Dratha |
El Monstruo del Río Negro |
En las orillas del llamado Yaba Nutchi o Río Negro, Conan
de Cimmeria vio cómo un grupo de monjes vestidos con túnicas
oscuras asesinaba a una joven y luego trataba de escapar llevándose
a su pequeño hijo. El bárbaro salvó al infante, cuyo
cuerpo estaba cubierto por una manta que sólo dejaba ver su rostro
inocente, pero la madre había muerto a manos de los monjes.
Al escuchar un gemido, Conan se internó en el bosque, donde encontró a un joven llamado Eral de Taurian, colgado de un árbol, agonizando pero aún vivo. Una vez liberado y recuperado, Eral reveló al cimmerio que la muchacha muerta era su hermana Kalara, quien junto con él y con el niño sin nombre, había logrado escapar del monasterio donde los tenían prisioneros, para llevar al infante al lado de su padre, que habitaba en el Lago Gildis, en la desembocadura del Río. El joven convenció a Conan para que lo acompañara en su viaje, en una balsa que él mismo había construido, prometiéndole que sería justamente recompensado por el padre de la criatura. Le explicó, además, que los monjes pretendían sacrificar al niño a la diosa-demonio Dratha, que moraba en las profundidades del Río. |
Poco después de iniciado el viaje, Conan y Eral fueron atacados
por unos tentáculos surgidos de as aguas, que buscaban apoderarse
del niño. Conan lo impidió, cortándolos con su espada.
Más tarde, fueron arrastrados por la corriente, hasta caer por una
catarata, caída de la que sobrevivieron atánbdose a la balsa.
Poco después, mientras Conan descansaba tendido al sol, Dratha
creó un remolino para arrastrar la balsa al fondo del río,
pero nuevamente la fuerza del Cimmerio lo impidió. Finalmente, una
nube de insectos los atacó, y Conan se vio forzado a incendiar la
balsa para hacerlos huir por el humo, luego de cubrir a Eral y al niño
con una manta mojada.
Al llegar al lago, fueron atacados por la misma Dratha, un enorme monstruo con rostro semihumano y un cuerpo del que surgían enormes tentáculos. El demonio estuvo a punto de devorar al niño, pero en el último momento, Conan le arrojó su espada, con la que le atrevesó un ojo y el cerebro. Dratha cayó inerte, y casi inmediatamente después, surgió otro monstruo del Lago, mucho mayor que ella, pero con rasgos masculinos. Para sorpresa del cimmerio, Eral tomó al niño y lo arrojó a los tentáculos del monstruo. Conan atacó impulsivamente a Eral, pero enseguida se dio cuenta de que el monstruo retiraba la manta que cubría al niño, revelando un cuerpo similar al suyo, lleno de tentáculos. Sólo la cabeza era humana. |
Eral explicó que el monstruo era Dralos, compañero de Dratha.
Los monjes habían ofrecido a Kalara como sacrificio a Dratha, pero
en cambio, la muchacha había sido tomada por Dralos, y de su unión
nació el hijo que Dratha no le había dado. Al enterarse de
la traición, Dratha, furiosa, demandó a sus adoradores el
sacrificio del niño. Dralos no podía salvarlo, porque estaba
confinado al lago, mientras que Dratha podía moverse libremente
a lo largo del río.
Conan se lamentó de que no habría ninguna recompensa para él, pero Eral le explicó que el nombre del Lago Gildis significa "Lago Dorado", y que las orillas del mismo estaban cubiertas por piedras de oro. |
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