridad.

- ¡Qué lejos estamos aquí de Alejandro el Grande , del Arca de la Alianza, las pirámides de Egipto."- Dijo Alfredonius.

- La tumba de Alejandro fue saqueada, porque era de alabastro. Y sus huesos desaparecieron con ella."- Recordó Lalo.- Hasta las pirámides han sido dinamitadas, para ver si dentro habían riquezas."

- Y vemos que los de este planeta también saben de quemar y saquear..."- Se entristeció Alfredonius.

- El ser humano es un espíritu encerrado en un cuerpo con necesidades: éstas le hacen actuar de injustas maneras, a veces."- Filosofó Lalo, arrojando leña al fuego.

Sintieron unos cánticos a lo lejos.

Lalo dijo:-" Me parecen cantos humanos."

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CAPITULO VI

" LOS MUSICOS ITINERANTES."

Corrieron hacia el río, cuando vieron luces sobre él. Eran veinte barcas en procesión, y sus ocupantes cantaban y arrojaban flores al agua.

- ¡ Alegría, alegría!"- Dijo Lalo, corriendo por la orilla, para no perder de vista a las embarcaciones.

Tras seguirlos por dos kilómetros , tropezando y mojándose, ya que era de noche y costaba ver el terreno, lalo y Alfredonius pudieron ver que las naves anclaban a la vera de un muelle derruido, que prontamente era visible merced a las antorchas que fueron dispuestas sobre él, por los tripulantes de las barcas, que descendieron a tierra en medio de gran algarabía.

Los había jóvenes y viejos; los vestidos en diseño y calidad, notándose que el uso de túnicas y mantos era la tónica general.

Fueron llevados ante un anciano de porte distinguido, quien habló varios idiomas, hasta dar con uno semejante al castellano, para sorpresa de los chilenos.

- ¿Vienen de las mansiones ?"

-"No, Señor: somos de otro planeta."- Dijo Lalo.

- ¿Y cómo llegaron a éste?"- Sonrió el anciano.

- " Unas arañas humanas nos trajeron...Somos Lalo y Alfredonius, del planeta Tierra."- Explicó Lalo.

- Y nos habéis escuchado y seguido, ¿verdad? - Sonrió el anciano.- ¡Bienvenidos, entonces! Yo soy Skakespé . Podéis integraros a nuestra tour anual. Actuamos en las ciudades ribereñas ; en la desembocadura del río , nuestro camino común termina y cada cual vuelve como puede, lo cual no es poca aventura."

- Gracias por la posibilidad de comida y trabajo."- Dijo Alfredonius, quien ya tenía hambre.

- Soy el director musical, compositor y cuento con un siglo de práctica. ¡Huelo a música! Llevo 30 viajes por este río. Regresaré por tierra...sin prisas."- Dijo Skakespé.

- No tengo capacidades musicales, pero mi amigo Lalo tocaba bongó..."- Dijo Alfredonius, quien había tratado de tocar violín, bandoneón, trompeta y guitarra...con cero resultados positivos.

- ¡Tocará los pequeños tambores! Claro que deberá interiorizarse de nuestra música. Y Ud. , si no toca instrumentos, cantará en el coro." ¡Ahora, mézclense con el equipo ! Yo tengo mucho que hacer. ¡ Buena suerte, amigos!"- Rió Skakespé, yéndose con el grupo que ya le esperaba para recibir sus instrucciones.

Se reunieron en un anfiteatro al aire libre, apenas amaneció.

Mientras los del coro cantaban, algunos guerreros montaban guardia en las lanchas, y algunos otros en un amplio perímetro. La mayoría escudriñaba el cielo.

En los días sucesivos dieron tres conciertos ante un reducido número de oyentes, pues se trataba de pequeños poblados de pescadores.

- ¿Ve, Alfredonius? ¡Ya canta Ud. mejor!"- Reía el Director, pues le hacía practicar mañana y tarde con los demás.

Las mujeres de la agrupación eran bellísimas y abiertas a la vida, alegres y sanas.

Navegaron dos días sin hallar poblados, aunque ensayaban igualmente sobre cubierta.

El director dijo:-" Hay siete ciudades populosas en nuestro futuro itinerario. La última ciudad es Oxol, la mayor y está a un kilómetro del mar."

