DIC-99 Nº 209 |
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Una mirada fiel, en cada agravio,
un verso de perdón que nos redima,
o un hálito de fe que en nuestros labios,
arrastre nuestras bellas fantasías.
Porque el nuestro es un soplo de añoranzas
que vuelan presurosas y emotivas,
por abrirse un lugar en nuestras almas,
o un espacio pueril en nuestras vidas.
Pero el amor no es sólo un episodio,
en el claro desván de esta doctrina,
no es un murmullo más en lo más
hondo
de nuestras ilusiones clandestinas.
Es aplacar el llanto de un lamento,
abrigar una escuálida sonrisa,
rescatando esa voz que desde dentro
nos haga más humanos cada día.
Es... entregar un mundo en un momento,
una amistad desnuda de codicia,
sacrificar un poco de ese tiempo
que a veces... sin querer se nos olvida.
Bebamos pues, hermanos, de esta ciencia,
compañeros de todos los lugares,
que no haya más abúlicas fronteras,
sólo un mismo sentir en nuestra sangre.
Que no haya más promesas enjauladas,
que no hayan más leyendas oprimidas,
¡rasguemos el tapiz de la ignorancia
por tantos corazones que suspiran!
Sembrando de Kardec sus enseñanzas,
para del redentor hacernos dignos,
cubriendo nuestros pasos de esperanza,
forjándonos de bien nuestro destino.
Viajeros de este credo universal,
no hacen falta ampulosos distintivos,
pues no existen idiomas al amar
para nuestro querido espiritismo.
Sigamos entregados a esta causa
por tantos personajes entrañables,
que han hecho de sus obras una lanza,
con la que proferir nuestro coraje.
Que este encuentro no sea una utopía
ni un efluvio de notas transitorias
y entonando la misma melodía,
luchemos por la paz y la concordia.
Soñemos este anhelo todos juntos
que aún podemos ganar otra batalla,
seamos desde hoy, un solo grupo,
y habrá otro amanecer tras la ventana.
E.M.V. (Grupo Villena)
Poesía leída con ocasión
de la clausura del
VII Congreso Espírita Nacional
el pasado 7 de diciembre de 1.999.