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El tema de los contactados se presta a todo tipo de especulaciones y posturas, llevando a muchas personas a caer en la fantasía y en las redes de la parte negativa que nos rodea constantemente.
Pero ¿quién es un contactado? Realmente la definición es fácil y sencilla. Contactado es aquella persona que mantiene relación con los extraterrestres. Recibe de ellos consejos y comunicados de muy diversa índole que de una forma u otra transmite a la sociedad o le sirven para ayudarla.
Bajo esta definición son muchas las personas que se denominan contactados. Los que afirman que intuitivamente reciben mensajes de estos hermanos o indicaciones para acercarse a determinados sitios donde pueden tener un contacto más físico y directo con ellos. En otros casos más extremos afirman que esa relación va más allá y son llevados hasta sus naves y planetas en las que realizan tareas de diversa índole.
Discernir sobre este tema requiere, como en otros muchos aspectos de la Vida, tener unos conocimientos y una idea clara de las leyes espirituales y del comportamiento del mundo invisible que nos envuelve y determina en muchas ocasiones. Así, desde este enfoque, el caso de los contactados en un hecho similar al de las abducciones.
Independientemente de que existan personas que se denominen contactados y que se dediquen a falsear el tema por intereses que no son motivo nuestro analizar. Personas que desean desprestigiar el fenómeno y trabajan en el aspecto de la desinformación. El resto de los que se encuentran en este caso tienen buena voluntad y sienten el fenómeno pero, lo viven de forma distinta.
El contactado existe. Es cierto que los extraterrestres mantienen relación, por diversos conductos con personas de la Tierra a través de las cuales transmiten mensajes, consejos y advertencias acerca que nuestro comportamiento actual, hacia dónde nos conduce y cuál deber ser nuestro cambio interior ante estas situaciones. Recordemos que la misión de ellos es siempre la de ayudarnos en el camino del progreso espiritual, son nuestros hermanos mayores encarnados que ven el tortuoso camino espiritual que llevamos y que, siempre bajo la complacencia de nuestro Padre, y respetando las leyes espirituales y el libre albedrío, intentan que cambiemos y evolucionemos de la manera más rápida posible.
En estos casos, el comportamiento del contactado se adapta perfectamente al ideal espiritual superior, sus actos son razonables y equilibrados, permanece ajeno a toda fantasía y fascinación, controla sus imperfecciones y lleva una vida correcta. Habla cuando debe y en circunstancias concretas, donde se le escucha y se le puede entender, y mantiene en todo momento la prudencia y virtudes espirituales.
Por el contrario encontramos el caso de todos aquellos que se llaman a sí mismos contactados pero que en realidad no lo son. ¿Cómo explicaríamos el caso de estas personas? ¿Qué extraño fenómeno es el que les ha llevado a considerarse como contactados?
En muchas de estas personas, como digo, no existe la mala fe ni el deseo de desprestigiar el fenómeno, lo que sí que existe en una base muy limitada de conocimiento de las leyes espirituales y del mundo espiritual que les ha conducido al estado en que se encuentran.
Es el mundo espiritual negativo quien, en aquellas personas que poseen algún tipo de facultad o sensibilidad espiritual, y no tienen un conocimiento que les ayude a educarlas, que les enseñe qué es lo que a través de ellas pueden recibir, se infiltra y transmite aquello que quiere con el fin de realizar el trabajo que más les gusta, destruir todo lo que sirva para el progreso espiritual del ser humano.
Estos individuos al no conocer con quién están tratando, al no tener una base de conocimiento que les informe de cómo actúan las entidades espirituales negativas son pasto rápido de ellas, expertas trabajadoras en el mal, que fomentan sus imperfecciones y les dan aquello que estos quieren oír. Les envanecen, les hacen ver que son superiores al resto de la sociedad y mediante esa fascinación pueden hacerles ver y sentir que son transportados a naves extraterrestres, que reciben comunicados de estos hermanos y que han venido con la misión de salvar a la humanidad.
En este aspecto como en todos sólo existe una forma de diferenciar al verdadero contactado del que no lo es: el análisis y la razón. "Por el fruto se conoce el árbol" dijo Jesús. Por sus obras, por su manera de comportarse, podremos discernir quién es del que no lo es. Un comportamiento espiritualizado, lejos de todo envanecimiento, comedido y educado, sereno y sobre todo consecuente con el ejemplo que grandes maestros espirituales han dado a lo largo de la historia nos hará ver que la persona que tenemos delante sí es, verdaderamente, un contactado.
El camino espiritual es difícil y requiere en todo momento
de equilibrio y discernimiento elevados, de esta manera evitaremos que
la parte negativa nos envuelva y nos lleve, a pesar de nuestra buena voluntad,
por el camino equivocado que luego nos costará mucho desandar.