- ¿Y viajan hacia otros continentes?"

- A veces otras compañías lo hacen, más no ésta. Hay un continente brumo soy lejano, de nombre Deasperges, en donde dicen que lo raro y extraordinario es el pan de cada día."- Informó Luceta, una de las cantantes presente.

- ¿Y Uds. quieren ir allá?"- Preguntó Alfredonius.

- No está en el itinerario, por lo que tendría que ser un viaje privado."- Dijo Luceta, sonriendo.

Llegaron a Perusa dos días después. Era un pueblo de mil habitantes; vivían en casas de piedra, gobernados por una Junta de Vecinos. Acogieron jubilosos al coro y la orquesta, el Director Skakespé era ya famoso y conocido entre ellos.

Almorzaron al aire libre, en bancas proporcionadas por la comunidad de Perusa. Se asaron varios venados nativos en su honor y bebían jugos fermentados. Al caer la noche se encendieron fogatas y bajo esa luz pudieron disfrutar del canto y la música. Alfredonius cantaba ya en el coro y Lalo en la orquesta tocaba los timbales.

Tras la ejecución, algunos recibieron albergue en el pueblo, y el resto durmió en las lanchas, o en tiendas sobre el pasto de la ribera.

Al despertar, en la mañana, Alfredonius recordó sus otras mañanas, allá en el lejano Santiago de Chile , cuando a su lado estaba Carmen y había que ir al Juzgado para defenderse de juicios o tratar de recuperar su herencia...

Loana se acercó a él, diciendo:-" ¿Gustas de bañarte en el río?"

- Claro.- Dijo él, y fueron a lanzarse al río, lavando así sus malos recuerdos en las límpidas aguas frías.

Otros muchos ya nadaban por allí, deseosos de olvidar los terrores nocturnos y lograr ser felices hijos de la luz.

Lalo le llamó desde la orilla, pues estaban dando el desayuno los campesinos, y tras salir del agua, le dijo:-" ¡ Buenos días! Están dando alimentos ; hay que hacer provisión de ellos, para cuando decidamos partir por nuestra cuenta."

- Por ahora no, ya que nos están llevando en sus lanchas hacia la ciudad más grande del continente. soportemos y al llegar allá podremos seguir por nuestra cuenta."- Dijo Alfredonius, caminando hacia las mesas.

Al día siguiente continuaron viaje en las lanchas; el paisaje seguía siendo muy bello y las canciones resonaban en el aire : no se dejaba de ensayar por ningún motivo .

Era un ambiente muy agradable.

El Director se acercó a Alfredonius, para decirle: ".- Amigo: no debes involucrarte románticamente con nadie y así serás feliz."

- ¿O sea que hay que vivir solo?"

- Algunos lo pueden hacer y otros no. El odio nace del aburrimiento y de ver que el otro no piensa y actúa como se desea."

- Como un monstruo que nace del despecho."

- Correcto."

Bajaron a tierra a mediodía. Era un paraje de carnosos pastos, arboles frondosos, mimosas, mariposas volando.

Armaron allí las tiendas , cazaron dos venados y los asaron al atardecer. Todos comían y reían al compás de un baile alegre. Las estrellas brillaban agudamente en el cielo.

Loana se acercó a Alfredonius y le dijo:-" ¿Qué haces sentado aquí solo? ¡ Vamos a bailar!"

- Amores rotos, palabras perdidas, el aire del tiempo soplando sobre nuestras caras."- Respondió él.

- ¿Estás poético? ¡Escucha! Yo he visto pasar la ribera desde las lanchas. He oído quejidos de amor nadando sobre las ondas. "- Y rió, mientras comenzaban a danzar con los demás.

Por la noche Loana se aburrió de danzar y se fue a dormir con otro integrante de la banda. Alfredonius sintió que lo consumía el ardoroso fuego de los machos y se fue tras ellos con un leño sacado de la fogata, golpeándolos. el fuego encendió el cabello de Loana, quien se lanzó al agua, gritando.

Corría gente hacia la orilla, tratando de captar qué estaba sucediendo. Lalo cogió a Alfredonius del brazo, diciendo:-" ¡Vayámonos, loco!"

Cogieron un bote y ayudados por la corriente y los remos, se fueron río abajo.

