Efectivamente, la organización, y el excelente marco para su desarrollo han sido cuestiones a destacar, pero no seríamos justos si no recogiéramos aquí algunas sugerencias de mejora que son susceptibles de aplicar en próximos eventos de este tipo, a fin de avanzar siempre y no quedar estancados en unas pautas que a muchos pueden parecer obsoletas en algunos aspectos.

 La crítica constructiva es lo que permite mejorar lo que se tiene, avanzando hacia formas más perfectas de realización y desarrollo; por ello, y visto desde fuera como simples asistentes al Congreso podemos recomendar algunas sugerencias para la mejora de estos eventos, siempre desde nuestro subjetivo punto de vista y respetando por supuesto cualquier opinión al respecto.

 Entre las cuestiones que cabría modificar estarían la existencia de pausas entre ponencias, a fin de facilitar una mayor relación entre los grupos y personas asistentes, posibilitando de este modo un conocimiento más intenso de todos los participantes y relanzando de esa forma las relaciones personales a un mayor nivel de amistad y confianza entre todos los que compartimos el mismo ideal.

 También se subrayó por parte de muchos asistentes la necesidad de que las ponencias no sean leídas sino explicadas, a fin de hacer más ameno el desarrollo de las mismas y que el ponente pueda contactar con el público de una forma más directa. A este respecto se observó una excesiva duración de las ponencias, asegurando que una reducción de las mismas a 30' y dando un mayor espacio para el coloquio conseguirían que el público participara más en los debates y el Congreso fuera más dinámico y participativo.

 También sería deseable que no existieran interrupciones durante el desarrollo de las ponencias y que cualquier actividad dentro de la sala fuera suspendida mientras estas están desarrollándose; de esta forma se conseguiría el silencio y la atención precisa para que el ponente pudiera desarrollar con tranquilidad su exposición.

 Todas estas cuestiones y muchas otras que pudieron observarse, son simplemente sugerencias que pueden animar a los futuros organizadores del Congreso de Tarragona el próximo año para conseguir mejorar lo realizado hasta ahora, y siendo bueno lo que se ha hecho, nunca debemos conformarnos con ello, pues siempre debemos aspirar a mejorar y a conseguir de esta forma un mayor acercamiento del Espiritismo a la sociedad a través de estos Congresos de una forma participativa y abierta, ofreciendo con claridad y nitidez la imagen auténtica de esta doctrina de esclarecimiento y redención.