Gregor Díaz | Celendín, Cajamarca, 1933; Lima 2001+ |
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Av. San Borja Norte 865 Dpto. 201 San Borja, Lima 41 PERU Tf. 2252012 cel. 9752211 |
Se inicia como dramaturgo en 1966, año en que escribe Los del 4, que en 1968 gana el 1er. Premio del Concurso de Obras de Teatro organizado por la Sociedad Judía del Perú y además es publicada en la antología "Teatro Selecto Contemporáneo Hispanoamericano" (Madrid, 1971). Fue también publicado en el Perú en 1968 por la Editorial Causachum (La huelga) y por la Editorial Homero, teatro de grillos, en 1976 (Cercados y cercadores) y en 1978 (Cuento del hombre que vendía globos).
Su obra Sitio al sitio fue publicada en Colombia en la Antología Latinoamericana de Teatro Breve Social (1999). Antes de su muerte, en diciembre del año 2001, escribe In memoriam, una investigación sobre nuestros teatristas fallecidos desde el Siglo XIX hasta hoy.
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PALITO |
21 años |
Angel Arcaya |
ZAMBO |
23 años |
Félix Fernández |
CHICHA |
25 años |
Walter Taiman |
DON CARLOS |
50 años |
Rómulo Vasallo |
ROJAS |
19 años |
Guy Rivas |
MAESTRO MARIN |
38 años |
Carlos Casella |
PEPE |
18 años |
Miguel Tapia |
REYES |
40 años |
Anselmo Carrera |
QUISPE |
24 años |
Félix Cornejo |
MAESTRO CARVAJAL |
45 años |
Alfredo Villalobos |
DOÑA MECHE |
40 años |
María de Torres |
CANALES |
35 años |
Amilcar Rosadio |
LUCHO |
30 años |
Walter Valencia |
JUAN |
40 años |
Raúl Valcárcel |
OBREROS SEGUNDA EPOCA Alumnos del curso de teatro del Círculo
Internacional de Integración Cultural y Artística
(CIDICA)
DISEÑO DE PROGRAMA Francisco Izquierdo López
ESCENOGRAFÍA Y LUCES Eduardo Núñez
DIRECCIÓN Ernesto Ráez
LA HUELGA
(ACTO ÚNICO)
PALITO ¡Cinco a tres!
ZAMBO ¿Cinco a tres? ¿Estás loco?
CHICHA ¡A la Alianza no le gana nadie! ¿Cinco a tres? ¡Chico y partido le va a dar a la “U”…
ZAMBO ¿Con Honores al arco?
PALITO ¡Con Honores y todos los refuerzos que quieras, Zambito!
ZAMBO ¡Voy cincuenta contra diez y regalo el empate! (Risa general)
PALITO ¡Se alocó… se alocó… se volvió loco! (ríe burlonamente, jaraneándose con todo el cuerpo) ¡Cincuenta contra diez… y todavía regala el empate! (todos ríen) ¡Pasa Zambito, pasa! (hace como si tuviera una pelota y da repetidas tocaciones en el aire con el pie, patea al arco - imaginario- gritando ¡gool!… todo, menos Zambo, hacen coro a Palito y lo festejan) ¡Así le van hacer los negritos a tu defensa! 8risas) ¡Del color y de la “U”! ¡Se ve cada cosa!
CHICHA (Burlonamente) ¡Y regala el empate! Este zambo es tan bruto, que cuando estudiaba, hasta en jardín lo jalaron.
ZAMBO Muy gracioso … pero el domingo van a ver… ¡Ay caray … si no me corto el pelo a coco y me peino a lo poeta!
CARLOS ¡Ya, a trabajar muchachos, que todavía no entramos en huelga!
PALITO ¡Cinco a tres!
(Zambo lo mira picado y disimula silbando “Barrilito de Cerveza” lo cual despierta sonrisas irónicas en el resto).
ZAMBO Y PALITO
(Chacoteando) ¡Ahhh…!
CHICHA Don Carlos, ¿Ud. a quién va?
CARLOS A la “U”, pues, eso ni se pregunta. El Clásico de los Clásicos, mal que les pese, es de la “U”. Si está demostrado. Hace tres o cuatro años, no me acuerdo bien. Alianza iba ganando tres a dos hasta mitad del segundo tiempo. ¡Ahí es donde se ve a los hombres! Los cremas sacaron la garra y voltearon el partido. Ganamos cuatro a tres. ¡Vuelta olímpica y Lolo y Chicha Morales en hombros de los aficionados. ¡Chúpense ésa!
PALITO ¡Hummm, otro de los Cremas…!
CHICHA ¿Cinco a tres?… ¡Ja…! (toma su carretilla y sale).
ZAMBO ¡Maestro guardián… clavos…! (Sale por la izquierda)
MARIN (Desde el primer plano, muro pequeño que corre horizontal a corbata) ¡Agua, hasta cuándo voy a esperar!
ROJAS (Fuera) ¡Va, maestro Marín, se está llenando la lata!
CARLOS (Desde el andamio) Estos ayudantes de ahora no valen ni dos por medio.
MARIN (Al ver que le falta cemento) ¡Cemento! (a don Carlos) ¡No digo, todo hay que estarlo pidiendo! ¡Como ellos trabajan a jornal…!
CARLON Cuanto más dure el trabajo, más ganan… ¡Amarran el macho!
MARIN ¡Partida de inútiles! ¡Pero para cobrar hay que verlos…! ¡Se pintan solos!
ROJAS (Entrando) Aquí está el cemento, maestro (trae media bolsa).
MARIN (Señalando la batea) Echa ahí… (Rojas lo hace) Más… más… (enojado) ¡Ya, basta… basta! Dile al otro que se apure… que el agua es para hoy.
ROJAS Bueno, maestro (sale).
MARIN (Bajo) ¡Flojos! Uno no más tiene la culpa por aceptarlos.
CHICHA (Acercándose) Maestro Marín, présteme su plancha… (Marín lo mira fijo) Un ratito, nomás (graciosamente al ver la cara de Marín) ¡Un ratito, ya!
MARIN (Sonríe y de mala gana) Bueno… llévala… pero devuélvela.
CHICHA Claro pues, maestro; total, sólo hasta las cinco y media nomás la voy a necesitar. (Va al fondo tarareando: “Mambrú se fue a la guerra… tarará tarará tarará”).
CARLOS En descansar solamente piensan.
MARIN Pero esta vez no se sabe hasta cuándo. La huelga parece que es para largo.
ROJAS (Entrando) Aquí está el agua…
MARIN Ponla ahí.
ROJAS (Colocando la lata en el suelo) Bien, maestro.
MARIN Ayúdale un poco a Quispe.
ROJAS Bueno.
MARIN Traigan los ladrillos del fondo. No quiero tener disgustos con el maestro Carvajal. (Sale Rojas, Marín para sí) ¡La huelga… Santo Dios! (Suspira).
ZAMBO (Que ha regresado y está sobre el andamio de izquierda) Palito, ven…
PALITO ¿Qué quieres?
ZAMBO
(Sentándose al filo de su
andamio) Ven … acércate, que no te voy a comer.
PALITO (Cerca de él) ¿Qué pasa?
ZAMBO ¿Qué vas a hacer mañana?
PALITO (Alegre) Nada, pues… estamos de huelga (Graciosamente) a la “0” horas empieza.
ZAMBO Ya lo sé idiota. Quiero decirte otra cosa…
PALITO Habla, pues, no la hagas larga… ¡Suéltala ya!
ZAMBO (Confidencial) Mira… no lo comentes con nadie… ¿entiendes? Tengo un cachuelito comprometido desde la otra semana. 8Palito hace un ademán negativo) ¡Espera… Es un trabajo pequeño… sólo para dos días!
PALITO ¡Estás loco! ¡No, es peligroso! Para que le digan a uno amarillo, rompehuelga… No, zambito, gracias. Paso.
ZAMBO Pero si nadie lo va a saber. Yo sé lo que te digo, palito. No seas tonto. Es a puerta cerrada… en un corralón. ¿Te das cuenta? Además, todavía no estamos en huelga, aunque es un hecho.
PALITO ¿Y si nos descubren?
ZAMBO ¿Y si nos descubren? Pero, ¿de dónde eres tú? Nadie lo va a saber, y así aprovechamos los días de para…
PALITO ¿Y si alguien se entera, Zambo… tú sabes como son las cosas…
ZAMBO ¡Por eso mismo, pues! Mira, he tomado mis precauciones. Si alguien se entera, yo alecciono a la dueña para que les diga que soy, o somos, sus sobrinos, y asunto terminado. Que estamos arreglando su casa… la casa de nuestra tía, zonzo. ¡Es un cachuelito, nada más… dos días! Hoy es jueves, si hablo con la señora a la noche, tenemos pega para Viernes y Sábado, y hay plata para el Domingo: ¡el fútbol, el cine… piensa. Palito! (quedan un rato conversando mímicamente).
PALITO (Sonriendo graciosamente) Bueno, si es así… la verdad, la cosa es como para pensarlo.
CARLOS Pepe… apéate del andamio, vamos a arreglar el burro.
PEPE Bueno, tío.
CARLOS Cualquier día de estos nos caemos y… ¡carne para los gusanos! (arreglan). Cuidado que se cae el tablón. Asegura las puntas, que estén iguales…
REYES (Desde fuera) ¿Trabaja aquí el maestro Marín…?
ZAMBO Sí, pase… de la vuelta por el muro.
CARLOS Ya está, ahora sube.
PALITO ¡Maestro Marín, la policía…!
MARIN (Serio) ¡Qué!
PALITO La policía no es… déjeme terminar… (lo dice muy graciosamente mientras sale por izquierda).
ZAMBO (Riendo) De la vuelta, maestro (Aparece Reyes. Señalando al maestro Marín). El colorado es.
REYES ¡Ah, muchachos…!
MARIN Hola, compadre… qué milagro, qué buenos vientos lo traen por aquí, cómo está.
