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A este respecto hemos de constatar que una de las obligaciones de todo espírita es aclarar lo que es y lo que no es espiritismo, esta circunstancia nos obliga a denunciar aquí determinados comportamientos y actitudes que lejos de ser espíritas se contraponen totalmente con la base de la doctrina codificada por Kardec.
Actitudes que delatan realmente la comprensión equivocada que se tiene de la doctrina de kardec; actitudes como un exceso de protagonismo, fanatismo ritual (vestiduras, túnicas, santería, etc..), misticismo, y sobre todo mercantilismo.
Todos sabemos que por ley de afinidad, el misticismo y el ritualismo atraen a espíritus obsesores de baja condición, que todavía se sienten atraídos por los ritos y formas y que perturban y distorsionan cualquier intento de bien. Pues bien, los grupos que realizan estas prácticas están bajo esa amenaza. Al mismo tiempo, suelen creerse poseedores de la única verdad (fanatismo), y presentan actitudes sospechosas de mercantilismo, (por ejemplo: editar cursos de espiritismo y mediumnidad cobrando un buen precio por los mismos). Como dijo el maestro.: “lo que de gracia se recibe, de gracia se ha de dar”.
Podemos comprobar que estas actitudes: comercio, fanatismo, endiosamiento y misticismo son totalmente contrarias a lo que el espiritismo predica: ESTO NO ES ESPIRITISMO.
Además de ello, las personas que los llevan adelante, así como los grupos a los que pertenecen tienen la desfachatez no sólo de denominarse espíritas sino que intentan representar al espiritismo español fuera de España, con total impunidad, sin estar federados en la FEE y sin informar de ninguna de sus actuaciones.
Mucho más, en algunas ocasiones han contactado con algunos grupos federados que, guiados por el espíritu fraterno y de buena voluntad que les anima, han sido utilizados para fines propagandísticos de estas personas, que ven en el espiritismo un medio de vida más que una doctrina esclarecedora del bien.
De aquí nuestra llamada a evitar "contaminar" cualquier comportamiento de estas personas que se dicen espíritas y que pueden confundir a la sociedad, respecto a la verdadera realidad de lo que es el espiritismo y aquello otro que, lejos de serlo, puede desvirtuar su mensaje social y a los que intentan defenderlo y divulgarlo.
Es simplemente una advertencia para que
estemos preparados pues no es únicamente llamarse espírita
para estar libre de toda sospecha. Analicemos los comportamientos pues
como dijo el maestro: POR EL FRUTO SE CONOCE EL ÁRBOL.