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El Padre nos ha concedido la oportunidad de tener una materia para rectificar acciones que en otras existencias no realizamos de manera correcta y para trabajar en nuevas metas que nos trazamos antes de encarnar. Por lo que hemos de ser conscientes de que no podemos estar parados, pues tenemos una labor a realizar la cual no conocemos aquí en su totalidad. Es por ello que no podemos confiarnos y dejar de esforzarnos cuando creamos conveniente, por suponer que hemos cumplido con lo que teníamos convenido.
Esto no es así porque de este modo caemos en la comodidad y sin embargo la evolución a nivel espiritual se consigue por medio de un trabajo constante, de un esfuerzo diario por conseguir los propósitos que cada uno se traza a lo largo de su vida. Es necesario que nos planteemos cada uno cuáles son nuestras prioridades, cuáles deberían ser y qué es lo que debemos hacer para que así ocurra, para seguir nuestra vida del mejor modo posible trabajando más en lo espiritual y no cayendo en la base que se va apoderando por momentos de la sociedad: el materialismo. Todos y cada uno de nosotros sabemos que las cosas que de verdad valen no se consiguen de la noche a la mañana. Es por eso necesario un esfuerzo y sacrificio que nos haga merecedores de avance en el camino espiritual. Para ello hemos de sacar en cada momento fuerza para seguir adelante, voluntad para seguir el rumbo correcto. Se necesita ilusión, fe, dedicación... y tener claro que no podemos permitirnos el lujo de caer en la comodidad, pues éste es un defecto demasiado peligroso, puede hacernos perder el tiempo y después llegan los momentos de arrepentimiento por aquellos que no se pueden recuperar. Si nos dejamos llevar por la comodidad nos sentiremos apáticos, habrá un decaimiento general a la hora de hacer algo, perdemos la ilusión y las ganas de trabajar. Sin embargo hemos de tener siempre en mente que lo que realmente nos da fuerzas para continuar cada día es el trabajo. Si uno no se esfuerza y no lucha sabe que hay algo que falla, internamente no se encuentra satisfecho pues advierte que hay una labor que debe realizar para formarse como persona individual, como espíritu en evolución que somos.
Si nos ponemos en marcha y estamos atentos a lo que a nuestro alrededor sucede veremos que se suscitan cantidad de situaciones para que cada uno se muestre a los demás, rectifique sus errores, potencie sus virtudes. Nos daremos cuenta de que hay una gran cantidad de oportunidades que se nos ofrecen para que nosotros tengamos la ocasión de progresar, además de otras muchas de las cuales no nos percatamos.
Es importante tener en cuenta que nos encontramos en una etapa en la cual el mundo va a dar un gran cambio. Pasará de "un mundo de expiación y prueba" a un mundo de "regeneración", en el que permanecerán aquellas personas que estén en las condiciones espirituales que se requieren. Es por ello que ese puesto hay que ganárselo por medio de un trabajo interno. Hay muchos entorpecimientos ya, el bajo astral, toda la negatividad e influencias están produciendo una gran mella en la sociedad actual haciendo que ésta caiga cada vez más hondo en el materialismo. Tenemos que luchar contra esto y contra nuestros defectos los cuales hemos de arrancar de raíz para que tengamos una mayor facilidad para actuar de corazón, para evolucionar espiritualmente. Por esto si permitimos que la comodidad forme parte de nuestra vida puede que este error nos acarree un gran problema pues sería un gran fallo por nuestra parte, estaríamos perdiendo una cantidad enorme de oportunidades de progreso, una existencia, un tiempo precioso el cual es muy preciado por espíritus que esperan que se les dé la oportunidad de encarnar para rectificar sus errores y seguir adelante.
Esforcémonos ahora para que mañana no sean todo lamentaciones, pues tal vez ésta sea una gran ocasión, la cual hayamos estado esperando durante demasiado tiempo como para desaprovecharla. Cuanto más pongamos de nuestra parte mayor ayuda espiritual tendremos y por lo tanto poco a poco nos costará menos ver de qué manera hemos de hacer las cosas lo mejor posible. Aprovecharemos una mayor cantidad de circunstancias si estamos en buena predisposición para aprender de ellas, si nos centramos en lo que hacemos.
Si las cosas se hacen en el momento adecuado poseen mayor valor y además vamos notando que ese esfuerzo sirve para algo. No hagamos las cosas por obligación pues así la labor a realizar puede ser más provechosa, disfrutemos con el trabajo, todo se hace mucho más llevadero.
Fijémonos en aquellas personas
las cuales han dado testimonio de haber estado entre la vida y la muerte
y han vuelto a vivir. A muchas de éstas les cambia su visión
de la vida completamente. Desde el momento en que tienen conciencia de
lo que les ha ocurrido aprecian la vida como un don maravilloso, es para
ellos tan importante que su esfuerzo del día a día
está más enfocado hacia el terreno espiritual. Para ellos
fue una experiencia trágica pero para muchos necesaria pues les
enseñó a valorar la vida. Aprendamos de sus experiencias
para apreciar lo que tenemos sin necesidad de pasar por el dolor y aprovechemos
todo momento que pasa por delante de nosotros.
Carpe Diem (Aprovecha el momento).