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Sabemos que es muy conveniente cuidar las amistades, ayudarse unos a otros, hablar y comunicarnos pero a pesar de ello muchas veces obramos mal a costa de los demás. En ocasiones, se pueden separar a personas que estaban muy unidas y sin saberlo jugar con ellas y con sus sentimientos, ponerse unos en contra de otros y pararnos en nuestro progreso espiritual, echando siempre la culpa a los demás de lo que nos está ocurriendo.
En un grupo como el nuestro en donde el ejemplo y el amor es lo que cuenta se debe confiar en las personas que tenemos alrededor, siempre intentando comportarnos bien con ellas, ayudándoles en sus problemas e intentando progresar todos juntos con un mismo fin, por ello la amistad es una virtud muy importante para poder seguir hacia delante en nuestro camino espiritual.
La amistad verdadera se demuestra cuando tienes algún problema el verdadero amigo te ayuda a solucionarlo, cuando sabes que puedes confiar con él, cuando puedes contar con él para lo que haga falta y que nunca te defraudará ni te engañará.
La amistad verdadera comienza en la familia y sigue con las personas que nos rodean, se debe aprender a convivir todos juntos y a ayudarnos, a comprendernos unos a los otros y lo más importante es que esto se debe demostrar con las obras y el ejemplo.
En otro aspecto de la vida en donde también se deben cuidar las amistades es en el colegio, o en la pandilla de amigos o compañeros, en estos a veces puede ocurrir que ninguno mira por los demás, todo el mundo quiere ser el mejor ("el jefe") cueste lo que cueste y no les importa si se les hace daño a la gente, ahí nadie se cuenta los problemas ni se ayudan unos a otros, sólo van a divertirse y a pensar en ellos mismos.
Por ello debemos aprender a reconocer a los verdaderos amigos, muchas personas se hacen llamar amigos y sólo lo son cuando todo va bien, pero en los momentos en los que hay dificultades o cuando se les necesita, desaparecen.
Tenemos que saber elegir bien a nuestras amistades y valorarlas por lo que son, no nos podemos dejar influenciar por nadie al elegir a un amigo ya que cada uno sabe cuáles deben ser las compañías adecuadas y las que más nos convienen, sabiendo que aprecian nuestra amistad y que nos valoran tal y como somos por dentro, no nos podemos dejar llevar por la cultura, la religión o el color de la piel, que son detalles que no hacen a la persona sino conseguir e intentar una amistad fuerte y duradera que no se rompa con el paso del tiempo.
Se deben
cuidar a las buenas amistades y apreciarlas ya que éstas son las
que día a día y poco a poco nos hacen más felices
en esta vida.