NOV-99 Nº 208 |
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Esto nos suele afectar sobre todo a la gente joven, que somos la que siempre nos solemos preocupar más por ver con qué clase de amigos van uno y otro, qué es lo que hacen, etc., y en cuanto alguien encuentra algo que se sale fuera de lo que hace todo el mundo, ya no le gusta, lo apartan rápidamente sin ver en realidad de qué se trata. Ellos lo único que quieren es seguir la corriente, hacen lo que está de moda, sin pararse a pensar en si esa nueva moda popular les gusta o no, si es buena o mala, si realmente ellos quieren hacer eso... simplemente como se supone que a la mayoría de la gente de su edad les gusta y se divierten, ellos no van a ser menos. Pero nosotros no decimos que todas la cosas que hacen los jóvenes estén mal, ya que somos también jóvenes y nos gusta divertirnos, pero hay cosas como la drogas, el alcohol, etc... que todos sabemos que no son buenas.
Pero volviendo a lo que decíamos al principio hoy el mundo está demasiado materializado y donde más se nota esto es en los jóvenes. Cada vez la gente se preocupa menos por los demás y simplemente se ocupan de ellos mismos y de su bienestar. Es muy fácil encontrar a alguien con quien irte de fiesta, pero no es fácil encontrarlo cuando necesitas ayuda. La gente que ve la vida como algo donde hay que divertirse y a la que hay que sacarle el mayor provecho para uno mismo, sin duda, no se interesa por nadie, y tampoco va a querer saber nada sobre otra persona que se interesa por hacer las cosas bien, por ayudar a los demás e intentar vivir la vida desde otro punto de vista, como puede ser el espiritual.
Esta doctrina no se basa solamente en el estudio, sino que también contiene el aprendizaje de los valores morales, que raramente se encuentran hoy en la juventud, pero muchas veces tampoco entre personas adultas. Estos valores son como la base del Espiritismo, ya que sobre ellos se ha de formar la persona y su integridad moral, que debe mostrar y utilizar ante los demás siempre con el fin de ayudar, porque esto también nos lo dice esta doctrina. A una persona no le sirve para nada quedarse con la teoría si después no la lleva a la práctica del día a día, si no se esfuerza por hacer que todo aquello que ha aprendido no le sea en vano. Todo esto lo podemos comprobar con las matemáticas: si una persona se aprende los pasos que ha de seguir para resolver un problema, pero no los practica, cuando a la hora del examen tenga que resolver uno no podrá porque se lo sabe de memoria, pero no sabe cómo ha de sumar, o como ha de expresarlo, etc. Pues en la vida es lo mismo, yo sé que ayudar a los demás es bueno y que debo de hacerlo, pero nunca lo pongo en práctica, entonces, ¿para qué me sirve el tenerlo en mi mente si no lo voy a utilizar? Aunque claro está que siempre hay alguien que le encuentra un uso que le hace quedar bien delante de todo el mundo: decirlo de carrerilla, escribirlo en el currículum para encontrar trabajo... y de esta forma todo el mundo piensa que somos buenas personas y que hacemos cualquier cosa por los demás, mientras que nosotros sabemos que lo estamos haciendo mal y que tarde o temprano se darán cuenta de que todo es mentira y que cuando debemos demostrarlo no podemos, ya que no somos capaces de mostrar una cosa cuando no la sentimos de verdad.
Por último creemos que hay que remarcar que cuando una persona nos dice que es espiritista nos suena muy raro, pero esto no quiere decir que la persona sea rara también, ya que es como otra cualquiera, pero que ha encauzado su vida por un camino que cree que es el correcto. Entre jóvenes, el que uno sea espiritista no significa que no salga a divertirse con los amigos, pues también es joven y le gusta disfrutar y distraerse, lo único que es distinto es su forma de pensar ante ciertas situaciones. Pero no sólo por este hecho ya no vamos a querer nada de él. Es como si dos amigos de toda la vida dejaran de hablar radicalmente porque uno es de un equipo de fútbol y el otro no, es una tontería. En un grupo de amigos no todos pensarán lo mismo sobre un tema, siempre habrá alguien que le guste hacer otra cosa, y eso no va a hacer que cambie lo que se piensa sobre él. La forma de ver la vida de una persona, no ha de ser un pretexto para alejarse de ella, pues no todo el mundo somos iguales a la hora de hacer las cosas.