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ENSAYO
NÚMERO 27,494 SOBRE DON JUAN 1.-
Por qué el tema de don Juan ha apasionado universalmente? He aquí un ensayo cuya médula es el donjuanismo. Y Don Juan Qué número de orden le corresponderá, dentro de nuestra literatura contemporánea? En la dirección del derecho de autor me han dicho que el 27,494. O, lo que es igual, los libros, ensayos, revistas, artículos, obras de teatro y demás recopilados hasta la fecha que abundan sobre el tema suman ya, hasta este día, 27,494, sin contar 138 abortos, y 450 que quedaron planeados,,, Muchos son; muchos,,, pero ¡Que diablo! Cien mil fueron los hijos de San Luis, y todos salieron adelante, y ciento cincuenta millones de kilómetros separan a la tierra del sol, no obstante lo cual el sol llega siempre a punto a la tierra a la hora que comienza el tráfico en el periférico. En las anteriores cifras no entran para nada los millones de autores que en épocas pasadas tocaron el tema de Don Juan – fantástica legión-, porque Don Juan, como los crímenes pasionales y los productos “Kotex” han despertado un máximo interés. Y en los tres casos anteriores el interés emana de la misma causa a saber: Que
decir Don Juan, como decir crimen pasional, como decir “Kotex” es lo
mismo que decir intimidades del sexo. Recurramos a las matemáticas, que es lo que hacemos siempre los que no entendemos de matemáticas ni pizca, y escribamos: Don Juan = Crimen pasional Crimen pasional = Productos Kotex Productos Kotex = intimidades del sexo. Nos encontramos con una serie de igualdades. Si sumamos factor por factor, resultará: Don Juan + crimen pasional + productos Kotex = crimen pasional + productos Kotex + intimidades del sexo. Y como en el primero y en el segundo miembro disponemos de dos términos exactamente iguales, podemos suprimirlos sin que se altere la igualdad. Suprimamos pues. Crimen pasional y productos Kotex Que nos quedará? Nos quedará que Don Juan = Intimidades del sexo. Es decir: algo que probablemente estarán hartos de saber. Que terrible! Sin embargo, llegar de nuevo a la conclusión de que si el tema de Don Juan interesará de un modo máximo es porque significa lo mismo que intimidades del sexo. Acaso dudan que sea lógico? Si es así, retrocedamos hasta los albores del tiempo. Ojeada
al paraíso terrenal Estamos en aquella época en que el Supremo Hacedor concluye de dar los últimos toques a su Paraíso Terrenal, el parque zoológico mas completo que haya habido. Seres de infinitas cataduras y especies circulan por los campos infinitos cubiertos de rozagantes prados. Así
como la mañana se arrastra día con día para dar un pretexto a los demás
animales para levantarse a dedicarse a sus cosas, la noche también se
repetía bostezante después de haberse ido de paseo durante el día. Y
cada mañana de cada día, las actividades animales se desarrollaban sin
pausa,,,y así como a veces
al león se le antojaba almorzarse a un cordero, la leona lo calmaba pasándole
suavemente una garra por entre la melena diciéndole: Vamos,
vamos, tranquilízate, no comprendes que si te comes al cordero, la
cordera va a sufrir horrorosamente? Además, a las doce nos traerán la
comida, y ya son las once y media. Ten paciencia querido mío,,, Y
el león, resignado, se tumba y como un albañil espera a que den las doce. Otras
veces es el mamut, que se mete al estanque de los patos y organiza un
tumulto de aleteos y graznidos hasta que, reprobado en su proceder por sus
demás compañeros de pensión, se decide a salir de aquellas aguas ajenas. Otras
veces es el mono, que trepa a la copa de un árbol llevándose una de las
pelotas que usan las focas en sus actos circenses,,, Y
otras veces, en fin, no son los animales sino los ángeles – los
hermosos ángeles que espada de fuego en mano, hacen guardia en el paraíso
– los que provocan sin querer tal o cual incendio en la maleza con el
fuego de sus espadas, incendios que apagan los elefantes echando agua por
sus trompas. Pero
fuera de esos pequeños incidentes, todo marcha bien en el paraíso. En
un rincón, a la sombra de un hermoso pino para sol, el hombre y la mujer
bostezan y trasiegan plátanos. Como
viven continuamente a la intemperie, la piel de ambos es áspera, rugosa y
aparece cubierta de vello; como son una “materia prima de hombre” y
“materia prima de mujer” (es decir, como aun no han sido desbastados
ni refinados por el trabajo) las formas de sus cuerpos eran groseras y
toscas; Como aun no han gustado el arrope del placer ni el “bitter”
del dolor, en la expresión de sus ojos no hay más que bestialidad y
opacidad; como aun no poseen noción del bien ni del mal, en fin, tienen
cara de idiotas. Oh!,
que diferencia de este Adán y esta Eva legítimos y verdaderos al Adán y
la Eva que miles de años después y sin saber lo que hacían, pintarían
Rubens y Tiziano. En
suma, Adán y Eva no sabían nada de nada. Si
alguien les enseñara a jugar a la matatena, entonces jugarían, pero
nadie les enseña. Si
alguien les enseñara a bailar la “macarena” entonces bailarían, pero
tampoco hay nadie que les enseñe. Hasta
que un día, a Eva se le abre la boca desmesuradamente, hace ¡Aaaaaaaaahhhh!
