Página de los Dramaturgos del Perú

La historia del cobarde japonés: obra teatral de César De María, dramaturgo peruano (texto completo)
César De María Lima, 1960

Calle Tejada 341
Miraflores, LIMA 18 PERU
Tf. 242 4140
Ofic. 215 5536
teatroperuano@yahoo.com
Se inicia como autor y director en el grupo "Homero, teatro de grillos" en 1976. Trabajó con diversos grupos más como Telba, Kusi Kusi, Olmo, Quinta Rueda y otros.Gana en 1978 el Premio Nacional de Obras de Corto Reparto convocado por el TUSM y CELCIT PERU. Recibe premios y menciones en concursos de teatro y narración, entre ellos un accésit en el "Tirso de Molina" (1992) y el primer premio del "Hermanos Machado" (1995).

    Obras y año de estreno (en Lima, salvo indicación):
    • La celda (1978)
    • Miedo (1979)
    • Del bolsillo ajeno (1978)
    • Johnny (1979)
    • A ver, un aplauso! (1989)
    • Blusas de maternidad (1989)
    • Escorpiones mirando al cielo (1993)
    • Dos contra dos (1993)
    • Varieté latina (1994)
    • La sirena sobre el iceberg (1995)
    • La caja negra (1996)
    • Dime que tenemos tiempo (1997)
    • El poeta, la mujer y la maleta (1997)
    • Laberinto de Monstruos (1998)
    • La noche antes del combate (1998)
    • Kamikaze! o La historia del cobarde japonés (1999)
    • El cielo está vacío (2000)
    • Dos para el camino (2002)
    • El último barco (2004)


Sobre Kamikaze de César De María.
Kamikaze!-una obra en dos actos y un epílogo, llamada también LA HISTORIA DEL COBARDE JAPONES- nace a partir de los violentos momentos vividos en el Perú durante el auge de la subversión conducida por el grupo Sendero Luminoso. Contada a la manera de Bertolt Brecht -como prueba de admiración por este autor alemán y como demostración de lo valiosa que resulta su dramaturgia- la acción es llevada al Japón, en medio de la Segunda Guerra Mundial. Dos hermanos se enfrentan en ella a muerte. Uno lleva la violencia a extremos inauditos, siempre en nombre de los valores de la patria. El otro reacciona con sensatez y a la vez, con cobardía, negándose a un heroísmo que considera inútil. Sin embargo, es capaz de jugarse la vida por aquellos que más ama: su familia y su mujer.
La obra tiene diversas características tomadas de las piezas brechtianas: el juicio al personaje, los protagonistas duales, las canciones que enlazan escenas, el conflicto personal que se desenvuelve condicionado por el entorno social, etc.
Kamikaze! obtuvo en 1994 el Premio Hermanos Machado del Ayuntamiento de Sevilla, y se estrenó bajo la dirección de Roberto Angeles en Lima, en 1999. A continuación, el texto completo de este drama.

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KAMIKAZE! o

LA HISTORIA DEL COBARDE JAPONES.




Drama en dos actos y un epílogo, de CESAR DE MARIA.




A Ann - Katrin y Telba.
Para que no olvidemos en el Perú las lecciones de nuestra guerra.










"No importa que seas alguien
a quien yo quiero,
no importa que seas alguien
a quien arrullo.
Aún diciéndome tú, ¡hermano!
¡yo te tiraré al río,
yo te empujaré al abismo!"

Huayno cantado por los campesinos de Andahuaylas, durante los enfrentamientos con las autoridades por las tomas de tierras, en 1974. Recopilado por Lino Quintanilla en "Andahuaylas, la lucha por la tierra", Lima, Perú, Mosca Azul, 1981, p. 131.




PERSONAJES:
AKIRA YUKAWA: campesino de 18 años.
SHIGERU YUKAWA: su hermano gemelo. Oficial del ejército.
MAMA CHIYO Y PAPA YUKAWA: padres de ambos.
SUNI: prometida de Akira.
YUKIO Y
OSAMU: amigos de los hermanos.
SOLDADOS Y CAMPESINOS JAPONESES.
EL INSTRUCTOR MILITAR.
EL EMPERADOR.
EL SOLDADO NORTEAMERICANO.
LOS TRES VIEJOS CORONELES.
EL ABOGADO.
EL TELEGRAFISTA.
EL COJO.
EL JUEZ.
EL OFICIAL LECTOR.
AVIADORES.
POBLADORES DE UNA VILLA A ORILLAS DEL MAR, CON NIÑOS, ANCIANOS Y MUJERES.
EN EL JAPON, DURANTE 1943. EN EL PUEBLO CAMPESINO DE SENDASHI Y EN OTROS LUGARES DEL FRENTE DE GUERRA.



PRIMER ACTO

ACCION EN EL PUEBLO DE SENDASHI, EN EL JAPON, AL COMENZAR EL AÑO 1943. LO HABITAN CAMPESINOS Y PEQUEÑOS HACENDADOS.
I : EN UN MONTE FRENTE AL PUEBLO, OSAMU Y YUKIO LLAMAN A SU AMIGO AKIRA, QUE JUEGA A UN LADO CON UNA RAMA.
OSAMU: ¡Akira, Akira, el desfile!
YUKIO: ¡Ya llegaron! ¡Ven a ver!

AMBOS CORREN FELICES SEGUIDOS POR AKIRA. SE DETIENEN SOBRE UN MONTICULO Y DESDE EL MIRAN ASOMBRADOS A LA PLATEA.
YUKIO: Mira, ¡los hombres bomba!
OSAMU: ¡Mira, los que matan con gas!
YUKIO: ¡Mira, cañones de fuego! (APLAUDEN ALEGRES. AKIRA SOLO OBSERVA. MIRAN HACIA ARRIBA TODOS AL OIR PASAR AVIONES)
OSAMU: Tu hermano dice que todos los aviones juntos forman una flecha, ¿la ves? Y él es el que mata. (EXTASIADO) Tu hermano es la punta de la flecha.
YUKIO: ¡Tatatatá! (JUEGA A DISPARAR Y BAJA CORRIENDO POR EL MONTE. OSAMU LO SIGUE, IMITANDOLO. AKIRA TODAVIA MIRA AL CIELO)
OSAMU: ¡Yo soy más hombre que tú! (A YUKIO) ¡Yo puedo pisarme las manos! (LO HACE Y YUKIO LO IMITA)
YUKIO: ¡Yo también!
OSAMU: ¡Yo puedo azotarme con esta rama! (SE AZOTA)
YUKIO: ¡Yo también! (LO IMITA)
OSAMU: ¡Yo puedo golpearme la nariz con esta piedra! (SE GOLPEA EL ROSTRO HASTA SANGRAR. YUKIO LO IMITA DEBILMENTE) ¡Yo soy más valiente que tú! (VUELVEN A MIRAR EL PASO DE LOS AVIONES) ¡Akira!
AKIRA: ¿Qué?
OSAMU: ¡Yo voy a ser como tu hermano!
YUKIO: Yo voy a ser... ¡como tú, Osamu! (LO ABRAZA)
OSAMU: ¿Y tú, Akira? ¿Como quién vas a ser?
YUKIO: ¿Quieres ser como tu hermano? (SILENCIO. MIRAN AL CIELO)
AKIRA: No.
TRANSICION.



II : UN ACTOR CANTA DIRIGIENDOSE A LA PLATEA:
¿Sabes a quién llamar hermano?
¿Conoces la razón de lo que ves?
¿En qué se diferencian negro y blanco?
Escucha las respuestas del cobarde japonés.
En este cuento hay verdades y mentiras.
Son gemelas, y si quieres distinguirlas
es mejor que lo entiendas al revés.
Esta es la historia del cobarde japonés.

III : EN UNA CALLE DEL PUEBLO, UN GRUPO DE SOLDADOS CARGAN SACOS EN UN CAMION. TRES CAMPESINOS PROTESTAN.
CAMPESINO I: ¿Por qué vienen a llevarse lo nuestro? ¡Vayan a otro pueblo!
CAMPESINO II: ¡Para eso hicieron desfile militar, para asustarnos!
CAMPESINA: ¡Quítenle la comida a los chinos!
CAMPESINO II: ¡La guerra no es acá! (LOS SOLDADOS NO PARAN Y CARGAN)
OFICIAL I: Tenemos un regalo para ustedes. (LES ENTREGA CAJAS)
CAMPESINA: ¿Qué hay acá? Seguramente es papel. ¿Para qué queremos papel? Nosotros no usamos billetes ni hacemos comercio. ¡Y tampoco leemos su propaganda! (OTROS YA ABRIERON SUS CAJAS Y MIRAN DENTRO)
CAMPESINO II: ¡Cállate, no es papel! ¡Vámonos! (SALEN)
OFICIAL I: ¿Contentos, no? (RIE. SUNI HA VISTO LA ESCENA Y EL OFICIAL GRITA)¿Oye, qué haces paseando? ¿No ves que la calle está llena de soldados?
SOLDADO: (CARGA UN COSTAL) ¿Sabes qué cosa es un soldado? ¡Un hombre que tiene desnuda y fría la bayoneta! (RIE. ELLA CORRE Y OTRO SE LE CRUZA)
SOLDADO II: Oye chiquilla, tengo una herida. ¿Sabes coser? (SUNI ASIENTE) ¡Ven, cóseme esta llaga! (VA A QUITARSE EL PANTALON Y EL OFICIAL LO PATEA)
OFICIAL: ¡Respete a esa mujer! (A SUNI) ¡Y usted, váyase de aquí!
SUNI: Pero este es mi pueblo...
OFICIAL: ¿Y no tiene usted casa? ¡Vaya a cocinar!

LA ESPANTA MIENTRAS TODOS RIEN. ELLA CORRE Y ENTRA EN LA CASITA DE LA FAMILIA YUKAWA. MAMA CHIYO LA RECIBE EN LA ENTRADA. VEN PROTESTAR A OTROS CAMPESINOS FUERA
CAMPESINA: ¿Por qué se llevan nuestro arroz, acaso somos el enemigo?
ANCIANO: ¡Maten de hambre a otros, no a los de su país!
OFICIAL: ¡No protestes, viejo, es sólo un poco de arroz! ¡Llévate una caja y déjanos cargar!
CAMPESINA: (ESPIA EN UNA CAJA) ¡Miren! ¡Esta es mía!
VIEJO: (ESPIA EN OTRA) ¡Y ésta para mí! (SALEN LLEVANDOSELAS)
SUNI: ¡Llegaron las tropas, mamá Chiyo, los soldados! ¿No va a convidarles pan?
PAPA: ¡No grites, niña, que no sepan que tenemos pan! Se están llevando todo, ¡¿crees que han venido solo a desfilar?!
SUNI: Tienen uniformes con botones de oro y cintas de plata.
MAMA: Si los botones fueran de oro y las cintas de plata, no nos quitarían el arroz a los pobres campesinos.
PAPA: Justamente por eso nos lo quitan, ¿con qué crees que pagan cintas y botones, ah? ¡Para eso estamos nosotros, que todo lo damos por el Emperador! (RIE CON MUECA FORZADA)
SUNI: Cuando llegaron los aviones, vi la mano de un dios escribiendo con humo blanco un nombre en el cielo.
MAMA: Que no sea el de ninguno de mis hijos.
PAPA: ¿Para eso hemos invadido China? ¿Para que no podamos ni siquiera quitarles el arroz?
SUNI: Los hombres con uniforme se ven todos iguales: grandes, fuertes, decididos.
PAPA: Sí, ¿pero decididos a qué?
SHIGERU: (ENTRA) No hable así, papá.
MAMA: ¡Shigeru! (SALE A LA COCINA)
PAPA: ¡Shigeru, mi hijo Shigeru! ¡Llamen a Akira, quiero verlos juntos!
SHIGERU: Despacio, papá, me quedo hasta mañana.
PAPA: No conoces el refrán, hijito: "cuando aparece la palabra guerra, desaparece la palabra mañana". (RIEN ) ¡¡Akiraa!! Se te ve tan grande. Ahora debes gritar más. Pegar más. Trabajar más.
MAMA: Y comer más. (VUELVE DE LA COCINA CON UN PLATO) Siéntate.
SHIGERU: Mamá. (LE BESA LAS SIENES) ¿Han pasado dos años, o más?
PAPA: Come, come rápido o las tropas se llevan tu plato. (RIE)
SHIGERU: No se queje. Si no colaboran con el ejército, ¿qué van a comer mis hombres?
PAPA: Bueno, pero si colaboramos mucho, ¿qué va a comer mi familia? (RIE)
SHIGERU: Peor sería que los demonios rubios nos invadieran, papá. (SERIO) ¿Sabe lo que pasaría si se metieran en nuestro país?
PAPA: ¡Claro que lo sé! ¡Vendrían a llevarse nuestra cosecha de arroz! (BURLON) ¡Son muy malos! (RIE) ¡Además, nos obligarían a servirles sopa!
SHIGERU: (COME Y REPARA SUBITAMENTE EN SUNI) ¡Suni! ¡Eres Suni!
PAPA: Claro que es Suni. Y no es sólo eso: también es la prometida de Akira. (SHIGERU LO FULMINA CON LA MIRADA)
SHIGERU: Esas cosas prefiero que me las cuente ella. (DE PIE) Suni. (LA MIRA EN SILENCIO) ¿Recuerdas cuando jugábamos los tres? Tú me confundías con mi gemelo.
SUNI: Sí me acuerdo. Es que Akira y tú eran... son... eran muy parecidos.
SHIGERU: De repente te equivocas y acabas siendo mi esposa. (ELLA SONRIE) Siéntate conmigo. Acompáñame a comer.
SUNI: Ya comí, gracias.
SHIGERU: Déjame que te invite, ven. (A SU MADRE, CON GESTO MILITAR) Otro plato de sopa. (MAMA SALE POR EL PLATO)
PAPA: ¿Los dejo comer en paz? Mejor voy afuera a ver cómo se llevan mi arroz los soldados. (RIE) Me consolaré pensando que te lo vas a comer tú.
SHIGERU: Tú no sabes cómo es la guerra.
PAPA: Pero sí sé cómo comes. (SALE DIVERTIDO. SHIGERU COME Y SUNI LO MIRA EN SILENCIO)
SUNI: (DE IMPROVISO) ¿Has visto algún dios?
SHIGERU: ¿Cómo?
SUNI: En el cielo, cuando vuelas. ¿No has visto a ningún dios? (SILENCIO) ¿No quieres hablar de eso?
SHIGERU: (RIE) Háblame de ti, Suni. ¿Seguiste en la escuela?
SUNI: Hasta donde debe seguir una mujer. Aunque dicen que en Tokio se pueden estudiar dos años más.
SHIGERU: Cuando ganemos la guerra, no tendrán que estudiar jamás. Podrán estar en paz en sus casas, criar a sus hijos, tener sirvientes, dinero. No hará falta ni siquiera aprender a leer. (PAUSA) ¿Y es verdad lo que dijo papá?
SUNI: ¿Qué dijo?
SHIGERU: Que te has comprometido con Akira.
SUNI: Sí. ¿Y es verdad que vamos a ganar la guerra?
SHIGERU: Sin ninguna duda, Suni.
SUNI: ¿Cuándo?
SHIGERU: La guerra va a ser larga. Pero para las grandes tareas, el tiempo es más largo todavía. (ELLA LO MIRA SIN ENTENDER) ¿No me entiendes?
SUNI: No te preocupes, estoy acostumbrada. Siempre hablaste así.
SHIGERU: Y tú nunca entendiste nada. A veces, en los combates, recuerdo tu rostro y tu voz preguntando las cosas más extrañas. ¿Y para qué? Para oir mi respuesta sin entender nada. Y yo pensaba: ¿por qué pregunta si no puede entender? (RIE)
SUNI: Mi madre decía que los ignorantes somos los más curiosos.
MAMA: (SIRVE) Come, Suni. Comer con un soldado es un honor.
SUNI: Gracias.
MAMA: Akira no debe tardar. Subió al cerro con los dos chicos. Juegan a todo lo que se les ocurre. A ellos los entiendo, tienen 16 años. Pero Akira es un hombre de 18...
SHIGERU: Y vamos a cumplir 19, mamá. Ya no somos niños, ¿verdad, Suni?
AKIRA: (GRITA AFUERA) ¿Por qué dejan que se lleven todo? ¡Papá! (ENTRA) ¿Por qué no dejan nada para nosotros?
MAMA: Akira, no grites. Tu hermano ha vuelto.
AKIRA: Shigeru.
SHIGERU: Akira. (SE ABRAZAN) Estás delgado. Siempre delgado.
AKIRA: Así somos todos acá. Hay mucho trabajo.
SHIGERU: Míranos, Suni. (ABRAZA A SU HERMANO) ¿Todavía nos confundes?
MAMA: Yo siempre supe cuál es cuál. (LOS HERMANOS RIEN)
SHIGERU: Cómo no, mamá, siempre lo supiste. ¿Recuerdas cuando yo me sentaba primero a comer, antes que llegue Akira?
MAMA: Nunca estaban juntos en la mesa.
AKIRA: Es que era él, que llegaba dos veces. (A SUNI) Se cambiaba de ropa, volvía a entrar y le servían mi almuerzo.
MAMA: Eso no es verdad. Yo sabía cuál era cuál.
SHIGERU: ¿Y el día que incendié el pajar?
MAMA: Eras un demonio, ¡ese castigo me dio vergüenza! (A SUNI) Lo encerré dos días en el granero, para que aprenda.
AKIRA: Me encerraste a mí, mamá.
MAMA: No, fue a tu hermano. Lo atrapé con la misma camisa que tenía puesta cuando lo encontré mirando el fuego.
AKIRA: Me hizo cambiarle la camisa. Me dio un trompo para que aceptara cambiar de ropa con él.
MAMA: (DIVERTIDA) ¡Qué barbaridad!
SUNI: Yo sí los confundo. Mejor dicho, los confundía.
SHIGERU: Sí, recuerdo el primer beso entre ustedes, en el paseo al Volcán Muerto.
MAMA: ¿Qué historias son esas?
AKIRA: (EXTRAÑADO) Yo nunca subí al Volcán Muerto.
MAMA: (A SUNI) Le tiene miedo a la altura.
SHIGERU: Yo sí subí. (TODOS ENTIENDEN. AKIRA, EN BROMA, LE PEGA)
AKIRA: Eres un ladrón, un... (JUEGAN AL BOX Y SHIGERU LO DERRIBA)
MAMA Y SUNI: ¡Cuidado! (RIEN. SHIGERU AYUDA A AKIRA A PARARSE)
SHIGERU: ¡Discúlpame!
MAMA: Siempre fue así. Siempre uno parado y el otro en el suelo. Uno riendo y el otro sangrando. Y si por casualidad los confundía, cosa que casi nunca pasaba, yo sabía cómo distinguirlos: este pantalón es para el herido, este otro para el contento. Este plato es para el que sonríe, éste es para el que llora. Trucos de madre.
AKIRA: ¿Por qué se llevan nuestra cosecha, Shigeru?
SHIGERU: La solidaridad es el sustento de la lucha, y el pueblo se debe a su milicia.
AKIRA: No hables así, nadie te entiende. (RIE)
SHIGERU: No me hace gracia que reaccionen así cuando les pedimos apoyo.
AKIRA: ¿Pedir? ¿Quién ha pedido? Ustedes han tomado sin pedir.
SHIGERU: La guerra es difícil, hermano. Hacen falta víveres. Tela para nuestras ropas. Hierro para nuestras armas. Y ya comienzan a escasear los hombres, por lo que veo. Has tenido suerte, Suni, de encontrar uno en plena guerra.
AKIRA: O sea que ya lo sabes.
SHIGERU: (APARTE, A EL) Con lo que me gustaba. Y me dices ladrón a mí.
VUELVEN A JUGAR A GOLPEARSE. SHIGERU VUELVE A DERRIBARLO
MAMA: No juegues así, siempre Akira acaba en el suelo.
SHIGERU: No nos hable en ese tono, mamá. Ya no somos niños. Ya he visto demasiado fuego para asustarme con una voz de mujer. Ya he matado también. (TODOS CALLAN Y SU PRESUNCION. SUENA UNA SALVA DE COHETES Y SHIGERU DESENFUNDA)
AKIRA: No son balas, guarda eso. Son los niños del pueblo, están felices y celebran la llegada de ustedes.
MAMA: Las mujeres también.
SUNI: Pero los viejos protestan. Como si vieran algo que los demás no vemos. Así como los perros. Leen en el aire como en un papel.
SHIGERU: Los viejos no me interesan, esta es hora de jóvenes y de futuro, de hombres y patriotas. Los viejos ya no cuidan la vida. Son lo que son y tienen un pie en la tumba.
MAMA: Un pie en la tumba. En eso nos parecemos los viejos a los soldados.
SHIGERU: ¡Sin tristeza, mamá! ¿No va a darnos de beber?
MAMA: ¿Ustedes beben?
SHIGERU: ¿Acaso nos vemos como niños de teta?
MAMA: Ustedes. Quién lo hubiera creído. ¿Pero a los soldados no les prohiben...?
SHIGERU: Yo soy un oficial, mamá, hago lo que quiero, ¿entiende usted? (ABRAZA JUGUETON A SUNI) ¿O te parezco un chiquillo, Suni?
MAMA: Pero nosotros no tenemos licor.
SHIGERU: (LA MIRA CON ODIO) No tienes que temblar cuando me dices eso. No eres un soldado. Eres mi madre.
MAMA: Es que te veo tan hombre que me parece imposible haberte parido.
AKIRA: ¿Ya estamos viejos, verdad? Y yo soy un minuto más viejo que tú.
SHIGERU: Eso es lo que dices. (RIE) Pero mamá no se acuerda. (RIEN) ¡Lo importante es que ya no somos niños, sino hombres! ¡Vamos a beber como hombres!
MAMA: Akira no sabe beber. Y ya te dije que no hay...
SHIGERU: Aprenderás conmigo, hermanito. La vida me ha enseñado un montón de cosas. ¿Dónde están tus amigos? Vamos a emborracharnos antes que oscurezca.
PAPA: (VUELVE) ¿Qué pasa? ¡Gran ejército el tuyo! ¡Los soldados están bebiendo con todos! ¡Los que protestaban por el arroz, ahora protestan porque falta licor! ¡He visto borracho al pueblo entero!
MAMA: Es que han vuelto nuestros hijos, el Emperador nos ha concedido esa gracia, ¡bendito sea!
SHIGERU: ¡Botellas, botellas, de adentro salen las almas de los hombres que ya no están, pero se quieren seguir divirtiendo! ¡Eso es lo que traigo para todos! (DESTAPA UNA CAJA LLENA DE BOTELLAS)
PAPA: No le des mucho a Akira. Se pone como los faisanes que uno emborracha antes de cortarles el pescuezo. (RIE)
SHIGERU: ¡A celebrar, mis soldados tienen permiso de alegrarse con ustedes! ¡Si les quitamos el grano, por lo menos brindaremos! ¡Salud, Suni! ¡Salud, papá!
SUNI: (A MAMA) ¿Es un hombre muy alegre, no?
MAMA: Es un hombre, hija. Con eso basta. (RIEN)
SHIGERU: ¡Vamos, vamos a la plaza!
AKIRA: ¡Mis amigos están en el monte!

