Página de los Dramaturgos del Perú



La manzana prohibida: obra teatral de Gonzalo Rodrìguez Risco, dramaturgo peruano (fragmentos)
Gonzalo Rodríguez Risco Lima, 1972

Av. Dos de Mayo 1566 - Dpto 702
SAN ISIDRO LIMA 27 PERU
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Ingeniero Administrativo graduado en los Estados Unidos, es discípulo de Alfonso Santisteban. Ganó el Primer puesto en el Primer Concurso Nacional de Dramaturgos Jóvenes auspiciado por el Centro Cultural "La Noche" con la Obra "La Manzana Prohibida" (Febrero de 1997). Además de dramaturgo, ha traducido y adaptado diversas piezas de autores norteamericanos. Tiene por estrenar El Ultimo Invitado .

    Obras y año de estreno (en Lima, salvo indicación):
    • Un verso pasajero (1996, Cusco 1999)
    • Como crear una historia y casi fracasar en el intento (Comedia Peripatética) (1997, con Alfonso Santisteban)
    • La Manzana Prohibida (1998)
    • Juegos de Manos (1998)
    • Generación Y (1998)
    • Rainbow (1999)
    • Vesti La Giubba (1999)
    • Mal-Criadas (2000, con Diego La Hoz)
    • Asunto de Tres (2000)
Sobre La manzana prohibida de Gonzalo Rodríguez Risco.
La manzana prohibida de Gonzalo Rodríguez Risco se estrenó en 1998 dirigida por "Pipo" Gallo. La obra trata un tema recurrente en las piezas de Rodríguez: el de la opción sexual, que se desdobla en otros más, como la soledad, la incomunicación, la imprecisa identidad.
¿Más información? ¿Quieres la obra completa? Escribe al autor: Gonzalo Rodríguez Risco



LA MANZANA PROHIBIDA (fragmento de la obra)
de Gonzalo Rodríguez Risco



Verónica y Juan Carlos son amigos desde niños, pero en los últimos tiempos no han mantenido mucho contacto. El destino ha querido que se encuentren en un momento crucial de sus vidas, cuando ella acaba de terminar con su más importante relación de pareja y él está comenzando a vivir su gran historia de amor. Cómo se enfrentan estos sentimientos y que significan el uno para el otro son algunas de las preguntas que irán encontrando respuesta a lo largo de este fin de semana de encierro en un departamento prestado...

La sala del departamento de Marilú, amiga de Verónica. Resaltan un surtido bar, un teléfono, un equipo estéreo y discos. Una puerta que conduce a la calle a la izquierda, y a la derecha la entrada de un pasadizo que comunica a las habitaciones y cocina.


Empieza la música en la oscuridad. De pronto se escuchan risas. Con la luz entra Verónica seguida por Juan Carlos, quien carga maletas y bolsas.


VERÓNICA.- ¿Qué te parece? Marilú me dejó el departamento todo el fin de semana a cambio de cuidar al gato... La muy conchuda se ha ido a Paracas con Gianni.
JUAN CARLOS.- ¿Gianni? A ése no lo conozco.
VERÓNICA.- Gian Carlo. El enamorado de turno.
JUAN CARLOS.- ¿Cuál? ¿El de la semana?
VERÓNICA.- O del día... deja mis cosas en el cuarto, please...
JUAN CARLOS.- Cholita... ¿Tú has venido un fin de semana o te mudas?
VERÓNICA.- Ya quisiera... el cuarto queda por allá.
JUAN CARLOS.- A la órden, su majestad...
VERÓNICA.- Ya, no me jodas con eso...
(Sale Juan Carlos llevando las maletas).

JUAN CARLOS.- (Desde afuera): ¿Marilú es tu amiga millonaria?
VERÓNICA.- Tiene su plata, pero no...
JUAN CARLOS.- (Desde afuera): ¿Su plata? Su plata y su Jacuzzi... Y su espejo en el techo...
VERÓNICA.- ¡Oye huevón, no seas curioso!
JUAN CARLOS.- (Entrando): No lo soy, simplemente tengo interés ¿Qué me vas a invitar?
VERÓNICA.- ¿Un trago?
JUAN CARLOS.- Bacán.
(Verónica se acerca al bar y empieza a preparar los tragos).