Y la cierra de nuevo. Y
desde entonces, aparte de comer, de beber y de dormir, Adán y Eva
bostezan. Allá
arriba, en el cielo, por encima de una nube grisácea, los mira el Supremo
Hacedor, y como Él sabe absolutamente todo lo que ocurrirá en el mundo,
sonríe al mirarlos y, volviéndose a uno de sus ángeles de su estado
mayor, murmura: -Y
pensar que al cabo del tiempo, el fruto de lo que harán en la tierra Adán
y Eva y todos sus descendientes, será que un tal Smith inventará la
maquina para rebanar jamón!,,, ya hemos echado una ojeada al paraíso terrenal, que consecuencia sacamos de todo esto? Que en los albores de la vida terrena, lo único que se hacía era comer, beber, dormir y bostezar. Nueva
ojeada al paraíso terrenal. En
un día, probablemente de agosto,,, Todos
duermen en el paraíso. Apenas si suenan leves rumores hacia el ángulo
del noroeste, el lugar más fresco del Edén y que por serlo, se ha
destinado a los animales polares. Todo
el edén se hallaba bajo un profundo letargo. Eva
y Adán, siempre tumbados a la sombra del hermoso pino para sol ni
bostezan ni pelan plátanos. Adán duerme con un sueño sofocado y plomizo,
y en cuanto a Eva, las manos cruzadas tras de la nuca, los riñones
apoyados en el suelo, la pierna izquierda doblada y la derecha montada
sobre la derecha, balancea el pie ocioso, clava sus grandes ojos en la
inmensidad de lo azul y riza el rizo con la imaginación. Reflexiona,,,
lleva ya tanto tiempo reflexionando, piensa en las prohibiciones que les
han impuesto a ella y a Adán. Desde
la base de su pino para sol predilecto, Eva distingue allá, a lo lejos,
el manzano cuyos frutos no podrán tocar nunca, el Manzano destinado a
hacerse tan célebre en la historia de la creación y de la humanidad, el
manzano de cuyo tronco pende un cartelito que dice, textualmente, en
hebreo:
Eva lleva ya varios días obsesionada con las manzanitas del manzano, preguntándose mentalmente: -Si
tanto Adán como yo tenemos boca y dientes, por que no hemos de comer de
esas manzanas? Otras
veces lo que se pregunta es: -Si
no habíamos de poder comerlas, por que fueron creadas y puestas delante
de nuestras narices? Y
hasta el momento Eva no había logrado obtener una respuesta satisfactoria. Con
frecuencia ha querido decidirse a arrancar una manzana, y Adán la ha
sujetado, asiéndola por los cabellos y murmurando: -No,
que no dejan. Pero
en ese día de agosto Adán duerme ajeno a cuanto ocurre a su alrededor, y
si ella se atreviese,,, Se
atreve. Ya lo creo que se atreve! Las mujeres, como no tienen conciencia
de nada, se atreven a todo. Y
Eva se acerca al manzano. Ah, que emoción! Aquella emoción es tan viva y
tan inédita que Eva se siente progresivamente satisfecha de su
atrevimiento. Alarga la mano, un levísimo tirón y ¡zaz! La manzana es
suya. Hay
historiadores que afirman que al coger la manzana, Eva estuvo jugando con
ella un rato. No es cierto,,, lo sé de buena fuente. En cuanto la tuvo en
su poder lo que hizo Eva fue hincarle el diente. Mordió, masticó, tragó
por último. Y
¡¡oh!!,,, que brusco cambio notó dentro de sí? Todo lo del paraíso
tomó para ella distinto color. Se dio cuenta por primera vez de que la
vegetación era prodigiosa; oyó como una suave música la brisa que se
desperezaba a lo largo de tanto árbol de tan diferente género; aspiró
dulcemente los mil perfumes que se producían en aquel maravilloso jardín
y el aire, cargado de esencias de lilas, de rosas y de azahar, lleno de