SHIGERU: ¡Al monte entonces, a emborracharnos hasta que en vez de nubes, veamos dragones! ¿Ya no somos niños, verdad, Suni?
SUNI: Ya no. Creo que no. (LOS HERMANOS SALEN ABRAZADOS)
PAPA: (MIRANDO AFUERA) Increíble. Todo el pueblo borracho. Como los faisanes.
TRANSICION.

IV : DE NOCHE, EN EL MONTE. LOS DOS HERMANOS, YUKIO Y OSAMU, BEBIENDO.
SHIGERU: Y estaban justo delante de mí, y yo tenía una granada pero ellos no lo sabían. Y de pronto vi a mis pies un agujero y pensé: "¡Un pozo!" ¡Los dioses lo pusieron allí para salvarme!
OSAMU: ¿Y tiraste la granada?
SHIGERU: ¡Lo hice! Me arrojé al pozo, y cuando estalló, sentí que la tierra temblaba y me abrazaba...¡ y me quedé allí, atrapado en el hueco! ¡No podía salir!
AKIRA: ¡No sigas! ¡Yo he soñado eso! Estaba en un pozo y la tierra me apretaba cabeza abajo, sin luz, oliendo mi propia tumba... ¡no sigas! (TIEMBLA)
YUKIO: ¡No tiembles, Akira, lo tuyo era sólo un sueño!
SHIGERU: ¡Pero lo mío fue real! ¡Yo estuve allí! ¿Qué hiciste en el sueño?
AKIRA: Creo que acepté morir. Grité horas eternas y me resigné a quedar enterrado con los pies apuntando al cielo. (TODOS RIEN)
SHIGERU: Yo no. Me ondulé como un gusano. Apretaba los músculos y luego hacía subir mi cuerpo, y así pude sacar las manos. Después ya todo fue fácil.
AKIRA: A mí no se me ocurrió.
SHIGERU: Es que estabas dormido. Cuando uno sueña deja que le ocurran las peores cosas: como sabe que todo es imaginación...
YUKIO: Pero en la vida real, uno es otro.
SHIGERU: Cierto. En la vida real, uno es otro. Uno es muchas personas. Es hijo, soldado, hermano, amante, ladrón. Uno es todas las personas. Tiene que serlo.
AKIRA: Eso es una locura. Parece una de las cosas que dice Suni.
YUKIO: La pobre Suni habla así desde que murió su madre. La soledad le dicta cosas al oído. (SILENCIO)
SHIGERU: (BRINDA) ¡Por el Emperador!
OSAMU: ¡Por el Japón!
YUKIO: ¡Por la guerra! (BEBEN)
SHIGERU: Vamos a ganar. Vamos a desfilar por las ciudades más importantes de los demonios. En Washington, al otro lado del mundo, nuestra bandera de guerra va a apuñalar el cielo de los malditos. Y en Londres, que siempre fue nuestra porque queda en una isla, ¡y los japoneses somos los dueños del mar!
YUKIO: (FELIZ) ¡Yo quiero estar allí!
OSAMU: ¡Yo también, Shigeru! Quiero volar por encima de los enemigos, quiero verlos abajo cuando pase mi avión, sus caras de espanto, su dedo señalándome y sus bocas diciendo: "¡está soltando una bomba, nos mata, nos mata!" (RIEN)
YUKIO: Yo quiero llegar por el mar. ¡Quiero ser un monstruo de las profundidades, un dragón que brote para escupir fuego sobre sus caras!
OSAMU: (A YUKIO) ¡Es que tú eres de agua, y yo de aire!
YUKIO: ¿Y tú, Shigeru?
SHIGERU: ¿Yo? (PIENSA) Yo soy de fuego.
OSAMU: Entonces tú, Akira, eres de tierra.
YUKIO: No quedan más elementos.
OSAMU: Imagínate, Akira, ¡nosotros con uniformes como el de tu hermano, llevando una bandera, un revólver, un hachimaki atado en la cabeza con mi promesa de morir por el Emperador! (JUEGAN A DESFILAR).
SHIGERU: (ALEGRE DE VERLOS ENTUSIASTAS)¿ Así son todos los chicos acá?
AKIRA: Yo no.
SHIGERU: Cuando fuimos a enrolarnos, tú dudaste. Pero ahora ha pasado el tiempo, hermano... tal vez...
AKIRA: No sé.
SHIGERU: Estamos en guerra. ¿Sabes lo que es eso para todos?
AKIRA: Sí: miedo. Desolación. Muerte.
SHIGERU: Es más que eso, es la necesidad de sobrevivir todos juntos. Cada uno debe dar algo de lo suyo, hacer algo por su país. Dime, ¿qué vas a hacer tú por tu país? ¿No quieres probarte un uniforme? Esta guerra es por nuestro Emperador, ¿tú sabes quién es ese señor, no?
AKIRA: (DE MEMORIA) El Hijo del Cielo y el Organo de los Dioses para sentir y dominar la Tierra.
SHIGERU: Nuestra guerra es inspirada por los dioses, ¿entiendes?
OSAMU: ¡Sí! ¡Eso salió en un periódico! (DESDOBLA UN RECORTE) Oigan: "Por muy perverso que haya sido un súbdito japonés, una vez ocupado su puesto en el campo de batalla, todos sus pecados quedan expiados y se convierten en nada. Las guerras del Japón se hacen en nombre del Emperador y por consiguiente son guerras santas." Y más abajo dice: "¡Los que han consumado una muerte trágica en combate, sean buenos o malos, quedan santificados!." (SE MIRAN EN SILENCIO. SE OYEN GRILLOS)
YUKIO: A mí no me dejaron enrolarme. Dijeron que era muy joven.
OSAMU: A mí mi padre me lo prohibió. Como el padre de Katsumi. Y el de Hiroshi.
SHIGERU: ¿Y tú, Akira? ¿No es cierto que te sentirías bien con esta ropa?
AKIRA: ¿Cómo?
SHIGERU: Repite ante tus amigos lo que acabas de decir. (MIENTE)
YUKIO: ¡Las mujeres te miran más, Akira!
OSAMU: ¡A Suni le van a brillar los ojos! (AKIRA SONRIE)
YUKIO: Yo leí en un libro: las mujeres van al uniforme como las abejas a la miel.
OSAMU: Será a las flores, no a la miel.
YUKIO: El libro decía "a la miel". ¿Quieres pelear?
OSAMU: ¡Ven acá! (PELEAN JUGANDO)
SHIGERU: (APARTE) ¿Cuántos jóvenes hay en nuestro pueblo? Listos para combatir, unos 200. Amarrados por sus padres ignorantes y egoístas. Seguramente todos estos chicos quieren combatir, ¿verdad, gemelo? ¿O son como tú?
AKIRA: No me trates como a un cobarde. Yo tengo una mujer y tú no. Mi padre ya anticipó que yo administraré la hacienda, y de eso vive toda la familia. Por eso me quedo.
SHIGERU: Todo puede esperar, primero hay que ganar la guerra. Para que tu hacienda siga siendo tuya. Para que tu mujer siga siendo tu mujer. Para que sigan vivos tus amigos. Y tu hermano. (SE MIRAN. AKIRA LO ABRAZA ENTRISTECIDO) Mírame a los ojos. Yo sé lo que quieres.
AKIRA: Quiero estar contigo, porque veo en mis sueños las balas que vuelan hacia ti. Siento tus heridas. Oigo los gritos de los que mueren a tu lado.
SHIGERU: Yo sueño también, pero con otras cosas. En medio de una misión, duermo y veo otra vez el campo. La sonrisa de Suni. Su voz diciendo que me quiere. Obviamente, sueño lo que vives tú, y viceversa.
AKIRA: Vamos, Shigeru: llévame a la guerra. No debe ser peor de lo que pienso.
SHIGERU: Ten paciencia. Mira a los chicos.
AKIRA: Están borrachos.
SHIGERU: Así peleábamos tú y yo.
AKIRA: Tú siempre ganabas.
SHIGERU: ¿No has bebido, verdad?
AKIRA: Tomo poco. Tú sabes.
SHIGERU: Y yo, en cambio... tres botellas y como si nada. ¡Como un motor bebiendo gasolina! (RIEN) Todo el pueblo está borracho.
AKIRA: Todos.
SHIGERU: Son... las tres en punto. A esta hora salíamos a pescar anguilas.
AKIRA: (MIRA ASUSTADO AL HORIZONTE) ¿Y esas luces? ¿Las ves? ¡Allá, se prendieron en esa quebrada!
SHIGERU: Son mis camiones, Akira. Las tres en punto. Hora de pescar anguilas. (SOPLA UN SILBATO ATRONADOR)

V: SUNI DUERME EN UNA HABITACION. A SU ALREDEDOR DANZA UN GRUPO DE BAILARINES LLEVANDO LUCES DE BENGALA. SON SU SUEÑO: ESCRIBEN IDEOGRAMAS EN EL AIRE, CON LAS LUCES, Y DIBUJAN ESCENAS QUE ELLA NO COMPRENDE. SOPLAN SILBATOS, RUGEN, LA ASUSTAN.
SUNI: (DESPIERTA) ¡Mamá!¡ Mamá!
MAMA CHIYO: ¿Qué pasa? (EL SUEÑO CONTINUA, MAMA CHIYO NO LO VE)
SUNI: ¡Otro mal sueño! ¡Dibujan en el aire! ¡Dicen que viene la muerte a visitarnos! ¡Hombres como nosotros, con fuego en la mano, con colmillos en la cintura, mamá! (LA MIRA) ¡Usted no es mi madre!
MAMA: ¡Soy mamá Chiyo!
SUNI: Sáquelos de aquí, mamá Chiyo... ¡le temo al fuego!
MAMA: ¡Ya no están, son un sueño!
SUNI: ¡Pero los veo! ¡Escriben nombres en el aire con una bengala! Me dicen que la muerte ha besado en la frente a todos nuestros hombres, mamá Chiyo... No quiero dormir. No me obligue a echarme. No quiero cerrar los ojos. Eso fue lo último que hizo mi madre. Debe sufrir mucho con lo que ve.
MAMA: No puedes quedarte despierta eternamente.
SUNI: Hace mucho soñé que habría guerra. Pasaron dos años y ocurrió. Ayer soñé que los hermanos se reunían: la imagen se realizó hoy. Cada vez se cumplen más rápido. Algún día soñaré con cosas que no son del futuro, sino del mismísimo presente. Y luego soñaré con el pasado, y todo volverá a la normalidad, ¿verdad mamá?
MAMA: Todo es normal ahora.
SUNI: ¿Y ese silbato? ¿Y esas luces? (SE VEN LUCES TRAS LAS CORTINAS, DE VEHICULOS. SE OYEN SILBATOS FUERA.)
MAMA: Son parte de tu sueño.
SUNI: ¿Pero usted no los percibe? (MAMA ATIENDE)
MAMA: Sí. Oigo. Veo. Tu sueño debe ser atroz
LOS BAILARINES SALEN. EL BARULLO AUMENTA: CARROS DE GUERRA,TIROS AL AIRE, GRITOS DE SOLDADOS Y DE GENTE QUE LOS ENFRENTA.
TRANSICION.

VI: NUEVAMENTE, EL MONTE: AKIRA Y SHIGERU MIRAN LO QUE SUCEDE. LOS OTROS DOS JOVENES DUERMEN EBRIOS.
AKIRA: ¿Qué pasa?
SHIGERU: Ya te dije que nos hacen falta telas, comida, metal, ¡pero sobre todo hombres! (HACIA AFUERA) ¡Allá, en el trigal!
AKIRA: ¿Pero qué hacen con la gente?
SHIGERU: ¡Nos la llevamos, Akira, el imperio viene por lo que le pertenece!
AKIRA: ¡Están golpeando a las mujeres! (GRITOS. LLANTO)
SHIGERU: Las viejas no entienden de estas cosas. Rezan a nuestros dioses, pero no obedecen sus órdenes. ¡Vamos a pelear, Akira, no te asustes! ¡Vamos a hacer que nos respete el mundo! (PASAN SOLDADOS CARGANDO HOMBRES COMO FARDOS. ALGUNO QUIERE OPONERSE PERO LA BORRACHERA NO LO DEJA) ¡Si perdemos nos quedaremos sin casa, sin familia, no podremos ni siquiera hablar en japonés! ¿En qué idioma sueñas, Akira? No te asustes. Vamos a defender lo nuestro. Yo no quiero quedarme sin pueblo. (HACE UNA SEÑAL A LO LEJOS)
AKIRA: Pero... ¡van a quemar las casas, Shigeru!
SHIGERU: No te asustes, eso es lo primero que se aprende en el ejército: a perder el miedo. Tácticas, Akira, tácticas. (SEÑALA A LOS DORMIDOS) Ayúdame a cargarlos.
AKIRA: Pero papá me necesita... ¿vamos a partir hoy mismo?
SHIGERU: La cosa no es lo que puedes hacer por tu padre, sino por tu país. ¿Qué vas a hacer por tu país?
AKIRA: (ATEMORIZADO) Escucha... mujeres que gritan... (SUNI CORRE HACIA ELLOS. NO LA VEN. DOS SOLDADOS LA DETIENEN Y SE LA LLEVAN TRAS UN MURO, MIENTRAS EMPIEZAN A DESNUDARLA)
SHIGERU: No atiendas. El valor también es eso, hermano: un poco de ceguera. De sordera. Hasta de estupidez. ¿No estás dudando, o sí?
AKIRA: Papá no podrá solo. Y no va a perdonarte el incendio.
SHIGERU: Los soldados ganan bien. Esa plata vendrá al pueblo y harán casas mejores que esas pocilgas: dinero y progreso, eso trae el ejército. Y si morimos, ganarán más. Pagan muy bien por un deudo muerto en guerra.
AKIRA: Pero... no sólo es el dinero...
SHIGERU: Cuando tu mujer vea el uniforme, querrás venir a la guerra con más ganas que ahora.
AKIRA: ¿Tú crees?
SHIGERU: A las mujeres, los hombres les gustamos desnudos. Pero si estamos vestidos, prefieren la ropa de este color. (TIRAN A LOS CHICOS EN UN CAMION)
PAPA: (ENTRA ENOJADO) ¿Qué haces? ¿Estás loco? ¿Por qué te llevas a la gente? ¿Por qué quemas las casas?
AKIRA: No grites, papá.
PAPA: ¿No ves lo que están haciendo? ¿No te basta con robarte el arroz?
SHIGERU: ¡No me faltes el respeto!
PAPA: ¡Esto es Japón, no es China! ¡No puedes dejarnos sin casas!
SHIGERU: ¡Pues justamente se trata del destino del Japón!
PAPA: ¡Tú vienes a robarnos y me hablas del destino!
SHIGERU: ¡Yo defiendo a la patria y tú me hablas de arroz!
PAPA: ¡Nuestros hijos, nuestros hijos! ¡Llévate la tierra si puedes, pero no a los que la trabajan! ¿A él te lo robas también? (POR AKIRA)
SHIGERU: El tomó su propia decisión.
PAPA: (A GRITOS) ¡Para eso trajiste licor! ¡Para eso nos hiciste beber!
AKIRA: Papá, cálmate, dile a Suni que volveré... que vendré uniformado. Ella me verá y me querrá, los botones la alegrarán, ella es una niña y yo seré su juguete. Cuídala, papá... (PAPA MIRA AL SUELO CON IMPOTENCIA)
PAPA: A ella puedo cuidarla... pero... ¿quién los cuida a ustedes? ¿En qué se están convirtiendo? ¡Van a tener que cuidarse de ustedes mismos! ¡No quemes tu pueblo, Shigeru! ¡No incendies tu propia casa!
SHIGERU: Tengo que hacerlo, así los hombres que me llevo no tienen a dónde volver. ¿Ya quieres irte, Akira? No tiembles. Ponte de espaldas al fuego.