REYES Bien, compadrito. ¿Y Ud.?
MARIN Aquí, como siempre, renegando…
REYES ¿Qué pasa, compadre?
MARIN Estos ayudantes que para nada sirven.
REYES No hay que hacerse mala sangre. La cólera avejenta.
MARIN Así es, pero a veces no se puede y dan ganas de reventar.
REYES Con un poco de cancha se capea el temporal.
MARIN ¿Y la comadre? ¿Cómo está?
REYES Ahí, esperando familia…
MARIN ¡Otra vez!
REYES ¡Qué se le va hacer!
MARIN ¡Caramba, compadre, hay que parar la mano!
REYES (Con picardía) ¿La mano, compadre? (ríen los dos) ¡Cuando Dios los manda, buena cara! ¡Qué otra cosa queda, no se le puede impedir!
ROJAS (Entra) Buenas tardes, maestro…
REYES Buenas…
ROJAS (Con ladrillos en la mano) Aquí están los ladrillos, maestro Marín.
MARIN ¿Y Quispe?
ROJAS Está buscando una carretilla, para traer más rápido. Le duel mucho el pie.
MARIN Bueno, ayúdale. Anda (sale Rojas). Se da cuenta compadre: el uno no sirve por flojo o qué se yo. ¡Amarra el macho! El otro, no puede trabajar porque le duele el pie.
REYES ¿Qué le pasó?
MARIN Pisó una tabla con clavos, el muy bruto. ¡Y es más apretado! Le dije que fuera al Seguro, y nada. Todo por no gastar en pasaje. Ni una gasa se ha puesto.
REYES Así son estos serruchos.
MARIN No hay nada que hacer, nunca aprenderán. Hace cuatro meses que está en Lima y nada. Por qué no se quedarán en su tierra.
REYES ¿Fuma, compadre?
MARIN Bueno… 8enciende cigarrillos -nacionales, por supuesto- En la calle se escucha el ruido de un camión que pasa rápidamente).
PEPE Tío, ¿podría prestarme cinco libras?
CARLOS ¿Cinco libras? ¿Estás loco? ¿Crees que estamos en los tiempos de antes que se podía ahorrar?
PEPE Tengo que pagar la pensión.
CARLOS Dile que te esperen…
PEPE No se puede, la vieja es mala. Se pone brava. Todos los días cobra y pone una cara cuando sirve la comida, que quita las ganas. ¡Cómo si no le fuera a pagar!
CARLOS Háblale a tu tía, puede que ella tenga. Lo que es yo, estoy con los bolsillos vacíos; lo que se dice a tres cuartos y un repique, y le debo a cada santo una vela y eso que no soy muy católico que digamos.
PEPE A mi tía me da vergüenza pedirle. Ella es muy buena, pero…
CARLOS ¿Cómo haríamos? ¡Ya! Ve esta noche donde Jorge, dile que te dé cinco libras de mi parte (ojalá que pague, hace dos meses que me tiene quince y nada), que yo estoy sin trabajo, cualquier cosa… la huelga ¡Eslo es!
PEPE (Desalentado) Bueno, tío…
CARLOS Además, tú tienes la culpa de estar así. Ya te lo he dicho ¿Por qué no te vienes a la casa en lugar de estar pagando pensión?
PEPE No es lo mismo ya, tío; sus hijas están grandes y se sienten incómodas con uno…
CARLOS No hables tonterías, quieres. En todo hay que ser macho, y además franco. Mi finado hermano hubiera hecho lo mismo por mis hijas. Lo que pasa es que te gusta el vergel… entrar y salir a la hora que te dé la gana, y como sabes que eso a tu tía no le gusta, pues te mandaste a vivir solo. Y te advierto que el chinito ese que anda contigo nada de santo es, y un día de estos te va a meter en un lío que hasta la cárcel no van a parar. Sino, saca cuenta: ¿de qué vive? ¿Acaso trabaja? No, ¿De dónde tiene plata para ir al cine todas las noches, estar en el billar y emborracharse?
PEPE Sólo
chismes, tío, nada más… cuentos…
CARLOS No seas
estúpido, Pepe, yo sé lo que te digo. Y, ahora, escúchame. Pero lo que te entre
por una oreja que no te salga por la otra, porque este tema, ya nunca más lo
vamos a tratar… Allá tú sino sacas provecho. Yo no he sido un santo, tampoco,
todos tenemos defectos… pero me frené a tiempo. Es fácil, Pepe, que gente como
nosotros, sin instrucción, hambreados, pierda el paso y se descarrile. Y, una vez
que caíste, ya no te levantas. Para la gente -como dice el refrán- :
"Gallina que come huevo… aunque le quemen el pico"-, y no te
perdonan. No olvidan (Chicha entra a escena con una lata. Va al cilindro. La
llena y sale rápido). Cuando tuve quince años me quedé huérfano. Tu padre y yo
quedamos prácticamente abandonados, y 8suspira) ya sin control. ¡imagínate!
Dejé el colegio, me puse a trabajar, y con la plata, bueno… enamoradas, cine
billar, cantinas, amigotes… muchas fiestas, hasta que la plata no me alcanzaba
para un puto cuerno. Un amigote (hoy descansa en el reino de los muertos con
una bala en el estómago) me indujo al robo. Pero una sola vez lo hice 8se
persigna), a Dios gracias. Tuve suerte. Atracamos a un pobre viejo y le
quitamos su libra ¡Una libra, te das cuenta! ¿Sabes lo que era eso para ñel? Y
para qué… para gastarlo en licor… ¡San Dios!
Para suerta mía, la noche del atraco, el pobre negro
Carrasco, un borrachito del barrio, se pegó una de sus tantas monas y sin decir
nada, nos vio desde la vereda de enfrente. Al otro día, al encontrarlo por
casualidad, entre lágrimas, babeando su borrachera, me dijo que me apartara de
ese amigo y que no robara. El en sus años mozos fue carterista, atracador,
escapero y ¡qué se yo! ¡Nunca le importó que la gente lo supiera. Mientras
otros robaban en barrios ajenos, a él no le importaba hacerlo en el suyo, y que
lo vieran. El pobre negro no sabía lo que hacía. Cuando quiso retirarse, ya no
pudo. Sus mismos compinches lo obligaban, y nadie le daba trabajo. Y, cada vez
que había un robo, de donde sea la policía lo sacaba y preso… Se dio a la
bebida, y por una copa era usado como campana. Cayó en la red.
VOZ (Desde
la calle, acercándose) La de hoy, Lima y Callao, la de hoy, mañana juega…
Cincuenta mil soles (Frente al portón, sin ser visto) Zambo, cómprame un
huachito.
ZAMBO (Desde el andamio) ¡Fuera de aquí,
serrucho, salado… fuera!
VOZ ¡Zambo, cara de tizón…?
ZAMBO ¡Qué
cosa, serrucho… (Zambo se sobrepara, haciendo notar que el canillita le ha
hecho un gesto obsceno. Zambo le menta la madre. ¡La pu…! Es sólo un aire muy
golpeado, del cual sólo son intelegibles las palabras antoadas).
VOZ (Nítidamente, desde segundo plano) ¡La tuya, Zambo,
cara de tizón!
ZAMBO (Toma un pedazo de ladrillo y se lo
tira)
VOZ (Alejándose)
la de hoy, Lima y Callao la de hoy, cincuenta mil soles, mañana sale… (En la
voz debe darse la impresión que nada ha pasado).
ZAMBO (Haciendo gestos y renegando sólo)
¡Serrucho salado…!
PALITO (Entrando
por izquierda, señala para ese lado) ¡Maestro Marín… sus ayudantes están
peleando!
MARIN ¿Dónde?
ZAMBO (Señalando
con la mano) Ahí, al fondo, donde están los ladrillo (se escucha el barullo en
esa dirección, en tercer plano).
MARIN ¡Caramba! (va a ir, pero lo detiene
Ryes).
REYES Déjelos, compadre… para algo son
hombre.
MARIN ¡Que se maten!
REYES Claro…
MARIN Aunque
Quispe es capaz de tirarle un ladrillo. (Entra Quispe seguido por Rojas). ¿Qué
pasó, por qué pelearon? ¡hablen!
ROJAS (Señalando
a Quispe) Maestro Marín, yo estaba agachado recogiendo los ladrillos y éste…
éste… me pasó la mano (hace además que le ha tocado los glúteos) diciendo:
"Ya pues, mamacita, trabaja, que todavía no estamos en huelga".
(Todos ríen, Zambo y Palito se jaranean).
MARIN ¡Ah, caramba… con que ésas tenemos,
cholito…!
REYES ¡Se despercudió…!
MARIN Eso
sí… claro; y los ladrillos, el agua, nada ¿no? Para pelear no te duele el pie,
¿no?
QUISPE Mentira, maestro…
MARIN Un
poco de agua, medio saco de cemento, cinco ladrillos toda la tarde. ¡Dos ayudantes…!
¡Qué tal cholito!
QUISPE Chicha me dijo que lo hiciera, pues
maestro…
CHICHA (Disimulando
la risa) Oye serrucho… (es contenido por Zambo y Palito) conmigo no te metas
porque sino te agarro y te pego…
MARIN Trabajar
no sabe, tres meses en Lima (hace gesto de pasar la mano por las nalgas)… ¡Y
yaa…!
REYES No se haga mala sangre,
compadre…
CARLOS Así son… A éste (señala a Pepe) lo
tengo al breque, sino, sería lo mismo.
PALITO ¿Rojas, cómo te hizo? (ríen)
MARIN ¡Ya, no se le prendan al muchacho!
PALITO Esta bien, maestro Marín, está bien. Los cuida
como si fueran sus hijos.
MARIN Vayan
inmediatamente a traer ladrillos, y como vuelvan a pelear los despido a los
dos.
ROJAS Sí, maestro. (Sale seguido por
Quispe. Quispe renguen al caminar).
