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Esto ocurre cuando nos encontramos con algunas pruebas muy duras para nosotros que actúan directamente sobre los defectos, pues en esos momentos pensamos que no vamos a poder pasar las pruebas de la mejor manera posible porque creemos que no tenemos la suficiente fuerza para afrontarlas.
Esto, aunque lo pensemos, no es así, ya que nosotros tenemos la suficiente fuerza para poder conseguir cualquier meta, pero para hacerlo tenemos que intentar esforzarnos por mejorar cada día y en cada momento, sean difíciles las pruebas o fáciles. Si no lo hacemos nos quedaremos parados, sin intención de progreso dentro del camino espiritual siendo esa la meta más significativa.
En algunas ocasiones ese esfuerzo por mejorar lo utilizamos para fines materiales que nos agradan y estos no suelen costarnos mucho, de esta forma lo que pasa es que hacemos las cosas lo más cómodos posible pero no siempre es así, algunos fines materiales también pueden suponer un esfuerzo muy grande para cualquier persona. Esto no suele ser positivo porque lo que se busca es un fin material que sólo nos podrá incitar a ser más egoístas.
Por todo esto nuestro esfuerzo tiene que ser por mejorar interiormente, quitándonos los defectos y debilidades con las pruebas que se nos presentan día a día sin excusas, ya que si se quiere se puede. Esta frase es muy importante pero pocas veces la ponemos en práctica, quizás por comodidad o porque pensamos que nuestras fuerzas flaquean. Nunca hagamos esto y pensemos siempre en mejorar interiormente cueste lo que cueste.
Este trabajo debe ser como una norma que nos tenemos que proponer diariamente, superando todas las pruebas que se nos pongan por delante con ilusión y sacrificio, ayudando a todas las necesidades con amor y bondad, rectificando todos aquellos defectos que nos quedan, con esfuerzo y constancia y siguiendo siempre el camino espiritual con valentía y decisión.
De esta manera, si todos viviésemos con la única intención de esforzarnos por ser mejores, intentaríamos luchar día a día por ser iguales unos con otros, sin diferencias de color, sin dinero, sin esas posturas egoístas de algunas personas ricas, teniendo todos la misma condición social y ahora siempre intentando superarnos espiritualmente, sin necesidad de acudir a las cosas materiales.
Creo que es mejor luchar por todo esto, que nos puede causar un beneficio espiritual, pero desgraciadamente hoy en día nada es así y lo que intentan la mayoría de las personas es conseguir beneficios materiales y así vivir con los mayores lujos posibles y cómodamente. Incluso algunas veces lo que se hace es provocar guerras en las que mucha gente inocente no puede salvarse y así demuestran su poder material. Estas personas no son nada más que personas muy poco evolucionadas espiritualmente y sólo fijan su esfuerzo en conseguir beneficios materiales. Esto nos hace ver que la sociedad de hoy en día se encuentra en general en un estado muy malo.
Lo anterior nos debe hacer pensar que todo tiene que cambiar para poder seguir nuestro progreso sin tantos entorpecimientos como los que hay ahora. Este cambio se va a producir y también por esto tenemos que intentar ser mejores ya que si no lo hacemos habremos perdido mucho tiempo de preparación y esfuerzo por cambiar.
Esforcémonos pues por ser mejores interiormente, ayudar a cambiar los propósitos de esta sociedad egoísta de manera desinteresada y pensando siempre que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos.