ENE-00 Nº 210 |
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Pero, ¿qué es la alegría? La alegría es una sensación que te hace sentir bien a ti y a los demás. Alegría es ver sonreir a alguien, compartir experiencias, mirar al cielo, ayudar a alguien o dar consejo,... Esto sería una alegría sana y auténtica, con la que estás a gusto y desearías tener siempre.
A veces parece que no encontramos nuestro sitio en el mundo, creemos que todo nos sale mal y nos llenamos de tristeza y pesimismo. Si cuando nos pasara esto dejáramos por un momento de pensar en los problemas y nos fijáramos en las cosas bellas que hay a nuestro alrededor, o si viéramos las cosas con más optimismo, seguro que al recordar los problemas ya no los veríamos tan grandes como antes y le encontraríamos una solución enseguida. Aunque muchas veces es mejor una alegría compartida debemos contagiarla a quien nos rodea, con palabras, con gestos, con actitudes sobre todo cuando alguien se encuentra mal o se está lamentando de algo que ha ocurrido.
Para ser feliz hace falta tener una amistad auténtica y plena. Así si se tiene alegría, ésta se dobla al compartirla con un amigo que te aprecia.
Yo creo que una vida sin alegría no se podría soportar, sería una rutina constante y los problemas nos ganarían, seríamos desgraciados toda la vida, por ello se necesita la alegría para gozar mejor de la vida y ayudarnos a superar los obstáculos que a veces nos pone. La verdadera alegría nace del corazón, de sentirse bien con uno mismo y con su labor en esta vida, de saber que se está actuando bien en cada acto que se hace o divertirte con tus amigos, cantando, jugando,... en cualquier situación puede haber alegría.
Muchas veces perdemos la alegría al estar siempre pendientes de caer bien a todos, del qué dirán o al pretender ser los ”mejores” en todo. O a veces, también cuando estás muy obsesionado con tu trabajo o tus tareas y ves en segundo lugar todo lo demás, como la familia, los amigos. A la gente que le ocurre esto no disfruta de la vida y ésta pasa tan deprisa que no logran ser felices nunca, por mucho dinero o poder que se tenga.
Pero si dejamos a un lado los aspectos materiales que sólo logran traernos problemas y nos dan una “alegría artificial” y nos fijamos en las cosas bellas que tiene este mundo (como los pájaros, la naturaleza, las personas,...), sentiríamos una felicidad que no se consigue con dinero, es decir, una alegría auténtica.
Para ser alegres y felices en esta vida hay que disfrutar con las cosas pequeñas y cotidianas. En un grupo como el nuestro, gracias a las convivencias y a estas pequeñas cosas como son hablar con los amigos, leer, cantar... somos felices sin tener que buscarla en las cosas materiales. Sólo disfrutando de la vida y de la amistad podremos conseguir una verdadera alegría que te ayudará a seguir trabajando por lograr un futuro mejor.