La corriente hacía avanzar el bote por el medio del río y debido a esto estuvieron lejos en contados minutos.

- ¡Oh, Dios, qué he hecho!"- Se quejaba Alfredonius.

- ¡Lo hecho, hecho está! Ahora lo importante es que no te vean más, o quizás qué castigos podrían imponerte."- Afirmó Lalo, sentado a popa guiando la embarcación mediante el timón.

- La embarré.- Dijo Alfredonius, mirando las oscuras orillas.

- ¿No te dije que olvidaras el asunto? Nada lograrás ahora con lamentarte imaginando alternativas que ya no se pueden cumplir. .. Recuerdo un caso semejante sucedido en Chile."

Iban cruzando por un paraje en el cual habían árboles muy altos. Salieron de la corriente y Lalo ancló el bote cerca de la orilla, diciendo:-" Ya estamos lejos, y no parecían haber intenciones de seguirnos. Continuar navegando de noche creo que es peligroso; esperaremos la madrugada para seguir."

Alfredonius no replicó, sumido su intelecto en el estudio de lo sucedido en el campamento.

Flotando allí por más de cinco horas, fueron víctimas de las picadas de los mosquitos, que dejaron regueros de sangre en sus camisas. Lalo durmió algunas horas, no así Alfredonius, quien estaba con su cerebro como afiebrado.

Al aclarar el día, Lalo despertó, y viendo adónde estaban, dijo:-" ¡ Un nuevo día! Veamos si están las provisiones aquí...¡Si! Tenía guardada carne y vegetales en este bote, para comer después...¿Quieres algo?"

- Gracias."- Dijo, sonriendo, Alfredonius.

Tras asearse someramente con el agua del río, levantaron el ancla y remaron a favor de la corriente. Tras girar una curva se hallaron dentro de una ciudad tallada en piedra. Escalones bajaban hasta el río, hundiéndose en él. Canales acarreaban el agua hacia la ciudad, pasando por entre bellos edificios . Las hierbas cubrían muros y escalinatas.

Lalo entró a la ciudad a través de uno de aquellos canales silenciosos, y remando Alfredonius, pasaban pronto bajo un decorado puente.

Se sintió la orquesta y el coro pasando por el río.

- ¿Se detendrán?"

- ¡Qué se yo!"- Reclamó Lalo.

La música creció y cuando parecía que se quedarían allí anclados, se percibió que las voces se alejaban río abajo...

- Siguieron de largo."- Aventuró a decir Lalo, suspirando.

El canal tenía escalinatas para subir sus costados . Cierto que las hiedras lo cubrían todo, pero aún estaban allí las cadenas que alguna vez sirvieron para que se amarraran los botes.

Afianzaron el navío en una de esas cómodas subidas y pronto estuvieron sobre la calle.

Esta no era rectilíneas, con que sólo podían ver a dos cuadras de distancia. Los edificios eran de ocho pisos, hechos con piedra y cemento. Estaban fantásticamente decorados, con formas de la fauna y flora del planeta. Poseían anchos zaguanes, ventanas en ojiva, pilares falsos, gárgolas, salientes con figuras de dragones, delicados balcones y pasillos exteriores...

Entraron en un edificio al cual sus puertas abiertas habían condenado a servir de depósito de hojas secas, ramas y sabandijas. Recorrieron salones y pasillos de sus pisos superiores, habitados por penumbras y polvo impalpable.

Divisaron huesos de habitantes muertos, amarillentas reliquias que el tiempo había ennoblecido, al asemejarlos con antiguos y gualdos marfiles.

-¡Puf! Polvo y mugre ! " - Se quejaba Lalo.

Los muebles que habían sido de madera estaban descascarados por el tiempo.

Los pisos crujían , amenazando romperse.

Un olor a humedad pervadíalo todo.

- Tiene que haber pasado muchos años , amigo, para que estos robustos muebles estén tan deteriorados."- Comentó Alfredonius.

Un rumor ominoso creció en torno a ellos. A través de la tamizada luz del astro que penetraba por los maculados cristales de las altas ventanas parecía venirse una amenaza desconocida.

- ¿ Qué es ese ruido tan terrible ?" - Preguntó Lalo.