CARLOS Hay que
guapearlos, sino se le suben a uno hasta el codo, y ya no hacen caso. (Pepe, su
sobrino, por no darse por aludido, hace como que necesita ir al baño, baja del
andamio y sale por tercer plano izquierda).
REYES ¡Eso, eso!
MARIN Son
buenos muchachos… ¡Palomillas, como todos! ¡Niños! (pícaramente) y como Rojas
no aguanta pulgas… (riendo) y menos en las sentaderas…
REYES Hace
bien, sino le toman el pelo, y como tiene su pinta de medio medio… de delicado,
peor…
CARLOS Pero
éstos, rápido se avivan… y después son unos linces, y quién los para. Se han
visto tantos casos. ¡No hay como la crianza de antes… ésa si era educación!
Palmeta con todo el mundo… y derechitos estaban los condenados. ¿No, maestro
Marín?
MARIN Bueno, don Carlos… yo soy de otra generación…
No alcancé la palmeta.
PALITO ¡Oido …!
CARLOS ¡Ah,
caramba! ¿Conque esas tenemos?… Bueno, como los "colorados" no
envejecen, me equivoqué pensé que era Ud. mayor, sin darme cuenta que sus canas
son prematuras.
ZAMBO Buena, don Carlos, buena…
PALITO No
digo, este zambo es bruto: Del color y de la "U". Atacan al colorado
y defiende al blanco (todos ríen).
CARLOS Más
respeto, Palito, más respeto. (A Marín) Ve, quien con muchachos se acuesta… (lo
acompaña Marín).
CARLOS y MARIN
Meáu amanece.
PALITO Maestro…
MARIN ¡Ya, ya, a trabajar y déjense de
vainas…!
ZAMBO (A Palito) ¿Y…?
PALITO Déjame pensarlo, yo te aviso.
REYES A
propósito, compadre, ¿cuándo se casa…? (se refiere a Wuispe y Rojas) en lugar
de estar cuidando hijos ajenos, como dicen.
MARIN No, compadre… la vida es difícil. A los
chicos hay que criarlos y eso cuesta. Hay que darle educación… y sin dinero.
¡Además, ya hay muchos negros en el mundo… para qué!
REYES No
diga eso, compadre, que es noble el color. Y, como dice la canción, también hay
angelitos negros.
MARIN Así nomás compadre, está bien.
Dejemos el asunto. A fojas cero.
REYES (Cortando) Bueno, compadre, yo venía
a invitarlo para el sábado.
MARIN ¿Este sábado?
REYES Claro, pues compadre.
MARIN ¿Este sábado?… (acordándose) ¡Ah,
su santo, compadrito! Disculpe…
REYES Así es y me extraña.
MARIN Verdad, pues… ¡Cómo pasa el
tiempo!
REYES ¡Treinticinco abriles!
MARIN ¡Cómo pasa el tiempo! (para sí)
¡Maldita huelga! (fuma).
CARLOS ¡Ladrillos!
PEPE (Desde fuera) ¡Va tío…! (Zambo se lanza del
andamio).
PALITO ¡Bien, cuñao…!
ZAMBO ¿Cuñao? ¿Crees que mi hermana tiene
mal gusto?
PALITO ¡Ni que fuera la Greta Garbo! N(entre pepe y va
donde don Carlos).
ZAMBO ¿Y qué te crees tú? ¿Robert
Taylor?
CARLOS ¡Qué bandidos! (risas).
MARIN Y, a todo esto, ¡cómo está mi
ahijado?
REYES Ahí,
más vivo que un zorro. A su comadre no la deja ni a sol ni a sombra, a todas
partes tiene que llevarlo porque si no llora. Es muy apegado a la vieja.
MARIN Así son de cariñosas las
criaturas.
REYES El otro año lo pongo al jardín. ¡Que
vaya a molestar a su profesora! (ríen).
MARIN Está bien, que se acostumbre al
colegio. Aunque la verdad, para poco sirve.
CHICHA (Se acerca) Maestro, dice el maestro
Carvajal que le mande un cigarro.
MARIN (Enojado)
¿Cigarro? Dile que no tengo. Qué se ha creído ¿Por qué no compra si quiere
fumar (Chicha se da por ofendido. Aprovechando que el maestro Marín se dirige a
su compadre, a Palito y Zambo con el gesto indica que va a meter en líos al maestro
Marín con el maestro Carvajal). Todo el día manda pedir cigarro. ¡Cansa pues,
compadre!
REYES Es
un maldito vicio que ha agarrado la gente: fumar, mucho, y comprar…
¡nada!
MARIN ¡Quién
tiene vicios que se los pague! Está bien una vez, dos, pero a cada rato y todos
los días. ¡No señor! (Llamando) ¡Quispe, el plomo! (a Reyes) No ve compadre,
todo hay que pedirlo.
REYES Búsquese otro ayudante…
QUISPE (Aparece) Aquí está, maestro… ¿Algo
más?
MARIN Apúrense
con los ladrillos. (Sale Quispe). Cholo más bruto que éste no hay. Y apretado
como un judío. Como no se cuide le van a cortar la pata. Pobre cholo, está
verde, recién bajado. Tres meses.
PALITO (Desde
el andamio). Adiós preciosa. ¡Eso… eso: un, dos; un, dos; un, dos…
(coquetamente, relamido) ¡Ay, mi Dios…!
ZAMBO (Desde el suelo) ¿Qué tal es
Palito?
PALITO ¡Genial! Sube, sube, rápido… (Silba una marcha
mientras Zambo sube).
ZAMBO ¡Uyyyy, qué curvas! ¡Qué tal
Pasamayo!
PALITO ¡Genial! ¡Soberbio, colosal, monumental…!
ZAMBO (Coquetamente)
¡Nunca me hagas eso, mamacita! Me sacó la lengua… ¡Pretenciosa!
CHICHA (Aparece
porla izquierda con una carretilla de arena) ¡Muérdela, Zambo, muérdela!
ZAMBO ¿Zambo? Idiota, para ti soy el
maestro Quintana. (ríe Palito).
CHICHA ¡Maestro
Quintana? Pasa, pasa, zambito… "arrejúntate" con tus iguales.
¿Maestro Quintana!… ¡Ja, ja! (sale con la carretilla, Palito sigue silbando,
mientras Pepe bombea ladrillos a su tío que está en el andamio).
CARLOS Ya, basta…
ZAMBO ¿Viste cómo te miró?
PALITO (Como un pavo real) ¡Ah!
ZAMBO ¡Cómo a un perro! (ríen).
PALITO Me
agarraste, Zambo (Entra Chicha) ¡Ah, por esta mamacita haría 20 mil
huelgas?
CHICHA (Asociando
ideas, como movido por un resorte, sinceramente, preocupado, para todos). Y, a
propósito ¿cuándo vamos a cobrar? ¿quién nos va a pagar? ¿cómo es el
asunto?
CARLOS Si está
pensando que el ingeniero va a llegar, espérale sentado porque de pie te vas a
cansar…
PALITO ¡Chúpate esa, Chicha…!
CHICHA ¡Cállate la boca…!
ZAMBO ¡Qué tal genio…! ¡qué mosca te
picó?
CHICHA ¡Qué buenos riñones! ¿Para qué
entonces trabaja uno?
CARLOS Si es
cierto lo que dicen, la huelga recién empieza a la noche. El ingeniero no va a
andar con la plata en los bolsillo, ¿no? Así es que tendremos que esperar hasta
el sábado…, si es que viene, en el mejor de los casos. Muchachos, salvo un
milagro, lo único que nos queda es esperar tranquilamente, no hay otra cosa que
hacer. Tenemos que amarrarnos la cintura.
ZAMBO ¿Qué
suerte de perros! ¡Sin trabajo y sin plata… Ya me huele qué sábado y domingo
voy a pasar… ¡Lolo, perdóname que no vaya al estadio a alentarse…! (hace un
gesto de derrota, de teatro antiguo).
PALITO Pero,
¡qué tiene que ver la huelga con nuestra plata? Que nos paguen los días
trabajados…
MARIN Y
que te den un adelanto para que pases unas divinas vacaciones, de panza al sol,
mientras dure la huelga… ¡ja, ja!
CARLOS Háganse
ilusiones. Lo ques yo, ya estoy curado del susto. Ya verán (irónicamente) ¡Va a
venir! Si lo que buscan, como siempre, es hacernos agachar la cabeza con el
hambre… ¡Y van a pagar, Santo Dios!
PALITO Está
bien, maestro, cuando tenga su edad podré decirle cortésmente a mis yaudantes
lo que Ud. me ha dicho. Pero como ésta es la primera huelga que paso, no sé
nada: por eso pregunto.
MARIN (Llamándole la atención)
¡Palito!
PALITO De
haberlo sabido, ya le habría pegado una buena arruga al ingeniero con cualquier
historia, créanmelo… (jura) ¡Por los pechos de mi madre!
CHICHA ¡Seguro…! (sale de escena)
ZAMBO (Amargo) Palito, ¿pones tus
herramientas, también?
PALITO Si, tienes razón… ¡Hecho!
ZAMBO ¡Habrase visto…!
CARVAJAL (Entra a
escena. Mira a Marín que está de espaldas. Reyes indica con la mirada a su
compadre, que voltee. Carvajal avanza hacia don Carlos). Don Carlos, voy a
salir un momento. ¿Ud. no se molesta, verdad? (para que lo escuche Marín). Voy
a comprar cigarrillos a la esquina.
CARLOS (Muy
prudente) Ud. puede salir y entrar cuando guste, maestro. No necesita pedir
permiso.
CARVAJAL (Que va
a salir, se detiene) Ah, fósforos… también voy a comprar fósforos. (Lanzando
una indirecta a Marín). Ya saben muchachos… hay cigarros y fósforos para todos
los que quieran fumar. (Sale. Todos lo siguen con la mirada).
CARLOS (A
Marín, que intenta salir tras Carvajal) ¡No le haga caso, maestro… (Reyes lo
toma del brazo).
MARIN ¡Cuesta aguantarse, don
Carlos…!
CARLOS ¡Lo sé, Marín!
