Es frecuente escuchar hablar
de "la verdad de cada uno", refiriéndose a lo que cada uno cree
de las cosas, de la realidad. Es decir, que ante una realidad que es objetiva
en sí misma, la subjetividad con la que cada uno la interpreta es
denominada como "la verdad que cada uno tiene": "yo tengo mi verdad, usted
la suya, el otro la de él..." Y es así como se pretende dejar
librada a la ignorancia de cada uno, la interpretación de lo que
no se conoce y sobre lo cual se opina.
La opinión emitida
es inversamente proporcional a la información de que se dispone:
a falta de datos precisos sobre algo, se opina. Y esa opinión inventada
sin ninguna cimentación, sin ninguna base, es lo que se entiende
por "verdad de cada uno".
De esta manera, la "verdad verdadera", la que
está por encima y por fuera de cada uno, es subordinada a lo que
cada uno sea capaz (o incapaz) de elaborar con su juicio y razón.
"Cada uno tiene su verdad", es el pretexto irresponsable del conformismo
que pretende dejar las cosas como están, ignoradas, desconocidas,
para que la verdad legítima no se sepa, no vaya a ser descubierta.
Porque si en vez de creerse "cada uno dueño de su verdad", se reconociera
como un mero opinante en su ignorancia, debería llenar su vacío
con información, con indagación, y no con el ego de creerse
con autoridad intelectual para determinar que las cosas que se creen son
"la verdad de uno"; debería uno reaccionar ante la conciencia de
su ignorancia, buscando la verdad objetiva, y no quedándose con
eso subjetivo que tiene por verdadero.
La gran mentira para mantener
engañada a la gente dejándola pensar sin hacer que piense
demasiado, se completa con esa engañosa frase para mediocres, que
dice que "la verdad está dentro de nosotros". Es decir, que
dentro de nuestro archivo espiritual o mental a nivel inconsciente, está
guardada la información que nos permite saber cuándo algo
es verdadero o falso. Pero si desde que el mundo es mundo, aquí
ha imperado la mentira, y si los seres cósmicos que, como espíritus,
bajaron a ocupar cuerpos a este mundo a iniciar la evolución de
la conciencia, y en vez de encontrarse con verdades acordes con la evolución
de esa conciencia, se han encontrado con falsos principios evolutivos,
que a la conciencia la han hecho involucionar, ¿qué verdad
es entonces la que "está adentro"? Si el archivo de información
empírica que guardan los habitantes de un mundo como éste,
se limita a un montón de falsedades que fueron enseñadas
para desviar de la evolución a los habitantes de estos mundos, ¿cuál
es esa "verdad que se lleva adentro"?
Seres que hayan pasado por
mundos de luz y de amor, donde el mal no haya existido nunca, pueden llevar
dentro esa verdad, porque la han experimentado. ¿Quién la
experimentó aquí? ¿Alguien aquí vivió,
acaso, otra cosa que no fuera un mundo de injusticias sin fin, alternadas
con algunos momentos felices y matizadas por el esfuerzo y la lucha de
los que claman justicia, o los pocos capaces de defenderla? ¿Alguien
duda de que este sea un mundo de mentiras? ¿Alguien sabe, acaso,
cómo funciona un mundo sin mentiras? Entonces, ¿qué
"verdad" es la que está adentro? ¿qué "verdad" cósmica
que se haya experimentado, vivenciado en otras encarnaciones, o en la actual?
Cuando seres cósmicos
portadores de esa verdad que vivieron, le transmiten a la humanidad lo
que es un mundo de amor dentro del Orden Universal, y dicen que éste
es un mundo de mentira, que no obedece a programa evolutivo ninguno, la
mayoría de la gente se resiste: su orgullo de defender lo que aprendió
que es "evolución", le hace negar toda verdad cósmica que
no sea "su" "verdad". Porque la "verdad" que los humanos llevan dentro,
es lo que vivieron, lo que conocieron, y no lo que es un mundo verdaderamente
evolutivo en el orden espiritual.
Con eso de que "la búsqueda
debe hacerse hacia adentro, porque la verdad está guardada en tu
interior", es así que son cerrados los ojos y tapados los oídos,
ante las revelaciones cósmicas de la Verdad auténtica, que
sólo pueden venir a la Tierra por medio de quienes la han vivenciado.
No hay condiciones de hallazgo de verdad alguna buscando en el interior
de cada uno si, por lo que ha sido la existencia en este mundo, tal verdad
no figura en los archivos de memorias vivenciales. Pero "la verdad está
dentro tuyo", "tú tienes tu verdad", se dice, y es así como
la verdad objetiva, la que está siendo transmitida por seres que
la conocen y que ven a la humanidad en la mentira, esa verdad cósmica
que es ofrecida por seres de lo más alto del Universo, es despreciada
por seres tan bajos y arrogantes como los habitantes de un mundo de tanta
falsedad como éste.
Cabe preguntarse si los pocos
que, ante estas revelaciones que vienen del cosmos, que se muestran convencidos
y las aceptan como si las conocieran de siempre, usan la lógica
nada más (que debería ser más que suficiente), o si
en otras vidas les ha tocado vivir en mundos sin mentiras, de modo que
ellos sí tienen "la verdad adentro", la vivenciaron, y ella les
aflora al plano consciente. Porque este es un mundo en el que unos han
sido víctimas manipuladas desde el inicio, y otros han encarnado
como humanos luego de haber venido, con una verdad cósmica trascendente
a toda esta farsa, a tratar de ayudar. Y porque estamos en tiempos de definiciones
planetarias, es ahora cuando los que traen recuerdos cósmicos, tienen
la posibilidad de reactivarlos ante la recepción de las revelaciones
efectuadas por los seres del Universo que transmiten lo verdadero.
Y los que no llevan dentro
esa verdad a la cual no pudieron acceder, por estar en un mundo como éste,
tienen la posibilidad, por primera vez, de incorporarla ahora que está
siendo transmitida. Si es que dejan de rechazarla por ser distinta de lo
que hasta ahora entendían como verdadero.
EL EDITOR