- No lo sé. ¡Salgamos de aquí!"- Dijo Alfredonius.

Salieron a la calle y sentían un temblor que nacía del suelo.

De pronto, por sobre los techos, se vió llegar una columna de agua negra, proveniente del río.

- ¡Inundación! ¡Subamos al último piso!"- Gritó Alfredonius y ambos entraron al edifico a todo correr.

El rumor era espantoso y el suelo retumbaba fuertemente. El agua fue cayendo sobre los vetustos edificios.

La tromba de barro y agua cayó sobre ese edificio . Alfredonius y Lalo fueron alcanzados dentro de una sala sin vidrios y por allí entró aquellos elementos.

El alud les arrojó hacia el techo y los sacó por un corredor. En el aire fueron llevados hasta el fondo del mismo y salieron al aire libre.

Con espanto y asombro vieron cómo un gran embudo negro giraba a veinte metros de allí, llevándose cornisas y balcones, techos y trozos de muro en su paso.

Continuó aquella vorágine hacia el interior del pueblo, con aguas oscuras precipitándose tras suyo.

El ruido ahogaba sus gritos, y lograron afianzarse a los restos de vigas del techo, soportando el empuje de las aguas torrentosas.

Un techo completo venía flotando por sobre las crestas acuosas. Su sombra se avalanzó hacia ellos; antes del golpe el agua les soltó de sus asideros, y se fueron con aquella armazón, en pos del embudo, que se agitaba hacia el otro costado.

Providencialmente el techo fue su salvación, pues vieron que el edificio en el que habían estado caía, derrumbado por la fuerza de la corriente.

Afianzados al techo avanzaron por varios minutos, percibiendo que a la postre la gran marea negra comenzaba a perder su fuerza.

Eran figuras barrosas en medio del tifón.

El techo pasó lentamente cerca de un edificio de mayor altura, y aprovecharon aquello para trasladdarse a éste, pudiendo subir algunos pisos por sobre aquella marea de delirio.

Lalo dijo, escupiendo barro:-" ¡Casi morimos, compadre! ¡Qué susto más grande he pasado! "

Alfredonius rió aliviado.

Pasaron la noche allí, transidos de frío, sin poder encender fuego, perdidos los encendedores y sintiendo el murmullo amenazador del torrente, que hacía vibrar continuamente el edificio que los sostenía.

Al amanecer las aguas corrían aún por las calles, pero ya a varios metros más abajo que originalmente.

- ¡Se está retirando el torrente!"- Avisó Lalo.

- ¡Pero el barrial es inmenso!"- Comentó Alfredonius.

Algo brilló en lo alto; miraron y vieron caer un meteoro justo a unas tres cuadras del lugar.

- ¡Agáchate!"- Avisó Alfredonius, y acto seguido una gran onda de ruido y calor les envolvió durante unos segundos.

El barro saltó desde el lugar del impacto, salpicando todo el contorno hasta doscientos metros a la redonda. Dos edificios contiguos ardieron, al ser alcanzados por la onda de calor del roce del aerolito contra la atmósfera planetaria.

- Tendremos que salir de aquí como podamos. Tenemos hambre y el agua del río ya no es apta para ser bebida."- Comentó Lalo.

Bajaron hasta ver el barro deslizarse de vuelta al río, acabado ya el ímpetu que lo arrastrara tierras arriba. Esperaron hasta ver que el movimiento cesó del todo.

Durmieron aquella noche con la desagradable compañía del hambre.

Al despuntar la aurora echaron a caminar por el lodo, eligiendo los lugares de más fácil tránsito. Caminaron alejándose del río, y al anochecer, medio desfallecidos de cansancio, dieron con una zona pantanosa, llena de mosquitos, en donde debieron pasar aquella noche, subidos a un par de árboles , ya que el suelo estaba cubierto por cincuenta centímetros de agua.

Con fiebres despertaron a la mañana siguiente. Tenían los labios hinchados y el cutis del cuerpo partidos , ya que aún no se podían lavar del barro en el que habían nadado.

- ¡ A caminar! No nos quedemos quietos en este lugar malsano"- Urgió Lalo.

- ¡Ni que lo digas!"- Refunfuñó éste, bajando del árbol y chapoteando en el agua en su siga.

