He llegado a la conclusión de que este país esta lleno de idiotas. Aunque
es un poco triste, tambien estoy agradecido, porque tengo la oportunidad
a base diaria de siempre reirme de alguien distinto. La anecdota comienza
de noche, en mi carro de camino a salir con una amistad mía. Ella y yo
estabamos platicando sobre diversos temas cuando al lado mío veo un simio
detras del volante de un Honda Civic Azul con aros “bling bling” (creo 
que al tomar nota del carro podemos hacer una buena asunción de que la 
persona detras del volante era sin duda, un caco de mierda). Tuve que 
frenar para evitar un choque, y con todo y eso fue por centímetros, el 
pastelillazo era para grabarlo. El no se contentó, tenía que demostrarles
a todos en la autopista que su carro era sin duda una extensión de su 
pene todopoderoso, como cualquier buen caco haría. Otro pastelillazo, 
ya me irrité lo suficiente como para hacer algo estupido, me cambié de 
carril con el proposito de no darle paso, luego aceleré para irme, pero 
claro, al ver esta ofensa contra su masculinidad, el dicho caco no se 
podía ir sin hacer algo al respecto. Con un toque de su .40 y un asperje 
de polvito blanco mágico que las hadas cacas distribuyen a todos los 
caquitos para aliviar sus penas, su carro quedó convertido en un 
Corvette y el quedó convertido en Vin Diesel. El dicho caco, vamos a 
llamarlo Mojón dada la similitud entre la palabra caco y la palabra 
mierda, decidío vivir una escena de la película “The Fast and the 
Furious” en la Baldorioty. No basta decir que me pasó, a una velocidad
impresionante y cegadora de aproximadamente setenta millas por hora, y
para sentir en totalidad que eliminó mi amenaza a su masculinidad, me 
hizo una seña que se parecía a algo como esto:



La imagen fue eternamente impresa en mi mente, todavia me acuesto a dormir 
llorando todos los dias por esta ofensa traumante. Eh, no creo, de todos 
modos, seguí hablando con mi compañera en el carro. Al llegar cerca de la
salida para el Tunel Minillas, algo me capturó la atención en el paseo. 
Si, quien mas, el Civic. Le toqué bocina para saludarlo y cordialmente 
reirme de el al ver que había impactado a una Explorer. El bonete en el
lado izquierdo quedo hecho un desastre. Parece que Mojón no pasó su 
audición imaginaria en “The Fast and the Furious 3”.






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