CONSIDERACIONES PARA SABER
SI INGRESAR O NO AL ARCHIVO PÚBLICO
Como éste no es un sitio web
para todo tipo de visitantes (no por elitismo de quien lo administra, sino
porque lo aquí publicado no es entendible ni aceptable para mucha
gente que, ingresando, perdería su tiempo), para que usted pueda
decidir si ingresar o
no,
los elementos de juicio necesarios los encontrará en las secciones
indicadas a continuación.
En la Sección
I: INDICACIONES, verá algunas pautas preliminares de
orientación para moverse en este sitio, de definición de
para qué clase de persona ha sido construido, y de la actitud con
que manejarse ante la información aquí publicada.
En la Sección
II: DESTINATARIOS Y
NO
DESTINATARIOS,
recibirá la información necesaria
para saber si usted sería una visita adecuada o no al archivo público.
En caso de no serlo, lo cual usted
sabrá por el contenido de la información que leerá,
será remitido, como salida de
esta página, a una serie de direcciones web para que elija la más
acorde con su mentalidad.
En caso de que entienda que su mentalidad
sea adecuada al contenido del sitio, y debido a que usted querrá
tener un panorama general de quién es, qué piensa el autor
y qué se sabe y se opina de él, podrá pasar a Sección
III: CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE CLOMRO. Si lo que vaya
a leer allí, usted lo encontrara no acorde con su interés
o expectativas, tendrá la opción de no ingresar al archivo
público.
Tanto si fuera ésa su decisión,
como si decidiera ingresar en caso de que la información leída
mantenga o acreciente su interés, si en cualquiera de los dos casos
quisiera comunicarse por e-mail para manifestar puntos de vista, podrá
consultar la Sección IV: ADVERTENCIAS.
Allí sabrá las consideraciones que deberá efectuar
en caso de querer comunicarse.
Finalmente, si usted no fuera de los
que lleguen sólo hasta allí, sino que decidiera ingresar
al archivo público, podrá hacerlo sin más trámite,
a través del enlace que le será indicado.
Sección I
INDICACIONES
RESPETE LAS SEÑALES
En esta mal denominada "superautopista"
de la información que, más que eso, es una compleja red de
caminos, carreteras, autopistas y superautopistas, este sitio web, pese
a ser -técnicamente- un simple caminito,
es -en su contenido- muy distante de ser para un simple paseíto;
más bien es todo un desafío seriamente
peligroso sólo
apto para viajeros con una preparación
mental comparable con la de un piloto de pruebas. Como lo que aquí
estará a prueba no es un vehículo, sino el piloto, para evitar
inconvenientes con su procesamiento de la información aquí
publicada, respete las señales de prevención si esta ruta
no es para usted, y tome otro rumbo en los cruces donde se le indique la
salida. Será
advertido
sobre las molestias que se le sugiere no ocasionar si comprueba su no aptitud
para viajar por esta ruta. Como no es para cualquiera (sólo sigue
por ella quien tenga "máquina" -mental- para este recorrido), es
una ruta tan poco transitada que ni siquiera tiene puesto de peaje: si
tuviera más demanda, quizá podría cobrarse contraseña
de acceso.
NOESGRATIS.CLOMRO
Tiempo
No obstante lo fácil de hacer
un clic con el mouse e ingresar sin necesidad de tarjeta de crédito,
el recorrido -dada su extensión- lejos de ser "gratis", le insumirá
un alto costo de tiempo
de lectura, el cual deberá restarle a otras actividades posibles.
Esfuerzo
Pero el costo más alto será
el del gran esfuerzo que deberá hacer
para pasar la prueba que este sitio propone: llegar a ser capaz de admitir
que ha vivido en el engaño, obedeciendo
los parámetros falsos fijados por quienes diseñaron la experiencia
existencial en este mundo. Admitir tal cosa no es gratis, porque para llegar
a tal nivel de razonamiento, hay que invertir una alta puesta en funcionamiento
de materia gris cerebral.
Humildad
Una vez hecho el esfuerzo, comprendido
y admitido el gran engaño operado sobre la humanidad, llegar a darse
cuenta de que se ha sido un esclavo, exigirá
algo que tampoco es gratis porque cuesta tanto como lo anterior: humildad.
La cual es más difícil de lograr que la humillación,
a la que todo esclavo del sistema es sometido a diario sin que le importe.
La persona humillable, por falta
de humildad y exceso de soberbia de creerse saber mucho y de estar en la
verdad, no busca la verdad, no indaga con el pensamiento:
se mantiene en su creencia, negándose a reconocer su esclavitud
y por eso permanecerá en ella sometida al engaño.
La persona humilde, es capaz de
admitir lo que no sabe y lo lejos que puede estar de la verdad, y por estar
dispuesta a buscarla, no con creencias sino con pensamiento, puede acercarse
a ella más que nadie, aceptar que ha vivido en el engaño
y la esclavitud, y así adquirir conciencia
de la realidad que no percibía.
