¿En qué
              tiempo
situarme?...


 
 
Tal vez, para alguien de mi entorno.
 

    Quien no hace lo que yo hago está errado, por lo tanto tengo razón.
    Si el viento sopla para allá, ¿por qué voy a soplar en su contra?, si el viento tiene razón.
    Si hay viento, es porque se juntaron muchos para formar su corriente. Y, ¿quién soy yo para pensar distinto?
    No tengo oposición, aunque me gustaría, porque siempre se destaca el pensador original. Parece que fuera la avanzada de una renovación.
    Yo suelo ser de los que acepta desde el inicio todo lo que le implantan. Soy un ciudadano disciplinado, y vivo conforme a la  Ley; de ser necesario me siento hasta generador de la Ley y el equilibrio.
    Ser antagónico es desgastante, exige un estado de conciencia que no tengo; me conminaría constantemente a pensar. Y ¿para qué voy a pensar si yo tengo garantizada, de una u otra forma, mi sobrevivencia?
    La mayoría de los libros que leo están de acuerdo conmigo. Por donde voy, encuentro reflejo de la cultura que tengo.
    Gran parte de los científicos avalan y reafirman mis razonamientos. Por lo tanto, yo Soy.
    ¡NO! No... No puedo pensarlo.
    Alguien expresó que soy fruto de la sociedad que me ha permitido llegar a este escalón; por consiguiente, todos los escalones se nivelan con lo que pienso.
    Soy un ser equilibrado; socialmente sano; rápidamente consumible... (No entiendo muy bien esto último, pero lo he leído muchas veces.)
    Eh... rápidamente consumible, rápidamente digerible. Sin oposiciones o vectores que puedan tumultuar la armonía de una constitución preestablecida. (Por más que releí no consigo interpretarlo, pero no importa)
    A ver... Dicen que es el típico individuo para ser dogmatizado. Se lo puede conjugar en cualquier tiempo, y responderá al 90 % o 100 %, como si fuera un clon. (Ésta es otra palabra nueva que no conozco bien, pero continuemos...)
    Se puede usar y después tirar.
    Sí, después de usar se puede tirar.
    Todo ser humano se usa, se consume, y se tira. La tierra lo traga. Y algunos parientes o familiares, que expresan un sentimiento pocas veces demostrado, que es... es, es, es, es... ¿Cómo se pronuncia?
    "¡Amor!"
    ¡Me salió! ¡Uy! Aaaaaamor!!!
    Es una frase, sí. Porque no es una palabra, ¿sabe?
    La palabra puede ser: Si, no, no, sí, sí, no, no, no, sí... pero la palabra-frase "Amor", es muy compleja. Para definirla debes hablar demasiado, pues no llegas a concluir qué significa: Amor. AAAAAaaamor.
    Investigué sobre él, cuando tenía tiempo para perder. Pero no me extralimité .... No vaya a ser que me contagie; puede ser una enfermedad.
    La he repetido varias veces, y llegó a ser fácil modularla a pesar de la dificultad inicial.
    Prefiero volver a los estados anteriores, porque articular la palabra-frase correctamente, podría confundirme o desorientarme.
    Una vez descartado, el individuo gozará de un tiempo previsto no superior a cinco años en que su lápida fraseará:

 
 
Esta lápida
demuestra
a la sociedad
la pasada existencia
de un elemento

  