PALITO ¡Se
va a chupar, Polvorita, seguro… (al ver que no encuentra eco) ¡Pobre viejo!
(Marín saca un cigarrillo y fuma, invita otro a su compadre).
CHICHA (Entra buscando a Carvajal), ¡Salío,
sarta de cuestes?
ZAMBO Sí…
PALITO Chicha, ¿quiéres ir a una fiesta a la noche,
después del billar?
CHICHA ¿Día Jueves?, ¡sin plata, y con
huelga?, ¡Estás loco!
ZAMBO ¡Y qué tiene? (haciéndose el
enojado)
CHICHA (Cómicamente) Con Ud. no hablo
"maestro Quintana".
PALITO ¡Buena, Chicha! (A Zambo) Te agarró, una por
otra 8ríen los tres).
ZAMBO (Picado)
No insistas, Palito. Además te va a hacer quedar mal, no sabe portarse como
gente. Este come con cuchara de palo. (ríe con Palito).
PALITO (Riendo) No le hagas caso Chicha. Te invito.
Hembras a montón…
CHICHA No,
paso (Sale) ¡Fiesta…! Hay que tener respeto. Estar en huelga es como estar de
luto (ríen).
ZAMBO No insistas, Palito. No vale la
pena, te lo digo yo.
PALITO (Mirando
la calle. Excitado). ¡Qué mujer! ¡Esta noche en la fiesta voy a bailar, Zambo,
como un trompo! (Bailando sobre el andamio mientras habla) Total, como mañana
no se trabaja, me amanezco. ¡Viva la huelga! (Don Carlos, Marín, Reyes lo miran
sin comentarios). ¿Qué pasa? ¿No hay hombres aquí? ¿O es que todos son
amarillos?
CARLOS No seas atrevido, Palito. Una huelga
no es para bromas.
PALITO ¡Pero maestro…!
CARLOS No cacarees tanto que puedes alir con tu domingo 7. Nadie
sabe quiénes serán los leales ni quiénes loa amarillos. Se han visto muchos
casos. ¡Muchos traidores!
ZAMBO ¡Muchachos…
llegó mi suegra! (Entra doña Meche. Es la típica vendedora que va a todas las
construcciones. Es gorda. Entra con dos canastas, vendiendo chicha de jora,
sandwichs, papas rellenas, etc. Tiene cuarenta años).
MECHE ¿Tu suegra? ¡Qué Zambo para
pretencioso!
ZAMBO Suegrita… fíeme dos sandwich y una
chicha…
MECHE ¿Fíeme?
Para que me pagues cuando termine la huelga? ¡Nones! Hoy no fío, mañana, sí.
Plata en mano, Zambito, chivato en pampa. No tiene dónde caerse muerto y quiere
que sea su suegra… habrase visto! ¿Qué le sucede al maestro Carvajal…? Pasó por
mi lado echando chispas.
CARLOS Nada, doña Meche. El clima (Palito y
Zambo se miran)
MECHE ¿El clima? ¡Caramba!
PALITO Suegra, una chicha…
MECHE Bueno… aquí de cuántos soy su
suegra, vamos a ver.
CHICHA (Entrando) Sólo mía, suegrita…
MECHE ¿Otro más? ¡María Santísima!
CHICHA Una chicha… (Ella le da la botella.
El sale a la calle).
PALITO Páseme una para mí, suegrita…
ZAMBO Que sean dos, Palito…
PALITO No, con una basta. Te paso la mitad.
CARLOS ¿Qué novedades hay por las otras
obras, doña Meche?
MECHE Malas.
Nadie quiere gastar. Guardan pan para mayo. Y yo que he comprado una pierna de
chancho hoy, y ayer hice un barril de chicha. ¡María Santísima!
CARLOS Parece que cuando llueve todos se
mojan.
MECHE En la
obra de Recavarren pelearon dos maestros. ¡Casi se matan! Si no es por el
guardián, que es un viejito a quien todos respetan, se matan. Estaban como
locos. En todas las construcciones los maestros están como perro y gato. ¿Qué
irá a suceder, Señor?
MARIN ¿Y por qué pelearon?
MECHE Por la huelga. Muchos no quieren
saber nada con la huelga, no quieren parar.
REYES ¡Amarillos!
MECHE No diga eso, maestro. Pobrecitos. Son padres de familia…
tienen sus hijitos que mantener. ¡Claro, a los jóvenes qué les importa!
¡Laberintosos!
CARLOS Nosotros
también tenemos familia, doña Meche. Por eso reclamamos, para darles más a
ellos. Si no se mueren de hambre, porque la plata ahora no alcanza ni para el
caldo.
PALITO ¡Buey solo, se lame bien! Por eso yo no me
caso… ¡Solterito!.
MECHE Ya te tocará tu turno, y ahí te voy
a ver tu "solterito".
CARLOS Señora, deme una chicha y dos
sandwich…
MECHE Bien, don Carlos…
CARLOS (A Pepe) Baja a traerlos…
PEPE Sí, tío…
VOZ Doña Meche, vega por acá…
MECHE Ya
voy, muchachos, un momento… (acordándose) ¡Jesús, por poco no le destapa la
cabeza con una tabla!
PEPE Señora…
MECHE Espérate… Palito, toma su vuelto. (A
pepe) ¿Tú quieres?
PEPE Una chicha y dos sandwich…
MECHE Toma (le da)
CHICHA (Entra corriendo de la calle)
¡Muchachos… se declaró la huelga!
REYES ¿Cómo lo sabe?
CHICHA Acaba
de decírmelo el maestro de los ladrillos. Se fue en su camión con dos de la
Central de Lima. Ya regresan… dicen que esperemos, que tienen que darnos
instrucciones. A la hora "0" comienza.
ZAMBO ¡Caramba… se va aguar mi
billar!
CARLOS ¿Qué esperamos?… ¡Esos de la Central
de Lima!
MARIN ¿Politiqueros cochinos!
CHICHA ¡Guarda,
maestro, puede chocar! Aquí todavía no se sabe de qué lado está cada
cual.
CARLOS ¡Qué más…!
CHICHA ¡Nada
más… Se fueron como si hubieran visto al diablo! Estaban pálidos. El Maestro de
los ladrillos prestó su camión para que fueran a otras obras.
MARIN Bueno, pues, parece que ahora sí que
se armó.
CARLOS Habrá que esperar, entonces…
ZAMBO ¡Mi mesita de billar… Maldita
sea!
CHICHA ¡Billar, fiesta… idiota!
CARVAJAL (Que ha
entrado momentos antes de la calle, fumando y con la cajetilla en las manos)
¡la huelga… partida de inútiles, flojos, haraganes. ¡U quién lo dice! ¡El más
flojo!
PALITO ¡Maestro…!
REYES ¡Qué
le pasa mestro! ¿No le gusta que los muchachos defiendan sus intereses… o cree
que el aumento va a caer del cielo?
CARVAJAL ¡Qué
derechos ni ocho cuartos! ¿Por qué tenemos que sacrificarnos los que sabemos
trabajar por unos cuantos flojos que no saben hacer nada? Al que sabe le pagan
lo que vale y san se acabó, no hay vainas.
CHICHA (En un arranque de impotencia) ¡Viva
la huelga!
CARVAJAL Partida de flojos, haraganes, comechados…
¡Y miren quién habla! ¡Chicha!
MARIN ¿Cómo se le ocurre decir eso,
maestro Carvajal?
CARVAJAL Digo lo
que me da la gana y a nadie le importa. Por algo vivimos en un país
democrático, ¿no? ¡Si, flojos! Eso es lo que son. Prefieren robar al
trabajo.
REYES (Al ver a Marín) No le hagas caso,
compadre…
MARIN Lo que pasa es que es un
amarillo…
CARVAJAL ¿Amarillo?
MARIN ¡Amarillo, si! ¿Y qué…?
CARVAJAL ¡Negro inmundo…! (Le tira la cajetilla de
cigarros a la cara, que esquiva Marín).
MARIN ¡Qué cosa…!
CARVAJAL ¡Ahora
verás tu amarillo…! (Se traban en lucha exclamando palabras del caso, que nada
tienen que ver con la grosería).
MECHE Sepárenlos,
por favor, se van a matar. ¡María Santísima! (Palito y Zambo agarran al maestro
Carvajal; don Carlos y Reyes al maestro Marín. Los separan).
MECHE ¡Qué barbaridad!
CARLOS No les
da vergüenza… ¡Los más viejos peleando! (Zambo y Pepe se llevan al maestro
Carvajal por tercera izquierda).
CARVAJAL ¡Espérate, nomás…!
MARIN ¡Es un traidor, un
rompehuelgas…!
CARLOS Lo dice
por decir… pero es derecho. Doy fe. La muerte de su mujer lo tiene así. Toma
mucho, últimamente. Amarillo no es (Reyes recoge los cigarros y los pone en el
muro). Es luchador.
MECHE Así es.
MARIN Señora…, déme una chicha…
REYES Bueno, compadre, me voy… con todo
este lío se me ha hecho tarde.
MARIN Espérese un momento. Remojemos la
garganta para pasar la cólera.
MECHE Aquí está, maestro Marín. (Le da una
botella).
REYES Bueno, compadre.
ROJAS ¿Traigo arena, maestro…?
MARIN ¡Calor,
pues, con qué vamos a hacer la mezcla! (Va a salir y Marín lo detiene). Espera…
Señora, déme otra botella. (Ella le da) Tómala con Quispe (Le entrega).
ROJAS Gracias, maestro (Sale).
MECHE Guárdenme las botellas, voy a
dentro.
MARIN Bien, señora. ¡Salud, compadre…
(Bebe y le pasa la botella a Reyes).
REYES Salud…
MARIN Compadre…
dese una vueltecita la otra semana -si se arregla la huelga-; voy a hablar con
el ingeniero para que le den el trabajo de pintura.
