ÉXODO                       Página Principal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Versión al 4.04.2000; exodo.htm;

V) EL TIEMPO DEL ÉXODO

1) Introducción:

"La palabra griega exodos, en español éxodo, significa "camino de salida"; de ahí "acción de salir, partida". En la Biblia designa especialmente la salida de los hebreos fuera de Egipto, o según una acepción más amplia, la larga peregrinación de cuarenta años que los condujo de Egipto a la tierra prometida a través del desierto (Éx 3,7-10) y cuyas diversas etapas se cuentan en el Pentateuco (Éx, Núm, Dt). Este acontecimiento vino a ser para el pensamiento judío y cristiano el tipo y la prenda de todas las liberaciones efectuadas por Dios en favor de su pueblo." (X. Léon-Dufour, Vocabulario de Teología Bíblica, Barcelona 1985 (en adelante citado como VTB, voz Éxodo).

"El primer éxodo. El éxodo marcó el verdadero nacimiento del pueblo de Dios...Entonces fue cuando engendró Dios a Israel (Dt 32,5-10) y, todavía mejor que Abraham, vino a ser para él un padre lleno de amor y solicitud (Os 11,1; jer 31,9; Is 63,16; 64,7). Signo del amor divino, el éxodo es por esto mismo prenda de salvación: Dios, que libró una vez a su pueblo de la cautividad de Egipto, lo salvará todavía en el momento del peligro asirio...o babilónico...A esta solicitud divina, manifestada por los prodigios del éxodo, no respondió Isarel sino con ingratitud...en lugar de mantenerse fiel a la vida ideal que llevaba en el desierto (Os 2,16; Jer 2,2s)." (VTB, voz  Éxodo).

El Exodo es la salida de Egipto, esla gran hazaña de Dios: la salida del apís de la esclavitud hacia la tierra prometida. Dios libera a su pueblo "con gran poder, mano fuerte y brazo extendido", abriendo un camino en el mar. El Exodo es el corazón del AT, y aquello que le da su fuerza al presentarnos a un Dios que libera al hombre (cfr. Biblia Latinoamericana, Madrid, (40)1995, Introducción al Exodo).

 

2) Vocación de Moisés: Ex 3,1- 4,17: ver el texto bíblico.

Comentario al texto de Ex 3,1 –4,17:

Tomemos este texto como una gran unidad que llamamos ... vocación y misión de Moisés. Tal como se presenta ahora el texto, podemos dividirlo en secciones o en componentes según el siguiente esquema:

1) aparición e identificación de Dios; 2) proyecto de liberación; 3) misión de Moisés; 4) diálogo de Misés con Dios.

A la misión acompaña una señal; el diálogo consiste en una serie de objeciones que opone Moisés resistiéndose a la misión y a las respuestas de Dios.

 

3) Recuerdo- secuencia de los relatos

Israel llegó a Egipto por propia voluntad. Luego es sometido por los Egipcios, no se explica porqué el faraón les teme. Sólo se dice que éste no conoce al Dios de José.

Son sometidos: 1) Deben vivir en un lugar fijo (en el delta del Nilo); 2) Deben trabajar en las construcciones faraónicas; 3) Deben morir todos los hijos varones y 4) Al faraón no le gusta que celebren su culto.

En este contexto nace Moisés, que es protegido por la hija del faraón, no obstante es criado por su madre. Aparece criándose en la corte.

Ya mayor, Moisés visita a sus hermanos, comprueba la opresión de Egipto. Mata a un egipcio, huye a Madián, donde se casa con la hija de un sacerdote (Reuel) (cf nota en Ex 2,18 de Biblia de Jerusaén, BJ).

El suegro de Moisés se llama Raguel en unos relatos y Jetró en otros. Moisés entra a su servicio como pastor, no como sacerdote. Con el trabajo y el matrimonio parece incorporarse al pueblo que lo acoge: se ha establecido humanamente. Pero el nombre del hijo, interpretado por Moisés, es una nueva afirmación de que pertenece al pueblo hebreo. Ni Egipto ni Madián son tierra prometida a los patriarcas. (Ger = Forastero) (ALONSO SCHÖKEL, Luis, Biblia del Peregrino, nota a Ex 2,16-22. En adelante citado como  BP).

En el Sinaí se encuentra en una zarza ardiente con Yahvé. Dios lo invita a volver a Egipto a liberar a su pueblo. Comienza a negociar con el Faraón. 10 plagas: la última es más importante, la muerte de los primogénitos.

"El Faraón resiste por razón de Estado: razón política, porque la minoría extranjera se está haciendo mayoría; razón militar, porque podrían convertirse en quinta columna del enemigo; razón económica, porque suministra trabajo de balde"(BP, 157).

"Es inevitable el choque de fuerzas. En diez rondas o turnos el Señor descarga sus golpes. Los dos primeros turnos quedan indecisos; al tercero, el Señor se impone; al séptimo, el faraón reconoce su culpa; al décimo, los israelitas son empujados a salir. El autor último, utilizando textos diversos, compone un cuadro estilizado y grandioso, puntuado por diversas repeticiones, desarrollado con dinamismo contenido" (BP, 157).