Yacerá allí durante el período establecido. Cumplido este y no habiendo parientes que asuman los gastos, se lo trasladará a un nicho, para luego de un lapso ser removido y tirado al o... os... osario, donde los conjuntos sobrantes del cuerpo se reunirán con otros formando una masa.
    Sí, donde surgirá el nuevo caldo para un Creador: una masa. Para renacer.
    Y estoy considerando mejor al osario que al nicho, pues este último perpetúa al individuo.
    Yo creo que el sujeto, habiendo pasado la inexplicable soledad terrenal, desea olvidarse hasta de sí mismo. Aunque tal vez no, y algún virtuosismo le permita vagar veladamente por esa sociedad en otras dimensiones, viendo que su nombre no se ha perdido, e incluso es pronunciado fuera de la lápida. Y que sus formas de... de...
    Ah! sí... Esto es notable, ¡pero no puede ser!
    "... su forma de complacencia, de participación de lo que la sociedad establecía" - dice más abajo, en letra chiquita... no lo había leído antes. Br, bla, bla... "... que la sociedad establecía.
    Él, si fuera un renovador de conceptos, un lapidador de números y terminaciones de conciencia, podría dejar marcadas las estructuras neurales de aquellos que coparticipaban o subdividían la existencia del jum, jum, jum... la existencia de su tiempo o el tiempo... o el tiempo en que vivió, demarcará para la sociedad cambiante o no retornante, no asimilante de los estados prefijados... "
    ¡Qué difícil está esto! Pero... veamos... Quiere decir que: "Si la sociedad se opone a sí misma en el trato de los conceptos predichos por otras mentes, provocará una acción paralela o inversamente proporcional que instalará el grado nuevo de la conciencia a ser adquirida.
    Si el grado naciente de la conciencia a ser adquirida suplanta las participaciones anteriores, se abrirá lo históricamente conocido como concepción de la sociedad para expresarse escogiendo sus Futuros Líderes.
    Los Futuros Líderes se alimentan de las flamantes ideas que como maderos, fluctúan en el gigantesco océano de una sociedad superada."
    Todos podemos haber vivido en una sociedad superada, de manera que no me he sentido reajustable...
    No sé por qué digo reajustable, ¡si yo era un libro completamente ajustado! ¡Era considerado un elemento envidiable! Alcancé las metas fijadas como normas de conducta. Nunca una autoridad que accionase un estado de violencia, vino a golpear las puertas de mi propiedad para señalar que yo estaba errado, o que debía pagar una culpa. No, eso no.
    Si fuese juzgado, estoy tranquilo, consciente de haber aceptado los dictámenes de la Ley.
    ¡¿Cuántos murieron en aquella época?!

    ¿Por qué pienso en ellos ahora? ¡Justo ahora!
    ¡¿Cuántos murieron en aquella época?!
    Y ¡qué sé yo! No sé... La vida es así: lleva uno, trae otro, lleva uno, trae otro, lleva uno, trae otro... y un día me llevó a mí.
    ¿Ya me llevó?
    Sí, me llevó.
    ¿Estoy muerto o estoy vivo?
    No sé... He quedado latente sin saber si exhalo o respiro.
    No importa. Me interesa qué motivó el primer pensamiento que demostró la existencia de mi conciencia.
    ¿Cuántos murieron?
    Tal vez millones...
    Pero ¿fueron voluntarios o llamados a través de la ley? ¿Qué designio trabajó?
    ¿Qué conocían ellos como justo, injusto, agradable y desagradable?
    ¿Qué conocía yo como justo, injusto, agradable y desagradable?
    Bueno, para mí, casi todo era agradable. Yo no conocía el gusto de lo desagradable o lo injusto... Participaba de una sociedad muy equilibrada.
    Sí, una sociedad muy equilibrada...
    ¿Cuán equilibrada era?
    Eh... no sé. Para lo que yo cargaba en mis páginas, era una sociedad equilibrada.
    ¿Quién dijo que así era?
    ¿Qué importa quién lo dijo?
    La acepté. La acepté porque me indicaron: Hay normas de conducta que debes respetar. Si lo haces, nadie te hará observaciones y vivirás placentero. Te sonreirá lo que es llamado aquí "Felicidad".
 
    Y fui muy feliz.
    ¿Qué pregunta me haces? No entiendo... ¿Si me casé?
    Mmm... no sé. ¿Me habré casado?
    Espera, a ver... hace tanto tiempo me alejé ya de... No sé si me alejé o dejé de pensar... ¡Qué dramática es mi situación!
    ¿Será que alguien escuchó este quejido?
    Por supuesto que no.

