MAR-99
Nº 200
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El
Universo y el Hombre
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Contemplando el Universo
y en su belleza extasiado,
voy tejiendo embelesado
cada rima y cada verso.
Pero pienso con tristeza
en lo mal que aprovecháis,
todos los dones que halláis
en madre naturaleza.
Os quejáis constantemente
teniendo un suelo fecundo,
¿no sigue dando
este mundo
su producto al ser viviente?
Sus funciones no ha parado
esa tierra en que habitáis,
pues el grano que le
dais
os lo da multiplicado.
¿Ha cesado por
ventura
de dar el sol su calor,
ni las flores el color
que le prestara natura?
¿Ha cesado la
grandeza
del concierto universal,
ni la suprema belleza
de la aurora boreal?
¿Ha cesado el
gran cariño,
la ternura y el fervor,
de la madre al tierno
niño
que es el fruto de su
amor?
¿Ni la sublime
armonía
de los pájaros
cantores,
rivalizando sus primores
de trinos y algarabía?
¿Ha cesado de
entonar
la juventud ardorosa,
esa canción amorosa
que es el eterno cantar?
¿Ha cesado la
fragancia
del perfume de las flores,
de las mozas los amores,
ni las risas de la infancia?
Y la alondra mañanera,
¿ha cesado de
cantar
saludando al despertar
de la alegre primavera?
Si las cosas andan mal,
no será porque
natura
ha variado su estructura
ni su ritmo natural.
Si estas cosas no han
variado
y madre naturaleza
tiene la misma grandeza,
“el hombre está
equivocado”.
Si cielo y tierra a la
par
siguen su marcha correcta,
¿por qué
el hombre no acierta
la solución que
ha de dar?
¿No será
por la razón
y la palpable evidencia,
que hay muy poco corazón...
y mucha menos conciencia?
Os causan tanto pesar
esas manos pecadoras,
esas armas destructoras
que fabrican sin cesar.
Los hombres con su pasión,
cuando pierden la templanza,
desnivelan la balanza,
muchas veces sin razón.
En lugar de torpe guerra
vivir con nobles anhelos;
eso es más grato
a los cielos
y venturoso en la tierra.
Es asunto primordial
amaros unos a otros,
y que haya entre vosotros
una justicia social.
(poesía recibida mediúmnicamente
por
FRANCISCO MARÍN)
Sirva como homenaje en el XVIII aniversario de su
desencarnación (marzo de 1981).
CONMEMORAMOS DE IGUAL FORMA EL Nº 200 DE ESTA REVISTA CON
UNA DE LAS NUMEROSAS POESÍAS CON LAS QUE FRANCISCO MARÍN
NOS DELEITÓ Y QUE HAN SIDO PUBLICADAS DESDE QUE NACIÓ ESTA
PUBLICACIÓN.