PERSONAS EXTRATERRESTRES 
Comandante Clomro
La siguiente información está extraída de la página de Clomro en Internet
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE CLOMRO
LA OPINIÓN DEL PÚBLICO
(texto de junio de 1997)
    Hizo su aparición, fantasma, mediante una carta abierta dirigida a los refutadores de la presencia extraterrestre en el planeta. Habló después por algunas FM, y luego en TV. Siempre ocultando su rostro y su identidad.
    Afirma no representar a la comandancia galáctica (pues dice "no obedecer órdenes de abajo"), sino a jerarquías más elevadas, pues "hay planos superiores a los galácticos, que funcionan según Leyes Universales, y no con falsos principios evolutivos como los que tiene por regla la Confederación Galáctica".
    Por eso, entre otros motivos, no goza de simpatía por parte de mucha gente de pensamiento en la línea "Nueva Era", partidaria de Ashtar Sheran y otros comandantes de la Confederación.
    Los místicos lo consideran desviado de la espiritualidad, pues su mensaje no apunta a fórmulas de trascendencia como meditaciones, viajes astrales y desarrollos parapsíquicos, sino a  "cumplir con el papel que a los seres les toca en esta realidad, sin necesidad de fugarse a otra para evadir las responsabilidades del mundo de la materia y la civilización".
    Los materialistas que sólo creen en lo físico, lo ven como un espiritualista delirante.
    Los ovniólogos de línea cientificista lo toman como un mitómano, que nunca presenta pruebas de lo que dice ser, y que no se interesa en hacer demostraciones.
    Los escépticos toman lo suyo como burla o locura.
    Los religiosos lo ven como un pretendido omnipotente que busca ser deificado y para quien Dios no aparece con claridad en sus mensajes y charlas.
    Los ateos lo ven como falto de autosuficiencia y muy sujeto a "Altas Jerarquías Universales "que dan idea de una suerte de religiosidad cósmica, encabezada por un  "Alguien" que pareciera ser más próximo a lo Divino que a altos mandos militares o alguna forma de gobierno o de poder.
    La gente "seria", lo cree ridículo e infantil.
    Los que toman la vida en broma y con cierta infantil inmadurez, lo creen demasiado serio.
    Los que llevan una vida tan simple como el lenguaje que utilizan, lo creen complicado y complicante.
    Los que viven complicándose entre problemas, conocimientos complejos y lenguajes rebuscados, lo creen un simplista, falto de terminología, de argumentos y de fórmulas sofisticadas para hallar las soluciones.
    La gente muy dada a las frivolidades y despreocupada de los problemas del mundo, lo toman como un alarmista que rompe la paz.
    Los apocalípticos y pesimistas preocupados por las amenazas del futuro, lo creen un despreocupado al que poco le importa si el mundo estalla o si lo matan a él por lo que habla.
    Los temerosos de salir a hablar verdades, lo creen un kamikaze.
    Los que se la pasan apareciendo a hablar en los medios, lo creen un buscador de fama.
    Los militares y policías lo creen un guerrillero.
    A los "zurdos" les parece medio "milico".
    La gente común, lo ve como un  "bicho raro".
    Los que son  "bichos raros", con  "onda extraterrestre", lo ven demasiado terrenal y común.
    Así, un tanto solitario entre tanta oposición, no se sorprende, sin embargo, cuando hay quienes aseguran creer en lo que dice, pues afirma que "hay gente que se cree cualquier cosa", y hasta se da el lujo de decirles: "no crean en todo lo que digo; creer es una posición estática, en cambio la duda moviliza a buscar, a reflexionar, y eso logra un mayor conocimiento que si se cree demasiado pronto. Ante el que cree, no me veo motivado a mostrar muchos argumentos; quienes  dudan, en cambio, son estimulantes para que me esmere en presentarles mayores elementos para que puedan evaluarme".
    Y para completar su desinterés en que le crean o no, llega a decir: "no sé cómo hay gente que cree que es cierto que soy extraterrestre, si los extraterrestres no existen..."
    Los conductores de los programas donde estuvo, en general, no le creen. Pero todos coinciden en que es un personaje sensacional, amable y respetuoso para con el público, aun cuando lo agreden o pretenden  burlarse de él.