TRANSICION. EL FUEGO ILUMINA EL ESCENARIO.

VII: UNA ACTRIZ CANTA.
El día que llegaron a mi pueblo
se llevaron a los hombres. Mataron
a los zurdos. Violaron a las niñas
y mi casa se fue al cielo, convertida
en una sábana negra. El día que vinieron
conocimos el color de nuestros huesos
y el olor de la carne cuando grita. Ese día
fue de noche; luciérnagas de fuego
salieron de sus manos para cortarnos en flecos
y sus orugas de acero aplastaron el arrozal.
Pronto yo conoceré sus rostros, sus nombres,
sus casas. Le pondré una mecha a mi esqueleto
y escondido entre sus rosas, esperaré la noche,
les devolveré su maldad y me devolverán
mis gritos. Y juntos recordaremos, sin perdón
el día que llegaron a mi pueblo.

VIII: A OSCURAS, UN INSTRUCTOR MILITAR GRITA EN UN PATIO A SUS ALUMNOS. LA LUZ SE ENCENDERA A MITAD DE SU PARLAMENTO INICIAL. LOS ALUMNOS ESTAN SENTADOS A SU ALREDEDOR, ALINEADOS.
INSTRUCTOR: ¿Saben a qué han venido? A obedecer. A sufrir. A aprender a morir. No van a ganar nada más que la gloria y el cielo de los dioses. Eso es poco para un millonario, pero para ustedes es un tesoro. El que no quiera ganar esto, puede irse. O puede matarse, para quedar como un hombre. Eso es justamente lo que voy a enseñarles: la ceremonia del seppuku, o como la llaman los ignorantes, el harakiri. Van a aprender cuáles son los órganos vitales de un hombre, y la lección les servirá con el enemigo y con ustedes. ¿Por qué? Porque el día que les brote la cobardía, van a tener que matarla ustedes mismos, ¿entienden? Tomen el sable corto que tienen a su derecha. Ninguno de ustedes conoce un sable de estos, porque no han tenido samurais en su familia. Se toma así, por un extremo. ¡Háganlo! (TOMAN SU SABLE)
SOLDADO I: Perdón... (TOMA EL DE AKIRA POR ERROR)
AKIRA: Es lo mismo. Yo tomaré el tuyo. (SONRIEN)
INSTRUCTOR: Eso, niños, sonrían antes de morir. ¡Que los encuentre el enemigo felices de estar muertos! ¡Siete veces hay que morir por el Emperador! ¡Siete enemigos hay que matar por el Japón! ¡Siete vidas por el Imperio! ¿Cómo se llama eso?
TODOS: (A CORO) ¡Sichi sei hokuku!
INSTRUCTOR: ¡Más fuerte!
TODOS: ¡Sichi sei hokuku!
INSTRUCTOR: ¿Y cuál es la consigna del buen soldado?
TODOS: ¡Cumple o muere!
INSTRUCTOR: ¡No los oigo, mujercitas!
TODOS: ¡Cumple o muere!
INSTRUCTOR: ¿Y cómo se llama la muerte en combate?
TODOS: ¡Shensi!

INSTRUCTOR: El harakiri es otra forma de morir. Evita las derrotas, los tormentos y el deshonor. Y sirve como máxima protesta ante los superiores. El harakiri respeta las jerarquías, y es la única forma que tiene un hombre inferior para hacerse oír. Inferiores como ustedes, para los que el harakiri es simple y sin ceremonial. No son altos oficiales ni nobles ni nada. No tienen que escribir cartas ni presentar saludos. A nadie le importan. ¡Sólo tienen que morir! Estos cuchillos son artificiales, falsos. Son de teatro, ¿entienden? ¡Teatro, donde los maricones se visten de mujer para hacernos reír! (RIEN TODOS) Les voy a enseñar la forma correcta. Mírenme: se toma el cuchillo y se pone aquí, a la altura de la última costilla, justamente debajo. (GRACIOSO) Los cristianos dicen que su dios sacó a la mujer de la última costilla del primer hombre: por eso las mujeres nos traen la muerte. (RIEN) Por eso los enemigos son cristianos: porque llevan una mujer dentro. (RIEN) Ahora atiendan: el cuchillo, a esta altura, debe abrir el abdomen de derecha a izquierda, y no en sentido contrario. Es más fácil alejar un cuchillo que acercarlo. La hoja no debe penetrar más de siete centímetros. Lo importante no es atravesarse como un pollo, (RIE) sino abrir el abdomen para que sangre. ¡Recuerden que son soldados realizando una ceremonia gloriosa, y no cocineros abriendo un cebú! (RIEN) ¡Silencio! ¡A practicar! Cuando diga uno, ¡cuchillo en la última costilla! Al dos, ¡cuchillo adentro siete centímetros! No se asusten, el cuchillo es de teatro, se pliega. Al tres, cuchillo de derecha a izquierda hasta llegar a la otra costilla. Al cuatro, media vuelta a la empuñadura. ¡No saquen el cuchillo, entiendan! ¡Eso sólo lo hacen los arrepentidos! ¡Mueran con dignidad! Imaginen que han fallado y que van a ser capturados. ¡No quieren volver como cobardes y prefieren morir! ¡Mátense! ¡Uno! (OBEDECEN) ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro! ¿Sienten algo?
TODOS: ¡No!
INSTRUCTOR: ¿Cuál es la consigna?
TODOS: ¡Cumple o muere!
INSTRUCTOR: Uno de ustedes ya está cumpliendo la consigna, ¿saben? ¡Uno de ustedes tiene un puñal de verdad! Y nos está enseñando a morir como hombres, ¡porque no lo oigo gritar, ni chillar como un cerdo! ¿Cuál es el valiente? ¿Cuál de ustedes es?
SOLDADO II: (JUNTO A AKIRA) ¿Eres tú? Yo no. (SE QUITAN LOS CUCHILLOS DEL ABDOMEN. NINGUNO ES EL DESDICHADO.)
AKIRA: Yo tampoco.
SOLDADO I: (EL QUE TOMO EL CUCHILLO DE AKIRA) Soy yo.
LOS SOLDADOS REACCIONAN: UNOS FINGEN VALOR, OTROS ESCONDEN EL ROSTRO O DEJAN CAER SU CUCHILLO.
INSTRUCTOR: ¡Mirada al frente, todos! ¡Esto no es una muerte!¡ Esto es un ascenso a los cielos! ¡A la casa de los dioses! ¡A Yasukuni!
SOLDADO III: (VIENDO AGONIZAR AL OTRO) Se muere, oficial.
SOLDADO I: (RISUEÑO) Como en el teatro, instructor. Mi padre era actor. No era amujerado pero era la mujer más expresiva del teatro de Osaka.
SOLDADO II: Que no gaste su aliento.
INSTRUCTOR: Déjenlo hablar. (LE ACARICIA LA CABEZA)
SOLDADO I: (DELIRA) ¿De quién cree que aprendí a morir tan bien? Del teatro. Allí pasan las peores cosas. Allí nos entrenamos para el amor y la muerte, Según mi padre, lo más difícil es saber amar y saber morir: hay muchos que gritan, y otros jadean. Yo no. Eso le debo a mi padre: la buena muerte. Los que más nos quieren nos enseñan a sufrir.
SOLDADO III: ¿Qué está diciendo?
AKIRA: Llamen a un médico. Ese cuchillo era mío.
INSTRUCTOR: Silencio. ¿No pueden dejar que un hombre muera en paz?
EL SOLDADO SE RECLINA SOBRE LA PIERNA DEL INSTRUCTOR.
SOLDADO III: Ese hombre era nuestro.
INSTRUCTOR: Era del Emperador. (MUERE EL SOLDADO. EL INSTRUCTOR LO SACA EN BRAZOS)

IX: LOS RECLUTAS INICIAN UNA COREOGRAFIA QUE MEZCLA ARTES MARCIALES, ENTRENAMIENTO MILITAR Y DANZA ORIENTAL. LA ENCABEZAN AKIRA, YUKIO Y OSAMU. HACEN APARTES U OIMOS SUS VOCES GRABADAS.
AKIRA: Mamá, esto es terrible. No sé si voy a poder soportarlo. No sé cómo Shigeru pudo resistir, esto no es humano. (LA DANZA CONTINUA)
OSAMU: Papá, yo sé que tú no querías verme aquí, pero estoy aprendiendo mucho, muchísimo, más que en el pueblo, papá...
YUKIO: No soy un niño, mamá: no me asusta la sangre. Soy bueno para muchas cosas y lo estoy descubriendo aquí...
OSAMU: Yo no quise que incendiaran el pueblo, dicen que fue un error, que un par de soldados borrachos dejó caer una lata de gasolina...
YUKIO: ¿Qué pasó? Con la borrachera yo no vi nada. A mí me lo contaron, mamá..
AKIRA: Yo sé que puedo llegar a ser como Shigeru, pero no sé si eso es bueno o malo. A veces no sé por qué vine acá, creo que por no pensar, nunca quiero pensar...
OSAMU: Yo quiero crecer, ganar, ser capaz de todo. Estoy emocionado, papá...
YUKIO: Voy a ser técnico. Estuve leyendo mucho y voy a estudiar para oficial de mar; se aprende radio, ingeniería, electricidad...
AKIRA: A veces esto es espantoso. La guerra... la guerra...
OSAMU Y YUKIO JUNTOS: Ya sé lo que es ser hombre.
AKIRA: Es lo más terrible que hay.
EL INSTRUCTOR MARCA EL RITMO DE LA DANZA CON SUS GRITOS.
INSTRUCTOR: ¿Quién es el dueño de mi vida?
TODOS: ¡El emperador!
INSTRUCTOR: ¿Vamos a rendirnos?
TODOS: ¡Nunca!
INSTRUCTOR: ¿Vamos a entregarnos?
TODOS: ¡Nunca!
INSTRUCTOR: ¿Vamos a temblar como mujeres?
TODOS: ¡Nunca!
INSTRUCTOR: ¿Cuál es la consigna?
TODOS: ¡Cumple o muere!
INSTRUCTOR: ¿Y a dónde van los que mueren?
TODOS: ¡A Yasukuni!
(APARTE: MAMA CHIYO REZA EN UN LADO DEL ESCENARIO)
MAMA: Yasukuni, casa de los dioses, cuna y panteón de las divinidades, alumbra a mis hijos, dales la misma luz que concedes a nuestro sagrado Emperador Hirohito. Que la muerte no apague la llama que llevan dentro. Que no deje de sonar la pequeña campanita que guardan sus corazones. (SALE)
(EL ENTRENAMIENTO SIGUE)
INSTRUCTOR: ¿Qué son nuestros enemigos?
TODOS: ¡Son demonios!
INSTRUCTOR: ¿Qué son sus banderas?
TODOS: ¡Son mortajas!
INSTRUCTOR: ¿Qué son sus medallas?
TODOS: ¡Son heridas!
INSTRUCTOR: ¿Qué son ellos para nosotros?
TODOS: ¡La peste!
INSTRUCTOR: ¿Qué somos nosotros para ellos?
TODOS: ¡La muerte!
(APARTE: PAPA YUKAWA LEE UNA CARTA DE AKIRA)
PAPA: (O VOZ OFF DE AKIRA) "Papá: tengo miedo a la muerte, a matar y morir, pero lo voy perdiendo poco a poco. Sólo se trata de cerrar los ojos. No en la vida real, sino los ojos de adentro. Así uno deja de sentir. Pero es difícil. Nadie los puede cerrar eternamente. Eso también sería estar muerto, y justamente a eso le temo. Y al dolor. Y también temo abrir los ojos en el peor momento". (SALE)
(EL ENTRENAMIENTO SIGUE)
INSTRUCTOR: ¿Tenemos miedo?
TODOS: ¡No!
INSTRUCTOR: ¿Cuál es la consigna?
(APARTE: SUNI CON UNA CARTA)
SUNI: Recibí una carta de un soldado diciéndome que me quiere, que desea volver vivo de la guerra para vivir junto a mí, que me recuerda desde cuando éramos niños. Busqué el nombre al final, pero no decía Akira, sino Shigeru; me pide que no tenga miedo y promete que sería capaz de todo por estar junto a mí. Justamente esa frase me causa más miedo que la misma guerra. (SALE)
EL INSTRUCTOR SALE SEGUIDO DE SUS SOLDADOS EN DANZA / ENTRENAMIENTO. SHIGERU LO TOMA DEL BRAZO, Y SE LO LLEVA AMIGABLEMENTE.



X: EN UN BAR, EL INSTRUCTOR Y SHIGERU. BEBEN.
SHIGERU: Así que mi hermano ya no le teme al fuego.
INSTRUCTOR: Pensaba mucho, pero ya le saqué ese vicio. Para un militar, pensar es un vicio. Del pensamiento nace la sabiduría, y de la sabiduría...
SHIGERU: ... el terror.
INSTRUCTOR: ¿Recuerdas cuando te paraste frente a la casa incendiada, y en vez de arrojarte a la trinchera te metiste de cabeza en un pozo?
SHIGERU: No tienes que hablar a gritos.
INSTRUCTOR: ¡Estuviste horas llorando para que te saquemos, con las pezuñas apuntando al sol! ¡Cómo lloraste!
SHIGERU: Era un chiquillo, no estaba preparado.
INSTRUCTOR: Pero dicen que en el frente eres igual.
SHIGERU: ¡Me estás ofendiendo!
INSTRUCTOR: ¡Un par de bromas, hombre! ¡Chistes de borracho! ¡Salud, que eso sí has aprendido en el cuartel! (BEBEN) ¿Y ahora, a dónde piensas ir? No estarás cuidando a tu hermano toda la vida.
SHIGERU: No, no. Quiero entrar en el mando de escuadras.
INSTRUCTOR: Claro, quieres jugar a la guerra entre soldaditos de juguete y alfileres de colores. Eso parece un departamento de costura. ¿Por qué no pides que te manden al frente?
SHIGERU: ¿Y por qué no lo pides tú también, eh?
INSTRUCTOR: ¡Mi tarea es formar hombres!
SHIGERU: Tu tarea es sobrevivir; la misma tarea de todos. Cierra la boca y cuida tu salud. Y hazme un favor: dale entrenamiento especial a mi hermano.
INSTRUCTOR: ¿Quieres que lo haga expulsar? ¿Que lo trate duro? ¿Para qué?
SHIGERU: Para que se haga hombre.
INSTRUCTOR: ¿Para que se haga... o para que se deshaga? (SE MIRAN. RIE) ¡No me mires así, era otra broma! ¡Salud! (BEBEN. TRANSICION)
XI: AKIRA EN UNA SILLA ELECTRICA ANTE UNA PELICULA QUE NO VEMOS. EL PROYECTOR CIEGA AL PUBLICO.
AKIRA: Quiero ser mejor... quiero ser mejor... no tengo miedo... no tengo miedo... me río del dolor... me burlo de la muerte...
INSTRUCTOR: (FUERA) ¡Ese ojo es real, ríete! ¡Ese brazo cortado es real, ríe más! No tiembles, al principio cerrabas los ojos, ¿ya no, cierto?
AKIRA: ¡Cierto!
INSTRUCTOR: ¿Qué es eso?
AKIRA: ¡Es un perro!
INSTRUCTOR: ¡Y ese niño tiene hambre, míralo! ¡Míralo cómo come, mira cómo bebe! ¿Qué sabor tiene?
AKIRA: (SONRIE ENLOQUECIDO) ¿Qué sabor tiene?
INSTRUCTOR: ¡Responde!
AKIRA: Es salada.
INSTRUCTOR: Pero cuando uno tiene sed es lo más dulce que hay. ¿Estás listo?
AKIRA: ¡Sí!
EL INSTRUCTOR ACCIONA UN DINAMO QUE HACE SALTAR CHISPAS EN MUÑECAS Y TOBILLOS DE AKIRA. CONVULSIONA
INSTRUCTOR: Sonríe. ¿Eres hombre?
AKIRA: ¡Soy soldado!
INSTRUCTOR: ¡Sonríe! ¡Canta! (SIGUE TORTURÁNDOLO. CON GRAN ESFUERZO, AKIRA OBEDECE)
AKIRA: Sirviendo en los mares, seré un cadáver
saturado de agua como una esponja.
Sirviendo en tierra seré un cadáver
cubierto de hierba como una tumba. (TRATA DE SEGUIR SONRIENTE PESE A LAS DESCARGAS. EL ENTRENADOR LE DERRAMA ALGO EN LA CABEZA)
INSTRUCTOR: Ahora canta y bebe.
AKIRA: Que tu reino dure mil, cinco mil,
ocho mil generaciones...
OSCURO. SU CANCION - Y LAS CHISPAS QUE SALTAN - PERSISTEN EN LA SIGUIENTE ESCENA.