"El Señor actúa, en parte, por medio de Moisés, el gran liberador humano...Se enfrenta tenazmente con el Faraón y va creciendo en estatura hasta hacerse figura legendaria" (BP, 157).

"Estos capítulos se clavan en la memoria del pueblo, convirtiéndose en modelo o patrón de sucesivas liberaciones: con la misma función penetran en el NT y extienden su influjo e inspiración incluso a gente que no cree en ese Dios liberador. El Señor será ya siempre para Israel "el que nos sacó de Egipto, de la esclavitud" (BP, 157).

Junto a la décima plaga se celebra por primera vez la pascua. Cordero sano sin mancha, se come de pie y rápido. Noche de luna llena. Se pintan las puertas. Antiguamente era al parecer una fiesta de la primavera, los pastores emprenden el camino, empiezan de noche, tienen un ritual de partida para ir con la protección de Yahvé.

Israel parte, invitado por el faraón a salir, pero luego el faraón se arrepiente y los persigue. Dios salva a los israelitas por un hecho extraordinario. Pasan el mar rojo, ha culminado la primera etapa.

 

3,1) Segunda etapa:

Largo período en el desierto (punto medular: Alianza). Se indica simbólicamente en 40 años =una generación. Se dice así que la vieja generación muere en el desierto, incluso Moisés muere antes de cruzar el Jordán, en el monte Nebo mirando hacia la tierra prometida.

En el desierto hay que enfrentar a tres enemigos: hambre, sed y ataque armado. Del cielo baja Dios para firmar una alianza con su pueblo: le da leyes para ordenar su vida civil y normas para organizar el culto (Biblia del Peregrino, Navarra, (2)1998, Introducción al Exodo, en adelante citado como BP).

Dios regalonea a su pueblo, con agua, maná, codornices, columna de luz en la noche. Pero también es un período de prueba, angustias, rumores, desconfianza en Dios, deseo de volver a la esclavitud de Egipto.

Se da la Alianza en el Sinaí, Yahvé con su Pueblo.

Es la promesa solemne de una persona de realizar una determinada acción. El rito de las alianza será que un hombre pasaba entre un animal partido y decía que si no cumplo este compromiso, que me pase eso del animal a mí (Gen 15: Dios-Abraham).

La alianza será principalmente el compromiso de Yahvé de hacer de Israel su pueblo.

Los mandamientos son el primer don que Yahvé ofrece a su pueblo, para hacerlo pueblo suyo. Cuando Israel no cumple los mandamientos es él el que pierde el camino hacia el Padre.

Lo negativo: no mates etc, (mandamientos Ex 20) es en el fondo un rayado de cancha, dentro del cual hay una gran libertad para hacer el bien. Cuando una madre le dice al niño no metas los dedos al enchufe le esta previniendo de un accidente, o por ej. No cruces la calle sin mirar. Si los mandamientos fueran "haz esto o aquello" sería mucho más normativo que con el no por delante. Aunque con el tiempo Israel se irá sobrecargando de preceptos. Los profetas irán purificando esto como por ej. Ezequiel cuando nos habla que Dios nos dará un corazón de carne, infundiendo su Espíritu en nosotros. Jesús nos enviará al Espíritu Santo.

Los mandamientos son un camino de vida. El hombre crece como persona, son un regalo de Dios y no imposición. No podemos tener una estructura farisaica, Dios es misericordioso. Ej. el hijo pródigo. En Jesús está la cumbre de la Alianza del Sinaí= Don de Dios. No es un contrato comercial entre dos personas. Es el amor de Dios que se nos regala y luego lo renovamos. Lo importante es la actitud de gratuidad de Dios, y la respuesta del hombre que también debiera ser gratuita.

El becerro de oro construído en el Sinaí, es el rechazo del pueblo a Dios. No es otro Dios, es el ídolo de Dios. Es Yahvé baalizado, el baal a veces se simboliza como un torito con los genitales exagerados, símbolo de fecundidad. Destruye la trascendencia de Dios. Es el dios que yo hago a mi medida

 

3,2) Tercera etapa:

Entrada a Canaan. Hay varios intentos. Van primero exploradores. Leche, miel y vino. Hay varios intentos fallidos. Luego el pueblo entra triunfalmente a Palestina cruzando el Jordán con Josué.

La figura central del éxodo es Moisés, pero muere antes de entrar en la tierra prometida, en el monte Nebo. Josué, el ayudante de Moisés le sucede.

 

4) Historicidad:

"¿Quiso el autor del Exodo escribir historia, o sea, relatar hechos sucedidos? En caso afirmativo, ¿qué criterios y técnicas empleó? Las preguntas correlativas son: partiendo del texto, ¿podemos reconstruir un proceso histórico? Si esto no es posible, ¿podemos rastrear huellas de sucesos históricos?" (BP, 156).