    Bueno, supongamos que yo me alejé, porque no, no, no, no... no se si me alejé, si todavía estoy... pero... si me alejé...
    Bueno, me alejé. ¿Cuánto hace? ¿Un mes? ¿Un mes?
    No recuerdo haber pensado.
    Un mes; parece tanto tiempo...
    ¿Si yo tenía compañía?
    ¿Si había una compañía?
    Si yo... ¡No! No... esa palabra no la pronuncio.
    ¿Si estaba unido a alguien?
    ¡¡¡No sé!!!
    No entiendo la pregunta...
    ¿Qué dices? ¿Que era necesario? Pero ¿necesario para qué, si yo me consideraba feliz, de la forma en que estaba?
    No sé si unido, no unido; no grabó dentro de mí...
    ¿Qué dices? ¿Si no hay alguien que me pueda recordar?
    Yo siempre tuve la impresión de que recordar a los otros es relativo, podía más partir de mí que de los demás.
    Lo más importante es reconocer al prójimo, y para ello tiene que haber hecho algo digno de memoria.
    ¿Estoy errado? ¿No considera usted correcto?
    ¡Ah! ¡Yo sabía que estaba en lo cierto!
    Sí, de acuerdo. ¿Y?
    Y, y, digo yo... ¿qué más después?
    ¿Qué? No... No me vengas con esos cuentos. Al final intentas que mencione esa palabra, quiera o no quiera.
    Bueno... aaaa... no. No la pronunciaré. Nada hablaré referente a ella.
    ¿No hay diálogo?
    Pero ¿por qué no hay diálogo?

    Tú eres demasiado estúpido. No sé con quién estoy hablando. Te califico demasiado estúpido porque quieres cambiar mi noción de "Existir", para que yo comprenda que no lo hacía. En cambio divagaba sobre conceptos definidos por terceros, no siendo creatividades propias, tanto que cuando no lo eran, fuera de mí, nada existía.
    Yo no era más que un claro de las ideas que en un tiempo se habían perfeccionado porque nada creativo acomodaban.
    Yo dije "creativo".
    Sí, para mí era creatividad.
    Ah! Claro... ¿Me vas a decir que no es creativo, todos los días al levantarte, decidir la forma de colocar el cepillo de dientes para limpiar, sumados los que ya faltan, para no romperte la encía o empujarte la muela suelta que aún te queda? ¿Eh?
    ¡No vas a negarme que exige creatividad!

    Para ti no es problema, pero para mí lo era.
    Si no pocos hubieran advertido ese dilema, medirías tus insinuaciones, y lanzarías interrogantes al espacio, para ver quién se engancha dándote respuestas.
    Que te haya preocupado la metafísica, que no sé lo que es ... o te haya importado el SER y el NO SER, no me concierne ahora, después ni nunca.
    Jamás me enseñaron la trascendencia del SER o NO SER; lo substancial era vivir, y vivir bien, acomodándome en el lugar geográfico donde no prevalezcan los inconvenientes.
    Y más aún, de vez en cuando, al surgir dudas, recurría al pie de página.
    No te entiendo. ¿Vas a decir que los problemas los fabricaba yo mismo?
    Pero ¿qué problemas profundos, tuve?
    ¡¿Otra vez volvés con esa palabrita?!
    No señor.
    ¿Para qué iba a usarla?
    Transité por lo que tú llamas "Vida", y reparo en que todavía estoy participándola.
    Sinceramente, para mí el tiempo es uno; el que está y que notás.
    Por ejemplo, tú estás cuando duermes, y también cuando estás despierto. A su vez, cuando estás despierto ESTÁS; y NO ESTÁS, haciéndote el estúpido, con tus oídos sordos, las cosas te resbalan, nada te afecta, te aflige.
    ¿Nunca lo hiciste?
    Entonces no sabés lo que es vivir.
 
    Yo creo que la sociedad entera vive de oídos sordos, porque si vivieran de oídos pensantes, todos los órganos se transformarían y crecerían tumultuándose. En la gigantesca revolución no se podría soportar el ruido.

