Por tierras peligrosas.

La manyana era clara, partieron temprano, no sin repasar una vez mas el equipo, eliminando excesos, y preocupandose de llevar lo indispensable, para no sobrecargar a los animales, pues sabian que la marcha iba a ser larga.

El grupo estaba formado por catorce personas, expertos en sus habilidades. El hijo de Varel y Jeesaril, era el mismo muchacho que les habia acompanyado a la cena, su nombre era , y su fama le precedia, Gazam habia oido hablar de sus hazanyas, pero la juventud demostrada por le hizo dudar por un instante.

Ademas de los guerreros que acompanyaban a Gazam, y los que seguian a , el grupo lo componian , y , la sacerdotisa. Era realmente esbelta, sus rasgos eran finos y poseia una larga cabellera, recogida en una larga trenza que corria por su espalda, su mirada era calida e inspiraba confianza, parecia bastante segura de si misma y rapidamente el resto del grupo noto como los elfos, le declaraban un profundo respeto.

, no dejaba de mirar a la dama, ni de seguirla con su montura, a veces le hacia reir con sus juegos de palabras.

La caminata en el bosque
A medida que se adentraban en el bosque, este era mas y mas espeso, los arboles se acercaban de manera agobiante, y tuvieron que bajarse de los caballos, para poder acceder por algunos senderos, que casi de forma magica surgian delante de ellos. Era una gran suerte el poder contar con el grupo de elfos, pues de otra forma no hubieran podido atravesar el bosque por alli, teniendo que dar un rodeo para salir de el.

En su camino por el bosque de Efrom, se toparon con multitud de animales, aquel bosque rebosaba vida por donde se mirara, ciervos, jabalies, y aves que huian a su paso, y linces, osos y lobos que se paraban a contemplarles extranyados, y que hacian que los caballos se pusieran nerviosos.

Poco a poco el bosque se fue dispersando y la tierra se hizo mas dura y rocosa, se estaban adentrando en las montanyas nomadas, que eran el primer extremo de la cadena de montanyas que les llevaria a las tierras del norte, estas montanyas tomaban este nombre porque dependiendo de la luz que recibian en cada estacion del anyo, las sombras que proyectaban, hacian parecer a veces que algunas montanyas se habian desplazado con respecto a las otras. Todo el grupo supo a partir de entonces, que ahora comenzaba el verdadero peligro, y que habia que extremar las precauciones.

, no dejaba de bromear sobre la estatura de , y este no dejaba de hacer juegos de palabras sobre su nombre, y no dejaba de burlarse sobre su forma de andar. Esto mantenia el buen humor en el grupo, y hacia que los trayectos transcurriesen de manera mas placaentera.

Las noches en las montanyas eran frias, y tardaron en acostumbrarse a dormir, algunas veces helaba y el sonido de desprendimientos y de las piedras desquebrajadas por el frio, ponia en alerta al grupo entero aunque el turno de guardia enseguida ponia calma. Aunque no para
Atravesando las montañas
, al cual se le podia oir a veces murmurando consigo mismo por lo bajo, dandose confianza y valor, y buscando excusas para continuar en esta locura, como el lo llamaba.

En uno de los trayectos, por el riesgo que corrian de desprendimientos al pasar un valle, les cayo la noche encima, tratando de buscar un lugar seguro donde acampar.

-Silencio! Escuchad un momento - dijo de pronto un hombre de la escolta elfica.

- Si a mi tambien me ha parecido escuchar algo. - respondio

El resto del grupo, se detuvo instantanemente, todos intentaron poner su maxima atencion a la captura de cualquier indicio extranyo, con la mirada en lo mas profundo de las sombras, era una noche cerrada, habia algunas nubes que tapaban cualquier posible luz que alumbrase el paisaje, de vez en cuando la luna perfilaba durante unos instantes el contorno de la montanya, y dejaba intuir algunas copa de los arboles, pero el instante duraba poco, porque las nubes caprichosas y egoistas cerraban cualquier paso a la luna, que seescapaba dutrante una breve fraccion de tiempo, para volver a quedar oculta.

Durante un rato nadie oyo nada, y todos miraron al elfo que dio la alarma, esperando alguna respuesta. Gazam estuvo a punto de reanudar la marcha, cuando se oyo esta vez con mas claridad el sonido como de un grito.

- Cielos! - exclamo .

- Es una lucha. - dijo

- Como? - dijo Gazam.

- Escuchad, escuchad atentamente. Se oyen tambien el estallido de armas.

- Esto es un paso que utilizan los comerciantes, quizas alguien este en peligro. - exclamo Gazam. - deberiamos acercarnos, pero con cuidado, no nos confiemos.

El grupo apreto el paso, no sin dejar de mirar alrededor, poco a poco el ruido se fue haciendo mas palpable, y ya se podia escuchar perfectamente el chocar de armas, y el ruido de una pelea.

- No parecen ser muchos- dijo Gazam. - Nos acercaremos la mitad, los demas se quedaran cuidando del equipo.

- Me parece bien. - respondio

- Yo me quedare cuidando, de la senyora, id tranquilos. - exclamo

Gazam miro con una mueca a modo de sonrisa a

- Alguien tiene que hacerlo. - respondio, encogiendose de hombros.