"El libro no nos ayuda mucho, por sus formas poco históricas, por su vaguedad en los detalles significativos, por sus silencios y lagunas, ¿Cómo se llamaba el Farahón?...Se señala como fecha más probable para los acontecimientos el reinado en Egipto de Ramsés II" (BP, 156-157).

El libro del Exodo es el gran libro de la liberación, que remata en un canto heroico. El Señor entra en la historia poniéndose al lado de un pueblo de esclavos, oprimidos por una de las potencias de la época. "Como rescatador de esclavos, como defensor del derecho de los sin derecho, como salvador justiciero se presenta en la historia el Señor de la historia" (BP, 157).

El éxodo "no" es una gran procesión como se muestra en las películas.

4,1) Fecha: Está claro que sucede en la época de Ramsés II (1290-1224). faraón contructor, construyó dos ciudades graneros (Pitón y Ramsés) y una ciudad más residencial (Pi-Ramsés).

4,2) Formas de Salida:

4,2,a) El pueblo huye de Egipto: Son los trabajadores forzados de las construcciones. Los egipcios persiguen a sus esclavos (Ex 5,3; 7,16.26; 8,4.16.21-23; 9,1-3; 10,7.11.24-26; 14,5a.6-9). Piden salir por tres días de Egipto, paraofrecer un culto a Yahvé. Pero luego el faraón se asusta y los persigue.

4,2,b) Expulsión o repudio popular: El pueblo es obligado a irse Ex 6,16; 11,1; 12,33-34.39. Esta forma está menos presente en nuestra conciencia.

Tenemos varios éxodos (no sólo uno) en los cuales salen distintos grupos, en distintas circunstancias, y en rutas distintas: por el norte, por el desierto (por el medio), por el mar rojo.

 

5) Sentido teológico del Éxodo:

Tanto Israel como la Iglesia entendió el éxodo como un paso de la muerte a la vida, como un paso de la esclavitud a la libertad.

Hay tres dimensiones del éxodo: como salida de Egipto y de la esclavitud; como desierto, caminar; y como entrada en la tierra nueva.

5,1) La esclavitud de Israel en Egipto tiene dos aspectos:

Una exterior: el pueblo está sometido, amarras exteriores.

Una espiritual: corazón de esclavo, el pueblo está tranquilo, pero masificado...en el desierto reprocha a Moisés (Ex 14,11-12):

"La vista inesperada del perseguidor introduce la primera crisis grave después de la huida, preludio de otras semejantes que se sucederán. El grito de auxilio al Señor es todavía oración, eco de los gritos de auxilio en Egipto. Enseguida el miedo provoca la protesta contra Moisés. La libertad es riesgo, se gana y se defiende entre peligros; los israelitas se sientes divididos entre el ansia de libertad y el deseo de seguridad: en medio del riesgo añoran la seguridad de la esclavitud. La queja es amarga y niega el sentido de la liberación: "salir para morir". Moisés responde con la fórmula clásica de un oráculo de salvación. Según un esquema clásico, el pueblo debe mantener la calma y esperar en silencio la intervención de Dios (Is 30,15; Lam 3,26)." (BP, nota a cita de Ex 14,10-14).

También en nosotros, cuando me siento bien, ¿soy libre?. Quizás no siempre, ya que a veces se ha renunciado a ser libre.

5,2) Éxodo como desierto:

Se busca la libertad del corazón. La libertad interna requiere de un hombre nuevo...pruebas...el desierto implica quedarse con lo esencial y dejar lo secundario.

Dios a veces nos lleva al desierto para que nos liberemos de lo superfluo, Dios se hace cercano, Alianza--exigencia, mandamientos vividos en la gratuidad.

5,3) Éxodo como entrada en Canaán: Ingreso de Israel a un tipo de existencia nueva, en una dinámica pascual

 

 6) Reflexión sobre la salida de Egipto.

6,1) El prodigio del mar Rojo

La afirmación "Yahvéh sacó a Israel de Egipto" tiene el carácter de una profesión de fe dondequiera se le pronuncie.

Israel vio en la liberación de Egipto la garantía de su futuro, la certeza absoluta en la voluntad salvífica de Yahvéh, algo así como una fianza a la que podía recurrir en tiempos de prueba (Sal 74,2). En su forma primitiva, esta profesión de fe celebra una acción silenciosa de Yahvéh, en la que Israel es también el objeto mudo de la intervención divina. Más tarde, cuando los narradores desarrollaron este elemento confesional hasta convertirlo en una narración, introdujeron un buen número de palabras que Israel y Yahvéh pronuncian en aquella ocasión. El acontecimiento es siempre una realidad fundamental. El antiguo Israel no espiritualizó nunca este acontecimiento.