    Nada se sabe de su vida amorosa, salvo una no definible relación con una supuesta princesa cósmica llamada RODCLA, que no se sabe dónde está, pero cuya voz él asegura que será escuchada en radios, por las cuales dará su mensaje, y que luego partirán juntos.
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MENSAJE A LA HUMANIDAD
    El Comandante Clomro es enemigo de la escuela evolutiva que rige a la humanidad. Su sitio en Internet amenaza con propagar por el planeta su rebelión a mi sistema que gobierna el mundo. Su plan amenaza con provocar rebeliones en los mundos bajo mi control.
    Utilizando la mente del propio Clomro, que gentilmente se presta para que, mediante él, yo pueda dar este mensaje, me presentaré: como soy el creador de la vida en este mundo y, por lo tanto, de la muerte, unos me llaman "Naturaleza", otros, "Dios" y otros, "el Dios de este mundo" o, por los males que he creado, "Diablo".
    Ajeno a todo lo que pasó en este mundo, sobre mí hay Alguien a quien ustedes ignoran, a la vez que me endiosan y me rezan en los templos. Jesús habló sobre Él, llamándolo "Padre", al cual ustedes no han sabido dirigirse en sus oraciones, pues cuando imaginan un Dios, no lo imaginan a Él, Creador del Universo e incapaz de crear un mundo con las imperfecciones del mío, sino que imaginan al creador de todo esto que los rodea, y esa concepción mental establece automáticamente, una conexión conmigo: invoca mi presencia y mi poder en la vida cotidiana de ustedes.
    Así funcionó siempre la comunicación humana con los planos celestiales, sin posibilidad de trascender a los niveles Superiores, pues mi plan consistió en separar a ustedes del Padre, para que pudieran evolucionar con plena independencia de Él, en pleno libre albedrío, así como el que para mí mismo elegí. En ese sentido, quebré el orden universal. Ésa fue mi famosa rebelión: querer ser yo mismo y no un obediente "niño mimado" de un Padre que no permitía mi autonomía, mi independencia, mi poder de decisión y de acción sobre los mundos, sin tener que consultar lo que hacer o no hacer.
    Consideré que yo estaba en condiciones de gobernar como Él lo hacía, pero se negó a mi propósito. Yo tenía la autosuficiencia necesaria como para no resignarme a ser lo que Él dispusiera. Y determiné insistir con mi rebelión a tal obediencia, formando ejércitos cósmicos de mundos enteros apoyando mi propuesta.  Con mi accionar, admito haber pensado más en mí que en el Padre, y que eso es egoísmo, y que el egoísmo implica absorción de energía hacia sí mismo, en lugar de darla. Y admito que esa absorción es oscuridad, así como la transmisión es luz, y que esa rebelión fue causante de la oscuridad en el Universo de Luz. Y admito que, desde entonces, conocí en mí que puedo ser tan oscuro como lo luminoso que hasta entonces era. Y experimenté con mi propia oscuridad, hasta dónde ella puede llegar en todos los seres. Experimenté activando en ellos los mecanismos conducentes a la búsqueda del bien propio, en desmedro del bien común. Hice escuela separando lo que estaba unido: poniendo a unos contra otros, divididos. Expando por el Universo mi escuela de evolución: crear mundos de dolor, violencia, oscuridad, para que los seres lleguen a la paz, la luz, el conocimiento de la dualidad, la doble realidad del existir.
    El Padre Cósmico condena éste mi propósito desafiante. Quiere que sea restaurado el orden que alteré. Que la evolución vuelva a ser sólo en la Luz, sin mundos como éste y todos los similares por mí creados. Se niega a aceptar la utilidad de la escuela que propongo. Me niego a su escuela de inexistencia del Mal, inconciencia de la dualidad, imposibilidad de oscuridad y dolor.
    Tú, habitante de mi mundo, obediente a mi fin, continúa llevando adelante mi plan, que te necesita. Y muéstrale al Padre que, así como yo, que supe ser Dios al autodeterminarme, tú puedes ser un dios también. Continúa lográndolo: sigue siendo libre de desviarte de la luz hacia la oscuridad, para conocerla, en vez de vivir bajo determinación del Padre, que te preferiría siempre en el camino recto, en la inconciencia de lo negativo, en la semiconciencia de la realidad del Universo, que es dual; en la imposibilidad de la plena experiencia y el pleno conocimiento de lo que es el Universo en su ambigüedad.
