Batman: Dark Knight

Simbolo

Batman siempre despertó en mi una sensación de admiración . Desde la primera vez que leí su historia , cuando pequeño , me causo tal impacto que lo seguí desde ese instante.

Recuerdo cuando era pequeño, que siempre había que elegir a un superheroe de la época, por su puesto que las alternativas no eran como hoy, ya que las opciones más frecuentadas eran por supuesto Superman y Batman.
Yo siempre elegí a Batman, sin importar nada, los idiotas que elegían al muchacho con la "S" por sus super poderes, solo alardeaban en vano. El señor de la noche siempre fue mejor, aunque me odien los seguidores de Superman. Pero hablando en serio Batman y Superman son muy diferentes los dos tienen lo suyo, ambos luchan por la verdad y la justicia, pero hay algo en el murciélago que lo diferencia rotundamente, es el hecho de que Batman no se apiada de nadie, no le interesa si el malandrín es el mismo presidente o un simple vago, la justicia no discrimina. De acuerdo. Superman llegó primero. Pero Batman era una idea mejor. Tú y yo perdimos la oportunidad de nacer en otro planeta y ser super por un cambio de aires galáctico hace mucho tiempo. Pero aún podríamos ser Batman, cualquiera de nosotros, o al menos aspirar a ser sus iguales. Cierto, es más listo que nosotros, más fuerte que nosotros, mucho más ágil que nosotros ( yo he llegado a tropezar con las líneas de longitud y latitud ) e incluso más rico que nosotros. Pero no es imposible, entiéndelo. Y aunque yo me he quedado corto ante esa idea ( y, seamos sinceros, también tú ), de vez en cuando , algo que vislumbré en un número de Detective Comics me resulta útil en la vida . . . normalmente una calma, una victoria mental del estilo de una jugada de ajedrez sobre alguien que sea un supervillano en mi propia existencia. Porque así triunfaba Batman en mis historietas preferidas, y no por ser más poderoso.

Hoy, los fans de Batman discuten acaloradamente sobre dos interpretaciones del Cruzado Enmascarado. Algunos dicen que es el hombre más cuerdo de un mundo loco, demostrando el poder de la lógica / deducción sobre el villano psicótico de cada mes. Otros dicen que está poseído por una venganza que vio a luz una oscura noche en el Callejón del Crimen, obsesionado hasta el punto en parecerse a aquellos contra quienes lucha. Los lectores de Batman mantenemos un diálogo furioso sobre ese tópico, y me divierte pensar que los ciudadanos de Gótica, si existiera una Ciudad Gótica, tendrían la misma discusión.

Todo esto no quiere decir que no me guste Superman ; déjenme asegurarles a todos los que estén clamando por mi sangre que me gusta muchísimo. No podía no gustarme porque es un buen tipo ( y, contrariamente a lo que creen algunos tanto entonces como ahora, los niños sienten una atracción natural por los buenos . . . gracias a Dios ) , porque tenía todos esos grandes poderes, porque tenía ese atractivo conjunto de enemigos con quienes combatir ( incluyendo a ese duendecito del nombre impronunciable - que nosotros solíamos pronunciar Mixtaplik - y que para mandarlo a la cuarta dimensión había que engañarlo para que dijera Kilpatzim, o algo así ) , porque tenia amigos geniales (incluyendo a Perry White, era J. Jonah Jemeson mucho antes de que el aspirante a lanza-redes se graduara de los pañales a los pantaloncitos de entrenamiento ) .
Pero había algo en Superman que siempre me resultó un poco . . . déjenme ver. No decepcionante, no es eso lo que quiero decir, pero . . . esperen, ya lo tengo. Pre-ordenado. Para mí era demasiado fuerte, demasiado capaz, tal vez porque el concepto de invulnerabilidad lo hacía parecer un héroe que tenía una ventaja injusta ( ser bueno debería ser siempre más difícil que ser malo ) . Tomemos, por ejemplo, el super-aliento . ¿ Es justo poder volver a Metrópolis a su lugar de un soplido después de que Lex Luthor la mandó al Atlántico con unos jets de energía nuclear ? Tal vez sí, pero a mí no me convencía el concepto. Tenía su talón de Aquiles, por supuesto, pero era ( al menos hasta que los editores empezaron a confundir los tantos con la Kryptonita roja, Kryptonita amarilla y casi casi con la Kryptonita de pistacho ) muy pequeño.
Batman, en cambio, era sólo un tipo. Un tipo rico, si. Un tipo fuerte, seguro. Un tipo inteligente, sin duda. Pero . . . no podía volar. Creo que eso definió mi preferencia más que nada. Recuerdo los avisos de la primera película de Superman, esos que decían " USTED CREERA QUE EL HOMBRE PUEDE VOLAR. " Bueno, yo no. No en la película y para nada en los comics ( irónicamente, lo más cerca que estuve de creerlo fue en la serie de TV ). Pero cuando Batman se tiraba por una soga hacia la guarida del Guason o impedía que el Pingüino soltara a Robin en un tanque de grasa hirviente mediante un Batibúmerang bien lanzado, yo me lo creía. No eran cosas probables, lo consigo abiertamente, pero eran cosas posibles. Yo podía creer en un Cruzado Enmascarado que se colgaba de las sogas, tiraba búmerangs con una precisión letal.