Dignidad
Con esa conciencia, hay dos alternativas
posibles: la aceptación de permanecer en el estado de esclavitud,
o la liberación. Basta tener un mínimo
de dignidad para verse motivado a optar por
la segunda alternativa.
Rebeldía
La
alternativa que la dignidad determina, necesita de la rebelión
para que se pueda empezar a ser libre. Pero para serlo, no basta con la
liberación: ella es el proceso que lleva a la libertad,
y no la libertad misma. Proceso que culminará cuando la conciencia,
la dignidad y la rebeldía hayan demostrado constancia
y no haber sido sólo un efímero chispazo de entusiasmo. Será
entonces cuando la liberación ya no será una meta, porque
la libertad será una constante. La liberación debe ser transitoria:
la libertad debe reemplazarla, custodiada por la actitud conciente, digna
y rebelde. De perderse esta actitud, la libertad se va con ella, la esclavitud
retorna, y para reconquistarla hay que retornar al proceso de liberación.
Quien es libre por ser conciente, digno y rebelde, no necesita liberarse:
ya lo hizo.
Libertad y plenitud
Una vez que la libertad es una constante,
las limitaciones de la conciencia quedan anuladas, la expansión
del pensamiento y del sentir se hace tan amplia, que la felicidad no es
necesaria como meta, al experimentarse una sensación de plenitud
que marca la diferencia entre lo que es tan sólo existir, y lo que
es vivir. Y he ahí que el supuesto
misterio del amor y de todas las falsas fórmulas para sentirlo,
no es otra cosa que el estado de vida que
la plenitud hace posible cuando se es libre. Proponer al amor como fórmula
para resolver todo problema, como si él fuera un regalo y no una
conquista a la que se llega siguiendo el proceso referido, puede servir
para un mundo de amor, pero no para un mundo como éste. En este
mundo, el amor es el resultado final de la aplicación de las fórmulas
aquí presentadas, en las que sin CONCIENCIA ni LIBERTAD, la existencia
no es VIDA, y sin ella, el supuesto "amor" tan sólo es un estado
pasional (muy inferior al sublime estado espiritual del amor verdadero)
propio de humanos limitados, que confunden vivir con "reventarse" o con
vegetar en el sistema sin saber para qué se existe. No puede amar
quien no sabe vivir; no puede transmitir altas vibraciones quien vibra
bajo, y sus actos podrán ser iguales a los de quien los realiza
vivenciando el amor, pero no será igual el sentir con que se ejecutan
ni será igual la escala de vibración del estado interior
de uno y del otro. El falso amor o no-amor (= muerte), forma parte de la
EXISTENCIA pero no de la VIDA: "amor" = a-mors: "no-muerte", por lo tanto:
vida. Cuando decimos "la vida" refiriéndonos a lo cotidiano, deberíamos
decir "la existencia", porque en ella tanto hay expresiones de vida como
de no-vida, es decir, muerte, que no es la muerte física, sino el
concepto de muerte referido al cese de la actividad mental. Ésa
que, mediante el pensamiento, permite tener conciencia y, con ésta,
ser libre.
Por eso VIDA + AMOR = X, no es
una fórmula que pueda resultar en nada, porque ambos términos
sumados serían una redundancia: vida y amor son lo mismo.
¿Y qué de la paz y la felicidad?
La paz,
hasta aquí ausente como camino, lo mismo que la felicidad
como
meta, forman parte (la primera junto con la inquietud,
la segunda con la tristeza) de la plenitud.
La paz presentada como preferible
a la inquietud, es algo falso: en un mundo como éste ambas son complementarias,
no se puede vivir siempre en paz sin inquietarse (como cuando no cabe otra
cosa que reaccionar enérgicamente ante lo injusto), como no se puede
permanecer siempre inquieto sin alternar con estados de apaciguamiento.
De ahí que en este sitio web se encontrará una permanente
prédica dualista -y no tan sólo pacifista- en la que es considerada
necesaria una de las manifestaciones de la inquietud: la agitación
en pro de la justicia, por vías agresivas como las rebeliones armadas
de los pueblos contra sus opresores.
Asímismo, se podrá
observar que aquí no se le hará creer a la gente que "lo
importante es la búsqueda de la felicidad" -como lo dicen las embusteras
prédicas literarias de auto-ayuda y el espiritualismo barato-, cosa
que no hace más que frustrar a la gente haciéndole anhelar
un estado imposible de alcanzar, en el que se le hace poner esperanzas
incumplibles. Una de sus versiones: el paraíso eterno luego de esta
vida, en la Nueva Era, en la Nueva Tierra o en el planeta o plano espiritual
que continúe a esta existencia. En este sitio web no será
negada tal posibilidad futura, pero tampoco será afirmada ni será
vendida como una ilusión en la cual haya que creer, como lo hacen
las religiones o sectas. Aquí no se le prometerá a nadie
felicidad eterna para quienes cumplan determinados mandamientos o procesos
espirituales en lo que quede de esta existencia. Sólo se les asegurará
a todos que, en un universo en estado de conflicto como en el que estamos,
es muy posible que tal felicidad absoluta no vaya a existir, si no nunca,
al menos no durante miles o millones de años más de todos
los que ya han pasado con las infelicidades ya conocidas, así en
la Tierra como en los cielos galácticos.