XII: EN CASA DE LOS YUKAWA: LOS PADRES Y SUNI. AL ANOCHECER, A OSCURAS.
PAPA: ¡Otra carta de Shigeru! ¡Y miren lo que mandó! ¡Una batería! Lee, lee... (PAPA TRATA DE CONECTAR LA BATERIA A UN CABLE CON UNA BOMBILLA)
SUNI: Akira no escribe. Debe estar divirtiéndose mucho.
MAMA: Akira tiene que aprender a ser soldado. Shigeru puede escribir, ya es oficial, ya ha combatido. (LA CANCION DE AKIRA CONTINUA MUY BAJITA. LAS CHISPAS QUE SALTAN POR LA DINAMO SON SIMULTANEAS A LAS QUE EL PADRE PROVOCA CON LA BATERIA)
AKIRA: (CANTA) Como las flores del campo brotarán nuestros cuerpos...
PAPA: Miren, parece que va a encender... ¡pero solo salen chispas!
MAMA: Dice que están muy alegres, que Akira está progresando mucho, y que... ¡no lo puedo creer!
SUNI: ¿Se acabó la guerra?
MAMA: ¡No, no, dice que los va a visitar el Emperador en pleno campo de adiestramiento!
AKIRA: (CANTA) Por él que es la razón del mundo...
PAPA: ¡El Emperador! (EL FOCO SE ENCIENDE. PAUSA)
SUNI: Apague esa luz, papá Yukawa.
MAMA: ¿Te pasa algo?
SUNI: Esa luz es muy fuerte. Hace llorar. (PAPA DESCONECTA LA BATERIA)

AKIRA: (TERMINA DE CANTAR) Por él vamos a vivir,
por él dejaremos de hacerlo!

XIII: CON GRAN CEREMONIA, EL EMPERADOR SE UBICA EN EL ESTRADO DE LA ESCUELA DE OFICIALES; DE PIE EN ESCENA, SHIGERU Y EL INSTRUCTOR, ENCABEZANDO UNA FORMACION DE SOLDADOS QUE NO VEMOS.
INSTRUCTOR: Para nuestro Emperador...
SOLDADOS FUERA: ¡La vida!
INSTRUCTOR: Para nuestros enemigos...
SOLDADOS FUERA: ¡La muerte!
INSTRUCTOR: ¿Consigna?
SOLDADOS FUERA: ¡Cumple o muere!
INSTRUCTOR: ¡Soldado Akira Yukawa! ¡Demostración!
AKIRA ENTRA Y COMBATE CON TRES MUÑECOS COLGADOS, QUE COBRAN VIDA Y PELEAN CON EL. LOS DESTROZA. CAMINA SOBRE BRASAS. LUEGO TOMA UN REVOLVER PUESTO EN EL SUELO, HACE GIRAR EL TAMBOR Y SE DISPARA, JUGANDO A LA RULETA RUSA: NO SALE LA BALA.
SHIGERU: Este no es mi hermano. Mi hermano es un cobarde.
INSTRUCTOR: No tengas envidia, que eso no es de buenos oficiales. (SONRIE) Soldado Yukawa, la demostración ha terminado.
AKIRA: (DESENVAINA) Con este sable buscaré la muerte si no doy gloria a mi Emperador.
INSTRUCTOR: Soldado, vuelva a su puesto.
AKIRA: Nada en este mundo debe tocarlo, nadie: sólo El. Si El me lo ordena, me cortaré las manos.
INSTRUCTOR: ¡Soldado!
AKIRA: Nadie debe oír los ruidos del mundo. Si El me lo ordena, me arrancaré las orejas.
INSTRUCTOR: ¡Le he ordenado volver a su puesto!
AKIRA: El único que debe ver el mundo es El. Yo no lo merezco: soy menos que nuestro Emperador. Y veré, desde ahora, la mitad de lo que El ve. (SE SACA UN OJO CON LA ESPADA)
SHIGERU: ¡Se sacó un ojo!
(QUIEREN CORRER TRAS AKIRA PERO SOLO CAMINA VELOZMENTE PARA NO FALTAR EL RESPETO AL EMPERADOR, QUE APLAUDE. AKIRA MARCHA SALIENDO DE ESCENA. SILENCIO).
OSCURO. SIRENAS. RUIDO DE TROPAS QUE SE MOVILIZAN. TELON.

FIN DEL PRIMER ACTO.



PRIMER INTERMEDIO

APARECE SUNI DELANTE DEL TELON CERRADO.
SUNI: (CON UNA TIJERA, A UNA ACTRIZ QUE PASA)¿Me da un mechón de su cabello? Sólo unos cuantos... para el Sennin-bari. (LA MUJER DEJA QUE LE CORTEN UN MECHON Y SALE) Un mechón, sólo un mechón... el Sennin-bari se teje con los cabellos de mil mujeres, y apenas tengo el de unas 600... y la banda de tela me va a resultar delgada... (MUESTRA UNA BANDA CON CABELLOS COSIDOS) ¿Me da un mechón de su cabello? (SE OYEN PASAR AVIONES)
(MIRA HACIA ARRIBA Y CANTA)
Hoy parten al frente. No importa a cuál;
todos los trenes conducen al mismo cielo.
Todas las nubes viajan llenas de almas.
En tiempos como éste, más vale olvidar el futuro
y desprenderse de todo, como los niños
en algún momento abandonan sus cosas
para empezar a ser ellos los juguetes.
(SALE)



SEGUNDO ACTO

I: EN UNA BARRACA DEL EJERCITO, UN HOMBRE CLAVA UN PAPEL EN LA PARED. AKIRA ESTA SOLO, SENTADO EN UNA BANCA CON UNIFORME DE COMBATE. ENTRA SUNI.

SUNI: (AL VER SU OJO VENDADO) Akira, ¿qué pasó?
AKIRA: Nada.
SUNI: Pero tu ojo...
AKIRA: (MECANICAMENTE) No me pasó nada.
SUNI: Amor... ¿estás bien? (AKIRA NO RESPONDE) ¿No me vas a abrazar? (EL LO HACE COMO UN MUÑECO) Mira lo que te traje: un Sennin-bari. Tiene el pelo de mil mujeres, hasta el de la vendedora de boletos en la estación de tren; esa mujer casi no tiene cabello, pero no le importa dejarse cortar un mechoncito, "todo sea por esos niños, dice, yo les vendo los boletos a todos, yo lleno los vagones que van al..." (SE CALLA DE GOLPE) También hay un mechón de cabello que guardaba como recuerdo de mi mamá. ¿Akira? ¿Me estás oyendo?
AKIRA: (MIRA AL HORIZONTE) Doce, trece, catorce...
SUNI: ¿Qué cuentas?
AKIRA: Hay 22 papeles pegados en la pared detrás de ti. Uno es nuevo.
SUNI: ¿Qué te pasa?
AKIRA: Por la ventana se ve el puerto. En un poste hay 16 gaviotas. 11 blancas, dos blancas con marrón y tres blancas con negro.
SUNI: ¿Por qué hablas así?
AKIRA: Un soldado debe saber contar a los enemigos velozmente. Contar a todos los vivos y a 7 demonios muertos. Sichi sei hokuku. Hay que matar 7 antes de morir.
SUNI: Tú no vas a morir. (SILENCIO. QUIERE DIVERTIRLO) Ven. (LO ABRAZA) ¿Sabes lo que dice tu madre? "Ojalá esta guerra termine mañana, ¡los dos chicos hacen falta para cosechar el arroz!" Y tu padre quiere que vuelvan pronto porque tiene problemas con la herencia. Pensó dársela a Shigeru, porque era militar, pero ahora que tú también eres, será para ti. Dice que su problema no es tener un primogénito, ¡sino dos! ¡Son gemelos! (RIE INOCENTE. AKIRA MIRA AL VACIO SIN ATENDERLA, MUSITANDO) Akira... ¡Akira, óyeme! (LE VUELVE LA CARA A LA FUERZA. AKIRA NO SE OPONE) ¡Vengo desde muy lejos para verte, no puedes tratarme así! En cualquier momento saldrás para el frente. ¿Y si esta es nuestra última conversación? ¡No sabes cómo pienso en ti! ¿No te importa? ¿Por qué los hombres nunca piensan en los sentimientos de las mujeres? Nosotras podemos combatir, pero no sentir como soldados. Podemos cazar, pero no sentir como cazadores. Soy mujer. Tu mujer, Akira. Átate el Sennin-bari a la cintura, así, ven, te traerá suerte... (LO HACE TRATANDO DE NO LLORAR) Dicen que eres un soldado muy valiente, que serás mejor que Shigeru, pero eso tu hermano no lo cuenta en las cartas. Ya sabe lo de la herencia y está enojado con tu padre. No sé para qué quiere tenerte aquí, si nunca te quiso cerca. Para humillarte, seguramente. (LO MIRA) O para convertirte en otro como él. Así voy a volver a confundirlos. Ahora mismo lo estoy... ¡no sé con quién hablo! ¡Dime algo!
AKIRA: Han pasado 14 nubes. Nornoroeste, entre 40 y 50 nudos.
SUNI: Nudos, qué palabra. Nudos. Para los militares no son más que una medida, ¿no es cierto? (PAUSA) ¿Sabes lo orgullosa que estoy de ti? ¿Y que te quiero? (LLORA) Pero te estás portando muy mal conmigo. Mi madre me lo advirtió entre sueños: con la guerra se desperdicia el amor. Te veo lejos... frío... pareces muerto, Aki.
AKIRA: Si muero por el emperador, no muero en vano.
SUNI: (LLORANDO) Shigeru es el culpable. ¡Si leyeras lo que me ha escrito! Ya entiendo como te quiere. Ya sé cómo. ¡Cuántas guerras pequeñitas caben en esta guerra grande y atroz! Todas inútiles para las mujeres que seguimos consolando viudas y criando huérfanos. ¿No me vas a oír?
AKIRA: Un soldado oye con respeto la voz de una mujer.
SUNI: Todos dicen que me estoy volviendo loca. Pero es que no te han visto a ti. Te quiero aunque no me hables, ¿sabes? ¿Te gusta eso? (PAUSA INSOPORTABLE) Yo sé lo que quieres. Seguramente un poco de soledad, ¿verdad? Me voy, ¿sí? (EL NO REACCIONA) Te quiero. (LO BESA) Dime adiós.
AKIRA: (FRIO) Adiós.
SUNI SALE DIGNAMENTE. AKIRA SE SIENTA OTRA VEZ. ENTRAN YUKIO Y OSAMU Y LEEN LA ULTIMA HOJA DE LA PARED. SE SORPRENDEN, SE ABRAZAN Y GOLPEAN FELICES.

OSAMU: ¡Mira, pusieron el cuadro! ¡Akira, nos vamos a la guerra! (LEE)
YUKIO: ¡Y yo salgo mañana! Mañana, Akira, me ofrecí de voluntario, pero no pensé que tan pronto...
OSAMU: ¡Ya van a verme, " pelos de fuego" , volando sobre ustedes, gusanos! ¡Mañana! ¡Mañana!
SHIGERU: (VUELVE; SEÑALA EL CUADRO. A AKIRA) ¿No te alegras?
AKIRA: Sí. (SILENCIO. MIRA AL VACIO)
SHIGERU: Fui de compras al pueblo. Te traje esto. (SACA DE SU MALETIN UNA CAJITA DE MUSICA Y SE LA ENTREGA)
AKIRA: (FRIO) ¿Te estás burlando de mí?
SHIGERU: No es para ti, es para tu novia. ¿Ya no te acuerdas de Suni?
AKIRA: Sí. Sueño con ella, pero como si fueran las ilusiones de otro. Pocas veces, sin nitidez. Lo que veo siempre es fuego. Luces. Laberintos de trincheras cada vez más profundas.
SHIGERU: Te escribió, ¿te acuerdas? Dijo que iba a venir a visitarte. Dale esto, a las mujeres les gustan los regalos. Son todas iguales.
AKIRA: Tonterías, Shigeru. Quédatelo.
SHIGERU: ¿Vas a rechazarme un regalo?
AKIRA: (TOMA CON DESGANO LA CAJITA) Se acaba de ir. Estuvo aquí, llorando. Contando sus historias.
SHIGERU: ¿Suni?
AKIRA: Acaba de irse. Trajo esto. (SEÑALA EL SENNIN-BARI)
SHIGERU: ¿Es para mí?
AKIRA: No. (PAUSA)
SHIGERU: ¿Te preguntó por mí?
AKIRA: No recuerdo. Solo recuerdo que lloraba. La quiero. Dice que estoy loco. Que ella también está loca.
SHIGERU: ¿Te dijo si ha rezado por nosotros?
AKIRA: No.
SHIGERU: ¿No ha rezado?
AKIRA: No me dijo.
YUKIO: ¡Qué bien! (ABRE EL MALETIN DE SHIGERU). El oficial Shigeru Yukawa trajo una cámara fotográfica. El diestro técnico Yukio Tatabe la instala velozmente, tan velozmente como entrará en combate. Me presenté de voluntario, Shigeru, ¡y mañana mismo me toca! ¡Vamos a atacar un acorazado norteamericano!
OSAMU: ¡Cuenta, cuenta!
YUKIO: ¿Saben lo que es un kaitén? (ARMA LA CAMARA MIENTRAS HABLA) Una bomba con dispositivos especiales para controlarla. ¡La única bomba submarina que puede dirigirse milimétricamente a su objetivo! Es un torpedo gigante, y los técnicos la llamamos la 93, aunque otros le dicen la Lanza Larga.
SHIGERU: (A OSAMU) Está frenético.
OSAMU: Cálmate, Yukio, es una bomba, no una mujer. (RIEN TODOS MENOS AKIRA)
YUKIO: ¡Una mujer, eso es, una diosa! Ninguna es como ella. ¡Mide 60 centímetros de diámetro y 10 metros de largo, y pesa dos toneladas!
OSAMU: ¡Qué barbaridad! ¡Te va a romper la cadera! (RIEN)
YUKIO: ¿Y saben cuántos kilos de explosivo lleva en la cabeza?
SHIGERU: ¿Cuántos?
YUKIO: (EXTASIADO) ¡1350 kilos! ¡Casi una tonelada y media!
AKIRA: (SIEMPRE HACIA EL VACIO) Puede hundir un portaaviones.
YUKIO: ¿Un portaaviones? ¡Puede hundir una isla entera!
OSAMU: Con tanta dinamita en la cabeza... ¡esa mujer debe ser violenta!
YUKIO: (ALEGRE) Su alcance: 40 millas marinas. Su velocidad: hasta 40 nudos. Sale de un buque y un ingeniero la va guiando desde fuera, por radio. El dice: " 40 grados a la derecha, un minuto después del disparo" y yo, el técnico especialista, me encargo de que la bomba gire. Luego siguen dando instrucciones, y el técnico hace que la bomba obedezca. ¡Para eso tiene giroscopio, tacómetro, aceleradores con propulsor de oxígeno! ¡Es un sueño!
OSAMU: ¡Sigue, sigue, esa mujer promete mucho!
SHIGERU: ¡Qué misión maravillosa!

YUKIO: De la nave madre sale un kaitén cada cinco segundos y se orientan todos a sus blancos, como mujeres en el burdel, ¡directo al cliente! ¡Los enemigos ven venir una, tratan de eludirla pero el kaitén los sigue! ¡Es una bomba inteligente! ¡Tratan de destruirla pero el kaitén escapa! A unos 500 metros del blanco, el técnico pone en marcha el control automático, hace girar la manivela, (DA CUERDA A LA CAJA DE MUSICA. SUENA) estabiliza la bomba, la acelera, busca el punto exacto de la nave enemiga y ¡pum! ¡Revienta! (SHIGERU Y OSAMU APLAUDEN) ¡Revientan los enemigos! ¡El técnico hace estallar el kaitén! ¡El barco es una hoguera! (SALTA DE ALEGRIA. LOS OTROS DOS GRITAN Y CELEBRAN) ¡Los enemigos se hunden! ¡El Imperio los ha matado! Y el técnico... El técnico no puede alegrarse...
SHIGERU: (RIENDO) ¿Por qué?
YUKIO: Porque el técnico... (PAUSA) ... el técnico va dentro del kaitén, ¿entienden? (TODOS CALLAN SUBITAMENTE) El técnico estalla con la bomba. (PAUSA. SOLO AKIRA ATINA A ABRAZARLO).
AKIRA: Por la patria. (YUKIO LO ESTRECHA. LOS DEMAS LO ABRAZAN TAMBIEN)
YUKIO: Yo no pensé que tan pronto... es la clave 228, pueden verlo allí, en la pared... es secreto, no se lo digan a nadie, ¿sí? (LOS DEMAS NIEGAN EN SILENCIO. SUENA LA MUSICA DE LA CAJITA) No me lo esperaba, ¿saben?
SHIGERU: (DISTRAYÉNDOLOS) Ahora la foto, vengan. Todo está listo.
YUKIO: (TOMA EL CONTROL POR CABLE) Colóquense frente a la cámara. Vamos todos, déjenme el control a mí. (SE COLOCA ENTRE ELLOS EMPUÑANDO EL CONTROL REMOTO) Al fin y al cabo, el técnico soy yo, ¿no?
ASUMEN POSE GLORIOSA Y SERIA. A YUKIO LE CORRE UNA LAGRIMA POR EL ROSTRO. MUSICA DE LA CAJITA. FLASH.
TRANSICION.

II: AKIRA Y SUS TROPAS EN EL CAMPO DE BATALLA. ENTRE ELLOS SE HALLA OSAMU.
AKIRA: (GRITA) ¡La tierra es del Emperador!
SUS SOLDADOS / BAILARINES ENTRAN EN COMBATE, REPRODUCIENDO A TODOS LOS SOLDADOS QUE HAYAN EXISTIDO: ARQUEROS, JINETES, GLADIADORES, INFANTES, ETC. AKIRA LOS LIDERA.
AKIRA: ¡El mar es del Emperador!
LOS ACTORES LLENAN LA ESCENA DE NAVES DE PAPEL Y COMBATEN DESDE BARCOS INVISIBLES
AKIRA: ¡El cielo es del Emperador!
LANZAN ESCUADRILLAS DE AVIONES DE PAPEL. LOS ACTORES VUELAN Y BATALLAN.
OFICIAL I: (ENTRA Y ORDENA) ¡Cabo Akira Yukawa, tome las posiciones 22 y 23! ¡Combata con el furor que lo caracteriza! (DESAPARECE)
AKIRA Y LOS SUYOS COMBATEN.

OFICIAL II: ¡Sargento Akira Yukawa, haga que sus tropas atraviesen la vanguardia enemiga hasta destruirla! ¡Usted puede lograrlo! (DESAPARECE)
COMBATEN NUEVAMENTE TODOS.
OFICIAL III: ¡Capitán Yukawa, su valor le ha ganado los ascensos! ¡Que su valor desaloje a los demonios de esta isla! ¡Hágalo aunque muera!
SIGUEN LUCHANDO, EVIDENTEMENTE CANSADOS.
TRANSICION.

