JUN-99 Nº 203 |
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A pesar de que somos conocedores de esta realidad, del gran valor que tiene para nosotros, cuanto más profundizamos en las diferentes incógnitas que la vida nos va presentando vamos comprendiendo la gran actualidad que tiene al dar explicaciones claras y concisas a cuestiones de plena actualidad.
Como no podía ser menos, también en el tema de la pluralidad de mundos habitados tiene algo que decir y aportar. No es un aspecto que quede sin contestar, y lo hace con la sencillez y claridad con que hace gala en toda la doctrina, siendo sus explicaciones fácilmente comprendidas por las diferentes mentalidades que pueblan el planeta Tierra.
Así, en “El Libro de los Espíritus”, en el ítem 55 podemos leer:
¿Todos los globos que giran en el espacio están habitados?
- Sí, y el hombre de la Tierra se halla lejos de ser -como cree- el primero en inteligencia, bondad y perfección. Sin embargo, hay seres humanos que se consideran muy grandes e imaginan que este pequeño globo es el único que posee el privilegio de tener seres racionales. ¡Orgullo y vanidad! Piensan que Dios creó el Universo para ellos solos...
Claramente se plasma en esta palabras el sentido universalista que tiene la Creación y la grandeza Divina que dispone a lo largo de todo el Universo infinidad de planetas consagrados a servir de cobijo a espíritus, iguales que nosotros, con la misma necesidad de progreso espiritual. Se aprecia en estas palabras el sentido de utilidad del Universo que no se encuentra simplemente para la contemplación humana sino que tiene esa función superior y primordial para el mundo espiritual y verdadero.
Si seguimos analizando la Doctrina Espírita podremos comprobar que las apreciaciones acerca del tema que estamos tratando van mucho más lejos y aclara con sencillez todos los aspectos que envuelven la evolución del espíritu a través de los diferentes mundos habitados, el porqué unos espíritus se encuentran en unos mundos y otros en otros, si puede existir transmigración de espíritus entre los diferentes mundos, las relaciones y diferencias que pueden haber, etc.
En este sentido en el ítem 185 del mismo libro tenemos:
El estado físico y moral de los seres vivos ¿es perpetuamente el mismo en cada globo?
- No. También los mundos se encuentran sometidos a la Ley del Progreso. Todos han comenzado como el vuestro, en un estado inferior, y la misma Tierra experimentará una transformación similar. Se convertirá en un paraíso terrenal cuando los hombres se hayan hecho buenos.
Y en la 188:
Los espíritus puros ¿habitan mundos especiales o se hallan en el espacio universal sin estar más ligados a un globo que a otro?
- Los espíritus puros residen en ciertos mundos, pero no se encuentran confinados a ellos, como sucede a los hombres en la Tierra. Con más facilidad que los otros pueden trasladarse a todas partes.
Plasmándonos la realidad del progreso espiritual que es el mismo en todo el Universo. Progreso cumplimentado en dos vertientes, por un lado el de los espíritus que habitan cada planeta y el del propio planeta. Es decir debe existir una similitud entre los espíritus y el mundo que habitan, es por ello que en preguntas realizadas a los espíritus en el “Libro de los Espíritus”, se comentaba la posibilidad de que espíritus de otros planetas pudieran encarnar en la Tierra y viceversa, a lo cual los espíritus respondían que sí. Es una realidad únicamente limitada por el grado de evolución del espíritu. Podía darse el caso de que un espíritu con un nivel moral más elevado que el que existe hoy en la Tierra pudiera encarnar con nosotros para ayudarnos, sin embargo al contrario no.
Cada espíritu, según el grado de evolución que posee se encuentra en un determinado planeta, acorde con él, en el que lucha y progresa. En función del ritmo de trabajo que lleve podrá seguir en ese planeta o tener que hacerlo en otro que se adapte mejor a sus necesidades.
Son muchos los aspectos que a lo largo de las diversas preguntas y respuestas son aclarados por los espíritus, logrando que alcancemos una comprensión básica y clara del funcionamiento del progreso en el Universo y el papel que cada una de las diversas humanidades que lo habitan puede desempeñar.
Sería pues prolijo intentar transcribir en este artículo
todas las preguntas que hacen referencia a este tema. Lo que sí
que podemos obtener como conclusión es que hace ya 150 años,
la Doctrina Espírita, a través de los comunicados transmitidos
desde el mundo espiritual positivo hablaba de la existencia de los Extraterrestres
y su naturaleza. Si entendemos que el Espiritismo no hace más
que, como él mismo dice, aclarar y ampliar los conocimientos que
Jesús ya trajo hace 2000 años, podemos entender que todo
está perfectamente hilado y fácilmente razonable. Negar la
existencia del fenómeno Extraterrestre sería lo mismo que
negar la propia Creación. Ante tanta evidencia significaría
demostrar el escaso nivel de progreso alcanzado a lo largo de tantos y
tantos años de lucha contra nuestras imperfecciones.