VERÓNICA.- ¿Quién lo pensaría? Los hijos de la señora Pochi Sarmiento y Teresa Mayneto sentados juntos en el "Salón del Placer de Marilú" echándose unas aguas. Las enemigas más terribles tienen como hijos a los amigos más cercanos. Parece un "Romeo y Julieta" de barrio burgués limeño...
JUAN CARLOS.- Me parece increíble que no se hablen.
VERÓNICA.- Nunca lo van a hacer. Esas dos sólo creen en extremos: o mejores amigas o mejores enemigas... Ahora vas a probar el famoso vodka-lime de tu amiguita Verónica...
JUAN CARLOS.- Famoso...
VERÓNICA.- ¡Famoso! Solicitado por borrachos conocidos de Lima y balnearios ¡Esta es una receta milenaria! Legada a mí por mi madre, quien a su vez la aprendió de doña Paulina Hidalgo de Bohorquez, su madre y mi abuela. Y así, remontándonos atrás por diez generaciones de mi familia...
JUAN CARLOS.- Te la enseñó Marilú
VERÓNICA.- Si, con el mismo discurso.
JUAN CARLOS.- (Fingiendo borrachera): Y después me dicen que el alcoholismo es obvio.
VERÓNICA.- (Fingiendo borrachera): Yo no tengo nada de alcohólica.
JUAN CARLOS.- (Fingiendo borrachera): Ya, dame mi trago...
VERÓNICA.- Toma. Salud. Seco.
(Se disponen a beber, pero Juan Carlos solo sorbe un trago pequeño y se atora, por lo que Verónica tampoco ejecuta el brindis).

VERÓNICA.- ¿Qué pasó?
JUAN CARLOS.- ¿Qué crees que voy a decir? ¿Que está fuerte?
VERÓNICA.- (Con aire inocente): Nooo... para nada.
JUAN CARLOS.- ¡Cojuda, te has bajado media botella de vodka en mi vaso y quieres que me queje! No ganas. No me quejo.
VERÓNICA.- ¡Salud entonces!
(Juan Carlos cambia su vaso por el de Verónica).

JUAN CARLOS.- Ahora si, salud. Seco.
(Juan Carlos, confiado, bebe un trago largo. Verónica amaga y sonríe).

JUAN CARLOS.- (Se atora): ¡Mierda, éste está igual!
(Verónica seca su vaso de un trago ante la mirada atónita de Juan Carlos, a quien no le queda otra que asumir el reto).

JUAN CARLOS.- Touché (Se lo termina de un trago).
VERÓNICA.- (Recoge vasos, va al bar) ¿Otro?
JUAN CARLOS.- Un poco más suave...
VERÓNICA.- Juan Carlos Sarmiento, me decepcionas...
JUAN CARLOS.- Y tú me sorprendes...
VERÓNICA.- (En Garbo): ¿Ah si?... Por fin solos...
JUAN CARLOS.- (Se ríe): Eso suena a a Femme Fatale
VERÓNICA.- Te diré que para mi suena a chica liberada de su casa por un fin de semana.
JUAN CARLOS.- ¿Qué pasa? ¿Sigues atrapada?
VERÓNICA.- Atrapada no... Me tienen... Observada. Puedo salir, pero siempre están preguntando con quien, a menos que seas tú. (Sirve demasiado Vodka).
JUAN CARLOS.- Oye, para con eso...
VERÓNICA.- Espérate...
(Verónica le hace un mohín muy coqueto. Juan Carlos tiene que controlarse).