III: SUNI EN UN CUARTEL. ENTRA Y SE LANZA EN BRAZOS DE SHIGERU.
SUNI: ¡Akira! (SE DA CUENTA DEL ERROR QUE COMETE) Eres Shigeru. Tu hermano me hizo llamar. ¿Le ha pasado algo?
SHIGERU: No grites, no grites... (ESTA BORRACHO)
SUNI: Dime qué pasa, por favor.
SHIGERU: ¿Sabes que nos va mal con la guerra? Un grupo de generales quiere la rendición pero no los dejan.
SUNI: Qué buena noticia, pero quiero hablar con tu hermano. ¿El ya lo sabe? ¿Para qué me llamó?
SHIGERU: ¡El no sabe nada! ¡Está en pleno combate, en el frente!
SUNI: No puede ser, a mí me escribieron...
SHIGERU: Te escribí yo. Es que... no sé cómo decírtelo... ¿Sabes que me han ofrecido un puesto en el gobierno? Digo, en caso que perdiéramos. Y antes de eso quería hablar contigo...
SUNI: Shigeru... ¿qué tienes en la cabeza? Estás borracho, ¿verdad?
SHIGERU: Mira... es que quiero consultarlo... tengo otra posibilidad... me han ofrecido trabajar aquí... a esto le dicen el cuarto de costura, ¿sabes? Acá se hace la guerra en la mesa, en esos mapas, cosiéndolos con alfileres de colores... pero yo no quiero aceptar... me sentiría un criminal... y pensé volver al pueblo antes que...
SUNI: ¿Eso qué tiene que ver conmigo?
SHIGERU: Si no acepto el cargo puedo volver al pueblo. Dejar el ejército. Puedo conseguir que me den de baja, tengo tiempo en esto y conozco oficiales con poder. Si vuelvo al pueblo... me gustaría estar... me gustaría que tú...
SUNI: Yo he leído tus cartas, Shigeru. Me parecen tonterías. Debería darte vergüenza lo que piensas. ¿Y tu hermano? ¿No piensas en tu hermano?
SHIGERU: Es que... no puedo decirte todo de golpe... (BEBE) Akira... Akira está... muerto.
SUNI: ¿Qué?
SHIGERU: De esas cosas me enteré acá, por eso te llamé. No era capaz de escribirte y poner en el papel eso... Akira participaba en una operación con un batallón y... el batallón ha desaparecido...
SUNI: (LLORA) No, no...
SHIGERU: Yo no hubiera querido que pase, pero... mira, entré a escuchar la propuesta, y cuando miré el mapa y pregunté por el batallón, me dijeron que no lo ubicaban... los han dado por desaparecidos...
SUNI: ¡No me hables más! ¡Es tu culpa!
SHIGERU: Es la guerra, Suni... ¡no están más en el mapa! ¿No entiendes? Yo no lo he matado, han sido esos malditos... ¡y no quiero que me maten a mí! Quiero volver a Sendashi y vivir tranquilo, y dejar que pasen las cosas más horribles sin enterarme... estoy harto, y lo único que quiero eres tú...
SUNI: Para eso lo trajiste a la guerra, Shigeru. Has logrado lo que querías.
SHIGERU: No hables así, es mi hermano... Dime si debo volver al pueblo, o si quieres que me quede aquí hasta que nos destrocen las bombas...
SUNI: Tienes miedo. Y no tienes vergüenza.
SHIGERU: Respóndeme, respóndeme... (SE ARRODILLA)
SUNI: Quédate o vete, es cosa tuya. No quiero oírte más. (SALE)
SHIGERU: (NO VE QUE ELLA SE HA IDO) Pero tienes que oírme... la hacienda va a ser mía... yo soy igual a él, ¿qué te cuesta reemplazarlo por mí? Imagínate que lo besas, que lo abrazas, ¡imagina que soy yo! (LEVANTA EL ROSTRO Y SE ENCUENTRA SOLO) ¿Suni? ¿Suni?

IV: EN UNA TRINCHERA, OSAMU Y AKIRA.
AKIRA: (ESCRIBE) Escucha esto, Osamu... (LEE) "Queridísimo hermano Shigeru: no sé nada de ti ni creo que sepas nada de nosotros, Osamu y yo, atrapados en el fuego infernal, entre nuestras tropas y detrás del enemigo. Estamos preparándonos para salir. ¿Recuerdas lo que contaste del pozo y tu serenidad para salvarte? Pues estamos siguiendo tu lección. Dejaremos esta carta en un cuartel nuestro que vemos desde acá, vacío, a 100 metros. Si lo toma el enemigo, nunca la recibirás. Pero si logramos tomarla nosotros, nuestras tropas recuperarán la isla y podrás leerla. Nuestro valor no disminuye, aunque sentimos que no sabemos ya hacia dónde vamos ni de dónde venimos. Creo que eso sienten todos los hombres que pelean una guerra. Al menos una guerra como la nuestra. Te quiero mucho. Viva el Emperador".

V: UN OFICIAL TERMINA DE LEER LA CARTA A SHIGERU.
OFICIAL: ¿Sigo leyendo, capitán Yukawa?
SHIGERU: No, es suficiente. Eso significa que...
OFICIAL: Que su hermano felizmente sigue vivo, Capitán Yukawa. Debe usted agradecerlo a los dioses. Además de hacerlo Capitán... (CALLA)
SHIGERU: Sí, los dioses. (EL OFICIAL SALE) Espere. Llévele mi respuesta al comandante Nakao. Dígale simplemente que el capitán Yukawa ha dicho que sí. ¿Sabe dónde encontrarlo?
OFICIAL: Claro, capitán. En el cuarto de costura.

VI: EN SENDASHI, TODOS LEEN CARTAS.
SUNI: Lamento comunicarte que ha sido confirmada la muerte de mi hermano...
MAMA: Y sus cenizas sagradas santifican el mar del Japón que hemos jurado defender con nuestras vidas...
PAPA: Yo sé los efectos terribles que tendrá esta noticia en sus almas, pero les ruego valor. Ese valor que caracteriza a cada soldado de nuestro país.
SUNI: Te ruego recordarme en cada momento de tu vida...
PAPA: En cada papel que escribas...
MAMA: Y en cada rincón del hogar. Shigeru.
SE MIRAN. TRANSICION.

VII: AKIRA Y OSAMU CON SUS SOLDADOS, AHORA DESTROZADOS Y APENAS EQUIPADOS. HABLA POR RADIO.
AKIRA: Coronel, hemos desalojado una isla, pero perdimos la anterior. ¡No se están coordinando los ataques! Cambio.
CORONEL: Siga luchando, capitán. Cambio.

AKIRA: Pero las órdenes no son claras, coronel. ¿Hasta cuándo debemos mantener esta posición? ¡Cambio!
CORONEL: No haga preguntas. Los héroes no dudan. Cambio y fuera.
SIGUE LA LUCHA COREOGRAFICA. ESTAN MUY CANSADOS.
AKIRA: (A LA RADIO) Almirante, el apoyo no nos llega. Mis hombres hacen lo posible, pero...
ALMIRANTE: Lo posible no es suficiente: haga más.
OTRA VOZ EN LA RADIO: Habla el batallón 21... ¿hasta cuándo vamos a estar escondidos?
OTRA VOZ MAS: Habla la escuadrilla B114, destinada a tierra... seguimos sin recibir municiones, atención, seguimos sin recibir municiones...
UNA TERCERA VOZ: Esta es la base 8-c, exigimos refuerzos y parque...
LA LUCHA PROSIGUE MIENTRAS LAS PROTESTAS PERSISTEN EN LA RADIO. ALGUNOS HOMBRES DE AKIRA MUEREN.
AKIRA: (NUEVAMENTE EN LA RADIO) General, se me pide apoyar ataques que nunca se realizan, dejándome solo contra el enemigo... se me ordena esperar naves que no llegan con el apoyo, se me exige luchar hasta la última bala, se me indica retroceder a bases que ya no son nuestras... ¿de quién es la culpa, general? ¿Quieren que nos maten?
GENERAL: No se trata de culpas sino de planificación... comando de planeamiento se encuentra muy atareado...
AKIRA: ¿Tan atareado que ya ni siquiera dan órdenes? ¿Qué pasa en el cuarto de costura?
GENERAL: La única orden es luchar hasta morir. Cambio y fuera.
LOS SOLDADOS CANSADOS VUELVEN A LA DANZA/COMBATE. UNA BOMBA SUENA ATROZMENTE Y TODOS CAEN.


VIII: DOS ACTORES JUEGAN A HACER UNA TRANSMISION RADIAL DEPORTIVA, CON LOS TONOS CORRESPONDIENTES. LOS BAILARINES RECREAN EN ESCENA EL ENCUENTRO. LOS LOCUTORES SUENAN TRIUNFALISTAS Y FELICES.
LOCUTOR UNO: ¡La Voz de América informa! Y trae para usted la versión completa del juego de béisbol más importante del planeta, ¡LA LIGA MUNDIAL! En este juego compiten LOS YANKEES, liderados por su nuevo coach Harry Truman! (APLAUSOS GRABADOS. MUSICA) Contra ellos, el equipo de los NISSAN, ¡comandado por su entrenador Hirohito! (PIFIAS). Las bases logradas por los japoneses en el diamante, es decir, en el Océano Pacífico, están siendo recuperadas por las fuerzas americanas! Pero antes de seguir con las incidencias de este encuentro, un consejo comercial!
LOCUTOR DOS: ¡Relojes OLMAAAA! ¡Marchan al compás de la civilización!
LOCUTOR UNO: Recordemos que el Japón tomó todas las bases: las islas Marshall, Gilbert, Salomón... en fin, ¡el océano entero! Digo, el diamante entero era suyo. Pero los americanos fueron ponchando uno a uno a los jugadores nipones, que han perdido todas las islas citadas.¡ Ahora los aliados acaban de tomar las Filipinas y el juego se pone de candela!
LOCUTOR DOS: Llevando industria y progreso a todo el mundo, COCA COLA, ¡la bebida de la libertad!
LOCUTOR UNO: ¡Aquí viene lo bueno! ¡Los americanos poco a poco llenan las últimas bases para correr al home-run final! Los generales Kuribayashi y Ushijima están dispuestos a utilizar todo su talento deportivo para no perder Luzón, Iwo Jima y Okinawa! Pero el equipo americano tiene todas las de ganar, incluyendo a sus admiradoras internacionales (SILBIDO "GALANTE") que despliegan un gran cartel en las tranquilas tribunas europeas, en el que podemos leer... (LEE CON ESFUERZO) "Mac Arthur, cumple tu promesa! Dijiste VOLVEREMOS!"
LOCUTOR DOS: VANGUARDIA, la revista que narra la guerra del mundo vista con los ojos de la verdad! ¡VANGUARDIA!
LOCUTOR UNO: ¡Las bases ya están llenas! Le toca batear justamente a Mac Arthur... los japoneses quieren ponchar a los americanos, pero Mac Arthur pega muy fuerte y lanza hasta el cielo la pelota! ¡Corren sus militares! ¡Mitcher! ¡Spruance! ¡Turner! Pisan Midway, Marshall, Nankin, Luzón, las Vatuanu, Okinawa... IWO JIMA! ¡Todas las bases son americanas y ellos siguen corriendo hacia las costas japonesas, corren, corren...!
LOCUTOR DOS: ¡El perrito escucha la voz del amo en un gramófono RCA VICTOR!
LOCUTOR UNO: ¡Home-ruuun!!! ¡Las fuerzas americanas anotan un excepcional home-run! (APLAUSOS GRABADOS) El juego se ha volteado y ahora todas las carreras son del equipo yankee! (CAMBIA DE TONO Y HABLA AL PUBLICO) Pero se dice que los japoneses están defendiéndose con uñas y dientes. No es juego. Los últimos combates se libran frente al Japón, en sus mismas costas. Tokio es bombardeada y en muchos pueblos reina el caos. Dicen que la gente se suicida por su Emperador. Que pueblos enteros se matan. No podemos creerlo. Damos por concluida la transmisión del día de hoy. Viva la democracia. Vivan los hombres que mueren por un mundo libre.
LOCUTOR DOS: Viva la emoción de la guerra leyendo LIFE. Con LIFE es como si usted estuviera ALLI.

IX: AKIRA Y SUS TROPAS EN UN PUEBLO DESIERTO. ENTRAN EN UNA CASA QUEMADA.
AKIRA: ¿Qué es esto? ¿Qué ha pasado? Acá no hubo combate. (PATEA UNA PUERTA QUEMADA) ¿Dónde está la gente?
OSAMU: Parece que incendiaron el pueblo y se fueron después. Tal vez pensaron que los americanos atacarían.
AKIRA: ¿Pensaron? ¿De dónde sacaron la idea? Además hemos subido por el único camino. No nos hemos cruzado con nadie. (RECORREN LAS RUINAS)
OSAMU: Acá hay una radio quemada. De repente oyeron noticias falsas. Los enemigos transmiten en japonés pidiendo que nos rindamos. Dicen que falsifican órdenes y piden sacrificios.
AKIRA: Esos son rumores. Nosotros nunca hemos oído nada.
OSAMU: Por ahí no puede haber camino. Hay un abismo. (SE ASOMA) No puede ser.
AKIRA: ¿Qué pasa?
OSAMU: (SE PARA ERGUIDO JUNTO AL ABISMO Y SALUDA MILITARMENTE, COMO LOCO) ¡Vivan los héroes del emperador!
AKIRA: ¿Qué te pasa? ¿Qué hay?
OSAMU: (DEMENCIAL) ¡Honor y gloria a nuestros caídos por causa divina!
AKIRA: ¡¿Qué has visto?!
OSAMU: (A VIVA VOZ) ¡Vivan los mártires de la lucha japonesa!
AKIRA: (SE ASOMA Y VE. ESCONDE EL ROSTRO ENTRE LAS MANOS) No, no, ¿cuánta gente hay allí? No... hay niños, mujeres encinta, esto es increíble... ¡Nooo!
OSAMU: ¡Vivan las víctimas del demonio invasor!
AKIRA: Doscientas personas vivían en este pueblo... y ahora están todas allá abajo... ¡nadie las empujó, Osamu!
OSAMU: ¡El cielo recibe a los inmolados por la patria!
AKIRA: Se arrojaron, tiraron a los niños, a los viejos, se mataron sin...
OSAMU: ¡Yasukuni es el premio para las almas nobles!
AKIRA: ¡No grites más! ¿No ves que esto no es guerra, Osamu?
OSAMU: ¡Honor al sacrificio!
AKIRA: ¿No ves que se han matado al oir una orden?
OSAMU: ¡Honor a su sentido del deber!
AKIRA: ¡Pero esto ni siquiera tenía sentido!
OSAMU: ¡Honor a su muerte!
AKIRA QUIERE SEGUIR HABLANDO PERO SIENTE ARCADAS. SE ALEJA. OSAMU, ABSORTO, SALUDA MILITARMENTE AL ABISMO.
X: TRES ANCIANOS CORONELES Y SHIGERU, ANTE UNA MESA VERDE. LOS RODEAN MAPAS, BRUJULAS, TABLEROS LLENOS DE ALFILERES DE COLORES.
CORONEL UNO: (LEE ABATIDO) Informan de la pérdida total de nuestras bases en el Pacífico.
CORONEL DOS: (GUERRERO) Esa noticia es más vieja que nosotros.
CORONEL TRES: (DESESPERADO) ¿Y qué haremos? ¡Hemos visto al tiburón atravesar el mar, y ahora nos está mordiendo! Vamos a perder Kure y Yokosuka.
SHIGERU: No vamos a perder. El Comando de Guerra no lo permitirá.
CORONEL UNO: El comando se contradice. Unos quieren paz, otros quieren guerra. Las órdenes llegan como si fuéramos dos bandos, se cruzan en el aire y enloquecen a nuestras tropas.
SHIGERU: Si tienen confianza en mí...
CORONEL DOS: Ya tuvimos confianza en usted, y ¿qué obtuvimos? Hizo rotar por el frente a todos nuestros grupos de ataque, ¡un día adelante, y luego atrás! ¿Para qué?
CORONEL UNO: Lo único que logramos fue perder a todos los capitanes.
SHIGERU: No sabemos si a todos.
CORONEL TRES: Pero sí sabemos que el enemigo le dispara al líder del grupo.
CORONEL DOS: Usted ha hecho desfilar a todos los grupos por la vanguardia, y a todos esos jefes les han disparado. Si se han salvado no fue por su estrategia.
CORONEL UNO: Yo opino que nos guiemos por la experiencia.
CORONEL TRES: En estos casos, la experiencia exige rendirse.
SHIGERU: Nunca. Nunca. ¡Pónganse a la altura de la historia!
CORONEL DOS: ¡La altura, querido capitán, la dan los galones! ¡Y acá los coroneles somos nosotros!
SHIGERU: ¡Coroneles ancianos, sacados del ropero porque los de verdad ya están muertos, o están dirigiendo el Comando de Guerra! ¿Dónde está el valor que enseñamos a nuestros soldados? Ustedes saben cuál es la salida. ¡El almirante Takashiro Ohnishi la propone! (LEE) "Si estamos dispuestos y decididos a sacrificar veinte millones de vidas japonesas en un esfuerzo kamikaze... ¡la victoria será nuestra!"
CORONEL UNO: No tenemos veinte millones de soldados.
SHIGERU: No dice soldados, dice vidas japonesas. Tenemos poblaciones enteras dispuestas a dar su vida por el Japón. ¡Todos ellos pueden matar malditos y después morir! ¡Siete vidas por el Imperio!
CORONEL UNO: Yo he oído esa propuesta. Los guerreristas de Tokio la llaman Operación Decisión. Que todos mueran peleando.
CORONEL DOS: Decisión nos sobra. ¿Tenemos planes? ¿Objetivos? ¿Metas claras?
SHIGERU: Para eso nos reunimos acá. Yo tengo una propuesta: disponer todo lo que tenemos al frente. Destruirlo todo, y emboscar al enemigo. Que no haya retorno ni acceso para nadie, americanos ni japoneses. Que sea muerto cualquiera que avance hacia el corazón del Imperio. (CON UNA MANO ARRASTRA Y ARROJA AL SUELO TODOS LOS ALFILERES Y SEÑALES DE UN MAPA) No quedará nada. No habrá enemigos, ni combate, porque no habrá un ser vivo.
CORONEL TRES: ¡Pero hay que convencer a la gente!
SHIGERU: Ya se colocaron consignas samurais en todos los pueblos y caminos de nuestro frente. El ejército divulga llamados a morir combatiendo. Los granjeros se arman con lanzas de bambú.
CORONEL UNO: He oído que pueblos enteros se matan antes que dejarse esclavizar por los blancos. Que los dioses los reciban.
CORONEL TRES: ¡Hagámoslo entonces, pero pronto! ¡Si no, los tendremos acá mañana mismo!
CORONEL DOS: Lo que usted ha dicho es su mayor estímulo para que yo, a los 85 años, quiera seguir en combate.
SHIGERU: Agradezco que atienda mi plan, coronel.
CORONEL DOS: No es su plan. ¡Es eso que dijo de que somos coroneles sacados de un ropero! Quisiera ganar hoy mismo la guerra para hacerlo fusilar.
CORONEL UNO: Pero ese plan es espantoso. Es peor que cualquier cosa. Nunca sentí tan claro que hacer la guerra era hacer el mal.
SHIGERU: Un filósofo ya lo dijo: "Si tienes que hacer el mal, haz el mal bien hecho". ¿Operación Decisión?
LOS DEMAS ASIENTEN CON GESTOS. SHIGERU DOBLA EL MAPA.