REYES Gracias,
compadre. Ojalá me den ese trabajo porque necesito mucha plata. La cosa está
peor cada día. ¡Y esta huelga! Ahora es pintor cualquiera. Hasta los gringos
pintan sus casas solos. De eso quería hablarle. ¡Es una reverenda porcata!
Todos los trabajos están aguantados. Los ingenieros esperan se aclare el asunto
¡Quieren pagar miserias! Ellos dicen que han agarrado el trabajo calculando un
jornal; y que si hay aumento… bueno, ellos también se friegan. Lo malo está en
que ellos tienen plata para esperar, y nosotros vivimos al día, no podemos
dejar de trabajar. Los chanchitos se nos mueren de hambre, compadre.
MARIN Así
es, y tenemos que apurarnos, porque los pintores, ya están dando vueltas por
aquí como gallinazos. ¡De una vez que reviente el chupo!
REYES Gracias,
compadrito (pausa). Bueno, ahora si me voy. Lo espero el sábado en la noche.
MARIN Hasta el sábado, compadre…
REYES (Al notarlo preocupado) ¿Qué pasa,
compadre…?
MARIN Nada, compadrito…
REYES (Que comprende) No se vaya usted a
estar preocupando por nada…
MARIN Es
que da cólera, compadre. Con esto de la huelga, ya lo ha oído Ud. seguro que el
ingeniero se nos pierde el sábado; y esto es, y nuestros días de trabajo sabe
Dios cuándo lo cobraremos.
REYES No diga eso que resiente,
compadre.
MARIN No lo tome así,… pero Ud. sabe, no
es lo mismo…
REYES (Cortando) No se preocupe, lo espera
el sábado.
MARIN Cómo un solo hombre…
REYES Como lo que es, compadre.
(Sale)
MARIN Saludos a mi comadre y ami
ahijado.
REYES Gracias, haré presente…
(Desaparece)
ZAMBO Maestro… su bicicleta la puse ahí
(señalando)… para que no la roben.
REYES Gracias… "colorado".
ZAMBO ¡Ah,
caramba… con que ésas teníamos! (Para sí) Me agarró ¡Pasa que estoy de
turno!
PALITO Es tu día, Zambo.
CHICHA Buena
gente es el maestro. El no se acuerda de mí. Yo era muchacho cuando trabajamos
juntos en una obra de Magdalena. Cuando trabajamos con el cojo Raygada, ¿te
acuerdas?
PALITO No me
hables del cojo. Es un desgraciado. Hasta ahora me tiene una arruga de 20
soles. ¡Qué bien me caerían ahora! Bien dicen que cuando Dios marca a alguien
por algo es.
CHICHA ¡Pucha,
que eres ignorante, palito! Así es que si te caes en este momento y te malogras
una pata es porque eres malo, y por eso Dios te marca. ¡No des cólera,
pues!
PALITO Y quien te dice…
ZAMBO No
hables ya ¡quieres? ¡Córtala! (Acordándose con picardía). A propósito, ¿sabes
qué chapa le pusieron al cojo?
PALITO No…
ZAMBO ¡Menú…!
PALITO ¿Menú…?
ZAMBO Claro,
pues hermano… No ves: (Dibuja con sus manos en su pecho una figura convexa)
tiene pecho relleno. (Lleva sus manos a la espalda dibujando una joroba9 ¿y
lomo saltado…! Servicio completo. (Ríen, jaraneándose los dos).
PALITO Eso no es nada, Zambo. Mejor es la chapa que le
puso el chino.
ZAMBO ¿Cuál…? Cuenta
PALITO (Se
agacha imitando a los atletas en una partida de carrera) ¡A sus marcas! (Ríen,
jaraneándose sinceramente).
ZAMBO ¡Qué
buena! ¡Genial! ¡Puñalada… es maldita la chapa esa! 8Al ver a Carvajal, pasa la
voz a Palito) ¡Palito… mira!
PALITO (A don Carlos) Don Carlos…
CARLOS (Bajo a Marín) Marín (Alto a Carvajal,
como llamándole la atención) ¡Carvajal…!
MARIN (Al verlo) ¿Y…?
CARVAJAL (Lo mira, lentamente) Maestro… perdone lo
que pasó…
MARIN (Confuso) Este…
CARVAJAL Maestro… la culpa es mía… le pido perdón…
disculpas…
MARIN No se preocupe maestro… lo que
pasó, pasó. Ya está en el olvido.
CARLOS (Acercándose
a ellos) Así se habla muchachos… Dense las manos. (Marín le tiende la mano,
Carvajal la recibe con esa muda emoción de nobleza de nuestro pueblo. Rojas se
mira con Quispe sonriendo, satisfechos).
PALITO (Se
lanza desde el andamio) ¡Bravo! (se acerca al grupo).
CARLOS Muy bien, esto hay que
festejarlo.
MARIN Señora…
CARLOS No, maestro… esta rueda es mía. La paz
me gusta beberla y gustoso la pago.
MECHE Sólo quedan cinco botellas…
MARIN No
importa, la hacemos alcanzar para todos. (A Carvajal) ¿Verdad, maestro
Carvajal?
CARVAJAL Así es maestro, y gracias por todo…
CARLOS Otra vez… Toda repetición es una
ofensa, como dice un vals…
MARIN ¡Tienes razón, don Carlos… (Doña
Meche reparte las botellas)
ZAMBO (A Carvajal) Buen susto nos hizo
pasar, maestro…
PALITO (Cortando, entona "Claro de Luna" muy
jaranero):
Ven que entre mis brazos
y entre mis caricias
al claro de luna mujer…
CHICHA (Con
la botella y una herramienta a la mano lleva el ritmo) ¡Se armó la jarana!
(Marín y Carvajal muy sonrientes se abrazan mientras el resto lleva el ritmo
con sus herramientas).
CARLOS (Relacionando
la canción que canta Palito) ¡Pinglo! ¡Don Felipe: cuantas jaranas he pasado
bailando sus valses y polkas… ¡Cuando en verdad se hacían fiestas… de ésas con
encerronas, pues, y mucho trigo y mucha comida! ¡Cómo cambia el tiempo!
CARVAJAL Salud, don Carlos, que yo también soy de
su época… Y no me ponga triste.
TODOS Salud…
ZAMBO Palito,
pásame una botella, pues… que yo también tengo sed, y es para los dos.
CHICHA Casi te madrugan zambo…
ZAMBO A mí todavía. Por algo soy del
color…
CARVAJAL Gracias, maestro Marín…
CARLOS Son
cosas que pasan entre hombres, y nadie está libre de un mal momento. Lo malo es
no reconocer los errores.
CHICHA (haciéndose
el borracho). Si no gana la Alianza me corto el pelo a coco y me peino a lo
poeta…
ZAMBO ¡A la
invencible le van a ganar tus negros…! 8De pronto, con cólera) ¡No puedo ir al
Estadio!
CARVAJAL Bueno, maestros, muchas gracias… voy a
terminar mi tarea.
MARIN Hasta las cinco y media…
CARVAJAL (Sonriendo)
Hasta las cinco y media… ¡No se preocupe, soy del PAL, y los palistas somos
derechos!
MARIN (Levantando la mano como para un
juramento) ¡Paramos!
CARVAJAL (Sonriente)
¡Paramos! (Va a salir pero se detiene) Yo soy hombre de ley, maestro… de
partido, con disciplina. Pero, tantas cosas se ven últimamente, que se
desilusiona uno, no sabe qué camino tomar, se duda… y dan ganas de manda a
todos a la… (Va a salir)
MARIN (Que
ha tomado los cigarrillos del muro) Maestro… sus cigarros… (Carvajal se acerca
y los recibe)
CARVAJAL Gracias… y no haga caso de lo que dije,
fue la cólera, nada más.
MARIN ¿Hasta las cinco y media?
CARVAJAL ¡Hasta las cinco y media!
CARLOS Yo también voy a terminar mi trabajo.
Pepe, ya terminó el descanso… ¡Arriba!
PALITO Que
mala suerte, cuando la cosa se estaba poniendo linda (Doña mecha va cobrando
sin interrumpir las escenas siguientes).
MARIN (Va
a llamar a sus ayudantes que momentos antes han salido, pero se da cuenta que
le han traído el material) ¡Ah, muchachos…, el susto los apuró!
PALITO Don Carlos, ¿qué me dice de la huelga?
CARLOS Que
quieres que te diga si todavía no ha comenzao. Después de las cinco y media podemos
hablar, ¡y eso! (Mira su reloj de bolsillo). Falta cuarenta minutos. Aunque
esta vez la cosa está bastante bien enredada.
ZAMBO Ud. parece político, don
Carlos.
CARLOS ¿Por qué? ¡Soy mentiroso,
acaso…?
ZAMBO Le da vuelta al asunto, pues…
PALITO La huelga es un hecho, está decretada
CARLOS Hay
mucho pan que rebanar, todavía… ¿Y si se arregla? ¿o hay contraorden? En la
noche nadie trabaja, se puede conversar, llegar a acuerdos. Cuántas huelgas
declaradas se han arreglado a última hora! ¡Eso se llama
"diplomacia"! Así que no la tengas muy segura.
PALITO Uy, don Carlos, está creyendo en dioses
falsos.
CARLOS Bueno, a trabajar, entonces, que para
descansar nos queda mucho tiempo.
PALITO ¿Cree que la cosa va para largo?
CARLOS No sé. No quiero creer en dioses
falsos.
ZAMBO (Riendo) Te agarró. Palito
PALITO Estoy de turno. No digo, Ud. parece político,
don Carlos.
CARLOS Nada de
eso. Lo que pasa es que más sabe el diablo por viejo que por diablo. (Don
Carlos saca un pedazo de papel periódico del bolsillo trasero de su pantalón, y
lo estruja con las manos, suavizando, y baja del andamio)
PEPE ¿Dónde va, tío?
CARLOS (Enseñando a todos el papel) ¡A hablar con el Presidente,
sobrino! (Ríen ellos, sale don Carlos por izquierda).
ROJAS (Entrando) Maestro… ¿necesita algo
más?