JUAN CARLOS.- (Tras una pausa) Hay una cosa que no entiendo...
VERÓNICA.- ¿Qué?
JUAN CARLOS.- Si finalmente te dejan salir por un fin de semana, libre y sin ser "observada"... ¿cómo así decides venir conmigo?
VERÓNICA.- ¿La verdad?
JUAN CARLOS.- Sí.
VERÓNICA.- Me da un poco de miedo. Esa famita de borracha, de pendeja, de liberal, que tengo... No es tan real como yo quisiera... Además, tengo temor de... Pensar demasiado... Tu trago.
JUAN CARLOS.- ¿Está más suave?
VERÓNICA.- Un poquito... (Chocan vasos. Beben. Pausa) A veces no me gusta pensar, ¿sabes?... Ni recordar... Porque entonces vuelve Antonio.... (Pausa. Bebe) Ya fue demasiado encontrarlo con su nueva enamorada... (Pausa. Bebe su trago de un sorbo) A veces prefiero aturdirme, y... sacarlo de aquí...
JUAN CARLOS.- Una pregunta.
VERÓNICA.- Dos.
JUAN CARLOS.- ¿Qué sientes por Antonio?
VERÓNICA.- (Va al bar a servirse otro trago): ¿Qué sientes ahora por tu primer amor?
JUAN CARLOS.- No sé... No podría definirlo...
VERÓNICA.- Igual aquí... Antonio, o lo que él significa, se acaba cuando siento que voy a enamorarme nuevamente... Pero revive, de pronto, cuando pongo mi barrera de desconfianza, de miedo... Tú has visto como soy cuando me presentan a alguien interesante...
JUAN CARLOS.- Lo que tendrías que hacer es dejarte llevar...
VERÓNICA.- Eso es más fácil decirlo que hacerlo...
JUAN CARLOS.- Inténtalo...
VERÓNICA.- ¿Tú crees?
JUAN CARLOS.- Sí. Absolutamente.
VERÓNICA.- ¿Quieres... que me deje... llevar?
(Pausa. Juan Carlos la mira. Ella se le acerca lentamente, para besarlo).

JUAN CARLOS.- (Separándose): ¿Habrá algo de comida?
VERÓNICA.- ¿A esta hora? Acabamos de comer Pizza, Juan Carlos, eres un chancho.
JUAN CARLOS.- Un postrecito, pues...
VERÓNICA.- Si quieres mira en la cocina... Además no deberías comer tan tarde...
JUAN CARLOS.- ¿Qué hora es?
VERÓNICA.- Las doce y media...
JUAN CARLOS.- Mierda. ¿Que hago yo chupando? Mañana tengo chamba...
VERÓNICA.- ¿Sábado?
JUAN CARLOS.- Medio día. Voy a ver el refri... (Sale).
VERÓNICA.- Si hay una fruta, me traes... (Recorre la sala y mira las fotos). ¿Este es Gianni? ¡Qué churro...!
JUAN CARLOS.- (Desde afuera): ¿Qué?
VERÓNICA.- Nada. Estoy viendo una foto de Gianni... Es un cuero ¿Te acuerdas de Joshua? Ese chico sí que era lindo... Unos ojos verdes que te podías morir...
JUAN CARLOS.- (Entrando): Yo creo que se depilaba las cejas... Eran demasiado perfectas.
VERÓNICA.- Envidioso.
JUAN CARLOS.- Hay tres aguas "Evian", un plátano frío y dos uvas sobre un plato. Dos uvas. Nada más.
VERÓNICA.- Mañana compramos.
JUAN CARLOS.- ¿Cómo así hablabas del chico este? ¿De Joshua?
VERÓNICA.- Nada... Me voy acordando de los ex de Marilú y me da una envidia...
JUAN CARLOS.- No tienes por qué... Antonio no era nada feo.
VERÓNICA.- ¿Te parece?
JUAN CARLOS.- Tú sabes que yo no lo paso... Pero mérito al mérito...
VERÓNICA.- De acuerdo. Sí, era churro (Pausa. Toma su trago. JUAN CARLOS.- le pide disculpas mediante señas): Quita esa cara de huevón. Tómate un trago y olvídate de comer.
JUAN CARLOS.- Okey. Pero un rato, después tengo que dormir... Oye... ¿dónde voy a dormir?
VERÓNICA.- (En garbo): En el estudio hay un sofá cama.... Pero es muy grande para uno, y muy incómodo para dos...
JUAN CARLOS.- (Se ríe): ¿Ya lo probaste?
VERÓNICA.- ¡No me jodas!
JUAN CARLOS.- Después lo veo.
VERÓNICA.- ¿Terminaste?
JUAN CARLOS.- No.
VERÓNICA.- ¿Desde cuando te has vuelto monse, Juani?
JUAN CARLOS.- Desde que me dices Juani.
(Pausa)