XI: AKIRA Y SUS TROPAS EN UN PUEBLO. SUS HABITANTES CONSTRUYEN BARRICADAS. OIMOS RUGIR AL VIENTO Y AL MAR.
AKIRA: ¿Para qué estamos aquí? ¿Qué hacen ustedes en esta playa?
MUJER: Nos pidieron por radio que viniéramos a esta caleta. Dicen que van a desembarcar aquí, ¡y vamos a combatirlos!
VOZ FUERA: ¡Prepárense, ahí vienen!
AKIRA: Ustedes no van a combatir nada, ¡el ejército somos nosotros! (MIRA CON PRISMATICOS) Y además... esta posición es absurda, ¡van a aplastarnos! ¿No se dan cuenta de que primero nos van a bombardear? ¡Que la radio confirme nuestra posición!
DOS VIEJOS: ¡Cava, cava!
No puedo... es arena mojada... ¡retrocede un poco!
No hay que retroceder... ¡nunca! (SIGUEN CAVANDO)
AKIRA: ¿Qué hacen, sus propias tumbas? (A LOS SUYOS) ¡Retiren a la población! Llévense a esos niños, a las mujeres... a todos, vamos, ¡salgan de la playa! ¡Los van a matar!
OSAMU: Posición confirmada, capitán Yukawa.
AKIRA: ¿Aquí? ¿Están locos?
OSAMU: Nos piden el máximo sacrificio.
AKIRA: Pero esta gente... saquen al pueblo, que las tropas se ubiquen a los bordes de la playa... bombardeo a la vista... ¡Fuera! (A LOS POBLADORES) ¡Salgan!
OSAMU: ¡Las naves se acercan! (MIRA CON BINOCULARES) ¡Desembarcan!

AKIRA: ¡Cuidado! (EL BOMBARDEO SE INICIA) ¡Retírense! (A UNA MUJER QUE CAVA CON LAS MANOS) ¡Váyase! ¿Qué hace?
MUJER: ¡Una trampa para los malditos!
OSAMU: ¿Vamos a retroceder?
AKIRA: ¡Vamos a ubicarnos!
MUJER: ¡Cobardes! ¡Cobardes! ¡Sáquense el uniforme y pónganse ropa de mujer! (LAS BOMBAS CAEN) ¿Por qué se retiran? ¿Por qué nos piden que nos retiremos?
AKIRA: ¡Atrás! ¡Atrás! ¡Retirada!
OSAMU: ¡No digas esa palabra!
AKIRA: ¿Qué quieres, que te maten? ¡Atrás de la colina, todos allá! (NADIE OBEDECE) ¿Es que nadie me va a hacer caso? ¡Yo soy su capitán!
OSAMU: ¡Un soldado japonés no retrocede! ¡Si nos pides eso es porque estás loco!
AKIRA: (LO ABOFETEA) Obedece, llévate a esas familias... (MAS BOMBAS) ¡Los están haciendo saltar! ¡Váyanse! ¡Retírense!
OSAMU: ¡No van a hacerte caso, ordénales combatir y te obedecerán!
AKIRA: ¿Combatir contra quién? ¿Contra el humo? ¿Contra el fuego? ¡Retírense al monte! ¡Carguen a esos niños! (CARGA UNA NIÑA HERIDA, CUBIERTA CON UNA MANTA) ¿De quién es esta chica?
MUJER: (ENTRA GRITANDO Y LANZANDO PIEDRAS AL MAR) ¡Dispara, dispara! ¡¿Qué hace un héroe cargando bebés?! (SE LA QUITA)
AKIRA: No gasten municiones... ¡Tropa, estoy dando órdenes! (LOS DISPAROS CONTINUAN) ¡Las balas no llegan a las naves, están peleando contra el mar! (MAS BOMBAS, Y GENTE QUE CORRE Y MUERE. OTROS INSISTEN EN TIRAR PIEDRAS, DARDOS, LANZAS) ¡Corran hacia la colina! ¡Hacia el mar no, no busquen la muerte! (SE DESESPERA, NADIE OBEDECE)
OTRA MUJER: (ENTRANDO) ¡Salven a los niños! ¡Salven a los niños! (ENTRA CON UN BEBE EN BRAZOS) ¡Soldado! (LE QUITA LA BAYONETA AL FUSIL DE AKIRA. LE CORTA EL CUELLO AL BEBE) ¡Para que no sean esclavos!
AKIRA: ¡No hagas eso! ¡Suelta mi bayoneta! (LA MUJER LE ARROJA EL BEBE Y EL ARMA) ¿Qué has hecho?
OSAMU: ¡Ordénanos atacar! ¡Danos el ejemplo!
AKIRA: ¿Dónde has estado?
OSAMU: ¡Todos quieren morir peleando, tú eres el líder!
AKIRA: ¿Pero a quién quieres que ordene atacar? ¿Ves a alguien acaso? ¿A mí?
OSAMU: ¡Lo que yo quiero es la orden! No dejes que una madre te enseñe a combatir... ¡ordénanos morir peleando!
AKIRA: Primero hay que salvarnos... a la colina, Osamu... no enloquezcas tú también... ¡tú eres mi amigo! ¡Retrocedamos y esperemos allá!
OSAMU: No acepto sus órdenes, oficial superior. (EL VIENTO, EL MAR, LAS BOMBAS Y LOS GRITOS APENAS NOS PERMITEN OÍRLOS)
AKIRA: No me hables así. (PASA GENTE CARGANDO NIÑOS) ¿A dónde llevan a esos niños? ¡Contesten!
OSAMU: ¿No vas a ordenarme combatir?
AKIRA: ¡Calla, te ordeno quitarles a los niños! (A LO LEJOS) ¡Salgan de allí! ¡Osamu, esos viejos se están metiendo en el mar!
OSAMU: Mi resistencia será honorable. Hago de este sacrificio un acto de oposición. (SE SIENTA EN CUCLILLAS Y SACA SU CUCHILLO)
AKIRA: ¡No les den bayonetas, están locas! (A OSAMU QUE SE HUNDE EL PUÑAL) ¡¿Qué haces?! ¡No! ¡Osamu, di algo, no te mueras! (OSAMU MUERE)
VOCES FUERA: ¡Salvemos a los niños, a los niños!
AKIRA: (DESESPERADO) ¡No hagan eso! ¡Eso no!
LE ARROJAN CABEZAS Y CUERPOS DE NIÑOS. LAS BOMBAS SIGUEN. AKIRA SE CUBRE ESPANTADO.
VOCES FUERA: ¡Viva el Emperador!
(AKIRA TIEMBLA Y LLORA. TRANSICION)

XII: EN UN CUARTEL, SHIGERU ANTE UNA HILERA DE OFICIALES AVIADORES. EN UNA MESA TRAS EL, DOS FRASCOS CON PIEDRAS BLANCAS Y NEGRAS.
SHIGERU: Señores oficiales del aire: el Japón los reúne, y no yo, para pedirles un último sacrificio por él. ¿Están dispuestos a hacerlo?
TODOS: ¡Sí!
SHIGERU: Queremos seguir siendo japoneses. Libres. Unidos como los granos de una misma espiga. Pero el enemigo se acerca con sus fauces gigantescas, y debemos contenerlo. Muchos años hace que fuerzas malignas quisieron agredir al Japón. El soplo de los dioses salvó nuestras tierras y alejó la flota invasora. Ese soplo, hoy, son ustedes. Y sus aviones. Y su valor. Ese soplo, que hace siglos fuera bautizado como Kamikaze, debe reaparecer hoy. Por el Japón. Por nuestro futuro. Este momento no es para almas débiles, sino para héroes. Héroes como las madres que se inmolan ante los malditos, para no servirles comida. Héroes como mi hermano Akira, muerto con otros miles de soldados en un lugar impreciso de nuestras costas. Héroes como los conductores gloriosos de las bombas kaitén, o como esos vigorosos nadadores que se dedican a la pesca en épocas de paz, pero que hoy se atan explosivos a la espalda y se bautizan fukuyuru, nombre con el que nadan hacia las naves enemigas para morir destruyéndolas. ¿son ustedes tan valientes como ellos?
TODOS: ¡Sí!
SHIGERU: Esta es la ocasión para demostrarlo. Uno a uno iré entregándoles un guijarro negro y otro blanco. Volverán a la fila. Pensarán. Y decidirán. Ya muchos aviadores nuestros han muerto arrojándose sobre barcos del demonio. Si deciden seguir esos pasos, deberán devolverme el guijarro negro. Si se arrepienten, si el egoísmo los domina, si la cobardía brota en sus almas, tienen en sus manos su salvación: el guijarro blanco. Aquel que me lo devuelva pone a salvo su vida, pero será una vida de deshonra frente al Imperio al que no supo servir. Acérquense. Uno a uno. (LO HACEN. FALTANDO DOS, LOS OFICIALES MURMURAN) ¿Ocurre algo?
UNO DE LOS AVIADORES: ¡Es el capitán Yukawa!
SHIGERU: Sí, claro que soy yo. (APARECE AKIRA)
AVIADOR: No, no... es... ¡es su hermano, capitán! ¡Está vivo! (TODOS APLAUDEN Y SE ACERCAN A ABRAZARLO) ¡A sus puestos! ¡Esto es una ceremonia solemne! (AKIRA ESTA DE PIE EN UN EXTREMO DEL ESCENARIO. SHIGERU SE LE ACERCA CON LOS BRAZOS ABIERTOS) ¡Hermano! (SE ABRAZAN)
AKIRA: (LLORANDO) Hermano...
SHIGERU: ¿Cómo has podido sobrevivir? ¡Sécate esas lágrimas, que no te vean llorando! (AKIRA SE RECOMPONE) ¿Cómo puedes regresar así? ¿No has cometido ninguna cobardía?
AKIRA: Tenemos que rendirnos. Es terrible. No hay escapatoria, Shigeru.
SHIGERU: Calla. Terminaré esta ceremonia y luego hablaremos.
AKIRA: ¿Qué hacen?
SHIGERU: Acércate a la mesa y hazme caso en todo. Luego te explicaré. (YENDO CON SU HERMANO HACIA LA MESA) Señores oficiales: los dioses han querido que mi hermano vuelva con vida. Pero él ha tomado también una determinación divina: ¡acompañarlos en este sagrado momento! (TODOS APLAUDEN Y VIVAN) Silencio. Vengan los que aún no tienen guijarros. (ENTREGA LOS ULTIMOS Y SE VUELVE HACIA AKIRA) Hermano, estos son los tuyos; has sido también un experto aviador. Nuestros héroes estarán orgullosos de ser conducidos por ti. (LE ENTREGA DOS PIEDRAS NEGRAS)
AKIRA: ¿Por qué me das dos piedras negras? A los otros no...
SHIGERU: Cállate y te explicaré luego. (AKIRA QUEDA DESCONCERTADO, DE PIE ANTE LA MESA) Ahora recogeré su decisión. (SE ACERCA A LOS AVIADORES Y RECOGE SOLEMNEMENTE, UNO POR UNO, LAS PIEDRAS. TODOS ENTREGAN LAS DE COLOR NEGRO) ¡Son ustedes héroes del Imperio! Hermano: sólo faltas tú: ¡muéstrales el color que has escogido!
AKIRA: Yo... (LEVANTA UNA DE LAS PIEDRAS. TODOS APLAUDEN Y VUELVEN A VIVAR)
AVIADOR: ¡Viva el capitán Yukawa, ejemplo entre ejemplos!
SHIGERU: Con esa piedra negra eliges amar a tu país. Has podido sobrevivir a las misiones más terribles. Pero desprecias tu vida hoy para darla por el Emperador.
AKIRA: (DESCONCERTADO) Shigeru, yo...
SHIGERU: ¡Viva el capitán Yukawa!
TODOS: ¡Viva!
AKIRA: (A SU HERMANO QUE SE HA ACERCADO) ¿Qué es esto? No puedo creerte.
SHIGERU: Cumple con el Japón, cobarde. Esto es lo que mereces por volver deshonrado, retirándote como las ratas.
AKIRA: (A TODOS, DÁNDOSE CUENTA DEL JUEGO) ¡Esperen todos! ¡Mi hermano también quiere acompañarnos!
SHIGERU: ¡Mi misión es permanecer aquí y planificar los ataques de todo el frente numero cuatro!

AKIRA: (A GRITOS, IMITÁNDOLO) ¡Por eso es gloriosa tu decisión! ¡Dejas tu seguro puesto en tierra para ir al cielo con nosotros! ¡Viva el capitán Yukawa!
TODOS: ¡Viva!
AKIRA: ¡Toma tus guijarros, héroe y hermano! ¡Tómalos y muéstranos tu decisión! (AKIRA LO MIRA SONRIENTE. SHIGERU DE ESPALDAS A LOS AVIADORES Y DE FRENTE AL PUBLICO, TOMA DOS GUIJARROS BLANCOS) ¡Puedes elegir la vida, Shigeru! ¡Nadie te obliga a partir con nuestra escuadra! ¡Muéstranos el color de tu alma! (SHIGERU, MUY ENOJADO, LE ENTREGA A AKIRA UNA PIEDRA BLANCA. AKIRA LEVANTA LA OTRA PIEDRA NEGRA QUE SU HERMANO LE ENTREGO ANTES) ¡Es negra! (TODOS APLAUDEN) ¡Viene con nosotros!
SHIGERU TIEMBLA, CON TEMOR E IRA.
AVIADOR: ¡Vivan los hermanos Yukawa, héroes ejemplares!
TODOS: ¡Vivan!
OTRO AVIADOR: ¡Vivan los capitanes del cielo!
TODOS: ¡Vivan!
APLAUDEN. SIRENAS ANUNCIAN LA PARTIDA. TODOS CORREN MENOS LOS HERMANOS. SE MIRAN. SALEN

XIII: REAPARECEN LOS ACTORES / BAILARINES. VESTIDOS DE PILOTOS, CON LINTERNAS DE PAPEL EN FORMA DE AVION Y UNA LLAMITA DENTRO. SU DANZA RECREA UNA FORMACION AEREA QUE SE ELEVA. APARECE OTRO BAILARIN REPRESENTANDO A LA MUERTE. A MEDIDA QUE AVANZAN, LOS AVIADORES SE LANZAN CONTRA LAS NAVES ENEMIGAS, REPRESENTADAS CON MAQUETAS DELANTE DE ELLOS. LA MUSICA COMBINA LOS RUIDOS DEL COMBATE CON UNA MELODIA TERRIBLE Y ORIENTAL. LA MUERTE APAGA LA LLAMA DE CADA AVIADOR QUE SE ARROJA, DESAPARECIENDO LOS BAILARINES UNO POR UNO. FINALMENTE QUEDAN DOS: LOS HERMANOS. APARECEN SENTADOS EN EXTREMOS OPUESTOS, RECREANDO SUS ACCIONES DENTRO DE LA CABINA
AKIRA: ¡Has hecho que se lancen todos! ¡Están muertos también!
SHIGERU: ¡Ahora tú, tú!
AKIRA: ¿Eso que querías? ¿Por qué me diste dos piedras negras?
SHIGERU: ¡Arrójate y deja de chillar!
AKIRA: ¡No, no me hagas hacerlo!
SHIGERU: Nos estamos acercando mucho... ¡van a volarnos con sus bombas!
AKIRA: ¡Yo no quiero arrojarme! ¡No quiero morir!
SHIGERU: ¡Me están disparando a mí, sálvame, hermano!
AKIRA: ¡Aléjate! ¡Aléjate o lánzate!
SHIGERU: ¡Tú estás más cerca, lánzate y sálvame! ¡Te lo ruego!
AKIRA: ¡Tú primero! ¡Tú estás delante!
SHIGERU: ¡Eres un cobarde, estás dudando! ¡Húndelo! ¡Húndelo!
AKIRA: No quieres tirarte, ¿verdad Shigeru?
SHIGERU: No preguntes tonterías, ¡decídete o nos matan!
AKIRA: ¡Quieres que me tire yo primero! ¿Por qué te pones detrás de mí? ¡No te pongas detrás!
SHIGERU: ¡Tírate o disparo!
AKIRA: ¡No voy a hacerlo! ¡Lánzate tú!
SHIGERU: ¡No te detengas o disparo! No bajes la velocidad...
AKIRA: No estoy loco... el que está loco eres tú...
SHIGERU: ¡No aminores, nos vamos a estrellar! ¡Cae! ¡Arrójate! ¡Mata a la serpiente antes que nos destroce!
AKIRA: ¡Tú eres la serpiente! ¡Tú! ¡Tú!
SHIGERU: No pierdas el control, estúpido... ¡Me estás rozando! (SUS AVIONES ROZAN) ¡Me has chocado, te ordené que aceleres!
AKIRA: ¡Estamos cayendo!
AMBOS: ¡¡¡Suni!!!
GRITAN ATERRADOS Y SE CUBREN EL ROSTRO SOLTANDO LOS CONTROLES. LOS BAILARINES ESTRELLAN SUS AVIONES Y ESTOS CAEN ARDIENDO. SILENCIO. TRANSICION.

XIV: SUNI EN SU CAMA. DESPIERTA DE IMPROVISO.
SUNI:
(CANTA O RECITA)
La angustia me despierta con sus manos frías.
Lo he visto caminar, servir el té
y beberlo envuelto en llamas.
No hay duda que el amor sí se desdobla
y ese rostro dibujado en los pliegues de mi cama
es mi pareja arrancándose una nube,
gritando auxilio con lágrimas de hierro
y cayendo en el fondo de mi pecho.
Me hizo saltar. Y ya quisiera
tener los ojos de un dios para buscar a mi amado
en la selva de este horrible sueño.