Esta profesión tomó una curiosa ampliación cuando se fusionó con elementos del mito de la creación (el mito de la lucha contra el dragón del caos); un proceso fácil de preveer, debido a la presencia de la palabra-clave "mar" en ambas narraciones. Yahvéh "increpó" al mar Rojo (Sal 106,9) como en otro tiempo hizo con el océano del caos y también el mar "huyó" (Sal 114,3). De esta forma Isarel vinculó el tema del comienzo de su existencia (redención) con el tema de la creación. Desde aquí a la singular identificación de la creación con la redención, que se llevó a término en Isaías II, sólo falta un paso. Este pudo designar la intervención salvífica de Yahvéh en favor de Israel como un acto cretivo, porque consideraba la creación como un acto salvífico (Is 43,1; 44,24). La coincidencia que existe en Is 51,9s. entre creación y acción salvífica en a historia es un caso único. (vR1, 230-232).

La salida de Egipto ocupa ya en el antiguo credo de Dt 26,5s., el centro dramático en torno al cual se agrupan los restantes hechos históricos.

El canto del mar Rojo habla del pueblo que Yahvéh "adquirió", "compró" para sí (Ex 15,16; cf. Sal 74,2). Pero aquí merece una mención particular el concepto de la "redención" de Egipto que, en una época más reciente, a partir del Dt, se convirtió en la idea predominante.

La terminología de la redención se apoya en dos conceptos que pertenecían en su origen a la esfera del derecho: los verbos "rescatar" y "redimir". El primero designa cualquier rescate de un esclavo, y quizás tenga también el sentido general de "liberar", "desatar". Redimir se refiere al rescate de una propiedad, la restauración de una relación anterior de posesión. El uso de la lengua muestra que ambos conceptos son casi sinónimos cuando se aplican a las realciones entre Yahvéh e Israel; de todos modos es evidente que el concepto del "rescate" no considera ya el acontecimiento salvífico bajo su aspecto guerrero, sino como una liberación jurídica por Yahvéh.

 

También el concepto de la "elección" de Israel empezó a usarse sobre una ancha base teológica, sólo en una época bastante reciente, es decir, en el Deuteronomio. Aquí aparece ya como un "término dogmático bien definido". El texto clásico sobre la elección es Dt 7,6-8.

Dt 7,6-8: "6 Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios; él te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. 7 Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió no fue por ser vosotros más numerosos que los demás –porque sois el pueblo más pequeño-, 8 sino que por puro amor vuestro, por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó el Señor de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto."

 

Dt 7,6: "Define al pueblo. Consagrado, pasa a la esfera de la santidad (Ex 19,6; Lv, frecuente); elegido, con preferencia a otros, por iniciativa de Dios; propiedad personal del Señor, inalienable."

Dt 7,7-8:"Es el favor y amor de Dios lo que engrandece, no el número. ¿Contradice esta afirmación la promesa patriarcal de la fecundidad? Más bien la relativiza: ¿qué eran los judíos en el inmenso imperio persa? (cfr. Esd 9,8). Pero Dios escoge lo pequeño y débil para ejercer y manifestar en ello su poder y grandeza. Al jurar, Dios se compromete; pero ¿por qué jura? ¿Por amor a la descendencia futura, "vosotros", o ya por amor al patriarca? Véase Is 41,8: "Tú, Israel, siervo mío; Jacob, mi elegido; estirpe de Abrahán, mi amigo"" (BP nota a cita de Dt 7,6-8).

La creencia de que Yahvéh se posesionó de Israel es naturalmente muy antigua, pero la idea de la elección no podía tener en los primeros tiempos ese valor fundamental que tiene Dt 7, pues la fe en la elección presupone paradójicamente una visión universalista de la historia. Sólo cuando Israel aprendió a observarse desde fuera y cuando su existencia en medio de las naciones se le hizo problemática, sólo entonces pudo hablar de elección (Am 3,2). Israel fue tomando conciencia de a poco de que fue elegido. Así como por ej. un seminarista va tomando conciencia de a poco que Dios lo llama a algo grande.

Los sucesos capitales que constituyen la noción del "rescate" de Egipto son:  1)el prodigio del mar rojo; 2) la revelación del nombre de Yahvéh; 3) la revelación del Sinaí, y 4) la marcha por el desierto. (vR1, 230-234).

 

7) Los nombres de Dios

"...después de la lucha entre Dios y Jacob, que llevó al cambio de nombre de "Jacob" por "Israel", Dios se negó a revelar su propio nombre (Gén 32,29ss; cf. también Jue 13,17-19). Los tiempos no estaban aún maduros, jacob no estaba preparado todavía. No es que Dios estuviera sin nombre. El Antiguo Testamento se los atribuía en abundancia. Su misma multiplicidad revelaba algo del misterio divino. Un nombre solo no permitía al hombre identificarlo plenamente. Y, sin embargo, cada nombre revelaba algo sobre la forma en la cual Dios se estaba gradualmente revelando al hombre. Dios era llamado con frecuencia "El". En la lengua de los semitas era el nombre común para decir dios. Podía aplicarse a uno cualquiera de entre la multitud de dioses y no lo diferenciaba a uno de otro. Frecuentemente se aplicaba a uno de otro. Frecuentemente se aplicaba una ulterior distinción para especificar a qué dios se refería. El dios o la diosa podían ser individuados con la indicación del lugar donde el dios aparecía o donde era construido un lugar de culto en su honor (es El-Bethel en Gén 35,7). El dios podía ser identificado también con la indicación de quien lo veneraba. Dios era conocido como "Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob", porque se había aparecido a ellos y ellos lo habían venerado. Dios era, por tanto, conocido a través de sus apariciones en la historia y a través de sus apariciones en la historia a través del pueblo que había elegido.