VERÓNICA.- Oye.
JUAN CARLOS.- ¿Qué?
VERÓNICA.- ¿De verdad piensas que debería enamorarme de nuevo?
JUAN CARLOS.- No he dicho eso. El amor no se controla... Lo que estoy diciendo es que te des a ti misma la posibilidad de... aceptar. De confiar...
VERÓNICA.- Es difícil.
JUAN CARLOS.- Yo lo sé. Confiar es muy difícil (Pausa) ¿Tú confías en mí?
VERÓNICA.- Claro.
JUAN CARLOS.- ¿Por qué?
VERÓNICA.- Porque hemos crecido juntos. Porque eres mi amigo. Porque te conozco...
JUAN CARLOS.- ¿Y si yo te dijera que todo lo que sabes, todo lo que crees, todo lo que piensas sobre mi, no es verdad? ¿Qué dirías?
VERÓNICA.- ¿Qué voy a decir pues Juani?: "No seas mentiroso" ¿Por qué lo dices...?
JUAN CARLOS.- Por nada. Es un comentario, nada más.
VERÓNICA.- Ay, Juan Carlos, bueno sería que ahora tú tengas una vida alterna...
JUAN CARLOS.- Bueno sería... (Pausa). Así que libre y sin la mirada vigilante de tus padres... ¿Podrás con tanta libertad?
VERÓNICA.- Puedo. Y quiero más... ¡Quiero hacer locuras, perder el control, ahogar al gato, salir por la ventana, tirarte vecino, bailar calata y gritar que soy libre!... Pero probablemente lo que voy a hacer es sentarme aquí y aturdirme en Vodka.
(Pausa).

JUAN CARLOS.- Creo que te subestimas...
(Pausa).

VERÓNICA.- ¿Sabes que Antonio ha sido el único con el que he hecho el amor?... El Rey de los Hoteles, ése era Antonio... Nos pasábamos tardes enteras calatos, pensando en el futuro, haciendo el amor... Él tomando cerveza, y yo poniéndole nombre a nuestros hijitos...
JUAN CARLOS.- ¿Cómo así terminaron?
VERÓNICA.- Él terminó conmigo... Estábamos en la cama, en el hotel, desnudos, después de hacer el amor... De pronto, sin aviso, se limpió el sudor de la frente y me dijo que estaba "pensando" en nuestra relación...
JUAN CARLOS.- ¿Después de acostarse?
VERÓNICA.- ¿Puedes creerlo? Imagínate por dónde anda mi ego.
(Pausa).

JUAN CARLOS.- Suficiente.
VERÓNICA.- ¿Y tú?
JUAN CARLOS.- Basta de temas deprimentes... Nos pasamos la vida hablando de nuestros problemas...
VERÓNICA.- Eso no es verdad... Hablamos de mis problemas, no de los tuyos, nunca los tuyos...
JUAN CARLOS.- Debe ser porque tengo pocos.
VERÓNICA.- Dime uno, Juani, por favor, desahógate...
JUAN CARLOS.- No sé qué decir...
VERÓNICA.- Por ejemplo: ¿Tienes enamorada?
JUAN CARLOS.- Enamorada no. Ya lo sabrías...
VERÓNICA.- No estoy tan segura... ¿Sabes que eres un enigma?
JUAN CARLOS.- Mi vida es un poco aburrida, la verdad...
VERÓNICA.- Y al mismo tiempo te llamo mi amigo, mi confidente, no puedo decir mi hermano, porque de alguna manera te veo distinto, como amigo, como hombre...
JUAN CARLOS.- ¿En serio?
VERÓNICA.- Es raro que sienta que te conozco tanto cuando es exactamente lo opuesto...
JUAN CARLOS.- ¿Verónica?
VERÓNICA.- Eres un misterio escondido, Juan Carlos Sarmiento...
JUAN CARLOS.- ¿Aló? ¿Alooo?
VERÓNICA.- El hombre de los mil secretos...
JUAN CARLOS.- Hay algo...
VERÓNICA.- En cambio yo, entre Antonio, Marilú y todos mis rollos, a veces no me doy ni tiempo de escucharte... (Pausa) ¿Hay algo?
JUAN CARLOS.- ¿Dónde?
VERÓNICA.- No, idiota. Dijiste: "Hay algo"
JUAN CARLOS.- ¡Ah, me estabas escuchando...!
VERÓNICA.- Dime.
JUAN CARLOS.- ¿Qué?
VERÓNICA.- ¡Dime pues! ¿Hay algo o no hay algo?
JUAN CARLOS.- ¿Dónde hay algo?
VERÓNICA.- ¡No te hagas! ¿Cómo se llama la chica?
(Pausa. Juan Carlos suspira y empieza).

