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También tenemos el caso de Ezequiel: "Y miré y he aquí un viento tempestuoso que venía del norte, una gran nube con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor, y en medio del fuego una cosa que parecía como de ámbar" (Ezequiel, 1:4).
No menos sorprendente es el caso de Elías "Y aconteció que cuando quiso Yavé arrebatar al cielo a Elías en un torbellino, salió Elías de Gálgala con Eliseo..." (II Reyes 2:1). "Siguieron andando y hablando, y he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego separó a uno de otro, y Elías subía al cielo en el torbellino." (II Reyes 2:11).
En el Nuevo Testamento recogemos también el pasaje de la estrella que guió a los Reyes Magos al nacimiento de Jesús: "Después de haber oído al rey, se fueron, y la estrella que habían visto en Oriente les precedía, hasta que vino a pararse encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella sintieron grandísimo gozo, ..." (San Mateo cap. 2 v. 9-10).
Citar también a Séneca, famoso filósofo español preceptor de Nerón (fallecido en el 65 d.C.) que ya habló abiertamente de los “escudos ígneos” que surcaban el cielo, y no logrando explicar de qué se trataba los definió como “condensaciones de aire”.
En tiempo de los romanos Cicerón (106-43 a.C.) recordaba el día en que se vieron dos soles, y otros extraños globos luminosos.
El magnífico escultor Benvenuto Cellini (1.500-1.571), nos cuenta en su Vita: "...veníamos a caballo de regreso de Roma. Al llegar a un altozano, cuando era ya de noche, mirando hacia Florencia, los dos de acuerdo gritamos maravillados diciendo: ¡Oh Dios del Cielo, qué es esto tan grande que se ve sobre Florencia! Era un gran madero encendido, que tintineaba y producía gran fulgor..."
En el año 1.887, a lo largo del Capo Race, en Nueva Escocia, fue visto por los navegantes un enorme objeto, de color rojo encendido, saliendo del océano. Se elevó a una altura de 20 ó 30 metros, navegando durante dos minutos contra el viento. Se paró al lado de la nave. Luego giró sobre sí mismo mostrando su propia figura alargada. Después de estas evoluciones, desapareció en dirección sudeste. La aparición duró cinco minutos.
Serían muchos los casos que podríamos seguir enumerando pero lo verdaderamente sorprendente es la gran similitud que existen en todos ellos. A pesar de que han ocurrido en épocas muy diversas y sin tener conocimiento unos de otros, la descripción de los hechos apuntan a fenómenos extraterrestres que han intervenido en la vida de los humanos para beneficio nuestro.
Sin embargo, y como todos ya sabemos, el fenómeno OVNI-extraterrestres ha tenido un especial resurgimiento a partir del día 24 de junio de 1.947 cuando el piloto civil Kenneth Arnold, participando voluntariamente en la búsqueda de un avión de transporte desaparecido, vio durante unos minutos una formación de nueve objetos volantes de forma circular y de unos 35 metros de diámetro, pasando cerca de él a una velocidad de 2.000 km. por hora. A estos objetos voladores los denominó Platillos volantes.
Desde ese momento el fenómeno se ha disparado y son muchísimos los acontecimientos relacionados con el tema que se han producido en todo el planeta. Paradójicamente, junto a un mayor auge del fenómeno se ha producido un mayor frente de lucha contra el mismo. A pesar de ello son muchas y muy variadas las situaciones y circunstancias que hacen comprender que el fenómeno es una realidad y no una falsedad.
Uno de los argumentos más favorables es la naturaleza de las personas que en ocasiones dicen verlos: pilotos de aviación de líneas comerciales y militares, controladores de vuelo, científicos, etc., en definitiva personas cualificadas y con estudios, que si no estivieran completamente seguras de lo que han visto no ofrecerían su testimonio a la sociedad ni a sus superiores, pues está en juego su prestigio..
El avance científico alcanzado por la humanidad nos
acerca mucho más a ellos ya que nos capacita a una mejor comprensión
de su existencia. Sería bueno que analizásemos el comportamiento
que con esos avances ha realizado la humanidad y los comparásemos
con el que a lo largo de la historia han tenido estos seres venidos de
otros planetas, tal vez nos demos cuenta de la gran equivocación
que comete el hombre al llevar su vida por los derroteros que ha tomado.
Bibliografía:
- Los OVNI: Ayer y Hoy; ¿Mañana? Saulla Dello Strologo.
Editorial De Vecchi, 1.978 Barcelona.
- La Eterna Cuestión: Los OVNIs. Brinsley Le Poer Trench.
A.T.E. 1.977 Barcelona.