SEP-99 Nº 206 |
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Tal vez para muchas personas esta realidad pueda parecerles algo descabellada o simplemente puntual, un hecho aislado y sin continuidad, reflejado en el libro de los Espíritus por Allan Kardec, pero que aparentemente no se ha vuelto a producir desde entonces.
Si estudiamos el fenómeno OVNI desde los albores de la humanidad del hombre comprobamos que los vestigios de la presencia de seres extraterrestres en la Tierra son muy numerosos y tan antiguos como el propio hombre. Desde siempre hemos estado visitados por estos seres que en ningún momento han hecho daño alguno a esta humanidad, todo lo contrario. Estos antecedentes que se ciñen al aspecto físico que es el que podemos comprobar, tienen su paralelismo con una serie de trabajos que desde el plano espiritual estos hermanos han venido realizando para fomentar el desarrollo espiritual de esta humanidad.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, a medida que el espíritu va evolucionando va a su vez desarrollando otras potencialidades innatas a su naturaleza divina, pero que permanecían dormidas en su interior, en estado latente. Es pues fácilmente comprensible que situaciones que para nuestra mentalidad y conocimientos actuales pueden parecer utopías, para estos hermanos sean realidades cotidianas.
En relación a lo anterior, el progreso de las facultades espirituales es un hecho constatado y éstas, a medida que el hombre va progresando se van haciendo más sutiles y alcanzan mayores niveles. El límite lo pone el propio hombre y su estado evolutivo. Un ejemplo palpable lo tenemos en Jesús de Nazaret, quien en su existencia en la Tierra hizo muestra de una serie de facultades impensables incluso para el hombre actual, las cuales se había granjeado gracias a su esfuerzo personal a lo largo de la historia.
Estos hermanos extraterrestres poseen facultades mucho más desarrolladas que las nuestras y entre ellas poseen la de desprenderse de la materia y poder desplazarse a nivel espiritual para la realización de trabajos de diversa índole.
Uno de estos es poder dar comunicaciones mediúmnicas como si de hermanos espirituales se tratase. Sin embargo y partiendo de esa facilidad para trabajar desprendidos de la materia, pueden realizar otras actividades paralelas de gran valor.
Uno de los trabajos que suelen llevar a cabo estos hermanos extraterrestres son los de desarrollo de facultades espirituales. En muchas ocasiones son estos seres los que en colaboración directa con el mundo espiritual y bajo su dirección, realizan los trabajos de desarrollo de facultades como la videncia, la intuición, la propia mediumnidad, etc.
¿Qué diferencia el trabajo que realiza un hermano espiritual con el de un hermano extraterrestre? ¿Por qué es necesario que estos seres trabajen a nivel espiritual si ya están los seres desencarnados que pueden realizar esas labores de igual manera?
La principal diferencia se encuentra precisamente en lo que son. Son hermanos que se encuentran encarnados, con un cuerpo físico, y como tal a pesar de que puedan desplazarse sin éste, siempre permanecen unidos fluídicamente al mismo con lo cual las energías que pueden manipular son siempre mucho más parecidas a las de un encarnado que a la de un ser espiritual.
¿Qué posibilidades permite esta característica? Sencillamente que a la hora de trabajar a un ser encarnado sus fluidos al ser mucho más parecidos a los de éste pueden hacerlo de una mejor forma, más directa y con menos entorpecimientos. Recordemos que por Ley de Afinidad o Ley de Vibración todos nos asociamos y entramos en sintonía con las energías similares a las nuestras. En este caso a la hora de realizar un trabajo espiritual sobre un ser encarnado, un espíritu desencarnado tiene mayores inconvenientes dadas las diferencias existentes entre las energías, muy sutiles de estos, con las más groseras de los otros. Más groseras, no por inferioridad en muchos casos, sino simplemente por el hecho de llevar la propia materia. Es este caso los extraterrestres pueden trabajar con un grado de energías intermedias entre ambos y posibilitan un trabajo más fluido y dinámico.
Finalmente existe una labor que estos seres extraterrestres vienen realizando que es la de ayuda al mundo espiritual en la orientación y dirección de los grupos espirituales repartidos por todo el mundo. No olvidemos el gran valor que para todos nosotros puede tener la experiencia de estos hermanos que ya han pasado (sus humanidades) por estadios evolutivos similares al nuestro y que, aprovechándose de la oportunidad de poder dar comunicaciones a través de las diversas facultades espirituales existentes, nos transmiten sus vivencias y nos dan apoyo y fe a la hora de caminar en el difícil sendero de la espiritualidad.
Así estos hermanos trabajan codo con codo con los hermanos espirituales formando parte de la gran planificación espiritual que el Padre tiene determinada para la evolución de cada planeta, en este caso concreto la Tierra.
Muchas veces consideramos el fenómeno OVNIs-Extraterrestres
desde el punto de vista superficial y pueril, sin embargo, si lo analizamos
bajo una óptica puramente espiritual comprobamos realmente que el
trasfondo es mucho más transcendente de lo que puede parecer a simple
vista.
La dureza de nuestro corazón se constituye en un obstáculo para un contacto definitivo y estrecho con los extraterrestres. Una evolución intelectual, iluminada por el Amor Fraterno, conforme a las enseñanzas de Jesús, debidamente practicadas, nos colocaría en condiciones de recibir a los seres superiores de otros campos cósmicos del Universo, comprender y asimilar las lecciones de progreso que nos pudiesen prestar. FRANCISCO C. XAVIER
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