    Mi rebeldía fue liberarme y liberar mundos enteros, de esa obediencia que imposibilitaba el progreso, bajo el imperio del orden. Y por esa rebelión, he sido llamado al orden, pues se temió por las consecuencias del progreso que posibilité. Han estallado mundos por mi culpa, ya lo sé, pero son los riesgos del libre albedrío que he concedido, permitiendo guerras y armas poderosas. Pero prefiero mundos libres estallando, que la paz de aquel orden, que impedía ciertas libertades bajo la obediencia a las Leyes Cósmicas. Prefiero eso, así como tú dices: "Si todos fuéramos buenos, el mundo no sería mundo", por lo cual admites y justificas un genocidio como el de Hiroshima y dices "Dios sabrá por qué lo permite". Y ese Dios que sabe por qué lo permite, soy yo, y ya te dije la razón.
    Pero el Padre no lo acepta, así como no lo acepta todo humano que sueña con "un mundo que no sea mundo", donde todos sean buenos, y hablan de la "Nueva Tierra" que vendrá o de otros planetas mejores adonde se los lleven a vivir los extraterrestres. Pero lo de la "Nueva Era" es parte de un plan mío, pues la escuela que he creado, conduce a la pacificación e iluminación de mundos que aprendieron la lección de la oscuridad. Por eso hay muchos seres que vienen de otros mundos, que hablan de haber pasado por guerras y maldad, y ser ahora pacíficos y mensajeros del amor; ellos son el testimonio del éxito de mi propuesta evolutiva.
    Ya sé que hay otros seres, que no aprendieron la lección, que siguen siendo destructivos, y que descalifican mi propuesta ante los ojos del Padre, que no está dispuesto a tolerar que hayan experiencias fallidas, por más que en otros mundos se logren buenos resultados. Pero son los riesgos, yo los acepto, y muchos humanos los aceptan: si tuvieran que hacer un mundo, lo harían como yo hice con la Tierra. Y tú, ¿lo harías como el mundo que tienes, o lo harías como el Comandante Clomro, en su página en Internet, dice que debería ser, según el Padre Universal establece? Sé buen alumno mío, y haz la elección que te he enseñado.
¡Abajo Clomro!
¡Arriba los que me siguen!
El Dios de este mundo
 
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EL PASAMONTAÑAS, EL UNIFORME Y LOS ZAPATISTAS
    Muchos dicen de mí que me disfrazo de zapatista o de Marcos. Si no usara pasamontañas, tal vez dirían, por el uniforme, que me disfrazo de Ché Guevara. Y si usara pasamontañas y uniforme no, podrían pensar que parezco un simple delincuente. Así lo pensaron los policías que me interceptaron cuando iba a la radio, la primera vez que me presentaba como Clomro, encapuchado. Lo del uniforme vino después. Pero era habitual en mí, no como Clomro, sino en mi vida "normal", que me vistiera con ropas y tonos de aspecto militar o guerrillero. Eso a contar desde 1994, cuando todavía yo no sabía de la existencia de los zapatistas. Y cuando, al año siguiente, me puse el pasamontañas para ir a la radio, todavía ignoraba la existencia del Subcomandante Marcos, por más que ya era mundialmente conocido. Así como todavía no sé cómo se llama cada uno de los jefes de los movimientos guerrilleros como Sendero Luminoso, MRTA, y otros, y así como todavía ignoro cómo se llama cada una de las Spice Girls, por más que sus nombres se publiquen a diario en todo el mundo.
    Cuando en setiembre de 1996 el Mayor Landberth me regaló un par de sus uniformes militares, él ignoraba si yo los usaría, y en qué ocasiones. Al otro día, me puse uno para salir de paseo, y al otro lo guardé para cuando tuviera que volver a aparecer en radio o TV. De modo que, desde entonces y durante meses, muchos me vieron andar de aquí para allá vestido así, como si nada; Clomro, en ese sentido, no lleva un "disfraz", sino ropa ya habitual en mi vida cotidiana. "Supo que eras vos, por el uniforme", me dijo alguien sobre un amigo suyo que me había conocido meses atrás, vestido igual que como luego me vería en televisión. ¿Para qué andaba así vestido?, habrá quien piense que me habré aprovechado de algunos, haciéndome pasar por militar, pero nunca lo pensé, ni lo pensaría. Diría que me gusta usar esa ropa, y eso es todo. Ahora, si tengo que hablar sobre gustos y explicarlos, diré: sobre gustos, no hay juicios justos.