Probablemente a causa de lo indeterminable del término "El", los israelitas antiguos, que conocían la supremacía de su Dios sobre todos los demás, trataban de expresar esta preeminencia con el término "Elohim". Este título introducía un uso gramatical excepcional. Aunque Elohim sea una forma de plural, va seguido por el verbo en singular cuando designa al Dios de Israel. La forma plural del sustantivo sugiere entonces una intensificación o también una absolutización de la divinidad. Algo así como "Dios de los dioses" o "Dios supremo". El Dios de Israel no admitía dioses extranjeros ante sí (Ex 20,2s). En la alianza fundamental con Abrahán, Dios se anunciaba a sí mismo como "El –Shaddai", "Dios omnipotente". Aunque este nombre lo separase ya de todos los otros dioses, que son menos poderosos, dijo a continuación a Moises que se hbía aparecido a los patriarcas sólo como "El Shaddai", "Pero no me di a conocer a ellos bajo mi nombre de el Señor [YHWH] (Ex 6,3). Su realidad íntima implica, por tanto, un misterio más profundo. Así Dios subrayó el significado y la novedad de auto-revelación a Moisés en la zarza ardiente. Aquí, por primera vez, el Dios de los padres, de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se identifica con un nombre que no es ni un derivado de una designación genérica semítica de la divinidad, ni de una característica divina que sustituye a su nombre. Cuando Moisés pidió a Dios cómo se llamaba el Dios de los padre de Israel, recibió esta respuesta:

"Yo soy el que soy...Dirás a los israelitas: "Yo soy" me envía a vosotros...El Señor, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me envía a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, así me recordarán de generación en generación" (Ex 3,14-15).

El nombre de Dios en hebreo se dice YHWH. Esto expresa la gran santidad de Dios, pero no indica un Dios totalmente trascendente. Más bien, la auto-revelación a Moisés era claramente ligada no sólo a él, como máximo profeta de Dios, sino también a las grandes acciones históricas con las que Dios liberó a Israel de la esclavitud egipcia y lo constituyó como pueblo especial entre todos los pueblos de la tierra. A través de Moisés, Dios habló así a Israel:

"Yo soy el Señor, y os arranqué de la opresión de los egipcios; os liberé de su esclavitud, rexatándolos con gran poder y terribles castigos. Os tomaré para que seáis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios; entonces conoceréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os liberó de la opresión egipcia. Os llevaré a la tierra que juré dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob, y os la daré en posesión. Yo, el Señor" (Ex 6,6-8).

Es innegable que la revelación del nombre de Dios era más que una información entre muchas otras. En su auto-revelación, Dios constituía un pueblo como propio, un pueblo llamado a venerarlo y a ser liberado. Dios no consentía neutralidad alguna ante sí. Su elección daba origen a la respuesta del hombre. De modo similar a la alianza mosaica, representaba una más plena realización de la alianza estrechada con Abrahán, la Nueva Alianza en la sangre de nuestro Señor jesucristo ha señalado la realización y superación de la Antigua con la revelación final de Dios, la constitución de un nuevo pueblo y su liberación del pecado. San Juan, escribiendo al final del NT, proclama con extrema claridad: "Dios es amor" (1 Jn 4,8.16). Esta nueva designación no es una abstracción que un filósofo pudiera aplicar a la esencia divina en la medida en la cual Dios se ama a sí mismo como sumo Bien. Para san Juan, Dios es, más bien, el padre que existe en relación eterna con el Hijo y el Espíritu Santo. Aún más, Dios Padre puede ser amor sólo porque Dios es Padre, Hijo y Espíritu santo. Como tripersonal, Dios da un nuevo significado, su significado, al amor, y muestra a los hombres a imagen de quién han sido creados. En Jesús, Dios ha sido revelado como padre que ama y desea reconciliar a todos los hombres consigo. "padre" no es un nombre inventado por los hombres para designar de alguna forma, mediante la analogía con la generación humana, al misterio inefable y creativo que está detrás del universo. "Padre", es más bien, la auto-realización de Dios, en cuya referencia el universo ha sido creado. Como escribe san Pablo: "por eso doblo yo mis rodillas ante el Padre, de quien toma su nombre toda familia en los cielos y en la tierra" (Ef 3,14-15). Los hombres llegan a ser hijos de Dios sólo porque Dios es originalmente Padre, y toda paternidad humana tiene significado solamente en la medida en que refleja el misterio amoroso del Origen de todo, en el cielo y en la tierra. "padre", por tanto, revela con extrema profundidad quién es Dios y revela a los hombres su vocación (COMITÉ PARA EL JUBILEO DEL AÑO 2000, Dios, Padre Misericordioso, Presentación del cardenal Roger ETCHEGARAY, Madrid 1998, 25-29)

 

        7,1) La revelación del nombre de Yahvéh:

Yahvéh no se reveló desde un principio a sus elegidos, pues la revelación de su nombre tuvo lugar en tiempo de Moisés.