Desmontaron dos guerreos humanos y dos elfos, ademas de Gazam y , bajaron por una ladera en direccion a los sonidos que retumbaban, en el valle, la ladera era empinada y resbaladiza por el hielo caido, Gazam iba apoyandose en las piedras y arboles para mantener el equilibrio, de repente noto que que iba a su lado , no hacia ningun ruido al andar, e incluso se le habia adelantado un par de metros.

En un momento todos los guerreros elficos, quedaron quietos y agazapados detras de piedras o arboles, eso extranyo a Gazam, pero de inmediato el tambien pudo comprobar que ya no se escuchaba nada.
Un elfo armado con una ballesta, se distancio separandose del grupo, y se volvio para indicar que habia visto el objetivo.

- Hay solo uno. - dijo

Poco a poco el grupo se acerco delante del ser, ocultos tras los arboles. Parecia un hombre, pero era de gran tamanyo y estaba agachado sobre lo que parecia un cadaver.

Uno de los hombres de Gazam intento variar su posicion, cuando sono el crujido de una rama, que en ese momento parecio sonar como si de un inmenso trueno se tratara.

El hombre levanto la cabeza, y lenta y tranquilamente se irguio, cogio entre sus manos un inmesa hacha cubierta de sangre.

- Aun quedais mas? - dijo sonriente. - Si quereis mi oro, salid que os vea y os lo dare, tengo suficiente para todos.

- No es tu oro lo que buscamos. - dijo Gazam. - hemos venido porque hemos oido gritos.

- Salid que os vea y hablaremos mas tranquilamente. - dijo el hombre sin disimular su sonrisa.

- Vamos. - dijo .

- No. - respondio Gazam. - esta muy seguro de si mismo, y no sabemos si hay mas.

- Nosotros somos seis.- dijo

- Bien, pero que tu arquero se quede en las sombras por si le necesitasemos.- respondio Gazam.

- De acuerdo, podemos confiar plenamente en su punteria. - dijo finalmente

Poco a poco fueron saliendo de entre los arboles, pero se mantuvieron a una distancia prudencial, con las armas desenvainadas.

- Vaya soys muchos bribones, para el poco transito que hay por este lugar.- dijo el hombre.

El Barbaro
El hombre era verdaderamente grande y fuerte, tenia cicatrices en casi todo el cuerpo, lo que hacia ver que era un luchador experimentado, y su mirada de autoconfianza hacia presentir que era un adversario temible.

- No somos ladrones, -dijo finalmente Gazam- hemos venido porque hemos oido gritos de alguien en apuros.

- Oh¡ bueno por ellos no os teneis que preocupar, no creo que griten mas. - respondio el hombre.- Y creo que vosotros tampoco gritareis cuando acabe con todos.

- Vamos, nunca he visto a nadie tan fanfarron. - dijo en tono burlon, ante la mirada atonita de Gazam- que te puede hacer creer que podras con seis a la vez. Acaso eres el hombre mas fuerte de esta tierra?

El hombre estallo en carcajadas y respondio: - Ellos si que eran seis, y por lo que veo vosotros soys solo cinco.

- Ah¡ Cierto se me olvidaba presentarte a nuestro amigo de la oscuridad, que esta apuntandote y preparado para meterte una flecha entre los ojos.

El hombre no paraba de reir- Claro, pues dile a tu amiguito, que no se vaya muy lejos, pues en cuanto acabe con vosotros, me encargare de el.

Un silbido cruzo el aire, y la flecha fue a incrustarse en el tronco situado detras del barbaro, justo a la altura de su cuello.

El hombre miro de reojo al mastil de la flecha, fruncio el entrecejo y agarro con mas fuerza el hacha.

- Tranquilo. - respondio Gazam. - No hemos venido a atacarte, y no queremos pelear, si nos das tu palabra de no atacarnos, nos iremos por donde hemos venido y te dejaremos en paz, - El hombre no se inmuto.- De todas formas para que veas que somos hombres de palabra, arrojaremos nuestras armas.

Esta vez fue , quien miro sorprendido a Gazam, el cual arrojo su arma al suelo, y de manera poco convencida le siguieron los demas hombres.
El arquero salio de entre los arboles, y bajo su arma.

- De verdad has matado tu solo a esos seis hombres. ?- pregunto Gazam.

- Asi es, intentaron asaltarme, y no les salio muy bien, ademas llevaban ellos casi mas pertenencias que yo. - rio el hombre.

- Cual es tu nombre, y que haces solo por aqui?- pregunto de nuevo Gazam.

- Soy , y vengo huyendo de la persecucion de las tropas negras, que asolaron mi pueblo.

- Tropas negras?- exclamo

- Si, un ejercito de Orcos, muertos y demas alimanyas que han destruido todas mis pertenencias.

- Supongo que estaras hambriento, - dijo Gazam- porque no nos acompanyas, ademas tengo algo que proponerte.

De vuelta al campamento, le pregunto a Gazam porque estaba tan interesado en ese hombre, que parecia bastante peligroso.

- Si el solo puede con seis hombres, incluso le parecen pocos, creo que nos podria ser de gran ayuda.


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