JUN-99 Nº 203 |
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Tal y como nos enseña la doctrina espírita, el mundo invisible con su amalgama de espíritus de toda condición trabaja para ejercer una influencia benéfica o maléfica, según los casos, sobre los encarnados. Por ley de afinidad nos sentimos atraídos por un lado u otro, pero de lo que no cabe la menor duda es que su influencia nos llega.
Esta circunstancia la podemos comprobar en los numerosos casos de grupos espiritualistas, así como investigadores y estudiosos, que partiendo de unos planteamientos sanos y con buenos fines, poco a poco han ido degenerando en sus ideas hasta llegar a extremos totalmente opuestos a los que originariamente se planteaban, reprobando incluso su propio trabajo.
Por ejemplo, alrededor del tema OVNI, surgieron hace unos años cantidad de investigadores y grupos cuya finalidad era la de investigar, observar y estudiar el fenómeno tratando de buscar respuestas a las incógnitas que se suscitaban. Es el caso también de algunos científicos que han estudiado el tema de “las muertes clínicas” o lo que es lo mismo, vida después de la vida, relatando algunos pacientes sus experiencias en el umbral de la muerte y todo lo que vieron durante ese trance. Hay que hablar también de grandes médiums que han demostrado capacidades extraordinarias y que han dejado de manifiesto la intervención de los espíritus como única explicación posible para tales fenómenos, dando qué pensar a quienes permanecían escépticos a todos estos temas. Y por último, grupos espíritas que han surgido con el interés sincero de estudiar la doctrina y crecer espiritualmente a través del trabajo moral y de unión.
Muchas de las iniciativas anteriormente citadas estarían planificadas o sugeridas por la parte espiritual superior en un intento de que se esclarezcan conceptos, y en definitiva, para aportar un poco de luz en aquellos temas sobre los que existe confusión o ignorancia y que son necesarios aclarar. Pero por desgracia, no siempre se han conseguido los objetivos.
Algunas de las causas que han provocado el fracaso de muchas de
estas iniciativas pueden ser las siguientes:
Como podemos comprobar la parte negativa está realizando
un trabajo importante de desprestigio en estos momentos cruciales de la
humanidad, entorpeciendo todo lo que puede las iniciativas que redundan
en un avance espiritual del ser humano, llegando a cambiar incluso la actitud
y las ideas de quienes llevan tiempo investigando y aportando nuevas luces
sobre ciertos aspectos poco explorados hasta ahora del conocimiento espiritual.
Se sirven de nuestras imperfecciones para crear confusión en los
grupos y que estos se disgreguen. Y a los médiums incentivándoles
su vanidad, haciendo valer las palabras del prestigioso espírita
Leon Denis cuando afirmaba que “la mediumnidad es un arma de doble filo”;
bien orientada se pueden hacer grandes cosas, pero cuando opta por caminos
más bien negativos puede incluso afectar a la propia dignidad del
mismo médium.