A media tarde hallaron terrenos secos y un bosque de árboles frutales.

Comieron tanta fruta que por la noche estaban con diarrea, que les dejó sin fuerzas.

- ¡Buena la fruta, pero mala la digestión!"- Bromeó Lalo , recostado en el pasto.

Durmieron desapaciblemente, y al llegar la luz de la aurora recomenzaron la marcha. Hallaron una vertiente, de la cual nacía esmirriado arroyo . Con esa agua lavaron sus cuerpos, cabellos y aún sus ropas , que estrujaron y dejaron tendidas, al calor de los rayos del astro.

- ¡Vamos a comer!"- Invitó Lalo. Esta vez lo hicieron con mayor mesura, para no sufrir del malestar ya mencionado.

Al anochecer se pusieron sus ropas secas y limpias, no así el calzado, que habían perdido en la inundación.

Durante la noche sintieron trinos de pájaros y al amanecer vieron bandadas de bellos y multicolores pajarillos revolotear por entre los árboles, picoteando la fruta.

- ¡ Tenemos competidores!"- Sonrió Lalo.

Caminaron toda esa mañana y a mediodía descansaron bajo un gigante arbóreo. Era un enorme árbol , de fruta semejante a la manzana .

- ¡Ah! Ojalá no saliéramos nunca de este bosque tan lleno de comida!"- Dijo Lalo.

- Recuerda que deben existir aquí las estaciones . Debemos hallar un buen refugio o pasaremos frío."- Avisó Alfredonius.

Sintieron un zumbido y luego un gran porrazo en el suelo .

- ¿Sentiste? Debe haber sido a unos dos kilómetros de aquí...¿Crees que haya sido otro meteoro?"- Interrogó Alfredonius.

Antes de que éste pudiera contestar, un objeto volador pasó por sobre sus cabezas a baja altura y se metió por entre las hileras de troncos, segándolos cual navaja cortando velas, y enterrándose en el suelo con estrépito.

- ¡ Meteoro!"- Se aterró Lalo.

La cagalera de meteoros se estaba produciendo por sobre todo el planeta, como era usual en esa época del año.

Corrieron alejándose del meteoro y llegaron ante una cadena de montañas.

- ¡Piedras y desolación! No me vas a decir que nos vamos a meter por allí, máxime sin calzado!"- Se quejó Lalo.

- ¡Oh, cielos!"- Exclamó Alfredonius, echándose al suelo. Durmieron allí, porque les dió la noche. Fue una noche inquieta, pero no vieron caer nuevos asteroides.

- La batalla de Anghiari".- Dijo Alfredonius, al despertar al día siguiente.

- ¿Qué pasa?"- Se asustó Lalo, mirando en rededor.

- ¡Ah! Soñaba con el cuadro que pintó Leonardo de Vinci, aquél con caballos y guerreros."- Dijo Alfredonius.

- ¿Qué batalla fue ésa?"- Inquirió Lalo, bostezando.

- La amistad entre Leonardo y Machiavelo sería causa de un hecho de importancia aún mayor en la vida del artista : el encargo, por parte de la Señoría, de un gran fresco para la Sala del Gran Consejo del Palacio Viejo. El tema elegido fue la victoria de los florentinos sobre los písanos en la batalla de Anghiari."- Ilustró Alfredonius.

- Adentrémonos en el bosque, para buscar fruta."- Dijo Lalo, poniéndose de pie.

- Volvamos a la vertiente. Es locura moverse de allí, ya que andamos casi desnudos y no tenemos armas ni alforjas, ni buen calzado para caminatas sobre pedregales."- Determinó Alfredonius.

Comieron frutas y a media tarde hallaron el arroyo ; guiándose por su cauce dieron con la vertiente, que seguía arrojando fuera sus límpida agua potable.

- ¡Hogar dulce hogar!"- Rió Lalo, quien se hallaba bien a gusto allí entre árboles y follaje , agua pura , frutas maduras al alcance de la mano y mullido pasto, para poder dormir bajo cielos estrellados y clima tibio.

Cantó Alfredonius:-" Atribuyan , oh hijos de fuertes,

Atribuyan a Jehová Gloria y fuerza.

