|
|
|
|
Los mismos artistas hablan de "las musas" que les inspiran y sin las cuales su trabajo se vuelve pesado y monótono, en ocasiones poco productivo. Hasta incluso grandes inventores y descubridores han tenido esos "instantes de lucidez" o incluso "sueños reveladores" que les han conducido al descubrimiento o les han abierto nuevos horizontes de investigación.
El proceso creativo es complejo, se produce combinando infinidad de ideas y sensaciones no siempre definibles. En la mente se entremezclan las propias ideas con otras que podrían provenir del exterior, aunque no siempre se logra identificar esa intuición con la ayuda que el otro plano nos ofrece de continuo. Son pocos los que se dan cuenta de esa realidad, aunque los hay que disponen de una mediumnidad mucho más desarrollada y perciben con claridad lo que los espíritus desean transmitirles.
Algunos escritores han ratificado que algunas de sus obras no eran suyas, así tenemos a Harriet Beecher Stowe (1811-1896) que afirmó que "La cabaña del tío Tom", novela que tuvo gran influencia para la abolición de la esclavitud, le había sido dictada al oído por un espíritu. Otro caso significativo es el de la Sra. Rosemary Brown de Inglaterra, que recibe mediúmnicamente importantes composiciones musicales de los grandes autores: Schumann, Debussy, Chopin, Beethoven, Liszt, etc.
Los pintores mediúmnicos son otro caso relevante, se tiene constancia que Agustin Lessage (1876-1954) pintó cientos de cuadros en estado de trance, algunos de los cuales se exhiben en la Casa Blanca (Washington). El propio Lessage expresaba: "yo soy la mano que ejecuta y no el cerebro que concibe".
Otros médiums de psicopictoriografía (pintura mediúmnica) son muy conocidos, el caso de Luiz Antonio Gasparetto, que hasta hace escaso años realizó más de 10.000 obras, por él se manifestaban alrededor de 40 pintores ya fallecidos y gran parte de las obras fueron pintadas ante numeroso público, donde se podía apreciar que lo hacía con los ojos cerrados, con ambas manos e incluso con los pies, en escasos minutos. Se han realizado numerosos estudios sobre los estilos y coinciden plenamente con los pintores ya fallecidos, incluso se ha efectuado un minucioso análisis de las firmas de los cuadros por prestigiosos grafólogos llegando a la conclusión que son auténticas. También se conoce el caso de Joaõ Pio de Almeida Prado, médium psicopictórico y de inspiración musical, capaz de interpretar al piano obras de los más prestigiosos compositores, incluso de cantar a la vez en lenguas muertas y dialectos antiguos.
Son innumerables los casos de médiums que producen efectos artísticos de la más variada índole y ellos mismos expresan que son los espíritus los que se manifiestan y producen esos resultados, se reconocen como instrumentos y no como verdaderos autores. Muchas personas que han presenciado en directo este tipo de trabajos mediúmnicos se han replanteado sus antiguas creencias y han empezado a creer en la realidad de la existencia de la vida después de la vida.
Con respecto a la intervención de los espíritus en el mundo físico podemos leer en el Libro de los Espíritus de Allan Kardec: “462. Los hombres de inteligencia y aun geniales, ¿toman siempre sus ideas de su propio acervo? En ocasiones las ideas les vienen de su propio espíritu, pero con frecuencia también les son sugeridas por otros Espíritus que los juzgan capaces de comprenderlas y dignos de transmitirlas. Cuando en sí mismos no las encuentran, apelan a la inspiración: es ésta una evocación que están haciendo sin sospecharlo.”
Según nos describe la historia, las grandes religiones y filosofías suelen fundamentarse en ciertos libros sagrados, parte de los cuales dicen ser revelaciones de dioses, ángeles, espíritus enviados por Dios... otros han sido escritos gracias a sueños proféticos, etc., incluso encontramos en ellos muchos relatos de intervenciones del mundo espiritual ayudando al ser humano a encaminarse hacia el bien. De alguna forma siempre nos han ayudado desde el plano astral y nos han dado suficientes muestras de su existencia a lo largo de todas las épocas, hoy más que nunca la ciencia viene en apoyo de aquellos que creemos en la vida después de la vida y nos permite captar por diferentes mecanismos que el otro plano puede interactuar en éste.
La literatura mediúmnica, donde
un médium suele recibir por psicografía (escritura automática)
relatos de espíritus, vivencias del más allá, aclaraciones
sobre acontecimientos del pasado, actuales o futuros, consejos que nos
invitan al automejoramiento..., resulta muy significativa y digna de tener
en cuenta pues buena parte son obras de obligada lectura que abren nuestros
ojos ante la realidad espiritual. Médiums de la talla de Francisco
Cándido Xavier o Divaldo Pereira Franco, con cientos y cientos de
obras mediúmnicas publicadas, son ejemplos vivos que han puesto
su mediumnidad al servicio de los demás y cuyo contenido de elevada
espiritualidad pueden ayudarnos mucho a encaminar nuestras vidas de acuerdo
a las Leyes Universales que nos rigen.