MARIN No,
Rojas. Con lo que hay alcanza, ya falta poco. Sujeta el cordel. Del fondo…
(Indica que lo haga del extremo derecho del muro) que esté al nivel del último
ladrillo… del de encima. Sujétalo bien… así, Ahora ponle un ladrillo encima
para asegurarlo. Así. Está bien. Ven…
ROJAS Ya, maestro…
MARIN Oye,
Rojas, ¿por qué no te buscas otro trabajo? Tú no eres para esto, es demasiado
fuerte para tí. No te resientas, pero es la pura verdad.
ROJAS Lo
sé maestro. ¡Pero qué se le va a hacer! 8Pausa) Antes estuve trabajando en una
botica… después en una tienda del centro. Pagan poco y se sale tarde.
Trabajando con Ud. me alcanza tiempo para ir al colegio.
MARIN ¿Estás estudiando?
ROJAS Sí, en la nocturna. Dos años más y
termino. ¡Ojalá! ¡Dios lo ha de querer!
MARIN Haces
bien… sigue estudiando. Si mi compadre agarra el trabajo de pintura le voy a
hablar para que te tome. Es más fácil.
ROJAS Gracias, maestro.
(Palito silba "El Guardían", de Pinglo. Pausa que
permite se escuche claramente los primeros acordes. Queda de fondo, pero sin
molestar la acción).
MARIN Yo
también estudié en la nocturna. Quería ser militar ¡Era mi ambición más grande!
¡Mi sueño!
ROJAS ¿Qué pasó?
MARIN (Que
no ha escuchado) Los maestros nos trataban mal (Bajo) como a obreros. Es
curioso… uno se atrevió a decirnos en plena clase lo que todos pensaban: Que
con saber escribir y leer era suficiente, que no íbamos a llegar a ninguna
universidad… que una carrera cuesta mucho dinero… que era como gastar pólvora
en gallinazo. Quien lo dijo fue el profesor de religión: ¡un cura! (Saca un
pañuelo amarillento y se limpia el sudor) Yo quería ser militar. ¡Maravilloso!
(Como en sueños) Todos los 29 de julio iba al Campo de Marte a ver el desfile
militar. ¡Maravilloso! La marina rompiendo el desfile con su fabulosa banda:
¡Un, dos; un dos; un, dos; un, dos…, todos con escarpines blancos en medio de
la multitud que los aplaudía. Y, al pasar frente al estrado presidencial, todos
a la vez volteaban como un solo hombre, ¡violentamente! (Como un niño) ¡Qué
lindo! (Pausa) Después la policía, la aviación, el ejército (sin fuerzas)
¡fabuloso! (Saca un cigarrillo y lo enciende) Ahí conocí a Cordero y Velarde.
Qué tipo para simpático… se creía el Presidente del Perú, y algo más, Dicen que
se volvió loco de tanto desearlo (Pausa. Serio). Yo quería ser militar.
CARLOS (Lentamente ha entrado en escena)
Pepe, ¿y el martillo?
PEPE Aquí está tío.
MARIN La última vez que fuí al Campo de Marte fue
cuando estuve en quinto año ¡hasta quinto llegué… ¿y para qué? Ese 29 de julio
fue terrible para mí. Por primera vez vi lo que mis ojos se negaban a ver: NO
HABÍA UN SOLO OFICIAL NEGRO EN TODO EL EJÉRCITO DEL PERÚ.
(palito, graciosamente, silbando,
hace los acordes usuales de cuando una orquesta termina una pieza
musical).
PALITO Fu-fú (Pausa) ¡Bueno, bueno… esto se
acabó!
MARIN Guarda
las herramientas (Rojas, sin contestar, junta las herramientas y sale. Marín,
ya solo, para sí, repite quedamente) No había un solo oficial negro en todo el
ejército del Perú (Suela el típico triángulo de metal, anunciando el fin de la
labor).
PALITO ¡Se acabó… Viva la huelga!
ZAMBO ¡Payaso…!
PALITO (Se
lanza del andamio y mete la cabeza en el cilindro de agua, mojándose el
cabello). No se preocupen señores: en este enorme cilindro que ven, haré una
olla común. Vuestras queridas madres (Con los dedos, sobre la frente: hace el
clásico gesto de "cornudo") fieles esposas y adorados hijos, no
pasarán hambre. ¡Viva la olla! ¡Arriba el sancochado! ¡Viva la huelga! (Toma
una lampa y se la pasa a Zambo, cruzándose con el maestro Marín que va al
cilindro a lavarse. Palito, marchando): Un, dos; un, dos; un, dos… (Chicha,
graciosamente, entrando al juego, toma un palo, se pone delante de ellos como
si fuera una waripolista de las películas norteamericanas y marcha seguido de
Palito que arrastra a Zambo. Palito tararea la canción usada por las tropas
sureñas cantadas en la guerra de secesión. Dan vueltas al rededor del cilindro
de agua. Los demás ríen, comentan; algunos llevan el compás con las palmas de
las manos).
ZAMBO ¡Suéltame, loco!
PALITO (Alzando
los brazos) A reír y a cantar, que el mundo se va a acabar. ¡La huelga va a
empezar!
ZAMBO ¡La huelga va a empezar! (Baila y
canta esta frase en tiempo de conga).
La huelga va a empezar, up…
la huelga va a empezar……
(Palito, Zambo, Pepe, Chicha y Rojas, cada uno en su sitio,
bailan y cantan esta frase)
La huelga va a empezar, up…
La huelga va a empezar, up…
(In crescendo)
La huelga va a empezar, up…
(Zambo cambia, lentamente el coro, transformando la frase en
un grio de manifestación pública. Todos, muy serios, dramáticamente, lo
siguien. Los gestos ahora son de hombres adultos, de obreros en huelga).
¡La huelga va a empezar!
¡La huelga va a empezar!
(El coro llega a la histeria. Zambo, como poseído, convierte
la lampa en ametralladora, apunta a sus compañeros mientras grita imitando a
las balas):
¡Ta tatatatatatatatatatatatattaá…!
(En el cielorama, silueteado -por efecto de luz- aparecen
cascos de policía. Todos, como si se hubieran puesto de acuerdo, caen
penosamente heridos y quedan estáticos al momento que se apagan todas las
luces, encendiéndose un haz de luz rojas que los baña. Pausa. Silencio. De
pronto, se escucha el ruido de un camión que llega y bruscamente se detiene. Se
levanta Chicha, sale y regresa al momento que todos se ponen de pie y las luces
retornan a la normalidad).
CHICHA ¡Son los de Lima!
ZAMBO Menos mal… (Hace como si jugara
billar) ¡Mi mesita!
CARLOS Con qué vainas nos saldrán ahora…
MARIN No
se preocupe (sonriendo), somos grandecitos, pintamos canas, no nos van a
comer.
CHICHA (Desde el fondo) Por aquí,
maestros…
CANALES (Desde fuera), Gracias…
MARIN (Para sí) ¡Esto me huele
mal…!
CANALES (Entrando) Pasa, Lucho… (Entran los dos
seguidos por Juan)
PALITO Pase, maestro…
(Canales se quita el sombrero. Es el único que viste saco.
Aunque esta pieza no corresponde al pantalón, es de otro terno).
CANALES Buenas tardes, colegas… (Unos responden
con gestos, otros en voz baja).
CARLOS ¿En qué podemos servirlos…?
CANALES Apoyando nuestra causa. Venimos a
invitarlos a la reunión de esta noche.
MARIN Se entiende que somos obreros y que
la única causa es la del gremio.
CANALES Así
debería ser, pero… El momento es crítico. Venimos de la Central de Lima…
ZAMBO ¿Qué ha pasado, maestro?
CANALES La Central Unica se ha dividido. (Todos
hacen comentarios al respecto)
CARVAJAL (Entrando al círculo) ya decía yo, aquí
hay gato encerrado.
CARLOS Explíquese, maestro, nos
interesa.
MARIN Queremos enterarnos para saber qué
actitud tomar, estar prevenidos.
CANALES Todo
obedece a fines políticos. Los palistas se niegan a aceptar la tregua de cinco
días solicitada por el Ministro, quien ha dado amplias seguridades de atender
satisfactoriamente nuestros reclamos.
CARVAJAL ¡Saltó la liebre!
MARIN ¿Y por qué no aceptan la
tregua?
JUAN (Que
ha estado frenado) ¡Por fregar al Gobierno, no dejarlo trabajar…
amarrarlo!
CANALES El
Ministro ha ofrecido solucionar nuestros problemas, pero quiere que prevalezca
la Ley, el principio de autoridad… habló del precedente…
CARVAJAL ¡El
Ministro…! ¿Y, si como en otros casos, pasados los cinco días nos salen con
vainas?
JUAN Entonces, con justicia, procede la
huelga.
LUCHO Nosotros
queremos nuestras reivindicaciones, pero sin pelear -si se puede, claro está-,
y menos con el gobierno, que a nada bueno conduce…
CANALES Los
palistas, más preocupados por ganar fuerza para las próximas elecciones,
quieren la huelga a toda costa… no se les puede impedir…
JUAN Cosa que si triunfamos -como tiene
que ser, porque es un hecho- mandarse el jamón de que por los palistas, los
obreros ganan más, y sacar provecho de nosotros en las elecciones. ¡Qué tales
riñones!
LUCHO Son
fines egoístas, partidarios, no gremiales. La huelga para nosotros debe ser un
último recurso… no debemos impedir el diálogo, sino, cualquier militarote
aprovecha el pánico y manda su cuartelazo y san se acabó. ¡Ya estamos
escarmentados… pero no se aprende!
CHICHA Eso es cierto.
ZAMBO (Muy
acriollado, pretendiendo hacer una broma) No importa quién lo consiga o cómo si
vamos a ganar más.
LUCHO (Sin
hacerle caso ni mirarlo) Y después sólo nos queda esperar limosnas de los
mandamases.
JUAN (Amargo) Y todo por la ambición desenfrenada de los
palistas.
