El significativo avance, a nivel tecnológico, de los medios masivos de comunicación, ha logrado que se posicionen en un lugar preponderante en este nuevo modelo de sociedad. Un tercio de las multinacionales más importantes pertenecen al rubro de la comunicación. La posibilidad de acceso a estos medios en todas las esferas sociales ha incrementado la masividad de los mismos.
Dos tercios de la humanidad viven en el tercer mundo.
Pero la mayoría de las noticias que el mundo percibe provienen de la minoría de la humanidad, y a ella se dirigen. Un monologo de los países ricos nos ataca desde los medios dominantes. El monopolio comunicacional del imperialismo (hoy llamado globalizacion) tiene muy en claro que la importancia política de la industria cultural pesa tanto como su valor económico.Todos los días somos participes de un gran espectáculo informativo que no reconoce limites. Hoy los dueños de las grandes empresas que manejan la economía Argentina también son los dueños de los multimedios que manejan la información (canales, radios, diarios, etc.).
Paradójicamente en la era de la comunicación estamos menos comunicados que nunca. Estamos informados de todo pero no nos enteramos de nada. Se suele decir que "sin información no hay democracia". A esto podríamos agregar que sin información no hay desocupación, miseria, exclusión. Que sin control ideológico no hay capitalismo posible.
La vertiginosa concentración de los medios en unos pocos monopolios privados forma parte de una estrategia de control de información que se viene acrecentando en los últimos años. Este control ya no pasa solo por la censura sino por poseer todos los medios de expresión que tiene la sociedad.
Cada vez son mas los opinados y cada vez menos los opinadores, tenemos derecho a escuchar pero no a decir. Hoy las horas de televisión superan ampliamente a las horas que los chicos pasan en las escuelas de la Argentina.
Entre aviso y aviso la televisión suele colar imágenes de hambre y de guerra. Horrores de un submundo que no hace mas que destacar el carácter paradisiaco de la sociedad de consumo. Las imágenes de hambre y guerra jamas aluden al saqueo colonial responsabilidad de las potencias occidentales.
Los medios masivos de comunicación solo se dignan a echarle alguna ojeada a los problemas de los pobres cuando ofrecen alguna desgracia espectacular que puede tener éxito en el mercado. Los pobres, los marginados, los excluidos no son buenos actores para el espectáculo informativo.
En los últimos años los medios de comunicación han logrado posicionarse en un lugar privilegiado con respecto a la opinión publica. Ya nadie les cree a los políticos pero sí a los periodistas. En la argentina los grandes medios no están ligados directamente a los partidos políticos, pero si al sistema, que no solo los utiliza como herramienta de control ideológico, sino también como forma de mantenernos siempre informados y a la vez incomunicados, transformándonos en espectadores sordomudos de un espectáculo informativo que nos lava sutilmente la cabeza día a día.
(extraído del discurso de la OAR para el 1ro de mayo)