Atribuyan a Jehová la Gloria de su nombre

Inclínense a Jehová en adorno santo

La voz de Jehová está sobre las aguas

El glorioso dios mismo ha tronado

Jehová está sobre muchas aguas."

- Es un cántico de amor y alabanza."- Comentó Lalo.

- Exacto."- Sonrió Alfredonius.

Pasaron dos meses, y comenzó a hacer frío más intenso.

Lalo estaba nervioso, pensando en las posibles lluvias o nevazones en perspectiva.

-" ¿Qué haremos cuando lleguen las lluvias? No tenemos un techo bajo el cual cobijarnos."- Dijo.

En ese momento, que era media tarde, una luz se hizo en el cielo.

- ¡Otro meteoro!"- Gritó Alfredonius.

Una bola luminosa de ochenta metros de diámetro bajó lentamente, buscando un claro entre los árboles en el cual poder posarse.

Al fin lo halló, no lejos del lugar en que se hallaban los dos terráqueos.

Ambos amigos se aproximaron al lugar, hallando que el objeto irradiaba calor.

- ¿Será radioactividad ?"- Quiso saber Alfredonius.

Del objeto brotaron tres robots mecánicos , que se acercaron a ellos. Parecían un cruce entre un pulpo y una máquina de cortar pasto.

- ¿Humanos?"- Inquirió uno de ellos en una serie de idiomas, entre los cuales el castellano no tardó en usarse.

- ¡Humanos, sí!"- Interrumpió Alfredonius, sonriendo.

- Nosotros provenimos de Robotonia. Venimos a ayudarles."- Graznó el robot, tras unos instantes de silencio.

- Identifíquense."- Pidió Alfredonius.

- Soy BK - 3365 y mis compañeros son XQ - 2020 y XQ - P1T ."- Dijo el más cercano a ellos.

- "Construyan una casa para nosotros."- Pidió Lalo.

- Como Ud. ordene."- Respondió el cyborg.

Por varios días se entretuvieron en verles trabajar sin reposo, día y oscura noche, en la erección de una vivienda.

Tumbados en el pasto, contra la espalda apoyada en un árbol, cada uno miraba trabajar a los robots.

- ¡Son rápidos y eficientes! ¡Mira cómo laboran!"- Sonreía Lalo.

Comenzaron desmalezando el espacio ; luego, con máquinas, horadaron en el suelo y sembraron de piedras , dejando zanjas. En esas zanjas clavaron postes de hierro y la armazón entera quedó encementada en dos días escasos.

- Estos tipos sí que saben trabajar rápido"- Dijo Lalo.

- ¡Y que lo digas !"- Rió Alfredonius.

Habían pasado 20 días ya y la casa estaba lista, según lo habían solicitado.

- Podéis entrar y habitar la casa. Está hecha a prueba de golpes , estanca, tiene un campo de fuerza que se activa por dentro y que se desactiva al aproximarse cualquiera de vosotros , al percibir sus patrones genéticos."- Dijo BK - 3365.

- Espero que tenga agua."- Dijo Lalo.

- Tiene agua proveniente del subsuelo; sistema de drenaje con envío de desechas hacia otra dimensión; luz incorporada a los techos. Aire acondicionado , destructor de insectos por radiación leve."- Dijo BK - 3365.

- ¿Y para comer?"- Preguntó Lalo.

- Un Recicladora orgánico."- Dispuso BK . 3365.

- ¡Puf! No debiera haber preguntado."- Gruñó Lalo.

- Pasemos.- Invitó Alfredonius.

La casa , por fuera, se veía como sin ventanas; pero desde el interior se veía nítidamente el exterior. Los muebles eran estilo ovoide; los lechos eran piezas con posibilidad de gravedad cero.

Recorrieron las veinte piezas.

Alfredonius dijo:-" ¡Faltan sólo las mujeres!"

- Claro, pero si llegaran, vamos a salir sobrando nosotros."- Replicó Lalo.

- A ver eso, explícamelo."- Pidió Alfredonius, quien siempre había tenido una mujer en el hogar.

- Las mujeres son posesivas y quieren toda la casa para ellas solas, y como se trataría de dos, pelearían entre ellas y con nosotros. "- Afirmó Lalo.

- ¡Ah! Puede ser, pero tú sigues soltero."- Dijo Alfredonius.

