Nos narra la Escritura que cuando el rey Salomón pensó
en la edificación del Templo de Jerusalén, el Señor
envió expertos que con gran entusiasmo ponían todo su corazón
en el trabajo, hasta que la obra quedó terminada.
En Betlehem, la Casa del Pan ocurrió exactamente igual. El Señor
suscitó hermanos expertos y generosos que con gran gozo colaboraron
en la reconstrucción de la Capilla, la Casa y el terreno. Fue muy
edificante ver cómo ellos sin escatimar esfuerzos entregaban su
tiempo y su dinero. ¡Nuestro Padre que está en los cielos
les recompensará!
"... y llegar a ver la Ciudad Santa".
Hoy queremos hacer memoria, de una forma muy especial, a uno de nuestros
colaboradores: el Padre Eduardo Yáñez, amigo muy querido
de nuestra Comunidad, sacerdote con gran potencial de santidad, quien siempre
vivió anhelándola y aceptando en todas las circunstancias
de su vida, la voluntad de Dios. El centro de su conversación era:
El Señor, la santidad y el Reino de los cielos. Su predicación
y su vida misma fueron una carta escrita por Dios a través de la
cual nos acercó a muchos al Señor, y nos llevó a anhelar
ese camino.
Desde pequeño, tuvo una experiencia fuerte de Dios a través
de la Renovación Carismática en el Espíritu Santo,
y a la edad de 29 años, el Señor lo bendijo -como él
comentaba- con una enfermedad incurable: "Cáncer Linfático".
Su cuerpo fue muriendo poco a poco y jamás se escuchó una
palabra de queja, de dolor o de rebeldía contra Dios, más
bien vivió la aceptación gozosa de Su voluntad. Su expresión
hasta el último momento fue: "EL SEÑOR ES BUENO,
EL SEÑOR ES BUENO CON SU PUEBLO".
Cuando Padre Lalo supo de Betlehem, la Casa del Pan, se entusiasmó
mucho y nos consiguió el Sagrario en el que Jesús el Pan
de Vida, puso su morada y habitó entre nosotros. Padre Lalo tenía,
además, enormes deseos de venir a Betlehem de Retiro, de encontrarse
con Jesús para alabarle y adorarle... pero su encuentro con Dios
ya no fue aquí en Betlehem, sino en la Betlehem celestial, donde
al entrar, encontró a Jesús con María Su Madre, y
ahora, postrado le adora.
Padre Lalo,
"llegaste a la meta":
¡ FELICIDADES !
Pedimos tu intercesión para que un día todos juntos estemos
viviendo la Promesa que Dios nos hace: "Ver la ciudad Santa, la
Nueva Jerusalén, la Morada de Dios con los hombres, ahí donde
toda lágrima será enjugada, toda hambre será saciada,
toda tristeza transformada en un...
¡ESTALLIDO DE ALABANZA!".
Si desea mayor información de esta comunidad comuníquese
a la siguiente dirección: nabi@geocities.com
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