JUAN CARLOS.- En realidad, todavía no hay nada.
VERÓNICA.- ¿Qué significa "nada" para ti?
JUAN CARLOS. - Nada... Lo que pasa es que tengo un poco de miedo...
VERÓNICA.- ¿De qué?
JUAN CARLOS.- No sé... De asfixiar la relación...
VERÓNICA.- ¡"Relación"! Entonces sí hay algo.
JUAN CARLOS.- Un poquito.
VERÓNICA.- ¿Cuánto es lo máximo que has estado con una chica?
JUAN CARLOS.- Un mes.
VERÓNICA.- ¿La conozco?
JUAN CARLOS.- No. Nunca salgo con gente del barrio... Sólo del trabajo o la Universidad... De verdad no quiero hablar de temas deprimentes, Vero... Además me quiero ir a dormir.
VERÓNICA.- Por lo menos espera que termine mi trago, ¿no?...
JUAN CARLOS.- Okey.
VERÓNICA.- ¿La conozco?
JUAN CARLOS.- (Sonríe): Oye... ¿Dónde está el gato?
VERÓNICA.- ¿Qué gato?
JUAN CARLOS.- ¿Cómo que "Qué gato"?
VERÓNICA.- Ah, el gato... No lo vas a creer...
JUAN CARLOS.- ¿Qué?
VERÓNICA.- Se lo dejé a mi mami... La vieja feliz, no sabes...
JUAN CARLOS.- ¿Lo has mudado?
VERÓNICA.- Ay, sí ¿Qué me hacía yo todo un fin de semana con un gato?
JUAN CARLOS.- ¿Cuidarlo, de repente? Razón por la cual Marilú te dejó el departamento...
VERÓNICA.- Ni tú ni yo se lo vamos a contar, así que... lo que no sabe...
JUAN CARLOS.- Eres una loca de mierda... ¡A dormir!
VERÓNICA.- ¿Juani?
JUAN CARLOS.- ¿Sí?
VERÓNICA.- Eres lindo, ¿sabes?
JUAN CARLOS.- (Despidiéndose): No estoy tan seguro.
VERÓNICA.- Ya me puse a pensar, carajo, lo último que quería hacer era pensar... ¿Sabes que aunque estoy contigo, siento que voy a esta sola esta noche?
JUAN CARLOS.- No vas a estar sola. Ven. Dame un abrazo.
(Se abrazan).

VERÓNICA.- El trago me pone melancólica.
JUAN CARLOS.- No importa... Un besito en la frente y a dormir...
VERÓNICA.- (Levanta la cabeza y le da un beso corto en los labios) ¿Qué piensas de mí?
JUAN CARLOS.- No sé. Pienso que deberías considerar bien lo que haces...
VERÓNICA.- ¿Y qué pasó con "dejarme llevar"? (Un beso). ¿No tienes respuesta? (Un beso).
JUAN CARLOS.- (Incómodo): Cholita: este juego no me gusta...
VERÓNICA.- ¡Shhh! (Vuelve a besarlo).
(Juan Carlos se rinde. Se besan en silencio. Él finalmente se separa).

JUAN CARLOS.- Deberíamos pensarlo mejor.
VERÓNICA.- Sí.
JUAN CARLOS.- ¿Qué tal si me voy a dormir?
VERÓNICA.- (Tras una pausa): Mejor. Voy a buscar las sábanas... (Saliendo hacia el cuarto): Estas cosas me pasan por borracha, carajo.
(Verónica sale. Juan Carlos se queda, turbado. Tras unos segundos mira el teléfono y va hacia él. Levanta el auricular y marca).

JUAN CARLOS.- Hola. ¿Te desperté? Disculpa, es que necesitaba escucharte... Sí, me quedo con mi amiga... No, como se te ocurre... No... (Ríe). Yo sé, amor... (Serio): Sí, me escuchaste. Okey, no lo voy a repetir...
VERÓNICA.- (Entrando con las sábanas): ¿Juani?
JUAN CARLOS.- (Al teléfono): Espera... (A Verónica): ¿Dime?
VERÓNICA.- ¿Te molesta dormir sin almohada? Es que no la encuentro...
JUAN CARLOS.- No hay problema.
VERÓNICA.- (Gritando mientras sale): ¡¿Con quién hablas a esta hora, mi amor?!
JUAN CARLOS.- (Al teléfono): Ha tomado un poco... ¿Aló? Oye me voy yendo... ¿Qué somos? No sé... ¿Acaso es importante? (Pausa). Okey. Chao Javier...
(Apagón).


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