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El primer cometido de este encuentro,
es sin duda, dejar claro, que aunque haya sido el inicio de un movimiento
JUVENIL, nunca debemos actuar de modo aislado o independiente a la Federación
Espírita Española, ya que somos parte integrante de la misma
y si el pasado día muchos pudimos cumplir con uno de nuestros mayores
deseos (“El Encuentro”) fue gracias al apoyo que siempre hemos tenido y
tendremos de las personas que han adquirido más experiencias, y
un conocimiento más profundo en el amplio campo espiritual. Es pues
un trabajo paralelo, que debemos llevar a cabo, con las interrelaciones
oportunas y contando siempre con la aprobación de “nuestros mayores”.
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Ante todo podemos destacar que el programa
de actos no se basó única y exclusivamente en reuniones formales,
pues a pesar de la trascendencia de éstas para poder enfocar próximos
encuentros, intercambiar opiniones e ideas, y adquirir un compromiso con
la intención de que esto no quedará aquí, se realizaron
además excursiones, actividades lúdicas, bailes (gracias
a la música que nos ofreció el grupo “Jóvenes
Pastoreros”)... pues eran estos momentos donde hubo un mayor acercamiento,
donde se originaban situaciones que daban pie a un diálogo, mostrándonos
cada uno tal y como somos, momentos de comunicación muy especiales
y significativos.
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Es necesario a partir de ahora que todos los jóvenes espíritas tomemos conciencia de la gran responsabilidad que tenemos, pues como antes hemos mencionado el primer paso ya está dado, pero falta que estemos predispuestos a continuar, ofreciendo el máximo de nosotros.
La perseverancia, dedicación,
el esfuerzo y sentir verdaderamente estos ideales serán factores
a nuestro favor y, por supuesto, el recordar que contamos en todo momento
con aquellas personas que han ido abriendo camino en esta doctrina.
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