XV: A OSCURAS. BOMBAS Y RUIDOS DE GUERRA QUE SE ALEJAN. UN SOLDADO CURA A AKIRA. AMBOS ESTAN HERIDOS, EN LA SELVA.
AKIRA: (DESPIERTA) ¿Quién eres? ¿Qué haces?
SOLDADO: Estoy curando tus quemaduras.
AKIRA: No veo. ¡No puedo verte!
SOLDADO: Es de noche y no hay luna.
AKIRA: ¡Pero no puedo ver! ¡Estoy ciego! (SE DESESPERA)
SOLDADO: (LE CUBRE LA BOCA) ¡No grites! ¡Si vienen nos dispararán! Déjame curarte, calla...
AKIRA: ¿Quién eres? ¿Qué pasó?
SOLDADO: Desembarcamos en la isla y apenas pisé la playa, una bomba reventó y caí. Cuando abrí los ojos estabas junto a mí. Se te estaba quemando la espalda y no te dabas cuenta. Yo te apagué.
AKIRA: Pero te pudiste ir y dejarme. Nadie te obligó.
SOLDADO: Es que tú me estabas dando agua. Tú me despertaste a mí. Luego yo te apagué la espalda y te desmayaste. (PAUSA)
AKIRA: ¿De dónde eres?
SOLDADO: De repente conoces mi pueblo. Allá fabricamos automóviles. Todos trabajamos en eso, ya sabes. Todo el mundo quiere tener un automóvil. ¿Y tú?
AKIRA: En mi pueblo sembramos arroz. Queda muy lejos de aquí.
SOLDADO: Cuando estamos en guerra, nuestros pueblos están siempre muy lejos. (PAUSA) ¿Cómo se llama tu sitio?
AKIRA: Sendashi. ¿Y el tuyo?
SOLDADO: Detroit.
AKIRA: Nunca he escuchado ese nombre.
SOLDADO: Yo tampoco conozco tu pueblo. Suena como esos lugares que nos ordenan destruir. ¿En qué Estado queda?
AKIRA: (SUSURRA) Silencio. Motores. (ESCUCHAN) ¿Y tú? ¿Dónde queda tu Detroit, en el mar? ¿O dentro de alguna isla grande?
SOLDADO: (ATIENDE) Sí, escucha. Tienes razón. Son motores. Algún barco lejos. ¿Será de los nuestros?
AKIRA: No sé. No puedo ver. No quiero quedarme ciego.
SOLDADO: Tenemos dos ojos, con que pierdas uno no pasa nada.
AKIRA: Yo sólo tengo uno. Vamos. Busquemos el ruido.
SOLDADO: No puedo. Tengo las piernas rotas. (AKIRA LO SUBE EN SUS HOMBROS Y CAMINAN)
SOLDADO: (GUIÁNDOLO) No pises con fuerza... a la derecha, parece un pantano. Apenas se ve... ahora a la izquierda... espera... sigue de frente, ahora a la derecha... veo brillar arena... ¡y mira! ¡Adelante, luces!
AKIRA: Y voces.
SOLDADO: ¿En qué idioma?
AKIRA: No sé. Todo me suena igual.
SOLDADO: Avanza, están adelante. No te apures, no nos vayamos a hundir. ¿Tienes un pañuelo blanco?
AKIRA: Sí. ¿para qué?
SOLDADO: ¡Para rendirnos! ¿Y si son enemigos?
AKIRA: Un soldado nunca se rinde.
SOLDADO: Ya no somos soldados: tú eres un ciego y yo soy un cojo. ¡Dame tu pañuelo!
AKIRA SE LO DA. EL SOLDADO LO PARTE EN DOS Y ATA UNA MITAD AL FUSIL. LA OTRA LA PONE EN UNA MANO DE AKIRA Y LO HACE LEVANTARLA, COMO BANDERAS DE PAZ
AKIRA: ¡Allá están, ya los entiendo! ¡Son nuestros!
SOLDADO: Yo los escucho... ¡son enemigos, estás loco! ¡Hablan japonés!
AKIRA: ¿Y tú no eres japonés?
SOLDADO: ¿Y tú? ¿Eres japonés? ¡Contesta! (SILENCIO DE AMBOS ANTE LAS VOCES Y LOS MOTORES QUE SE ACERCAN. SE DETIENEN)
AKIRA: No te separes de mí. Te necesito.
SOLDADO: (CAMBIA DE ACTITUD) Yo también. (PAUSA. ESTATICOS) No puedo creerlo. ¿En qué idioma hablamos?
AKIRA: No digas nada, por favor. Levanta tu pañuelo. (LOS DOS LO HACEN. UNA LINTERNA LOS ILUMINA)
SOLDADO: ¡No disparen... nos rendimos... estamos heridos!
SUENA UN TIRO Y EL AMERICANO CAE DE LOS HOMBROS DEL JAPONES.
AKIRA: ¡No! ¿Por qué? ¡Es mi amigo! ¡Ese hombre me salvó! ¡¿Por qué?!
SHIGERU: (APARECE CON SU REVOLVER Y UNA LINTERNA EN LAS MANOS) Traidor de porquería. Ahora es cuando debo matarte.
AKIRA: ¡Shigeru, eres tú! ¡Soy Akira!
SHIGERU: ¡Ya lo sé! (LE DISPARA Y NO LE DA)
AKIRA: ¡¿No me dispares, qué te pasa?! ¡No lo hagas, soy tu hermano! ¡Estoy ciego!
SHIGERU: ¡¿Para qué quiere ver un muerto?! (DISPARA DE NUEVO. NO LE DA)
AKIRA: (REVOLCÁNDOSE Y QUERIENDO ESCONDERSE) ¡No me dispares, no me mates!
SHIGERU: ¡¿Hasta cuando vas a estar detrás de mí, siguiéndome, llegando a mis espaldas, quitándome lo mío?! ¡Ya no! ¡Nunca más! ¿Quién te protege? (DISPARA VARIAS VECES SIN DARLE, HASTA QUE AKIRA LE ARROJA ARENA EN LOS OJOS) ¿Qué me has hecho, carajo? ¡¿Quieres quitarme todo?! ¡Quítame la muerte también! ¡Quítame la muerte! (SHIGERU DISPARA A CIEGAS. ENTRAN OTROS SOLDADOS JAPONESES Y LO DETIENEN)
SOLDADO: ¡Es su hermano, capitán Yukawa! ¡No dispare!
SHIGERU: ¡Llevan bandera blanca, son enemigos! ¡Un japonés no se rinde!

SOLDADO: ¡El muerto es enemigo, pero el otro es su hermano! ¡Es nuestro!
SHIGERU: ¡Nunca! ¡Uno nuestro no se rinde! (NO PUEDE VER) ¡Llévense a ese cobarde! ¡Lo desconozco! ¡No puedo verlo! ¡Es una deshonra para todos! (CARGAN A AKIRA) ¡Muerte para ese traidor! ¡Que lo enjuicien y lo fusilen! ¡Al tribunal militar! ¡Muerte para el cobarde! ¡Justicia! (LLORA) ¡Eso es lo único que quiero! ¡Justicia! (GRITA AL CIELO) ¡Justicia!
TRANSICION.

XVI: A OSCURAS, UNA CANCION ENTONADA POR TRES HOMBRES DESENTONADOS. LAS VOCES SON TRISTES, LA CANCION ALEGRE. APARECEN LENTAMENTE LOS CANTANTES, A MEDIDA QUE LA CANCION AVANZA: SON CUATRO SOLDADOS PRISIONEROS Y UNO DE ELLOS ES AKIRA. VA CON DOS JOVENES Y UN VIEJO, EL UNICO SIN UNIFORME. UN JOVEN LLEVA LOS BOLSILLOS LLENOS DE PAPELES Y SOBRES. EL OTRO, COJO, LLEVA LA PIERNA ATADA A SU FUSIL. AKIRA NO CANTA: SOLO OBSERVA DIVERTIDO.

LOS TRES: (CANTANDO)
Cuando el cerezo florece
anuncia el peor de los tiempos.
En nuestras heridas y en nuestras mentiras
florece el cerezo,
¡florece el cerezo!
VOZ DE FUERA: ¡Silencio! ¡Los prisioneros no tienen derecho a cantar!
(CALLAN. LARGO SILENCIO)
TELEGRAFISTA: (AL COJO) ¿Por qué estás acá?
COJO: ¿No ves? Por usar el fusil en contra del reglamento. ¿Y tú?
TELEGRAFISTA: Yo soy telegrafista; recibí un mensaje ordenando que nos rindiéramos, y se lo comuniqué al oficial de turno. ¿Sabes lo que hizo?
COJO: Lo puedo adivinar.
TELEGRAFISTA: Lo rompió. Terminamos todos en el frente. Todos muertos.
VIEJO: Tú no estás muerto.
TELEGRAFISTA: Bueno, yo no. Los demás. A mí me salvó sin querer: hizo que me detuvieran y me enviaran a juicio.
VIEJO: Por unos días solamente. (LE PALMEA EL HOMBRO) Después del juicio estarás bien muerto.
COJO: ¿Qué escribes? (SEÑALA EL PISO)
VIEJO: Cuentas. Cuentas. Voy a enjuiciar al mismísimo Emperador por esta detención injusta.
TELEGRAFISTA: ¿Qué hiciste?
VIEJO: Nada: solamente inscribí a mi hijo en el libro de los caídos.
TELEGRAFISTA: ¿Y por eso te van a procesar?
VIEJO: Es que mi hijo no está muerto, lo hice por la pensión. ¡Pero alegaré que yo creía que estaba muerto, que no cometí un delito! ¡Voy a ganarles el juicio y terminaré millonario!
COJO: ¿De qué pensión hablas?
VIEJO: ¿No sabes? El que inscribe más familiares caídos en combate cobra más pensión del Imperio. Por un hijo dan 700 yenes mensuales. Por dos, 1200. Por un padre, 200 más. Por padre y madre, 300 más. ¡Y toda la vida! ¡Gran negocio! (DUDA) Digo, cuando resulta.
AKIRA: ¿Y cuánto dan por un hermano?
VIEJO: 1000 yenes al mes. Es lo más rentable, pero no tengo hermanos.
COJO: (A AKIRA) ¿Y tú por qué estás acá?
AKIRA: No sé. Realmente no lo sé. Pero ahora que los escucho, estoy imaginando razones.
COJO: ¿Tanto entrenamiento, tanta práctica de tiro, para qué? ¡Para morir fusilados!
TELEGRAFISTA: Yo no voy a ser fusilado. Estos telegramas me defenderán. (MUESTRA PAPELES) Yo no inventé la derrota. ¡No me van a matar!
VIEJO: Claro que te van a fusilar, hijo. De un juicio de guerra no se salva nadie. Toda la ceremonia está preestablecida, incluyendo nuestros fusilamientos. O mejor dicho, el de ustedes. Porque yo voy a enjuiciar al Imperio. Por algo soy abogado.
COJO: Pero nosotros somos simples soldados. Estamos muertos desde que nos probamos el uniforme. ¿Para eso tantos ejercicios y gritos? ¿Para morir en un paredón?
VIEJO: Decía mi difunta esposa: "tanto nadar para morir en la orilla".
COJO: ¿Tu esposa murió en la guerra?
VIEJO: (SIN OÍRLO) ¿Cuánto darán por una esposa?
TELEGRAFISTA: (DESCUBRE LOS GALONES DE AKIRA) Eres capitán. (SALUDA MILITARMENTE)
AKIRA: No gastes tus fuerzas.
VIEJO: Cierto, cierto, que guarde sus fuerzas para el momento que lo fusilen. (AL TELEGRAFISTA) Te van a servir para apretar bien los ojos. (RIE)
COJO: (A AKIRA) ¿Es verdad que estamos perdiendo?
AKIRA: Creo que... (CALLA Y NO CONTESTA)
COJO: Aunque ganemos. Nosotros ya perdimos. (LARGO SILENCIO)
VIEJO: (SACANDO CUENTAS) Por meter un familiar en el ejército también se recibe dinero. Puedo hacer que me reconozcan a los tres sobrinos que murieron en el mar.
TELEGRAFISTA: ¿Tú hiciste que se enrolaran?
VIEJO: No, pero no creo que me contradigan.
AKIRA: (SIENTE LA BRISA) ¿Hay una ventana? ¿Por qué no escapamos?
COJO: Porque casualmente... también hay una reja.
AKIRA: ¿Ya amaneció?
VIEJO: Ajá. Y no tarda en llegar el juez. (SE ACICALA LOS HARAPOS) Arréglense el uniforme. (LOS OTROS LO OBEDECEN) Pero no se preocupen del cabello. Las balas despeinan.
COJO: ¿Cómo es el juicio?
VIEJO: Simple. Primero se instala el tribunal. (A UN LADO DEL ESCENARIO Y FUERA DE LA PRISION, EL TRIBUNAL SE INSTALA TAL COMO EL ABOGADO DESCRIBE) Basta una mesa y una bandera militar. ¡Ah! ¡Y un gong! El juez se sienta solemnemente, lee el nombre del acusado y después sus delitos. Los del acusado, no los del juez. (AL LADO, EL JUEZ YA SE SENTO Y ES POSIBLE QUE LOS OIGA) Si leyera sus delitos, no acabaría nunca. ¿Saben que hubo un juez al que yo hice destituir? Quiso llevarse la mitad del dinero que le saqué a una cliente, una viuda que reclamaba por una pensión. Claro, él me apoyó a cambio de algo, ¡pero nunca pensé que pediría la mitad! Le pagué con un fajo de billetes cortados, un billete encima y otro abajo. Y cuando se dio cuenta, me denunció. Pero yo también lo denuncié, y lo echaron del cargo. Se llamaba Tadishi Zuzuke.
SOLDADO: (ENTRA) ¡Pónganse de pie! ¡El juez ha llegado! ¡Silencio!
VIEJO: ¡A mí no me grite, yo no soy militar! ¿Cómo se llama el juez?
SOLDADO: (LEE) Tadishi Zuzuke. Salgan. (TODOS SE UBICAN ANTE EL JUEZ)
JUEZ: ¡Acusados! El Imperio me exige juzgarlos y darles castigo por las faltas que cometieron. Seré benevolente con aquellos que me convenzan de su inocencia. Veamos: (LEE) El primer acusado es el hombre de letras Minoru Hayashi. (MIRA A LOS REOS) ¿Minoru Hayashi?
VIEJO: (ADELANTANDOSE) Soy yo.
JUEZ: (SONRIENDO) Sus delitos son... ¡lea oficial!
OFICIAL LECTOR: "Querer burlarse del Imperio haciendo falsos registros en la nómina oficial de caídos en combate".
JUEZ: Puede usted defenderse.
VIEJO: (INICIANDO UNA POMPOSA ALOCUCION) Yo...
OFICIAL LECTOR: (INTERRUMPE AL ABOGADO Y LEE MARCIALMENTE) " Yo, Minoru Hayashi, he cometido una falta grave contra nuestro país y nuestro divino conductor, el Emperador Hirohito, y en este juicio de guerra me considero y declaro culpable, exigiendo para mí la pena más severa, para constituirme en ejemplo de nuestras tropas y población civil".
VIEJO: Pero... ¡ese alegato no es mío!
JUEZ: Son los procedimientos. Hay que ahorrar tiempo. Habiéndose declarado culpable, el hombre de letras Minoru Hayashi es condenado a muerte. (HACE SONAR SU RUDIMENTARIO GONG) Al paredón. (SELLA UN PAPEL Y LO TIRA SIN MIRAR AL ABOGADO ARRODILLADO ANTE EL)
VIEJO: Pero yo... soy inocente... (DOS SOLDADOS LO SACAN EN VILO) ¡Soy inocente! ¡Respeten mis derechos! ¡Soy abogado!
JUEZ: (MIENTRAS SACAN AL VIEJO) ¡Silencio! ¡No se puede ser abogado e inocente a la vez! ¡El que sigue! (EL OFICIAL LECTOR LLAMA AL TELEGRAFISTA) Usted es... usted es el telegrafista... ¡Zenji Inoguchi!
TELEGRAFISTA: Sí, señor juez.
JUEZ: ¡Sus delitos son muy graves! (AL LECTOR) ¿Cuáles son?
OFICIAL LECTOR: " Recibir y difundir información errónea respecto de los avances del combate y a las acciones de guerra, además de comunicar abiertamente información clasificada como secreta".
TELEGRAFISTA: ¡No es cierto, todo lo que yo leí era verdadero! ¡Informé de los suicidios de nuestros principales almirantes y generales! ¡Informé de los bombardeos sufridos por nuestras principales ciudades! ¡Todo verdad! ¡Yo no inventé nada!
JUEZ: No me interrumpa...
TELEGRAFISTA: ¡Y nada era secreto! ¡Me pidieron divulgar todo, inclusive una posible fórmula de rendición! ¡El gobierno se contradice, los principales se matan y yo soy la víctima! Mire esto: cartas y telegramas que envían nuestros oficiales desde el frente. Informan que se matan por no rendirse, que el enemigo avanza, que las familias en los pueblos alejados del frente se suicidan por no soportar el dolor de...
JUEZ: Está usted incurriendo en desacato. Haré que lo fusilen dos veces.