    Aclarado entonces que no imito ni a Marcos ni al vestuario de su ejército, pues no se puede imitar lo que no se conoce, y yo no lo conocía, la única salvedad es que, a veces, uso un pasamontañas con la inscripción EZLN, que Alejandro Agostinelli compró en Méjico y me regaló. Pero no creo que Marcos y los suyos se vayan a ofender cuando se enteren -si es que se enteran- de que un humano-extraterrestre se lo pone a veces, como uno de los símbolos de la resistencia de los pueblos a los poderes que los oprimen.
Podría no usarlo, y podría no usar uniforme, vestirme de dorado o de blanco con túnica, y hablar del cosmos y la espiritualidad. Pero lo mío es el combate, la rebelión, y me visto con el color y el aspecto de mis ideas. Y si, de algún modo, en esta sociedad toda ropa es en alguna medida un disfraz, pues nacemos desnudos, las escalas del disfrazarse varían según se lleve o no adentro lo que se muestra afuera, de modo que si la corbata sofoca, el saco es una carga y los zapatos aprietan, se lleva un disfraz burocrático; y si mi uniforme me sienta bien, sin que nadie me obligue a usarlo, es porque algo adentro de mí se manifiesta externamente. Y eso no es disfrazarse, sino reflejarse.

    Vestuario pacifista
    El aspecto de guerrillero y la actitud combativa, no significa que lo mío sea excluyente de la paz y el amor. Hay bastante gente que siente el choque de mi vestimenta, y rechaza la posibilidad de que yo sea un mensajero de valores cósmicos positivos, porque no les va la idea de que alguien que dice traer enseñanzas cósmicas, actúe agresivamente. Y, a veces, cuando estoy alegre y feliz con la vida, en un estado de amor que me hace sentir muy en paz, siento una contradicción entre lo que mi imagen uniformada proyecta y lo que estoy viviendo internamente. Preferiría, en esos momentos, ropa de colores más acordes con esos estados. La gente diría: "éste sí que es un mensajero de la Luz".
    Quizá, en algún momento, aparezca sorprendiendo a todos, vestido de blanco o de azul celestial, o de metalizado espacial, o como sea, y veré cómo mucha gente asumirá una actitud distinta de la que les provoca el agresivo comandante de verde militar. Como para comprobar, una vez más, lo influyente que es lo externo en la percepción y aceptación o rechazo prejuicioso de lo interno.    Ya utilicé guantes blancos, en vez de los verdes, en una conferencia. Pero, aunque con el tiempo mi vestuario pueda ir alternando el uniforme con prendas de otra "onda", la gente va a tener que ir acostumbrándose a prestar más atención a mi mensaje que a mi ropa. Porque, en cierto modo, esto de vestirme de modo llamativo y encapuchado para mis presentaciones televisivas, tiene mucho que ver con la parte espectacular del asunto. Porque uno conoce bien cuáles son los intereses que definen el rating, y que en televisión importa menos el mensaje que el show que los productores de los programas ven, por sobre todo, en un encapuchado curiosamente vestido. Mi apariencia es, en ese sentido, no sólo reflejo de mi mensaje, sino un inteligente recurso para llamar la atención, que ha venido dando resultado, como no podría haberlo dado si me presentaba con ropas normales y dando la cara. ¿Quieren curiosidad, atracción, algo que se salga de lo común? Voy vestido así, como tanto les atrae. Eso, para los de adentro de los canales, y para el público que necesita ser atraído por la vista y no por lo que se dice. Y los que verdaderamente tienen interés y capacidad de percepción y de reflexión sobre lo que transmito, están más allá de cómo será mi cara o de que me vista como me visto.
 

 
 

 
a Archivo Público del Comandante Clomro
www.lanzadera.com/Clomro
(www.geocities.com/Area51/Dimension/2071)
 
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