JUL-99 Nº 204 |
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La controversia que lleva hablar de estos temas es muy grande y supone un cambio radical de nuestra forma de pensar y de razonar, a la vez que un cambio en nuestras estructuras internas y en la propia concepción de la vida.
El tema que vamos a abordar en este artículo tal vez sea de los más controvertidos del fenómeno y que necesite de una aclaración de su verdadera naturaleza, su porqué y su para qué.
Desde que comenzamos esta sección hemos estado recalcando una y otra vez la natualeza positiva de los extraterrestres. Siempre hemos querido que esta idea prevalezca sobre cualquier preconcepto existente y creemos firmemente que así se ha conseguido. Si partimos de esta premisa sin duda alguna rápidamente comprenderemos el tema que nos ocupa.
A partir de la 2ª Guerra Mundial, una serie de hechos convulsionaron a la humanidad, creando una sensación de temor en unos y un fanatismo exacerbado en otros. Estos no fueron sino la desaparición de aviones, barcos con sus tripulaciones en circunstancias verdaderamente misteriosas y preocupantes.
El célebre Triángulo de las Bermudas monopolizó durante muchos decenios la atención de la opinión pública acerca de estos temas, emitiéndose multitud de hipótesis y especulaciones, pero la gran mayoría sin un fundamento científico. Lo cierto es que de aquellas personas desaparecidas ya no se ha vuelto a saber de ellas.
¿Realmente esas personas, con sus aviones o barcos han desaparecido? ¿Estos hechos son un engaño y lo único que ha ocurrido con ellos ha sido que han muerto?
Sin duda alguna no todos los casos son iguales y no podemos generalizar los hechos de manera que los cataloguemos a todos por igual. Evidentemente algunos de esos casos puede que hayan sido simplemente accidentes, pero el resto, al igual que otros muchos que no han tenido la publicidad de estos, sí que han sido desapariciones de personas. Si eso es así ¿quién ha motivado esas desapariciones misteriosas y qué sentido tenían?
La respuesta se encuentra en la interpretación espiritual de los hechos y en el papel que juegan los seres extraterrestres en la evolución del planeta Tierra. Estos se encuentran velando por el correcto desenvolvimiento del planeta y de los que lo poblamos, llevando a cabo la labor de ayuda fraternal que existe a nivel de Universo mediante la cual las humanidades más avanzadas ayudan a las que se encuentran por debajo de ellas con el fin de facilitarles el camino de ascenso espiritual.
Esta ayuda está en todo momento regida por las Leyes Universales emanadas de Dios y que regulan con Justicia la vida en la Creación, y en este sentido el respeto al libre albedrío de los espíritus es inviolable. Sin embargo, como todos sabemos, los planetas siguen determinadas planificaciones con el fin de facilitar el progreso de sus moradores.
En este sentido la humanidad terrestre también la sigue pudiendo comprobar como a lo largo de la historia han ido apareciendo determinadas figuras históricas que han impulsado el desarrollo de la espiritualidad, así como los campos de la ciencia, las artes, la música, etc. Toda esta planificación minuciosa de la que somos objeto tiene como fin prepararnos para el cambio de ciclo que se avecina a este planeta.
El salto cualitativo que va a tener esta humanidad, de paso de planeta de Expiación y Prueba a mundo de Regeneración va a ser muy grande y necesitará de alguien que sirva de puente entre estos seres extraterrestres y nosotros para evitar que se produzcan rechazos a esa ayuda. Es en este punto donde entran en juego la gran mayoría de las personas desaparecidas en las últimas décadas.
Existen muchas probabilidades de que estas personas se encuentren trabajando y preparándose en mundos de regeneración, de la mano de estos seres extraterrestres para que cuando llegue el momento del cambio de ciclo volver a la Tierra y ayudar a la humanidad a adaptarse a la nueva forma de vida, mucho más espiritualista, que se implantará. No es casualidad que sean estas personas y no otras las elegidas para tal fin. Como ya he dicho, forman parte de esa planificación Divina y antes de encarnar lo hicieron con el compromiso de realizar su preparación en esos otros planetas, con esas otras humanidades y con el objetivo de servir de puentes a la población de la Tierra.
Nada tiene que ver todo esto con las abducciones y los supuestos raptos de personas explicados en meses anteriores. Estos hechos son muy distintos y solamente cuando Dios así lo disponga estas personas desaparecidas regresen para continuar con su misión aquí en la Tierra.