CARVAJAL Si Uds.
están contra el PAL, ¿podrían decirme con quién están, para enterarme?
ZAMBO Claro, tiene razón.
PALITO ¡Chist… calla!
CHICHA ¡Déjalo hablar, caramba!
MARIN Pero si todos sabemos…
CARVAJAL Un momento, maestro Marín, quiero que él
me contste.
CANALES ¿Me he negado acaso? ¡No!
LUCHO (Apaciguando) Nuestra causa es
sindical…
CANALES Estamos
con nuestra clase, sin distinción alguna. Pero, perdonen, debemos actuar
rápidamente porque no demoran en llegar los palistas. Están recorriendo en
forma relámpago todas las obras, utilizando todos los medios de movilidad. Uds.
saben cómo son de organizados. Están armados de palos, y hasta con manoplas,
según nos dijeron. Ellos también van hacer una reunión esta noche.
CARVAJAL Conteste a mi pregunta, maestro, no se
vaya por las ramas. ¡Me mareo!
CANALES (Frente a él) Queremos el aumento acordado, porque el alto
costo de vida ya nadie lo puede aguantar. Pero no deseamos que por caprichos,
se lleve a la clase obrera a una huelga que al final, dada las condiciones, a
nada bueno puede conducir. Porque si se emperrechina el Gobierno, no entra en
tratos con nosotros mientras no se deponga la huelga. Ahora bien, el Ministro
ha pedido una tregua de cinco días… ¡Cinco días! ¡Menos de una semana! ¿Por qué
no se la podemos dar? El grupo que me acompaña está contra la huelga - en estos
momentos, se entiende-. Si pasados los cinco días no hay solución, pues
entonces sí, a lanzarse. Pero ahora no… es negativo, perjudicial, y como están
las cosas, cualquier chispa puede arrrastrarnos a cometer una tontería y haber
muchas víctimas, que no queremos cargar en la conciencia. Ya lo dijo Lucho
(señalando). Cualquier militarote puede aprovechar la situación… ¡y
cuartelazo!
CARVAJAL ¿Y los palistas tendrían la culpa, no?
JUAN Todos
somos culpables de esta situación, de lo que nos pasa y de lo que pasará.
Porque no hay que hacerse ilusiones, esto es sólo el principio.
PALITO ¡Maestro, está usted hablando mal…!
JUAN ¿Mal?
¿mal? ¡Culpables, si! ¡Todos somos culpables ! (Pausa). A ver ¿cuántos están
inscritos en la Central? (Pausa). ¡Ninguno, por supuesto! (Más animado)
¿Cuántos conocen, siquiera de pasada, el local? ¡Nadie! Somos culpables por
miedo, comodidad, por flojera. De esto se aprovechan unos cuantos granujas bien
aleccionados por otros sinvergüenzas, toman las riendas… ¡y, a jorobar, se ha
dicho! (Con mucha ironía, casi burlándose de ellos) ¡Y todo porque somos
"independientes"! (Con cólera) ¡independientes! (imitando) "Yo
no me meto en política… La política es mi trabajo… mi partido son mis
manos" ¡Y claro, como tienen dos manos (se apoya con gesto de manos) están
con la derecha y con la izquierda, lo que se llama ni con Dios ni con el
diablo!
LUCHO (Frenándolo, preocupado)
Juan…
JUAN Ya,
ya… tengo razón y eso me basta. Lo absurdo, ridículo del caso es que quienes
están en la directiva ni siquiera son del oficio. Son unos cuantos haraganes
zamarros que se hacen llamar "maestros contratistas" que ni agarrar
un badilejo saben. ¡Hay que ser sindicalista!
LUCHO (Contemporizando) Esta noche a las 8:00 tenemos una
reunión en el Club Estrella. Están citados casi todos los colegas de los
balnearios del Sur. No faltar… pasen la voz.
CANALES Y todo por culpa de los palistas…
CARVAJAL ¿Qué
quiere Ud.? ¿Que peleemos contra nuestros hermanos de clase por el simple hecho
de ser ellos palistas… que se rompa la unidad gremial? 8con cólera) ¡Haga el
favor, hombre!
LUCHO No diga eso, maestro, no es justo.
Ofende. Somos grandes, piense.
PEPE Que
hable, a lo mejor tiene razón y estamos cayendo ene l juego de los políticos
cochinos, como dicen…(Don Carlos lo mira de reojo y sonríe).
LUCHO Nosotros
no le impedimos hablar a nadie. Además, ustedes están en su sitio, nada podemos
imponer… informamos, invitamos… Somos pocos.
JUAN hay que ganar tiempo… tenemos que ir a otras
obras…
CANALES (Con
mucho oficio, a Carvajal) Seríamos niños si eso pidiéramos. ¡Cómo se le ocurre?
Somos el 40% de los directivos de la Central Unica que pensamos igual, que
queremos la unidad del gremio, como es lógico; pero no podemos permitir que una
mayoría amoral, encaramada en la directiva por elecciones fraudulentas, que no
representan a los obreros sino al Pal…
JUAN Hasta los diarios han hablado de ello… ¡Los
diarios…!
CARVAJAL Los de la oligarquía…
CANALES (Continuando,
como si no los hubiera escuchado) Sí, encaramados en forma ilegal, y que
nosotros, precisamente por no romper la unidad hicimos la vista gorda… de los
cual ahora me arrepiento… la Central Unica en estos momentos no representa al
gremio, representa al Pal, y sus voceros directos -muy hábiles, por cierto- son
los infiltrados que ahora, recibiendo órdenes precisas del pal, quieren que se
haga la huelga… ¡Carajo, si de cólera dan ganas de… (Pausa) Perdonen. ¿Piensen
qué pasaría si el Pal estuviera en el Gobierno? ¿Permitirían huelgas? ¡Ni de
vainas, pues! ¡Para qué engañarnos si ya lo sabemos! Y piensen qué pasaría si
nosotros, por considerarlos justo, decretásemos la huelga? La contraorden no se
haría esperar…
JUAN Y
menos los caballos, los palos… ¡Y esto nos lo harían a nosotros… a los obreros…
al gremio!
CANALES Esto
está mal. Mientras los sindicatos representen a los partidos y no a los
gremios, la causa del trabajador fracasará, porque estará sujeta a los
intereses de los partidos, a los enjuagues de la política. Hay que quitarse la
venda, ya es tiempo.
PEPE (Muy sincero) Tiene razón… (Don Carlos le pone la mano
sobre el hombro).
CARVAJAL (Desconcertado) Que se explique, pero sin
atacar a ningún partido…
JUAN Se le sale el color, maestro.
CARVAJAL Sí, ¿y qué? ¿Me lo va a impedir?… ¡Soy
palista y qué!
LUCHO (Apaciguando)
Nosotros hemos venido… queremos explicar la situación… invitarlos a cambiar
ideas al respecto. Los palistas van a hacer lo mismo. Queremos que nos ayuden a
aclarar el panorama y después -¡Qué se le va a hacer!- que cada uno tome el
camino que crea conveniente para el gremio.
CARVAJAL Digan lo
que digan, mucho se le debe al Pal. Por el Pal el obrero peruano trabajo sólo
ocho horas diarias ¿Lo han olvidado? Nuestros padres para ganar un jornal
debieron trabajar de sol a sol ¿no lo recuerdan? Sangre costó conseguirlo, pero
se hizo… ¡Y sangre joven! ¡Palistas! Sí, así como lo oyen: Pa-lis-ta.
(Juan intenta hablar pero se
adelanta Chicha).
CHICHA ¡Claro, así es, así es, me lo han
dicho!
CARVAJAL Y no lo
dudes. Criticar es fácil, pero mal que les pese, chueco o partido, tuerto o
virolo, por el Pal existe en el país una organización sindical… y, ahora, los
que nada hicieron se atreven a criticar…
JUAN Está
usted hablando mal, maestro, ha oído cantar al gallo pero no sabe dónde. Este
Pal no es el Pal de las 8 horas. Pero ése no es el asunto, no vamos a hacer
historia ahora, falta tiempo; pero eso sí, que quede claro, contra Ud. no
estamos. Ud. es la masa, no el pal. La masa nos merece respeto. Yo son
sindicalista.
CARLOS (A
Carvajal) Tiene razón, maestro Carvajal. Yo no pertenezco a ningún partido,
pero son sindicalista, por eso puedo hablar con entera libertad. Todos los
políticos son unos cangrejos, cuando suben al poder se olvidan de uno. Estos
bandidos son unos mentirosos, se burlan de nosotros. ¡Hay que verlos en
campaña: sonrisas por aquí, sonrisas por allá, le dan la mano a todo el mundo,
y usan camisa abierta (Se toma el cuello con las manos), se ensucian los
zapatos. Y después, ¡naranjas!.
LUCHO (Sonriendo) Tiene razón…
MARIN Nada
se pierde con ir a la reunión esta noche, ahí hablarán y podremos exponer
nuestros puntos de vista, nada se pierde. Lo que sí, a mí me parece que si hay
que esperar cinco días, debemos esperar, nada se pierde. ¡Eso, desde ya lo dejo
en claro!.
JUAN Claro…
CARLOS Eso está bien…
(En cuarto plano se escuchan voces
airadas que se aproximan)
Central Unica, Central Unica,
Central Unica, Central Unica,
¡Viva la huelga!
¡Mueran los amarillos!
(Todos quedan estupefactos. Palito
sube al andamio y mira)
PALITO ¡Son ellos, vienen en un camión…!
CANALES No les dije…
PALITO ¡Pasu machu… vienen con palos!
JUAN ¡Cuándo
no! (Lucho se seca el rostro con un pañuelo, está algo nervioso pero se
serena).
MARIN ¡Mala suerte!
CARLOS (A ellos) ¿Los conocen?
CANALES ¡Maestro, somos de la directiva! ¡Hasta
dentro de un maizal nos sacarían!
PALITO (Asustado) Es mejor que se vayan.