las emanaciones excitantes del acónito, de las adormideras, de los
narcisos, de la valeriana. El aire, que pasaba y repasaba voluptuoso sobre
su cuerpo y se filtraba entre las ramas de las acacias y sacudía los
matorrales de hierbabuena y se rizaba repetidamente también sobre el pino
para sol. Ese aire “paradisíaco”
entró como un veneno sutil y delicioso en los pulmones de Eva;
todo su soberbio cuerpo desnudo pareció esponjarse; furias desconocidas
le asaltaron, de correr, de reír, y nació en ella la alegría, mezclada
con un deseo de llanto inexplicable. Vio
entonces Eva que todo allí era hermoso, el cielo, la tierra. Notó
entonces que el sol moldeaba con ardorosa caricia sus caderas y sus senos.
Admiró por primera vez las curvas ágiles de los caballos, de las gacelas,
de los ciervos, y se dio cuenta que el tigre era flexuoso, y el león,
intrépido, y la jirafa altiva, y el toro arrollador, y las aves veloces,
y Adán,,, Y
movida por no supo nunca por que íntimo impulso, todavía con la manzana
mordisqueada en la mano, Eva volvió al lado de Adán, se plegó contra él,
imitando sin pretenderlo, la flexuosidad que acababa de advertir en el
tigre y cruzó los brazos alrededor del cuello de su compañero y lo besó
largamente, profundamente en la boca. Adán
se despertó (Todos
hubiéramos hecho lo mismo en su caso). -Que
te pasa? Eva
no respondió, volvió a besarlo, lo besó con un beso aún más profundo
que el anterior, lo besó con un beso tan extraordinariamente profundo,
que un pedacito de la manzana que ella conservaba todavía en su boca pasó
a la boca de Adán. Y
Adán comió ese pedacito de “no sabía que” En
cuanto a las consecuencias, imagino que ya las adivinarán. No
bien hubo probado a su vez la manzana, Adán notó dentro de si el mismo
cambio que había experimentado Eva. Y se vio invadido de idéntico
sentimiento que a ella le invadiese, y ahora, al recibir un tercer beso de
Eva, Adán no le preguntó ya: -Que
te pasa? Sino
que susurró: -Vida
Mía!! Y
le devolvió mil por uno. Que
día! ah, que día y que noche de entusiasmo recíproco de delirio, de
frenesí. Eso
era el bien. Pero
al amanecer del otro día, fatigados, insomnes, con los músculos
relajados, el corazón de plomo, los nervios asténicos, y la lengua de
estropajo, hartos uno del otro, ahítos del exceso, Adán y Eva se miraron
con odio. Eso
era el mal. Y
el Supremo Hacedor vio claramente que Eva y Adán conocían el Mal y el
Bien. Esto es, que habían comido de la manzana. Para
que platicarles de la expulsión del paraíso? De aquel primer desahucio
que ha registrado la historia? Todos
conocen el argumento. Todos
saben como Adán echó la culpa a Eva, y como Eva – inventando la papa
de que el animal había hablado- echó la culpa a su vez a la serpiente. El
resultado? Que la serpiente que hasta entonces andaba a saltos fue
condenada a andar arrastrándose. Que Adán y Eva hubieron de someterse a
sufrir, ella ganando el pan con el sudor de su frente; y él, pariendo a
sus hijos con dolor,,, bueno, al revés. Y
que un ángel, señalándoles la puerta con una espada de fuego, les dijo: -Por
ahí se va a la calle, niños. En
fin, un desastre. Hemos lanzado ya nuestra segunda ojeada al Paraíso Terrenal. Que consecuencias sacamos de ella? Pues que a partir de la degustación gratuita de la manzana del conocimiento del bien y del mal, en el mundo existía un nuevo resorte vital: el sexo. Luego,,, el tiempo fue pasando todavía más y,,, Ojeada
