No siempre los objetivos que nos marcamos para evolucionar espiritualmente (tanto sea para para corregir las imperfecciones como para desarrollar cualidades) se consiguen alcanzar en una sola existencia, normalmente necesitamos tener varias encarnaciones para alcanzar todo aquello que nos hemos propuesto en el astral.
Según esto podemos decir, que un ciclo reencarnatorio comprende las diversas existencias que se necesitan para completar el programa marcado .
Podemos poner como ejemplo, a un espíritu que ya ha realizado varios ciclos y ha conseguido desarrollarse a nivel intelectual, pero se ha dejado a un lado la parte más importante para el desarrolo espiritual, que es el amor. Para conseguir esto, deberá programarse otro ciclo de encarnaciones, donde primero tendrá que ir eliminando la parte negativa que ha adquirido, como es el egoísmo y todas las ramas que de él salen como son el orgullo, la envidia, los celos..., para luego desarrollar las cualidades que correspondan a este ciclo, como es la humildad, la caridad, etc.
Eliminar todo esto no se consigue en una sola existencia, ya que es mucho el trabajo que hay que realizar para superar estos defectos, y aprender a sacar las cualidades que se necesitan en cada momento.
El número de vidas para superar cada objetivo no está prefijado, depende de cada uno y del esfuerzo que realice en superar las pruebas que se le presentan. Hay quien puede utilizar cinco vidas o quien vaya más despacio y emplee diez para conseguir lo mismo. Tampoco lo está el tiempo que pasa entre dos vidas físicas, hay varios factores que pueden influir en ello, son los siguientes:
q El nivel de evolución de dicho espíritu, si éste es escaso sus encarnaciones son más rápidas, ya que necesita adquirir experiencias y pagar las deudas que contrae en ellas, si el espíritu ya está muy evolucionado pasa más tiempo entre una y otra encarnación, ya que necesita más tiempo para prepararse la siguiente existencia.
q El compromiso con el que encarnamos y la misión que debemos realizar, ya que cada uno viene con un compromiso diferente, por lo que necesita un tiempo determinado de preparación.
q Y por último, el caso de aquellos espíritus que están tan evolucionados que vienen a dar una enseñanza a toda la humanidad, y la preparación que estos necesitan puede durar miles de años.
Cada espíritu sigue un camino distinto por lo que no podemos concretar ni saber con certeza los motivos por los que una persona vive unas situaciones determinadas, estas dependen únicamente del comportamiento de sus anteriores vidas.
Los conocimientos de las leyes espirituales que poseemos son generales, ya que éstas son perfectas y contemplan hasta el más insignificante detalle. Hay muchas situaciones que vivimos y no vemos sus consecuencias con el cuerpo físico, en numerosas ocasiones son motivo para volver a encarnar y corregirlos, como pueden ser las deudas creadas por los sentimientos y pensamientos.
Hay situaciones a las que nosotros no le damos importancia, y en el astral tienen mucha, o al contrario que demos demasiada importancia a aquello que no lo tiene en absoluto, por eso cada ciclo encarnatorio comprende varias existencias.
Son muchos los matices que se pueden derivar de cualquiera de las virtudes que debemos desarrollar, y el fin de todas ellas es entrelazarse definiéndose en una, EL AMOR.
Hasta alcanzar esta gran cualidad es mucho el camino que hay que recorrer, mucho el esfuerzo que realizar, y mucho que aprender. Aunque nos puede ayudar saber que según vamos adelantando en el progreso de nuestro espíritu, nos es más fácil cada vez ir superando las pruebas que se nos presentan y sacar las cualidades que todos llevamos dentro.