La revelación del nombre de Yahvéh fue un acontecimiento de importancia incalculable para Israel, pero no fue el comienzo de la revelación de su Dios. Yahvéh se identifica con el Dios de los padres (Ex 3,6.13s.).

El texto de "Yo soy el que soy" Ex 3,149 (Ver nota BJ) no debe entenderse como una definición ontológica de la esencia de Dios, sino como un "estar presente", "estar ahí", no en sentido absoluto y solitario, sino como una existencia relativa y eficaz "yo estaré ahí (¡para vosotros!)".

Ex 3,1-6: "Aparición e identificación. Domina el verbo ver. El lugar se llama "monte de Dios" o por la próxima aparición o porque ya antes era lugar de culto de los habitantes. La tradición identifica el Horeb con el Sinaí.

""El Angel del Señor" es con frecuencia una manifestación visual de Dios, mientras que la locución se atribuye directamente a Dios o al Señor. El fuego es el elemento de la divinidad (Gn 15,17; sal 50,3; 97,3). Símbolo de la presencia inaccesible y generadora de la vida y acción; símbolo también de la ira y pena de aniquilación. La "zarza" árbol silvestre y humilde, inútil y aun despreciado, es portador de la presencia divina en su elemento, el fuego. No se consume, porque ese fuego no necesita combustible; no se consume porque no tiene culpa que expiar. Como altar natural se ofrece, descubriendo a la vez el carácter trascendente de ese fuego. Cuando venga para la alianza, el Señor se manifestará también con el fuego: Moisés está prefigurando la futura experiencia del pueblo" (BP, nota a cita de Ex 3,1-6).

"Es tomado por sorpresa ante el fenómeno extraño. La sorpresa provoca la curiosidad, la indagación temeraria –no la reverencia numinosa que se esperaba-. El Señor lo detiene. Por la presencia de Dios, el lugar está consagrado: el hombre no puede hollarlo con artificios que encubren y protegen. La piel desnuda ha de sentir el contacto con la tierra consagrada (cfr. Jos 5,15)." (BP, nota a cita de Ex 3,1-6).

"La aparición se identifica, todavía sin pronunciar su nombre, como el Dios de los patriarcas; con lo cual la etapa histórica que comienza queda abarcada en el arco gigante del proyecto histórico del Señor." (ALONSO SCHÖKEL, Luis, Biblia del Peregrino, Bilbao, estella (Navarra) 1998, nota a cita de Ex 3,1-6).

Querrán saber qué Dios lo envía –dato decisivo en la misión profética, p. ej. Dt 13; Jr 23,13-, preguntarán por el nombre de la divinidad. La respuesta es a la vez positiva y ambigua; vale para Moisés y para el pueblo.

Estos tres versos (Ex 3,13-15) cuentan entre los más analizados y discutidos de todo el AT. ¿Cuál es el origen del nombre Yhvh? ¿Existía fuera y antes de Israel? ¿Qué significa en sí? ¿Qué función tiene en el relato? Sobre las dos primeras preguntas se han multiplicado las conjeturas sin ofrecer una respuesta plausible. Sobre lo segundo: empezamos confesando que nuestra vocalización es dudosa, pues.

 

En Ex 34,6 hallamos una interpretación distinta pero más significativa: "Yahvéh, Yahvéh, Dios compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel,..."

...Ex 34,7-8: (7)que conserva la misericordia hasta la milésima generación, que perdona culpas, delitos y pecados, aunque no deja impune y castiga la culpa de los padres en los hijos y bisnietos. (8) Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra. (9) Y le dijo: -Si gozo de tu favor, venga mi Señor con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.

". En Ex 34,14 se dice: "Yahvéh se llama y es Dios celoso". Así existió un período en el cual se podía interpretar teológicamente el nombre de Yahvéh desde diversos puntos de vista.

Para comprender Ex 3,14 debemos tener presente una cosa: Yahvéh revela su nombre después de que Moisés se lo había preguntado explícitamente... El individuo existe en el nombre y, por tanto, el nombre contiene una afirmación sobre la naturaleza o la potencia de quien lo lleva...Para los antiguos era un hecho indiscutible que las potencias divinas rodeaban y determinaban misteriosamente la vida de los hombres; pero esta certeza no consolaba en modo alguno al hombre, mientras no supiera qué divinidad era aquella con la cual debía entendérselas, es decir, mientras no conociera su nombre y no le fuera posible invocarla o interesarla a su favor y a favor de sus necesidades. La divinidad debe primero "levantar un memorial" a su nombre en el ámbito de la existencia humana (Ex 20,24), si no, el hombre no podrá jamás invocarlo. Por lo tanto, el culto, la relación comunitaria entre la divinidad y el hombre, era imposible sin el nombre divino, pues le faltaba un medio de influenciar la divinidad.