al período post paradisíaco. He aquí que Adán y Eva se han multiplicado, y los hijos de sus hijos, y los hijos de los hijos de sus hijos pueblan la tierra. El
Supremo Hacedor ha obsequiado a la humanidad con aquel baño internacional
en piscina que fue el Diluvio. Se ha inaugurado al pie de la torre de
Babel la primera escuela Berlitz. Ha funcionado en dos ciudades – Sodoma
y Gomorra – la calefacción central. La
vida se ha hecho más fácil, más cómoda y más divertida que lo que era
a partir del desahucio del paraíso. Ya
han visto la luz importantes inventos, tales como la cama, el carro tirado
por bueyes, los platos, las gorditas de chicharrón, los vestidos, el
arado, la barca de vela, el adulterio, las armas, la manteca, el queso, el
asesinato por la espalda, el rimel, la poesía lírica, la usura al 60%.
Ya se conocen la noria, la máquina de tostar café, la esclavitud, el
espejo, las agencias de viajes, los Mandamientos de la Ley de Dios, la
traición, la brújula, los abortivos, la lámpara de pilas y el juego de
la oca. Ya los hombres luchan, pelean, guerrean, mueren y matan por unos
palmos de terreno. Ya existe la desigualdad. Y la política. Y la
diversidad de religiones. Y el impuesto de arrendamiento. Pero
aún no se había inventado lo que en verdad iba a cambiar el mundo. Hasta
que un día, un patriarca se queda un rato pensativo. En
que piensa? Piensa en las dificultades comerciales. Hasta el presente, la
humanidad ha vivido cambiando unas cosas por otras con arreglo a las
necesidades del momento, recibiendo un par de huevos por un látigo, tres
gallinas por una túnica, una hija por dos rebaños de cabras,,, y el
patriarca calcula que dado el gran y universal valor que tiene el oro,
dado el entusiasmo con que todo mundo recibe este metal cuando se lo
entregan en un trueque, acaso simplifique la vida no cambiar unas cosas
por otras, sino cambiarlas todas por ese oro tan preciado. Y
el patriarca corta unas barras de oro en redondelitos. Y extiende la
invención, y ve que el éxito le acompaña. Y ya no vuelve a cambiar una
hija por dos rebaños de cabras: ahora cambia a su hija por media docena
de redondelitos. (como
harían miles de años después, en pleno siglo XX, con sus hijas, muchos
otros patriarcas.) A
partir de esa invención, los redondelitos de oro animan el universo con
una nueva fiebre. Se
sufren por lograrlos, humillaciones y trabajos sin número. Se engaña, se
mata, se traiciona, se muere, se asesina por ellos. En
suma, el hombre empieza a cometer tales bestialidades, tales suciedades,
tales vilezas, que alcanza su período esplendoroso de desarrollo humano. Hemos echado una nueva vista, esta vez al período post paradisíaco, y que conclusiones sacamos de esta visión? Pues que a partir del invento del patriarca pensativo, el mundo tiene ahora una nueva motivación, que iría a sumarse a las anteriormente descritas: el dinero. O lo que es lo mismo, el mundo se apoyaba ya en tres columnas: ESTÓMAGO,
SEXO Y DINERO
Es decir: necesidades groseras del cuerpo, necesidades del cuerpo en relación con el alma, y poder poseedor absoluto. Todas las aspiraciones humanas – hasta aquellas de carácter más espiritual – se apoyan en una de esas tres columnas. Y cuanto se relacione con el estómago, con el sexo, o con el dinero, ya tendrá, para siempre, interés universal. Don Juan es todo sexo, tiene estómago, y tiene dinero,,, He aquí explicado por que ofrece un interés universal el tema de Don Juan y el donjuanismo.
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