El super-aliento es difícil de creer, pero un tipo que llevaba un pequeño compuesto disolvente ( para esas molestas sogas que los ladrones del mundo insisten en atarnos ) en un bolsillo de su cinturón, una poderosa linterna en otro y útil y rápida anestesia en otro ( Batman ponía a dormir a la gente con dardos tranquilizantes diez años antes de que realmente se empezaran a usar para sedar a animales y personas ) . . . bueno, esa clase de tipo era mi clase de tipo. El era un auténtico detective : al negársele todas las características divinas y la supuesta inmortalidad de los superheroes, esos modernos Olímpicos, tenía que ser un detective. No podía basarse en su super-aliento para regresar a Ciudad Gótica a su lugar correcto después de que pasara el crimen : tenía que atrapar al Acertijo o al villano que fuera antes de que pudiera encender los jets nucleares. Como Sherlock Holmes, Batman buscaba los rastros dejados por los maleantes. Buscaba patrones, sabiendo - como todos los grandes detectives - que si se puede encontrar un patrón, se puede estar ahí, esperando al criminal en su próxima parada.

Batman vivía de su ingenio, combatía y desarmaba - a veces brillantemente - a algunos de los más grandes villanos jamás creados, impedía todo, desde masivos robos de joyas a planes para secuestrar perros . . . y a la vez se las arreglaba para vivir otra vida al mismo tiempo, la de Bruce Wayne, prominente filántropo. Tenía dinero, y hasta crío a un protegido, Richard Grayson.
Ah . . . y otra cosa. Tal vez el verdadero motivo por el que Batman me gusta más que el otro tipo es esa oscuridad. Había algo siniestro en el. Así es siniestro. Como un Vampiro. Batman es una criatura de la noche. Oh, sí , cada tanto se lo veía combatiendo al crimen de día, pero era más que nada una silueta en las sombras o un hombre-cosa de gesto adusto atravesando una ventana a altas horas de la madrugada, con su capa flotando a su alrededor como una gran sombra. En esos cuadros en que Batman irrumpía, uno veía casi siempre una horrenda clase de miedo en las caras de los matones a los que estaba por tirar al inodoro, y yo siempre me sentí fuertemente identificado con esas expresiones. Sí, pensaba yo ( y sigo pensando ) , sentado bajo un árbol en mi jardín, o tal vez en la bañera, o en el "trono" ( o, de chico, bajo las cobijas, con una linterna ) . Sí, eso es, tendrían que tener miedo. Yo seguramente tendría miedo aunque no estuviera haciendo nada malo.

La noche era su hora ; las sombras eran su lugar ; como el murciélago del que tomó su nombre, él veía con las manos, los pies y los oídos. Como Bruce Wayne era alegre, fino , lleno de savoir faire y bohemia, un tipo fácil de imaginar frente a la chimenea en su biblioteca colmada de libros con una copa de Brandy y un bol de Chizitos a mano. Pero cuando la Bati-Señal flotaba contra uno de los rascacielos de Gótica ( o tal vez en la parte de abajo de una nube pasajera ) , una criatura parca y sin sonrisas emergía de la Bati-Cueva. Si le disparabas, sangraba . . . , si le ponías un buen golpe e la cabeza, se desmayaba ( al menos por un rato ) . . . pero nunca, nunca podías detenerlo.

Diría . . . Que es un tipo obsesionado, lo es. Alguien "normal" lo tacharía de loco, por su forma de vivir. Pero sabe medir el riesgo, sopesa el peligro. ¡Es una locura relativa!

Desde la cancelación de la bufonesca serie de TV "Batman" hasta más o menos 1982, cuando se estrenó la película, Batman vivió en un mundo de sombras no sólo como personaje de ficción publicado. Pero luego con la espectacular y bien hecha serie de animación, Batman resurgió. Después vinieron las secuelas del film. Parece que no se puede acabar con un buen murciélago.

Me gustaría felicitar al Señor de la Noche por su larga y valiente historia, agradecerle por las horas de placer que me brinda y desearle muchos años más de heroica lucha contra el crimen. Dales duro, grandote. Que tu Bati-Señal nunca falle, que tu Batimovil no deje de correr, que tu cinturón nunca resulte fatalmente desabastecido en el momento incorrecto.
Y, por favor, nunca irrumpas a través de mi tragaluz en el medio de la noche. Probablemente me dé una hemorragia cerebral de tanto miedo . . . Y, además, grandote, yo estoy de tu lado.

Siempre lo estaré

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