(Las voces se escuchan más cera):
Central Unica, Central Unica
Central Unica, Central Unica
Abajo los amarillos
Mueran los traidores.
PALITO (Siempre
desde el andamio) Ya no hay tiempo, están demasiado cerca… en la esquina del
café.
CARLOS Escóndanse en el cuarto del
guardían…
JUAN No,
maestro, gracias, no somos cobardes ni asesinos; además, creo que nos
delatarían…
CARVAJAL Si lo dice por mí se equivoca… ¡Y mucho
cuidado porque sino…
CARLOS ¡Carvajal… no es el momento…
MARIN ¡Maestro, por favor… !
CARVAJAL No es el caso… ¡Pero no me pongan como
soplón… No lo aguanto!
(Las voces están ya demasiado cerca. Hay una pausa tensa en
la cual Quispe se quita la camisa, la moja en el cilindro, la escure, y con
ella se limpia el cuerpo de la cintura para arriba).
MARIN ¿Qué hacer, don Carlos?
CARLOS Maestros, por favor, vayan al cuarto
del guardián…
CANALES No,
maestro, imposible… Basta que se esconda uno una vez para que lo haga
siempre…
JUAN De ninguna manera, ¿quiéres pelea? ¡Pues la
tendrán!
MARIN (Alterado)
No ve que nos compromete… Que no vamos a dejarlos solos, que no los vamos a
abandonar.
CARLOS (A su
sobrino). Pepe, tranca la puerta… Chicha, ayúdale. (Pepe va a foro seguido por
Chicha que denota temor. Tranca la puerta).
(Se escuchan las voces en primer plano y el ruido del camión
que llega y frena).
Central Unica, Centra Unica
Central Unica, Central Unica
Mueran los traidores.
¡Viva el Perú!
(Reflectores encendidos desde el suelo, multiplican y
agigantan a los palos reflejados sobre el ciclorama. Todos rodean a Canales,
Lucho y Juan, mientras Quispe avanza a primer plano estrujando su camisa que
deja caer agua en el suelo -No es indolencia, simplemente no comprende lo que
hace la gente de Lima- Todos tratan de convencer a los tres sindicalistas para
que se esconda. Los palistas, afuera, gritan y golpean la puerta. Hay
confusión. En primer plano, cortante, se escucha el toque militar de silencio
entonado por un cornetista. Se hace el silencio, y este indica el golpe militar
del General Odría. Los palos, lenta, tristemente, desaparecen. Asombro y miedo
se reflejan en los trabajadores. Han desaparecido del escenario los tres
sindicalistas. Los obreros, lentamente, empiezan a girar alrededor del cilindro
de agua cantando "José se llamaba el padre"; acelerando el ritmo y
suben el volumen. Pasa el tiempo. Estamos en 1950- De pronto, rompiendo la
escena, nos llega a primer plano la marcha "Zarumilla",
característica musical del gobierno del Dictador Odría. Las paredes del fondo
desaparecen jaladas hacia los costados. Los palistas se convierten en masa odrísta.
Sobre el ciclorama-cielo, se recorta la sombra de un gorro militar. Las
siluetas de los odriístas están agrandada y se multiplican por efecto de las
luces. Los odrístas aplauden a rabiar. Los trabajadores en el escenario,
mientras tanto, lentamente, envejecen 10 años y cambian de lugar de acción. Se
escucha, ininteligiblemente la voz de un odrísta que grita:
¡Viva el general Odría!
MASA ¡Viva!
(Por parlantes nos llega la voz del
dictador que arenga).
VOZ ¡Un
gobierno del pueblo y para el pueblo! (Aplausos) ¡Salud, Educación y
Trabajo!
(La masa aplaude, lanza vivas. Por
lateral izquierda ingresan riendo los obreros 1 y 2. La masa calla, gira y mira
a la platea, desafiante: Se ha convertido ahora en el verdadero pueblo).
OBRERO 1 ¡Cinco a tres!
OBRERO 2 ¿Cinco a tres? ¿Estás loco?
OBRERO 1 ¡A la
Alianza no le gana nadie! ¿Cinco a tres? ¡Chico y partido le va a dar a la
"U"!
OBRERO 2 Para que
sepas, la "U" campeona este año. ¡Sí, señor! ¡La "U",
campeón de 1950!
CHICHA (Diez
años mayor y que ya está de maestro, desde el andamio de Palito) ¡Ya, ya… a
trabajar… hasta cuándo voy a esperar los ladrillos!
OBRERO 1 Está bien, maestro, enseguida le
traigo…
ZAMBO (Diez
años mayor, al obrero dos) ¡Agua…! ¡Hasta cuánto voy a esperar… (obrero uno y
dos desaparecen por donde entraron). En descansar sólo piensan…
CHICHA Como ellos trabajan a jornal…,
cuanto más dura el trabajo, más ganan…
(El maestro Marín, viejo, trabaja en primer plano derecha.
Palito, desde el fondo lo mira. Lentamente, animándose se dirige a él).
PALITO (Tímido) Maestro Marín…
MARIN ¿Sí?
PALITO Maestro
Marín… ¿Podría prestarme quince libras? Tengo a mi hijo enfermo y hay que
curarlo…
MARIN ¿Quince
libras? ¿Estás loco? ¿Quién tiene plata en estos tiempos, Palito? ¡Y con una
huelga que se nos avecina!
PALITO (Desconcertado) A lo mejor ahora resulta…
MARIN (Que
ya sabe de la vida) ¡Con un gobierno militar! (Irónicamente, mirando a Palito
canta) :
José se llamaba el
padre…
(Palito lentamente vuelve a su puesto: andamio de
Zambo)
Josefa la mujer…
(Yendo a primer plano derecha)
Y al hijo que tuvieron
le llamaron José
Se llamaba el padre…
Jo-se-fa la mu-jer…
(Mirando fijamente al público)
y al hi-jo que tu-vie-ron
le lla-ma-ron…
(Directamente al público, lento, remarcando las palabras)
No había un solo oficial negro en
todo el ejército del Perú.
(En juramento, besándose los dedos
de la mano) ¡Por Dios!
(Se apagan violentamente las luces. Brevísima pausa. Al
encenderse de nuevo las luces, los trabajadores avanzan a primer plano, con los
dedos indicando al público que no aplauda. Al hacerse el silencio, se escucha
por parlantes de escenario y sala la voz de un hombre que representa a Lucho,
Juan y Canales).
VOZ (Por
parlantes) Lima, (fecha que corresponde al mes y año de la representación).
Señor capitalista:
¿Quiere usted derrocar al gobierno? Pues bien, escuche con
atención (Los actores, estáticos, miran al público)
El 80% (Ochenta por ciento) de los trabajadores de la
ciudad, pertenecen al gremio de construcción civil: peones, albañiles,
gasfiteros, electricistas, carpinteros, cerrajeros, soldadores, llenadores de
techos…; los que hacen los ladrillos, la pintura, las locetas, los cables de
luz, los interruptores, los calvos, los servicios higiénicos, las herramientas
de trabajo, etcétera, etcétera, etcétera; los que llevan a las construcciones
los ladrillos, la arena, el hormigón, el cemento, las piedras, los fierros,
etcétera, etcétera, etcétera y cien más.
Ahora bien… Si ustedes no
construyen, si paralizan las obras, el 80% (Ochenta por ciento) de los
trabajadores y sus familias, se mueren de hambre. Desesperados salen a las
calles, gritan, hacen huelgas. La policía lanza gases lacrimógenos, palos y
balas. Hay 10, 15 ó 20 muertos (¡Cuantos más, mejor!). Sus diarios y los de sus
amigos, en grandes titulares, protestan por la "inhumana masacre de los
trabajadores". Cae el Ministro del Interior: ¡Crisis ministerial!
Ha llegado la hora del whisky.
Con alegría y muchos tragos, parlan con un general amigo, y
¡ya está: golpe de Estado!
Con el general amigo como Presidente
de la República, "por el bien del pueblo", el Gobierno decreta un
"subsidio para la Industria de la Construcción". Ustedes empiezan a
construir…, hay trabajo, y en consecuencia, los obreros de construcción civil
(El ochenta por ciento de los trabajadores, sus madres, mujeres e hijos),
comen. ¡Barriga llena, corazón contento! Se han olvidado del gobierno
anterior.
Después de 3 ó 4 años de gobierno,
restablecido el orden constitucional, forman una convivencia, coalición o
alianza (el nombre es lo de menos), y designan un candidato para la presidencia
de la República. Ganan "democráticamente" las elecciones…, y con sus
allegados en el parlamento, tenemos (Los actores tararean la canción "José
se llamaba el padre") seis años más de "Pan con Libertad",
"Salud, Educación y Trabajo" para nuestro querido Perú.
Atentamente,
Juan, Luis, Canales
(Todos los obreros empiezan a trabajar y cantan "José
se llamaba el padre", mientras dos trabajadores levantan, al fondo del
escenario, una gran banderola que, sobre fondo blanco y letras rojas
dice:
Nosotros construimos el Perú.
Las tres primeras reiteraciones -desde bajo volumen, in
crescendo- indicarán que la clase obrera, desde sus cenizas, se alza, revive;
las tres siguientes, ala alegría del trabajo -el producir-; las tres últimas,
cantadas a todo pulmón ralentando con cólera las palabras, fraseando, LA
ESCALADA de la clase trabajadora en su lucha contra las fuerzas
opresoras).
Jo-sé se lla-ma-ba el pa-dre
Jo-se-fa la mu-jer
y al hi-jo que tu-vie-ron
le lla-ma-ron…
(Todos voltean violentamente, con las herramientas en la
mano gritándole al público)
¡Joséeeeee!
Quedan estáticos, como desafiando a la platea. No cambiarán
de posición para recibir los aplausos. El telón se cerrará únicamente para que
los actores vayan a sus camarines. Por ningún concepto los intérpretes
agradecerán al público del modo tradicional. La clase obrera, nada tiene que
agradecerle al público que va al teatro en el Perú.
Lima,
Perú
1966