En efecto, no se trataba sólo de "entregarse voluntariamente a ella por motivos de gratitud", el hombre tenía también el deseo egoísta de ponerla al servicio de sus intereses terrenos, en la medida de lo posible, hasta llegar, en casos extremos, a practicar la magia con el nombre divino...La historia de Fanuel descubre en Jacob la misma codicia por apoderarse de Dios. Pero también en esta ocasión Dios se desembaraza de esta impertinencia y se niega a responder cuando Jacob le pregunta su nombre: "¿por qué me preguntas mi nombre? Y le bendijo" (Gén 32,20). El texto se parece a la narración de Ex 3,13s. En esta ocasión Yahvéh da a conocer su nombre, pero la frase "Yo estaré allí como el que estaré", encierra también una desaprobación de la pregunta; en todo caso, Yahvéh conserva con esta información su libertad, que manifestará precisamente en su "estar ahí", en su presencia operante. (vR1, 234-238).

La entrega de una realidad tan sagrada, colocó a Israel frente a una tarea inmensa, una de cuyas preocupaciones mayores consistía en evitar todas las tentaciones que derivan de ella. Dicho en términos generales significa que el nombre de Yahvéh debe ser "santificado" ( Is 29,23; "profanar" el nombre de Yahvéh, Lev 18,21; 19,12; 20,3; 21,6; etc.). Esto tenía en primer lugar un sentido negativo: en todas las circunstancias debe protegerse este santo nombre contra su empleo abusivo, e.d. no cultual. Israel usaba el nombre de Yahvéh en el culto, la oración, la bendición o la maldición y también en la guerra santa (Sal 20,8), pues para eso le fue confiado. Los levitas bendecían al pueblo en su nombre (Dt 10,8), lo mismo hacía el rey (2 Sam 6,18); los sacerdotes "invocaban" el nombre de Yahvéh sobre Israel (Num 6,27; cf. Sal 129,8); también era lícito usar este nombre en los juramentos y maldiciones  (Dt 6,13; Sal 44,6; 118,10..)

En sentido positivo, lo santificaba quien obedecía los mandamientos y "caminaba en el nombre de Yahvéh" (Miq 4,5).

Yahvéh salva mediante su nombre (Sal 54,3), en él puede uno ponerse al seguro (Sal 20,2), él es una fortaleza de refugio (Prov 18,10). La confianza de que Yahvéh ayudará o salvará "por el honor de su nombre" (Sal 23,3; 25,11; 143,11; Jer 14,7; Is 48,9) es significativa.

Una de las cosas más importantes es que para Israel este nombre no fue nunca un misterio, accesible sólo a los iniciados. Por el contrario, cualquier israelita podía emplearlo libremente, y cuando Israel tomó conciencia plena de la singularidad de su religión, en lugar de ocultar con recelo el nombre divino ante los pueblos, se sintió obligado a comunicárselo (Is 12,4; Sal 105,1-3). En los últimos tiempos se manifestará al mundo de tal modo que desaparecerán por completo los cultos idólatras y sólo ante su nombre se doblará toda rodilla (Zac 14,9; Is 45,23).

Yahvéh, en cambio, posee un solo nombre y todo su pueblo lo conoce. Es significativo que Isreal no conociera semejante acumulación de nombres divinos. Yahvéh, como dice el Deuteronomio, es uno solo, e incluso las alabanzas supremas van dirigidas exclusivamente a este nombre único: Yahvéh. Sin embargo lo más importante es que este nombre no pueda se objetivado ni manipulado.

El nombre de Yahvéh aparece unas 6700 veces en el AT, pero Israel le dio también el nombre de Elohim "Dios" ; unas 2500 veces). El nombre de Yahvéh era lo esencial de la revelación divina, pero como Israel aplica también a este Yahvéh el nombre de Elohim resulta imposible atribuir un significado teológico a todos los usos del nombre propio o del apelativo. Tenemos entonces el nombre divino como Yahvéh, para el masculino está Adonai "el Señor". En la edad media por ignorancia se llega al nombre divino de "Jehova", cuando le colocan las vocales de adonai (A O A; la A inicial la cambiaron por E ) a las consonantes de Yahvéh (YHV).

La traducción del nombre de Yahvéh con o cirioz ( jo kirios) en los LXX, tuvo gran importancia para la joven comunidad cristiana, pues ella aplicó a su Kyrios, Jesús-Cristo, afirmaciones de Yahvéh o sobre Yahvéh (cf. 1Tes 5,2; 2 Tes 2,2; Hech 2,20b).

Israel dio también ocasionalemente otros nombres a su Dios; algunos de ellos como ...................(altísimo) y Schadai; nombre de Dios: "el. Omnipotente" no son raros. (vR1,238 -242). 