Los robots se fueron en su nave, sin despedirse y mientras los terráqueos hacían inventario.

Por varios días apenas salieron al exterior, fascinados con los artefactos con que estaba provista la casa.

Comenzaremos con recapitular lo antes dicho: tenía 20 piezas, dispuestas a ambos lados de un corredor central. A los costados corrían pasillos exteriores, con columnas. Así, se protegían los muros y se podía salir a un lugar seco, en invierno. Por encima de techo existían paneles con células fotoeléctricas, para entibiar el agua y producir energía eléctrica.

Los techos eran luminosos, y se podía ver el cielo con un sistema que hacía transparentes algunos sectores.

Las paredes del corredor central tenían puertas de aluminio, para penetrar a las piezas.

El amoblado era muy completo, y se guardaba en los muros o el techo, lo que hacía que la higiene fuera mayor.

Poseía un Desfasador, en el subterráneo, el cual poseía un computador con un Tutorial para aprender su uso.

Alfredonius leyó atentamente las instrucciones y viajó hacia Santiago, saliendo justo al patio de su casa en Santos Dumont 730. Llevaba un Laptop para retornar al planeta en que estaba esperando Lalo el resultado de su operación...

Carmen lo recibió amablemente ; preparó las onces, mientras Alfredonius iba al planeta alterno y regresaba con el aliviado Lalo.

- ¿Cuánto nos demoramos?"- Preguntó Lalo a Carmen.

- Un día, claro!"- Sonrió ella.

- ¡Mira qué cosa! Hemos estado viviendo por más de cuatro meses fuera, y regresamos un día después."- Comentó Lalo.

Se sentaron a beber del té y los pasteles de Carmen, quien avisó:-" Ayer vinieron tus amigos, Larry y los demás. quieren arrendar piezas en el edificio."

- ¡Ah, no! Esos me quieren meter en algún lío."- Comentó Alfredonius.

- Claro! Yo les dije que tú no estabas. El más exigente era Larry."

- Bien, lo siento.

- ¿Y cómo volvieron?"- Dijo Carmen, no viendo a Lambert y Roderick con ellos.

- Unos robots armaron una casa en el planeta Dumblerdorn, y en ella había un Desfasador, una máquina que permite viajar electrónicamente."- Explicó Lalo, sirviéndose generosa porción de Kûchen.

- ¡ Y vienen hediondos, sin zapatos! La ropa sucia..."- Comentó ella, arriscando su nariz.

- ¡ Y qué quieres! No habían comodidades para lavar, allá, y la ropa la perdimos en una inundación."- Dijo Alfredonius.-" Los caballeros que nos habían contratado se transformaron en arañas peludas que querían darse un festín con nosotros."-

- ¡Ay! ¡ Qué horror! ¿Y no podrán regresar acá?" - Se asustó ella.

- ¡ Ni modo! Los dejamos enterrados debajo de un montón de piedras."- Aclaró Lalo, bebiéndose otra taza conteniendo humeante infusión de tè.

Carmen les dió ropa limpia, tras ver que se asearan de nuevo...

En los días siguientes, ambos retomaron sus rutinas antiguas: Alfredonius escribiendo en su PC y Lalo saliendo a pasear y a tomar café al centro de la ciudad.

Se aproximaba diciembre de 1993. Carmen estaba nerviosa, debido a sus hijas, que son porfiadas y buenas para pelear.

El día 29 de noviembre en la mañana un Carabinero fue a notificar a Alfredonius, al taller, para que fuera a un Juicio de Alimentos ...

Esa tarde salieron Alfredonius, Carmen y Wilfredito a comprar sorpresas, para los pequeños invitados a la fiesta de cumpleaños del infante.

Era un día nublado, y del cielo caían goterones , pero Alfredonius estaba contento , pues estaba de regreso en su planeta natal, sano y salvo, gracias a la bondad amorosa de Jehová Dios...

F I N .

 

Terminada el 30.11.1993. 0: 24 horas.

Pasada al limpio al 28 de febrero de 1996, 21:00 horas.

Alfredo Francisco Humberto Juillet Frascara; casa de Santos Dumont 730.

103.979 caracteres. 40 revisiones, 1.490 minutos de edición. 17.547 palabras

Del 13 al 28 de febrero de 1996.


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