    ¡Ah! Una vez me puse a pensar; mejor dicho: intenté pensar. Me provocó un dolor de cabeza... no quiero sufrirlo de nuevo.
    Escúchame: Si hay... no sé dónde estás tú ni sé dónde estoy ... pero si hay quien piensa como tú, ¿para qué voy a pensar yo?
    Realmente, no pensaría. Aturdiría, desesperaría o haría naufragar las pocas ideas que de otros surjan.
    Yo me apoyé en los demás para subsistir fluctuando en un mar de mansedumbre, y me preocupaba muy poco que existieran cadenas o corrientes de pensamientos, que me acercaran a horizontes inexplorados.
    Ciertamente me llevaron, pero no accedí llegar a las playas, me negué a desembarcar.
    ¿Para qué estabilizarme?
    Calculé que los confines a descubrir serían progresivamente mejores, así que ¿por qué privarme del superior, estableciéndome en el inferior pretérito?
    Si la cadena pasaba por un horizonte, era señal que ya lo conocía.
    Estando a la deriva, tal vez descubriría factores geniales, fantásticos, que el tiempo marcaría.
    Y ¿cómo voy a ser conformista o no conformista?
    ¿Cuáles son las limitaciones de este plano?
    ¿Quieres decirlo?

    ¡Ah! Tomarás mucho tiempo hablando... Y ¡es claro!
    Por lo tanto yo me detendré mucho tiempo escuchando! Y si yo paso el tiempo completo escuchándote, ¿qué hago?
    ¡Nada! No consigo ni saborear lo poco que poseo.

    Para ti no valgo nada. ¿Será que tú, para mí, vales?
    Te has vuelto una gigantesca máquina de competición, haciendo preguntas.
    ¿Por qué vienes a indagarme, si sabes que para tu conciencia no tengo respuestas?
    ¿Te complace perder tiempo?

    Yo, por ejemplo, carezco de soluciones a un sinfín de tus preguntas, pero para mí son novedad.
    Deduzco que eres más imperfecto que yo, porque si tienes necesidades, estás perdiendo tiempo en quien no te ofrecerá respuestas ni originará encrucijadas inéditas.

    No tengo conciencia del Tiempo.
    No tengo conciencia de Responsabilidades.

    ¿No te das cuenta que de la forma que viví, todo está, existe, perdura? No molesto a nadie y nadie me molesta.

    ¿Eh? ¿Cómo? ¿Se está cortando la ligación? ¿Qué pasa? ¿Cómo? ¿Eh?

    Sí, mejor que se corte ya. Eres repetitivo.
    Parece que te sintieras con razón de algo.
    ¿Razón porque pensaste?
    ¿Te creíste con el derecho de decir "sí, no, no, sí" ?
    ¿Acaso fuiste tú el que determinó qué hacer o dejar de hacer?
    ¿Quién eres, finalmente?
    ¿Crees poder acecharme en un pasaje de mi existencia, aunque sea letárgico, continuo o incontinuo?
    Sin hacerme preguntas de ese tipo, he valorado la belleza del mundo.
    Ahora implantaste en mí una serie de inquietudes,
    Me acosan pensamientos después de este diálogo, monólogo o como lo quieras llamar, y distingo sensaciones de frío y calor. Para mí, la temperatura era constante.

    ¿Y? En este momento hiervo de bronca por haberte escuchado. Pero siento frío por darme cuenta que estoy hueco y mi ser precisa alimentarse... Verbo que nunca conjugué: "alimentar".
    Respirar día a día; absorber la savia invisible de los conocimientos que vibran en la naturaleza; el salir y ponerse del sol; el existir o no de mi Materia.
    Al desvanecerse el día, examinarme retrospectivamente dónde estuve ausente y dónde efectivamente presente, porque en un mañana puedo censurarme u otros pueden hacerlo.
    Pensaba que lo importante era estar satisfecho con uno mismo, y que esto significaba un estado de la conciencia.

    O sea, para lo que yo sé hoy, SOY.
    Para lo que yo sé mañana, SOY.
    Por lo tanto siempre SOY. No dejo nunca de SER.

    Después de esta charla comprendo que si el tiempo se transforma, yo debo acompañarlo, y el curso del tiempo se graba en una conciencia.
    ¿Cómo puedo grabarlo en mi conciencia, si mi conciencia no ha vivido ese tiempo?

