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OUIJA (Enviada por Rebeca Guzmán)


Era un muchacho, muy preocupado y nervioso por cierto que habló al programa de radio, y empezó a relatar: él y sus otros 3 amigos tenian un tablero de ouija, pero a pesar de que en varias ocasiones habían jugado, nunca había funcionado, de hecho comenzaron a pensar que no era más que un engaño. Iban ya a dejar de jugarla para siempre, cuando a uno de ellos se le ocurrió que tal vez pudiera funcionar si lo intentaban en un lugar más apropiado, como por ejemplo en un cementerio. Quedaron entonces, los cuatro amigos de verse en el cementerio principal un poco antes de que lo cerraran, y tuvieron cuidado de que el vigilante no los viera. Se fueron a la parte más escondida del cementerio y a eso de las 10 de la noche sacaron el tablero y empezaron... no creyeron que fuese a pasar algo, pero finalmente fue su sorpresa cuando se empezó a mover el tablero y les empezó a decir que más les hubiera valido no haber continuado y haber pensado que la ouija no servía, que habían llegado al límite extremoso y que por haber perturbado el lugar de descanso su castigo es que se iban a morir poco a poco a partir de ese día , cada año. El caso es que salieron corriendo de ahi, saltaron la barda del cementerio y cada uno se fue a sus casas. Parece ser que tiraron la ouija o se deshicieron de ella no se cómo. Pasó un año exactamente, y el primero de los muchachos murió, al parecer por un accidente automovilístico. Sus amigos no lo podían creer, ya que para empezar habían comenzado a olvidar todo lo sucedido. Sin embargo, pensaron que no fue más que pura casualidad. Pasó nuevamente otro año más, y al llegar nuevamente la fecha indicada murió el segundo muchacho, parece ser que lo asaltaron, él no se dejó y lo mataron. A pesar de que estas muertes parecen haber tenido su causa determinada, lo injustificable era que se daban precisamente cada año en la fecha en que se les había sido indicada. Total que como era de esperarse al año siguiente murió el último de sus amigos, atropellado. El muchacho que hablaba por teléfono estaba ya casi llorando, muy preocupado , sin ya saber que hacer, porque sólo le quedaban aparentemente 3 días de vida... Y eso fue todo. No escucho muy seguido ese programa, pero hasta donde yo se, no se ha sabido nada más de ese muchacho.



Pequeñas Almas (Enviada por Rebeca Guzmán)

Sucede que hace tiempo, en un lugar de E.U. (desafortunadamente he olvidado como se llamaba) unos niños habían ido de excursión al campo por parte de su escuela. Iban de regreso a su poblado en el autobús escolar. Ya era ya de noche. Para llegar al pueblo, tenían que cruzar las vías de un tren. Cuando ya iban a pasar las vías, se olló a lo lejos el silbato del tren que ya venía, por lo que el chofer del autobús pensó que le daba tiempo de cruzar sin ningún contratiempo. El caso es que, como era de esperarse, se le atoraron las ruedas en las vías al autobús, llega el tren, no puede frenar a tiempo y destroza al autobús, muriendo todos los que iban en él. Ha pasado mucho tiempo ya desde que sucedió el accidente; el pueblo en donde habitaban estas personas ha crecido bastante y hace mucho que dejó de pasar el tren, por lo que lo único que quedan ya son las vías abandonadas que cruzan la carretera. El caso es que es un lugar en donde suele haber mucho polvo, (suelen formarse remolinos de tierra), por lo que los automóviles generalmente no suelen mantenerse del todo limpios y siempre llevan un residuo de polvo. Por lo tanto, cuentan las personas que viven por ahí, o que han pasado es que, si por casualidad en la noche dejas tu auto en velocidad neutra y lo estacionas precisamente en donde se encuentran las vías del tren, se puede ver que el auto se mueve. Y si se observa después el auto, (que como comenté anteriormente, generalmente suele estar polvoso) se pueden apreciar fácilmente que se han quedado marcadas varias manitas en la superficie del automóvil. Y es que dicen que son las almas de los niños que murieron aquella noche arrollados por el tren, que empujan a todo aquel automóvil que se pare en las vías, para que no sufra ningún accidente...


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