NO TIRES PAPELES, RECÓGELOS...
La primera regla es no ensuciar y la segunda, limpiar en cualquier caso. Nuestro problema
no es ni siquiera ecológico: es higiénico.
La educación ambiental necesita previamente una contundente educación
cívica. Hasta en los lugares más bellos y alejados de las poblaciones y ciudades
es posible encontrar residuos de origen humano: latas, botellas, papeles y restos de alimentos
que contaminan y deterioran la belleza de esos parajes. La reacción de los descubridores
de estos desagradables hallazgos es que se indignan e inquietan de hasta dónde puede
llegar la desidia, la despreocupación y el desprecio de sus congéneres. En nuestro
país, especialmente en esta Ciudad de México, estos malos hábitos aún son frecuentes. Y antes que nada, hablemos de detalles de los que nadie habla por ser "vergonzosos"... como si no fuera mayor vergüenza ver sucio nuestro medio ambiente.
¿Sabías que...?
- En 1996 se distribuyeron en México un total de 35 millones de preservativos de
látex. Muchos de ellos son tirados a través de los inodoros y acaban obturando
los filtros de las depuradoras; finalmente, llegan al mar.
- El inodoro no es un buen sistema de eliminación de resíduos. Sin embargo,
recibe casi 200.000 toneladas de papel higiénico, millones de compresas y toallas femeninas y
diferentes tipos de productos de usar y tirar, así como aceites y otros líquidos
contaminantes. ¿Por qué no usar mejor un bote de basura?
- Con la basura producida en una población como la Cd. de México en un año podríamos llenar un hoyo de 100 por 100 metros de base y una altura de 1.75 kilómetros. Si esta basura no está bien recogida y tratada, podemos convertirnos en un vertedero. En muchas partes ya somos así.
Cosas fáciles de hacer...
- Cuando salgas al campo, piensa previamente cómo recogerás y qué
harás con los resíduos que generas. Lleva una bolsa para recoger todos los
«tesoros» que puedas encontrar en el camino.
- Las ventanas de los coches son para airear el interior y nunca para tirar colillas o
papeles.
- Echa los toallas femeninas, compresas, preservativos y otros objetos en el cubo de la basura,
y nunca en el inodoro.
- Solicita la instalación de papeleras, botes de basura y un buen sistema de
recolección y mantenimiento de estos mismos recipientes.
- Y ante todo recuerda que tú, como consumidor, tienes la última palabra y
puedes disminuir la cantidad de basura que entre todos generamos mediante la compra racional y
ecológica: rechaza los productos que lleven más embalaje del necesario. Así
obligarás a los fabricantes a que cambien su estrategia.
Soluciones simples y pequeñas contra un problema verdaderamente grave.
¿No te gustaría que los niños y niñas del futuro disfruten de un MUNDO tan
limpio como el que ahora soñamos? Bueno, pues no sueñes, pon el ejemplo y...
¡ACTUA!