 

       7,2 Nombres de Dios, en Hebreo y griego:

En Hebreo:

El = Dios:  Gen 46,3 (Combinación: El Elyon = Dios altísimo: Gen 14,22; El Shadai = Dios todopoderoso: Gen 17,1; El Olam  = Dios eterno: Gen 21,33)

Elohim = Dios: Gen 1,1

Anonai = mi Señor: Jos 5,1

Yahvé = el Señor: Ex 3,14 (Combinación: Yahvé Yiré = el Señor proveerá: Gen 22,14; Yahvé Nisi =el Señor es mi bandera: Ex 17,17; Yahvé Elohim= El Señor es Dios: Jue 5,3; Yahvé Shalom = el Señor de paz: Jue 6,24; Yahvé Sebaot =el Señor de los ejércitos: 1 S 1,3.

 

En Griego:

Theos = Dios Mt 1,23 (El NT cuando habla de Theos, se refiere a Dios Padre)

Kyrios = Señor: Mt 5,33; (Combinación: Kyrios o theos = Señor Dios; en la LXX: Ex 20,11);

Pater = Padre : Mt 6,9; Jn 4,23

 

 

8) Lectura cristológica del éxodo:

La obra de redención efectuada por Cristo es el cumplimiento pleno del misterio de salvación prefigurado por el éxodo. San Pablo nos dice que "Jesús es el verdadero cordero pascual inmolado por nosotros (1 Cor 5,7) y los prodigios del éxodo (paso del mar Rojo, maná, roca) fueron las figuras de las realidades espirituales aportadas por Cristo (1 Cor 10,1-6)...San Juan nos dice que "los cristianos, liberados de la servidumbre del diablo por la sangre del cordero pascual (Jn 1,29; 8,34ss...) van camino hacia el reino de los cielos...Jesús en el momento de su resurrección, efectuó el primero su pascua, su "paso de este mundo al Padre" (Jn 13,1), de donde, "elevado de la tierra" atrae a sí a todos los hombres (Jn 12,32); y éstos, a su vez, realizarán su éxodo definitivo cuando "pasen" de este mundo de abajo al mundo de lo alto (Jn 5,24)" (VTB, voz Éxodo).

 

9) Datos importantes de la vida de Moisés con sus referencias bíblicas

(cfr. La Biblia de Estudio, Dios habla hoy, Bogotá, 1994, cuadro sinóptico ubicado en Ex 19).

Ex 2,1; 6,20:  De la tribu de Leví. Hijo de Amram y Jocabed; nace en Egipto, en la época en que el pueblo de Israel era esclavo de Egipto.

Ex 2,3-10:   Su madre lo esconde por tres meses de los egipcios. Luego lo pone en una canasta que deposita en el río Nilo. La hijo del faraón lo encuentra y lo adopta.

Ex, 2,11-22:  Mata a un egipcio por maltratar a un israelita, tiene que huir de Egipto. es acogido en el hogar de un sacerdote madianita, se casa con una hija del sacerdote y tiene un hijo de ella.

Ex 3,1-4,17: Ve una zarza que ardía, pero no se consumía. Dios lo llama a sacar a Israel de Egipto, y se revela a Moisés como Yahvé.

Ex 4,18-6,1: Regresa a Egipto y, junto con Aarón, va donde el faraón para comunicarle el mensaje de Dios.

Ex 6,2-13.28-7,7   Nuevo llammamiento de Moisés; Dios se le revela como el Dios viviente, que hizo alianza con Abraham; llamamiento de Aarón.

Ex 7,8-10,29   El faraón no permite a los israelitas salir de Egipto. Las primeras nueve plagas.

Ex 11,1-12,42   Anuncio de la décima plaga. Institución de la Pascua. Muerte de los primogénitos egipcios. El faraón da permiso para que los israelitas salgan de Egipto.

Ex 14-18   Dirige a Israel a través del Mar Rojo y en el desierto.

Ex 19-31   Dios da a Moisés la Ley en el monte Sinaí; también le da las instrucciones para hacer la tienda del encuentro.

Ex 32-33 Encuentra a Isarel adorando un becerro de oro; rompe las tablas de la ley; pide a Dios que le muestre su gloria.

Num 13-36:  Envía espías a Canaán; su informe aterroriza a los israelitas, estos se rebelan contra Dios, y Dios los condena a pasar 40 años en el desierto. También le prohibe a Moisés entrar en la Tierra prometida, aunque sí le permite dirigir al pueblo hasta allá.

Dt 1-33:   Antes de morir, Moisés habla a todo Israel: en cuatro discursos les recuerda la Lay y que, en la Tierra prometida, no deben olvidarse de lo que han aprendido de Dios. Deben confiar en el Señor y obedecer a su nuevo líder, Josué.

Dt 34:   Moisés asciende al monte Nebo y de allí ve la Tierra prometida. Muere a los 120 años y el pueblo lo llora.

Otras referencias en: 1 S 12,6-8; sal 77,20; 105,26-45; Mt 17,3-4; Hech 7,20-38; Heb 11,23-29; Jud 9.

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