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Escribele a Ruben Fernández

 

EL CONTESTADOR
Un cuento de Ruben Fernández

- Tendría que escribirles - pensó esa mañana en español. Se puso el pantalón presintiendo un día diferente. Era un don que tenía desde chico, igual que los viejos sienten en los huesos aproximarse la tormenta.

-¡Caramba! - se dijo -. Ya van a hacer diez añoos.

Se ajustó la sobaquera y recordó que el mundo pareció venirse abajo cuando se los dijo. Como si hubiese sido un delito.

-¡Estamos en Australia! - había gritado entonces -. Allá ustedes con sus benditas historias de política, de presos y de palos. Me tienen hasta acá! Si el Flaco quiere pudrirse en una fábrica, allá él. Yo voy a ser policía. Se quemó el labio con el café y puteó en inglés.

- Los viejos no se fueron por eso - pensó en voz alta . Hay gente que no se adapta porque no quiere.
El Flaco, sin embargo, se quedó.

Se hizo dos veces el nudo de la corbata hasta que ésta quedó del largo deseado, arrojó casi la taza en la pileta y trancó con llave la ventana.

-¿Estará aquí, todavía? - se preguntó peinándose ante el espejo. Encendió el contestador telefónico después de arreglarse el saco y bajó las escaleras apurado.

-Unit 709 - decía el radio-patrulla cuando enttró en el coche.
-Unit 709 here  - contestó él moviendo la llave del encendido.
-Inspector... ¿ You speak Spanish. don 't you, Sir?
-Yes... - titubeó al llegar al semáfooro -I do.

En el cientocatorce de la calle Marion, habían dicho. En el número nueve.

-¡Me castran! - pensó gritando -. Me castró siempre cómo me miraban los sudamericanos al verme de uniforme.

Habían tirado la puerta abajo tras una denuncia de la inmobiliaria. Los alertó un vecino. Le había sorprendido el mal olor. Ya habían retirado el cuerpo cuando llegó y abierto las ventanas de par en par sin mayor éxito. El sargento dijo que entre ocho y diez días según el forénsico preliminar e indicó hacia una mesita en un rincón de la sala. Allí puede haber una respuesta más precisa, aclaró. Junto al cenicero de amatistas estaba la máquina con la luz roja aún encendida.

Con pensado fastidio se sentó en un sillón próximo al balcón, rebovinó el casete y subió al máximo el volumen.

-Raúl, soy yo. Por favor llamame que es urgente.

-Hola, compadre. Patricio te habla. Para avisarte que no voy a poder pasar a buscarte mañana. Tengo el auto dañado en el taller. Nos vernos en el trabajo. Chaito.

La señal aguda y molesta, separaba los mensajes.

-Raúl... ¿Estás ahí escuchando? Bueno, igual. Es Blás. Te llamo para avisarte que el sábado hacemos el asado en casa con Miguel. Angel y Omar. Llevá vino, si querés. Igual llamá antes. Bye.

-Flaco, habla José. Te llamé al laburo y me dijeron que no fuiste. Perdoná que tejoda, pero preciso aquello, si podés. Llamame a casa esta noche. Saludos, che.

-Mr. García, Ken Mornson from City Financial  Services calling. Please ring me back on two triple nine double one nine, regarding your loan application. Thank you.

-El Pato aquí, compadre. No me han terminado el carro así que no voy a poder irte a buscar. Si faltas, avisa al menos, huevón. No hagas como ayer.

-¿Raúl? Habla mamá, m'hijo. ¿Cómo estás? Bueno... espero que bien. No te puedo dejar mucho mensaje porque me sale una fortuna si me paso de los tres minutos. Todavía no tenemos la fecha de tu llegada, así que por favor llamanos cuanto antes. A ver si me averiguás algo de Walter, de paso, sin que se entere tu padre, por favor. Un beso grande, m'hijo. Otro de parte de papá. Chau.

Paró la máquina, se levantó despacio y echó una ojeada al apartamento. Sacó un cigarrillo y lo encendió antes de volver a escuchar el resto de los mensajes.

-Esto era lo último que te faltaba. hombre. Y eso que tú mismo decías que odiabas esas maquinitas. Habla Ramón, por si no te has dado cuenta, aún. Mira, es que voy a Sidney este fin de semana y he pensado en quedanrne en tu casa. Si se puede, claro. Llámame si hay al gun inconveniente. Vale, un abrazo.

-Flaco: no sé si recibiste mi mensaje o si la máquina se lo comió. Mañana en casa hacemos el asado danzante. No, en serio, llamá o vení directamente. Te esperamos. Chau.

