Las paradojas de la limpieza…

Es bastante curioso -por no decir absurdo- que entre más nos acercamos al siglo XXI vivimos en hogares cada vez más higiénicos, limpios, muchos de ellos más libres de gérmenes de lo que un hospital lo está. Pero de nuestro entorno no podemos afirmar lo mismo. A más pisos pulcros, a más ventanas impecables, a más ropa limpia… mayores montañas de basura, los ríos y lagos se llenan de aguas contaminadas, y los organismos más débiles así como los árboles se mueren.

En México existen más de 40 marcas distintas que comercializan a gran escala un mínimo de 30 productos cada una… Total: 1200 productos -por lo menos- , eso sin contar los de manufactura casera y los de las pequeñas compañías locales. De este universo sólo se necesitan realmente unos 5 ó 6. Todos los demás productos sólo serán nocivos al ambiente. Jabón, polvo abrasivo, lavatrastes, amoniaco, cera de abeja y vinagre son más que suficientes.

Para la limpieza de toda casa basta con jabón simple (no detergente), polvo abrasivo y un lavatrastes líquido, a todos los cuales se puede añadir amoniaco y vinagre en casos necesarios. Los pisos pueden limpiarse con agua y un poco de lavatrastes, para los que son parquet se puede anadir un poco de vinagre. Todas las superficies lisas son susceptibles de ser limpiadas sólo con agua y jabón, pero si hace falta un desengrasante, use amoniaco. Si son objetos de cerámica y/o cristal, use sólo agua caliente. Es innecesario el uso de productos especiales para los baños, pues con sólo un cepillo y un polvo abrasivo quedan limpios, y sobre todo higiénicos, aunque no lo crea. Y por cierto, no arroje papeles, toallas femeninas, colillas, preservativos, bolsas plásticas y demás objetos por el inodoro, pues no sólo causan atascos, sino que son difíciles de eliminar en las plantas depuradoras.

Un horno puede limpiarse con una solución de bicarbonato de sodio. Para los muebles de madera e incluso los pisos, la cera de abeja es lo mejor que puede usar. No crea en los beneficios de los productos diluíbles para encerar el piso, en realidad son altamente contaminantes y difíciles de procesar. Los químicos contra insectos generalmente no son necesarios, pueden ser sustituídos por un matamoscas, incluso las plantas aromáticas ahuyentan a la mayoría de los bichos. Las arañas no son dañinas, incluso acaban con otros insectos.

Los lavatrastes generalmente no son ecológicos pero podemos reducir su cantidad aumentando algunas gotas de limón, que nos dan el mismo beneficio con menos gasto del producto. La ropa debe lavarse sólo cuando podamos llenar la lavadora, es absurdo gastar tanta agua y detergentes por unas pocas prendas de vestir. Si puede, use detergentes sin fosfatos (o ecológicos), incluso existen productos ecológicos para el baño, son una buena opción. Si no consigue un detergente ecológico puede usar uno para ropa fina, que son siempre menos fuertes de lo normal. Un último truco… ¿sabía Ud. que la ropa que se seca al aire libre NO NECESITA suavizante?

Como se puede notar, en verdad que mucho de lo que nos venden por radio y tv no tiene la más mínima necesidad de ser, pues podemos prescindir de ellos sin afectar nuestro hogar ni poner en peligro nuestra salud. Esto es lo que el mundo nos agradecerá en un futuro.

Artículos de limpieza no tan limpios...

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