    En este instante siento calor, pero mis pensamientos no consiguen amparar mi nuevo estado.
    ¿Precisaré otra materia?
    Posiblemente sí; una más acorde con los conflictos de la conciencia en el despertar que produce el tiempo, en las razones o en las dudas del SER o NO SER.

    Presumo que SER y NO SER, ESTAR y NO ESTAR, es un tiempo no vivido.
    Y tendré que prepararme mucho para ecuacionar las actitudes de otros, y ponerme a pensar cuán importantes son los otros, buscando un estado distinto de conciencia.

    ¡No deja de ser emocionante saber de otra vida allende la vivida!
    Todavía no estoy preparado para participar de ella, mas necesito una materia para estar próximo a los que viven, sentir las brisas, las cadenas, las corrientes.
    Espero cobijarme debidamente y evitar ser arrastrado.
    ¡Claro! Me olvido de empezar a Ser y No Ser, eludiendo las consecuencias imprevisibles.

    "Pensar", es una voz que me arrepiento de haber anulado.
    Participar de lo que pienso, es otra etapa.

    Sí, es mejor terminar por aquí.
    La conciencia naciente anticipará un nuevo ciclo, que presiento no tendrá retorno. Escucharé lo que otros discurren. Seré yo el que moverá los extremos de la cadena.
    ¡Qué peligroso será!
    ¡Agruparé mi coraje para tomar esa decisión!
    Indudablemente formaré, estructuraré, y fabricaré enemigos y amigos. Muy pocas amistades y muchos adversarios.
    No debo olvidar, que lo primordial no es pensar, es aprender a accionar donde está el peligro de la virtud:
    ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?
 
    La acción remodela no sólo mi conciencia, sino aquellas que quieran o no participar, y acumularé responsabilidad por modificar las conciencias, pues si no son encauzadas en un viento positivo, se perderán en el océano de la Nada; y seré artífice de la divagación del Tiempo y del Espacio.

    Tal vez haya alguna Conciencia Superior... tal vez... Es la primera vez que reflexiono sobre eso. Y si ella en el futuro me exige rendir cuentas, yo, en mi senil estado de conciencia, le diré:
    - Traté de pensar.
    -¿Cómo te has atrevido?
    - Me arriesgué porque alrededor mío, muy pocos lo hacían.
    - ¿No tenías en claro que prohibido estaba por una Ley?
    - Sí. Después lo descubrí, pero a su vez pregunté:
    ¿Quién se creyó con derechos para coartar la libertad de pensar?
    ¿Quién elaboró las barreras de lo cierto y lo errado?
    ¿Desde cuándo somos limitados en nuestro crecimiento?
 
    - Y mira ahora cómo están las cosas.
    - ¿Cómo están las cosas? Diferentes. Está el inútil que se deja arrastrar, el que quiere ser llevado y el que se pone de lado permitiendo a los otros pasar.
    - Yo antiguamente me hacía a un lado, pero ahora no sólo quiero estar engarzado en la cadena, sino SER el que fabrica, crea y delimita su punta.
    - Entonces eres un Creador.
    - No soy un Creador. Soy un delimitador de mi existir, que de por sí es limitado. Ofrezco, a su vez, nuevos cauces para los que deseen participar de cadenas y corrientes más amplias.
    Hay muchas formas de transformar lo que es el destino. Es fundamental no aceptar influencias y transitar por nuestro sendero.
    Y ¿cómo trazar mi destino, escuchando una voz cretina como la tuya, interfiriendo en mi derecho de SER?

    Todavía no SOY. Algún día SERÉ.
    Y el día que SEA, nos encontraremos frente a frente para hacer las preguntas, no para darte respuestas.

    ¡¿Quién eres tú para interrogarme, cuando aún te escondes?!

    ...................................................................................................

    Estaba cargado de vacíos porque nadie reactivaba mis memorias.
 

 
Capítulo II
 
"Ecos hay"

 

    Los impulsos de mi cerebro se negaban a aceptar las ecuaciones de mi conciencia ...

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