-Raoul, this is David Horton. We are a bit short of staff mate. If you're sick or something, please let us know. Hope it's nothing serious. Bye.

-¡Che, nunca te encuentro! Es José, viejo. Necesito hablar contigo. Parece que mi suegra quiere venir a pasar las fiestas con nosotros, y necesitamos la guita. Por favor, llamáme. Chau.

Se inclinó hacia adelante, arrimó el cenicero y bajó un poco el volúmen de la máquina. Los oficiales conversaban en voz baja mientras revisaban sobre lo ya revisado.

-Mr. García, Robert Milis from Milis & More Real Estate, here. Please give us a ring on four six nine three one double eight, during office hours. Thank you, bye.

-Raúl, habla Mabel. Perdoná que te moleste pero en el banco me dijeron que aún no había llegado el giro. Tengo que pagar la escuela del nene este mes sin falta y ya sabes cómo son acá. También me llamó tu madre porque no sabe cuando pensás venir. Llamála si podés. Raulito está bien, te manda un beso. A ver si le escribís. Chau.

-Mr. García, Ken Morrison from City Financial Services again. I left a message a few days ago, regarding your loan. It has been approved, but we need to finalize sorne details. Please ring me as soon as possible. Two triple nine double one nine. Thanks.

-¡Me cago en la bendita tecnología, Flaco! Sos más difícil de agarrar que el mercurio. Estuvimos esperándote, la semana pasada. Sobró asado y todo. Por lo menos usá el teléfono, que por una llamada no te vas a fundir. Chau.

-¡Flaco, come on! Hace días que ando detrás tuyo. Por lo menos contestá los mensajes. Habla José. Espero tu llamado hoy sin falta, por favor.

-¿Nene? Habla mamá. Estamos un poco preocupados, m'hijo. No se sabe nada de vos. Además Mabel llamó porque parece que no llegó el giro. A ver si nos llamas, viejo, para dejarnos más tranquilos, ¿eh? Besos, m'hijo. No te olvides de lo que te pedí. Chau.

-¿Qué le pasa, compadre, que nunca atiende? En la pega están que arden. Dice David que pase a cobrar lo atrasado. Chaito.

-Flaco, me estoy entrando a preocupar en serio. Es Blás. Cada vez que te llamo atiende el maldito aparatejo. Miguel dice si podés prestarle la soldadora. Es por un fin de semana, nada más. A ver si lo llamás. Bueno, chau.

-Papá? Te hablo yo, papi. Pasé el año con sote. ¿Vas a venir para Navidad? La abuela dice que capaz que sí. Si venís traéme un pasacasete. Aunque sea uno chico. Mamá dice que acá son muy caros. Y dice que la llames. que todavía no llegó lo de la escuela. Te quiero mucho. papi. Chau.

-Mr. García. it's Robert Mills here, from the Real Estate. Please ring us urgently.

-¿Hola... Nene? Está la máquina todavía...; Hola! No, está la máquina. te digo.

Cuando se detuvo el casete, se paró y caminó observando uno a uno los cuadros de la casa. El sargento interrumpió su reporte al darse cuenta de que él no lo escuchaba. Encontró la agenda de teléfonos en la mesita de luz. Miró el reloj y le hizo una seña a los dos oficiales para que se callaran. Levantó el teléfono y discó un rato.

-¡Hola! -dijo gritando. Luego en tono más baajo.
-¿Mamá? Habla Walter. Sí. Walter -hubo una larga pausa-. Bien. ¿Y ustedes, cómo están? Bueno, vieja. no es para ponerse así. Sí. claro. Me va bien, sí. Trabajando. igual que siempre -se masajeó los párpados con los dedos -. ¿Cómo. Raúl? No. nada pasó. pero Raúl no puede ir -esperó otro poco- este año. Le salió un trabajo importante en Perth y no tuvo más remedio... El que piensa ir por allá. en estos días -aventuró -soy yo. Ah. qué bien ¿Y el viejo? Sí. la verdad es que hace tanto... Me alegro mucho. Yo también tengo unas ganas bárbaras de verlos. Si. va vamos a charlar con más tiempo. ¿Qué.? Sí. en cuanto esté establecido allá. los llama. Porque tuvo que salir medio de apuro. Era un trabajo urgente y lo llamaron a último momento. No. si no tuvo tiempo de nada. Ah! Otra cosa: me dejó encargado de que lo de Mabel se lo lleve yo, que no se preocupe. Sí. yo te aviso la fecha de llegada mañana mismo. vieja. No te preocupes. que está bien. Un beso grande. Serán dados. Chau. Sí. claro. a él también dale un abrazo de mi parte. Hasta pronto. mamá.
 


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