Yakhmar

El Gusano del Hielo

    Después de su aventura con Atali, la hija del dios Ymir, Conan, cansado de la monotonía de su aldea y del frío del norte, decidió abandonar Cimmeria, y se dirigió a las Montañas Eiglopheanas, en la frontera entre Vanaheim, Aesgaard e Hyperborea.

    Cabalgando entre la nieve, el cimmerio divisió a una tribu de trogloditas caníbales acosando a una hermosa muchacha hyperborea llamada Ilga. Tras la batalla que libró con los seres sub-humanos, su caballo resultó muerto, y al huir los trogloditas, se refugió en una caverna con la joven. Esta le relató que años atrás había abandonado a su tribu Virunia, para establecerse en el Reino Frontera. Pocos días antes, había partido de la cuydad hyperborea de Sigtona, con un tío que se encargaría de encontrarle un buen marido, pero al atravesar las Eiglopheanas cayeron víctimas de una emboscada preparada por las criaturas. Sólo Ilga sobrevivió y logró escapar, pero luego fue capturada nuevamente.

    Al entrar a la caverna, Ilga se mostró aterrorizada, y repetía una sola palabra, una y otra vez> Yakhmar. Conan tuvo que golpearla y dejarla inconsciente para calmar su histeria. Y cuando la joven volvió en sí, el cimmerio encendió un fuego y preparó la cena, asando la carne del caballo muerto. Después de hacer el amor con Ilga, Conan se quedó profundamente dormido, y no notó cuando la muchacha se levantó, al ser atraída por una dulce música y por dos ojos que brillaban con un resplandor verdoso.

 
    Cuando Conan despertó, notó la ausencia de Ilga y salió en su búsqueda, siguiendo el rastro de un quiebre en el hielo, que se arrastraba sinuoso. Encontró el esqueleto de su caballo, completamente despojado de la carne, y poco más adelante, el esqueleto de Ilga, que había corrido la misma suerte. Entonces recordó las leyendas escuchadas en su juventud, que hablaban del Gusano del Hielo.
 
    El tenebroso y vampiresco Gusano del Hielo, al que Ilga llamaba Yakhmar, cuyo nombre casi olvidado se susurraba con horror entre lo cimmerios. Era un animal gigantesco, cuyo cuerpo irradiaba frío en lugar de calor.
 
    Conan volvió a la cueva donde se había refugiado con Ilga para prepararse, y salió en busca de Yakhmar para vengar a la muchacha, abrigado con una capa de piel que cubría todo su cuerpo y lo que llevaba en sus manos.

    En una caverna de hielo, vio primero los ojos del monstruo, que despedían un brillo verdoso, y luego se encontró cara a cara con él. Reaccionando ante el peligro, Yakhmar dejó escuchar su música sobrenatural para encantar al bárbaro, pero entonces Conan se despojó de la capa que lo cubría, revelando su casco asgardiano, que había llenado con las brasas de la fogata que encendiera para protegerse del frío con Ilga. Entre los carbones había puesto su hacha.

 
    Frente al monstruo, Conan comenzó a hacer girar el arma sobre su cabeza, hasta que la corriente de aire hizo que se encendieran los carbones. Cogió el hacha incandescente y la arrojó a las fauces del monstruo, seguida por el casco lleno de brasas encendidas, y echó a correr.

    De la caverna salía una niebla de vapor, y Conan corrió como nunca lo había hecho en su vida. Al hacer contacto el acero incandescente con las entrañas heladas del monstruo, éstas cedieron, y el cuerpo de Yakhmar explotó causando ua avalancha en el glacial. El cimmerio se salvó aferrándose a una roca al borde de un precipicio, y se dirigió hacia el sur, en busca de oro, vino y mujeres generosas.

    Poco después el cimmeriano se vería envuelto en las intrigas del mago Merdoramon.

 
Celtic Shadow Band
 
 Volver a Biografías

Menú Principal

e-mail: italtac@viabcp.com


 
 
 
 
  1