TELEGRAFISTA: Esta carta, por ejemplo. Otro oficial desolado que ha perdido a su familia y, antes de morir dignamente, informa a su hermano de su decisión: (LEE) " Akira: te escribe tu querido hermano Shigeru para pedirte perdón por mi estúpido comportamiento. Es cierto: estamos a punto de ser aniquilados. Pensé cobardemente en escapar hacia nuestro pueblo, pero las noticias me lo han impedido. Sendashi ha sido destruido por los demonios. Nuestros padres están muertos. Suni también. Ya nada tiene sentido más que la muerte. Los ancianos coroneles que trabajan a mi lado están muertos a mis pies. No hay más táctica que la muerte, Akira. Te pido perdón. Y si has muerto, espero encontrarme contigo en las muchas vidas que nos darán los dioses". (SILENCIO. EL OFICIAL LECTOR LE ARREBATA LA CARTA, PERO EL ACUSADO PRETENDE SEGUIR LEYENDO OTRAS) Esta es del general Ushijima: "¡Lamentablemente ya no podemos continuar la lucha! Presento mis más sinceras disculpas por este fracaso al Emperador y al pueblo de mi país---" (SE LA QUITAN. EL INSISTE) Otra, de un comandante: "Mis..."
JUEZ: ¿Quieren callar a ese hombre, por favor?
TELEGRAFISTA: (NO DEJÁNDOSE TAPAR LA BOCA) "Mis hombres con la moral alta, luchan como valientes en defensa de nuestro territorio... lo haremos hasta la última bala... ¡aunque estemos todos muriendo!" (UNA RAFAGA DE BALAS SE OYE FUERA. EL TELEGRAFISTA CALLA Y TODOS REACCIONAN. ES EL PELOTON DE FUSILAMIENTO)
JUEZ: (SONRIENTE) Bueno, ahora que ha mejorado mi humor, ¿puede usted leer, oficial?
OFICIAL LECTOR: "Yo... Zenji Inoguchi, he cometido una falta grave contra nuestro país y nuestro divino conductor, el Emperador Hirohito, y en este juicio de guerra me considero y declaro culpable, exigiendo para mí la pena más severa, para constituirme en ejemplo de nuestras tropas y población civil".
JUEZ: Soldado, usted es culpable y lo condeno a muerte. Al paredón.
TELEGRAFISTA: (MIENTRAS TRATAN DE SACARLO) ¡No, soy inocente!
JUEZ: ¡Esperen! (A LOS SOLDADOS QUE CARGAN AL CONDENADO) Llévense a este cojo también, me da pena que el pobre esté tanto tiempo de pie.
COJO: Pero todavía no me ha juzgado.
JUEZ: Procedamos. ¿Cómo se llama usted?
COJO: Shigeyoshi Nakajima.
JUEZ: Muy bien, soldado Nakajima. Sus delitos son...
OFICIAL LECTOR: "Dar uso antirreglament---"
JUEZ: Etcétera. Son delitos muy graves. Ahora su defensa.
OFICIAL LECTOR: "Yo, Shigeyoshi Nakajima, he cometido una falta ..."
JUEZ: (INTERRUMPE OTRA VEZ) Etcétera también. Suficiente. Al paredón los dos. ¿Cuántos faltan? (SE LLEVAN A LOS OTROS) ¿Sólo usted? Akira Yukawa. ¿Usted no fue un héroe famoso? ¡Todos lo elogiaban!
AKIRA: Si usted lo dice.

JUEZ: Sucede en todas las granjas. Hasta el buey más querido y trabajador termina en el matadero. A ver, sus delitos son...
AKIRA: (IMPIDE HABLAR AL OFICIAL LECTOR) Mi delito es múltiple. Cambiar de opinión. Confiar en quien no debía. Hacer lo que otros querían y no lo que deseaba yo.
JUEZ: No son los que dice este papel, pero también merecen juicio. A ver, el alegato.
OFICIAL LECTOR:" Yo, Akira Yukawa, he cometido una falta grave..."
AKIRA: Confiar fue mi falta. Ser un muñeco. Creer.
OFICIAL LECTOR: (RETOMA) "... falta grave contra nuestro país y nuestro divino conductor, el Emperador Hirohito, y en este juicio de guerra... "

AKIRA: ¿Cuál juicio? ¿Cuál guerra? ¿Cuál de las tantas guerras que perdemos y ganamos?
OFICIAL LECTOR: (GRITA) " En este juicio de guerra me considero y declaro culpable..."
AKIRA: (GRITA TAMBIEN) ¿Culpable de qué? ¿Quién no es culpable? Yo le creí a mi hermano, dijo que si ganábamos no iba a perder mi casa, ni mi familia, ni mi mujer... ¡y ya no los tengo!
OFICIAL LECTOR: "Solicitando para mí la pena más severa..."
AKIRA: ¡La pena más severa ya la sentí!
OFICIAL LECTOR: "La pena más severa para constituirme... "
AKIRA: ¡No es una bala! ¡Es el desengaño!
OFICIAL LECTOR: "Para constituirme en ejemplo de nuestras tropas y población civil".
AKIRA: ¿Ejemplo? ¡Si todos supieran mi historia, no creerían en ustedes! ¡No creerían en nadie! ¿De dónde sacan los ejemplos y los héroes? ¡De los muertos! ¡De los locos! ¡Esos son los ejemplos que mueven a tanta gente! ¡Pónganme de ejemplo a mí!
JUEZ: Ya me aburrió. Condenado a muerte. (GOLPEA EL GONG Y SELLA SU PAPEL. DOS SOLDADOS CARGAN A AKIRA)
AKIRA: ¿Otra vez? ¿Siempre tiene que ganar el que no debe?
JUEZ: No hable tonterías: el que gana es siempre el que debió ganar. Al paredón. (TODO SE ESTREMECE CON UN ZUMBIDO ATERRADOR. LOS SOLDADOS ABREN LA PUERTA Y EL LOCAL SE INUNDA DE LUZ)
JUEZ: (ASUSTADO) ¡Un bombardeo! ¡Un incendio!
AKIRA: (LO SUELTAN) ¿Qué es esa luz? ¡La he visto! ¡Soy ciego y la he visto! ¿Se está quemando el pueblo? ¡Siento la luz, siento el calor, se está quemando! (TODO TIEMBLA) No es mi pueblo, ¿verdad? ¿Cómo se llama?
JUEZ: (ESCAPANDO) ¡Sálvese quién pueda!
AKIRA: ¿Cómo se llama ese pueblo?
SOLDADO: ¡Hiroshima! ¡Cuidado!
EL LOCAL CAE APLASTÁNDOLOS. ENTRE GRITOS, FUEGO Y RUIDOS APOCALIPTICOS, CAE TAMBIEN EL TELON.

FIN DEL SEGUNDO ACTO.


SEGUNDO INTERMEDIO

ANTE EL TELON CERRADO APARECE AKIRA CON LOS OJOS CUBIERTOS Y EL UNIFORME HECHO JIRONES. CAMINA USANDO UN BASTON, A TIENTAS.
AKIRA: Sendashi... ¿dónde queda Sendashi?
UNA PERSONA CUALQUIERA LE SEÑALA EL HORIZONTE. AKIRA CAMINA Y SE DETIENE PARA CANTAR O RECITAR HACIA PLATEA.

Primero fui un cobarde y después
el mejor de los reclutas. Pero ahora
estoy ciego. ¿No hay un alma bondadosa
que oriente a este soldado hacia su pueblo?
Cuando fui bueno me insultaron. ¿Cuando fui malo
tal vez me quisieron?
Me pidieron disparar y obedecí. ¿Habré matado
a alguno de los nuestros?
Ahora busco regresar con aquellos que recuerdo.
Yo sé que no están vivos, no me importa.
Como todos los soldados que vienen de la guerra,
yo también vuelvo muerto.
¡Quiero oírlos!
¡Quiero verlos!
Pero estoy ciego. ¿No hay un alma bondadosa
que oriente a este soldado hacia su pueblo?
(SALE)



EPILOGO

LUZ TENUE. ANOCHECE.
AKIRA HA LLEGADO A SU CASA Y ESTA DE PIE EN EL CENTRO DE LA HABITACION PRINCIPAL.
AKIRA: Acá. Esta es mi casa. Este es el olor de las paredes. No la destruyeron los bombardeos. (LA CASA PERMANECE INTACTA, COMO HABITADA) Pero imagino que todo está sucio. Rajado. Cubierto de polvo. ¿Mamá? ¿Mamá Chiyo? ¿Me puede oír? (SILENCIO) ¡Suni! ¡Llévame al Volcán Muerto! Ahora sabrás cuál es cual. Akira es el que respira, Shigeru es el que está... (SUSPIRA) Igual que todos. Igual que tú, Suni. (SILENCIO) Después de la guerra. Si hay algo más terrible que la guerra, es el después de la guerra. (GRITA) ¡Dónde están! ¡¿Dónde tengo que buscarlos ahora?! (CONTIENE EL LLANTO) La ciudad ha sobrevivido. He oído a los campesinos insultando una vaca. He caminado por el fango, entre el arroz. He pisado un camino que sigue vivo, ¿por qué no siguen vivos ustedes? (ASOMAN A LA PUERTA SUNI Y MAMA CHIYO. SE DETIENEN ASOMBRADAS) Están allí. Respiran. Yo sé que los muertos respiran. Después de los combates se escucha a los soldados que no volvieron. Duermen. Roncan. Suspiran. Algunos hablan despacito en el oído de sus amigos. Nombran a sus mujeres, a sus pueblos, anuncian el lugar donde se perdieron sus cuerpos. ¿Pueden hablarme? ¿Son ustedes?
MAMA: Soy yo, hijo. Y Suni.
AKIRA: ¿Dónde están? ¿Cómo llego a ustedes? ¡Estoy ciego, mírenme!
MAMA: (ACERCANDOSE A EL) Ven acá, hijito. Mamá Chiyo te quiere abrazar. (SE ACERCAN Y SE ABRAZAN) No eres un fantasma. Eres tú. Estás vivo.
AKIRA: ¿Usted mamá? ¿La estoy tocando? ¿No estoy loco, mamá?
ENTRA SHIGERU. SE DETIENE ASOMBRADO. VA EN SILLA DE RUEDAS, UN OJO CUBIERTO.
SHIGERU: ¿Quién es?
MAMA: Es tu hermano. Míralo: no ha muerto. (LO ABRAZA)
SUNI: (ABRAZANDO A SHIGERU) Pero está ciego. Acércate.
SHIGERU: (SHIGERU VA HACIA AKIRA Y LE TOMA LA MANO) ¿Hermano? ¿Eres tú? (SE ABRAZAN) ¡Estás vivo! ¡Estás vivo! (A LAS MUJERES) ¡Váyanse, vuelvan después! ¡Tengo que hablar con él! (LAS MUJERES SE RESISTEN PERO SHIGERU INSISTE CON GESTOS HASTA QUE LOGRA QUE SE VAYAN) ¡Akira!
AKIRA: Shigeru, no estoy entre los muertos, ¿verdad? ¿No he muerto, Shigeru?
SHIGERU: En cierta forma... todos nosotros pensamos que no volverías...
AKIRA: Yo sé quién lo pensó primero. Tú.
SHIGERU: Han pasado tantas cosas... Ha sido todo tan terrible.
AKIRA: Lo más terrible fuiste tú.
SHIGERU: No me hables así. Soy tu hermano.
AKIRA: ¿Cuándo se te ocurrió? ¿Cuándo supiste que te pagarían por mí?
SHIGERU: No me hables así, a mí también me ha golpeado la guerra.
AKIRA: ¡A mí me golpeaste tú! (LLORA EN SILENCIO)
SHIGERU: Estuve loco, ¿sabes? Hice todo eso para competir contigo. Para vencerte. Para quitarte lo que yo creía que me habías quitado tú a mí.
AKIRA: Yo nunca quise nada tuyo.
SHIGERU: Lo sé. Pero es tan difícil explicar lo que sentía. Como si viviera en una carrera eterna. Una carrera que nunca termina pero en la cual tú siempre ganas. Como un sueño absurdo. (LLORA) He vivido tan arrepentido. (SE ABRAZAN)
AKIRA: ¿Qué es esto?
SHIGERU: Una silla de ruedas: perdí las piernas. No pude evitar que la guerra me hiciera algo.
AKIRA: Pero tú me escribiste... dijiste que te ibas a suicidar... ¡que todos en el pueblo habían muerto!
SHIGERU: Perdóname, perdóname, ¡tuve miedo! Pensé que tú podrías volver y yo no estaría, y si llegaba después que tú ya te habrías apoderado de todo... ¿te imaginas eso? ¿Volver a perder la carrera? (ABRE UN CAJON) Estaba loco, hermano. Loco.
AKIRA: Y me volviste loco a mí. Como un ciego que guía a otro ciego.
SHIGERU: Dice Suni que estás ciego. (SE DECIDE Y MIENTE) Yo también.
AKIRA: Ese es el pago por tu maldad.
SHIGERU: No sigas. (BUSCA MUY LENTAMENTE EN EL CAJON) No me castigues. Desde que volví al pueblo he soñado con tu cadáver. Como si estuvieras enterrado debajo de mi cama. No puedo mirar el mundo, pero veo lo que imagino. Como un sueño eterno, y en todas las visiones apareces tú. Fusilado. O muerto en Hiroshima. Estuviste allí.
AKIRA: Estuve cerca. Pero ya estoy acá.
SHIGERU: ¿Qué puedo hacer ahora, Akira? ¡Todo es tan complicado! ¡Estoy cojo y ciego! ¡Quiero que me cuiden! ¡No quiero perder a Suni!
AKIRA: ¿Perder a Suni?
SHIGERU: (SACANDO UN REVOLVER) Ella... ella...
AKIRA: Te casaste con ella. (PAUSA)
SHIGERU: Sí.
AKIRA: Le dijiste que estaba muerto.
SHIGERU: ¡No, te juro que no! Pero mentí. (ABRE EL TAMBOR DEL REVOLVER: NO TIENE BALAS)
AKIRA: ¿Mentiste? ¿Qué le dijiste?
SHIGERU: ¿Cómo iba yo a adivinar que...?
AKIRA: ¿Qué le dijiste?
SHIGERU: Ella cree... todos creen que... que soy Akira. Creen que soy tú.
AKIRA: (CONTENIENDO LA FURIA) Pero...
SHIGERU: ¡Ya habías muerto, tu lugar estaba vacío! ¿Qué importaba el nombre?

AKIRA: ¡Pero estoy vivo, Shigeru! ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Hace cuánto tiempo que llegaste?
SHIGERU: Seis meses.
AKIRA: ¿Tanto tardé en llegar? ¿Para esto crucé todo el Japón a tientas?
SHIGERU: Yo te daré una habitación. (BUSCA EN LOS RECIPIENTES PUESTOS SOBRE LA MESA) Me ayudarás a administrar la hacienda. Serás el tío de mis hijos.
AKIRA: ¿Hijos? ¿Suni...?
SHIGERU: Sí.
AKIRA: ¿Y dónde está papá?
SHIGERU: Murió.
AKIRA: ¿Durante los bombardeos?
SHIGERU: ¡No digas eso, nunca hubo bombardeos! Cuando volví estaba feliz de que uno regrese, no le importaba cuál. ¡El te quería más a ti, pero pensando que los dos habíamos muerto, no le interesaba quien era yo! Cuando llegué, me recibió alegre como un perro. Me llevó por toda la hacienda. Me mostró todos los árboles, como si me presentara a sus mejores amigos. (SIGUE BUSCANDO BALAS SIN HALLARLAS) De pronto... no lo pude ver... no pude ayudarlo...
AKIRA: ¿Qué le pasó?
SHIGERU: El río. Las peñas. Yo escuché cuando se resbaló. ¡Sólo pude gritar, Akira! ¡Gritar! Pero tardaron tanto en venir... nunca lo encontraron... (ENCUENTRA LAS BALAS EN UN RECIPIENTE. SE LAS METE AL BOLSILLO) Déjame llevarte a donde murió.
AKIRA: Eso quiere decir que eres el dueño de la hacienda.
SHIGERU: ¡No hables así, no me hagas sufrir más! Vamos, Akira, vamos, quiero recordar contigo esos lugares donde jugábamos. Los árboles, la orilla. (LO TOMA DE LA MANO. AKIRA RETIRA LA SUYA SUAVEMENTE)
SUNI: (ENTRA SUBITAMENTE) Shigeru... pensé que tendrías sed.
AKIRA: Sí. No te vayas. (ELLA SE ACERCA A EL)
SHIGERU: (GUARDA EL ARMA) Déjanos solos. Luego podrán hablar.
AKIRA: Por favor, hermano. Déjame tocar sus manos.
SHIGERU: Vuelve luego, Suni. Luego habrá tiempo.
SUNI: (A SHIGERU) ¿No tienes sed, Akira? (AKIRA BEBE. SHIGERU NIEGA CON LA CABEZA)
AKIRA: Salud, hermano, ¿no vas a tomar conmigo? (BEBE UN TRAGO Y SUNI SIRVE OTRO)
SHIGERU: No bebas tanto. No te hace bien.
AKIRA: (BEBE EL SEGUNDO. SUNI SIRVE UN TERCERO) ¡Salud!
SUNI: Toma, Akira. (LE ALCANZA UN VASO A SHIGERU)
SHIGERU: Salud. Como el brindis imperial. Por tu retorno. Por el perdón.
SUNI: Eso. Beban por el perdón.
SHIGERU: Vete, Suni. Regresa luego. Déjanos conversar.
SUNI: Pero Shigeru quiere beber más.
SHIGERU: Ya ha tomado tres copas, es suficiente. Sal. (ELLA SE VA)Vamos, Akira. Déjame pasear contigo.
AKIRA: Un ciego guiando a otro ciego. Eso hiciste con papá.
SHIGERU: No hables tonterías. Ven.
AKIRA: Dos veces no, mentiroso. No vas a usar el mismo truco dos veces.
SHIGERU: ¿Qué estás diciendo?
AKIRA: (LE ARROJA EL VASO QUE SHIGERU RECIBE EN EL AIRE) No cayó. El vaso no cayó. Y supiste que había tomado tres copas. ¿Cómo?
SHIGERU: Por el ruido.
AKIRA: ¿Por el ruido atrapas un vaso en el aire? ¿Qué ruido hiciste para que caiga papá?
SHIGERU: ¡No hables así, no soy un monstruo!
AKIRA: ¿Recuerdas que una vez me preguntaste que iba a hacer por mi país? (SACA UN PUÑAL) Tengo una respuesta: voy a matar a mi hermano.
SHIGERU TRATA DESESPERADAMENTE DE CARGAR MIENTRAS ESQUIVA LAS EMBESTIDAS DEL CIEGO Y SU PUÑAL. LO LOGRA.
APUNTA A SU HERMANO QUE SE ARROJA SOBRE EL. PIERDE EL ARMA. PELEAN. SHIGERU ATROPELLA A AKIRA Y LO HACE SOLTAR EL PUÑAL. AKIRA BUSCA Y ENCUENTRA EL REVOLVER. SHIGERU SE LANZA SOBRE EL.
DURANTE ESTA ULTIMA PARTE DE LA RIÑA, DERRIBAN EL UNICO FOCO DE LUZ. A OSCURAS, SUENA UN DISPARO QUE RELUMBRA EN EL ESCENARIO. UN HERMANO CAE. EL OTRO JADEA. SUNI APARECE Y PREGUNTA A LA OSCURIDAD.
SUNI: ¿Dónde están? ¿Akira, estás bien?
UNO DE ELLOS: (CON VOZ IRRECONOCIBLE) Sí. Pero mi hermano está muerto.

LARGO SILENCIO. TELON TODOS LOS ACTORES APARECEN Y CANTAN.

CANCION FINAL:
No nos pidas conclusiones.
Nosotros no te diremos
qué está bien y qué está mal.
Afuera espera tu propia historia:
ponle un final.
¿Quieres una moraleja?
No creas en moralejas,
confía en tus enemigos,
desconfía de tu hermano
y mira todo al revés.
Aprende algo de la historia
del cobarde japonés.

FIN


TELÓN.



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