Para los indios, lo importante
no era la felicidad, sino la plenitud, pues ésta consistía
en una forma de sabiduría y de sentir que era capaz de abarcar tanto
a los estados gozosos como a los penosos, de vivir a pleno tanto la felicidad
como las cosas que les causaban tristeza. La vida feliz que propone como
meta el marketing espiritualista, nada tiene que ver con las sabidurías
ancestrales de América precolombina.
Recuerde bien las fórmulas:
TIEMPO + ESFUERZO + PENSAMIENTO + HUMILDAD = CONCIENCIA
CONCIENCIA + DIGNIDAD + REBELIÓN = LIBERACIÓN
LIBERACIÓN + CONSTANCIA = LIBERTAD
LIBERTAD + PLENITUD = VIDA
VIDA = AMOR
Si usted ya ha empleado estas fórmulas y lo ha hecho acertadamente, seguramente YA ES LIBRE PORQUE ES CONCIENTE, DIGNO Y REBELDE (se sobreentiende que con causa), y posiblemente no busca el amor porque ya lo disfruta, ni cumple apenas una existencia, sino una vida, porque YA HA ENCONTRADO LA PLENITUD. Por lo cual, ha venido a parar a un sitio web adecuado a su concepción de la realidad, y posiblemente haya estado participando en alguno de los diversos planos de lucha por la misma causa que la que sustenta las ideas e ideales que aquí podrá observar.
Si usted no ha empleado estas fórmulas, YA PUEDE EMPEZAR A HACERLO y luego no tendrá más que comprobar sus resultados positivos. Los contenidos del archivo público le servirán para tener una visión más amplia de su situación en el terreno -desde el punto de vista cósmico- en el que deberá aplicar las orientaciones que aquí reciba. Un terreno que es, en realidad, muy distinto de lo pregonado por las doctrinas que comúnmente circulan, a tal punto que el ser humano ha sido incapacitado para luchar por su libertad, al hacérsele ignorar dónde se está moviendo realmente. Razón por la cual escribió Louis Pauwells en "La rebelión de los brujos":
"Nuestra civilización, como toda civilización, es un complot. Numerosas divinidades minúsculas, cuyo poder sólo proviene de nuestro consentimiento en no discutirlas, desvían nuestra mirada del rostro fantástico de la realidad. El complot tiende a ocultarnos que hay otro mundo en el mundo en que vivimos, y otro hombre en el hombre que somos. Habría que romper el pacto, hacerse bárbaro. Y, ante todo, ser realista. Es decir, partir del principio de que la realidad es desconocida. Si empleásemos libremente los conocimientos de que disponemos; si estableciésemos entre éstos relaciones inesperadas, si acogiésemos los hechos sin prejuicios antiguos o modernos; si nos comportásemos, en fin, entre los productos del saber con una mentalidad nueva, ignorante de los hábitos establecidos y afanosa de comprender, veríamos a cada instante surgir lo fantástico al mismo tiempo que la realidad".
Obsérvese bien: según el autor francés, REALISMO: CONCEPCIÓN POR LA CUAL "LA REALIDAD ES DESCONOCIDA". Se nos ha hecho creer que las personas "realistas" son las que viven conforme a la realidad conocida. Es decir, las incapaces de aventurarse más allá de ella, en lo desconocido. Si sólo eso fuera "realismo" y no, además, la visión de los inventores o descubridores, ¿acaso fue de la "irrealidad" que salió todo lo que ellos han incorporado a la realidad conocida? Incursionar en lo desconocido para conocerlo e integrarlo a lo conocido, ¿no es ser "realista"? Pauwells sostiene lo contrario. No se suprime lo desconocido vendándose los ojos ante ello, dijo Víctor Hugo. Queriendo vendarles la boca a quienes revelan lo desconocido, llamándolos "fantasiosos" que están "fuera de la realidad", tampoco se suprime lo desconocido.
Finalmente, complementando la cita
de Pauwells:
"Para llegar a la verdad hace falta una vez en
la vida ponerlo todo en duda" (René Descartes, Discurso del Método).
E S T A D Í S T I C A S
ACCESOS
Inaugurado el sitio en setiembre de 1997, con contador desde noviembre
de ese año y registro en numerosos buscadores desde julio de 1998,
éstas son las estadísticas:
Total hasta final de abril de 2002:
19.150
Visita actual:
La ANTESALA del archivo público (al cual se accedía directamente) fue inaugurada el 5 de julio de 2001. Desde entonces, los siguientes son los accesos a esta página y los ingresos al archivo público:
ANTESALA 5.100
- ARCH. PÚB. 940
EMAILS RECIBIDOS
Con 19.150 accesos al archivo público, unas 400 personas enviaron e-mails, con los siguientes porcentajes según intenciones de comunicación:
3% 5% 20% 12% 23% 10% 7% 15% 5% |
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