SAN FRANCISCO DE SALES

 

 

 

(1567-1622)

Obispo y doctor de la Iglesia.

 

1) Busquen la sencillez (cfr. M 10).

2) Dios le agrada un espíritu sencillo, como el de los niños, y dispone de él conforme a su voluntad; pero no le agradan los espíritus orgullosos (cfr. M 49).

3) "La humildad nos hace más perfectos a los ojos de Dios; la dulzura, a los del prójimo" (M 38).

4) ¿Por qué tanto afán en buscar honores y preferencias? ¿No saben que el medio más seguro para lograrlos es despreciarlos? (cfr. M 50).

5) Dios se complace de ver en nosotros corazones sencillos, humildes y caritativos (cfr. M 23).

6) Miremos al prójimo con ojo sencillo y caritativo, sin pararnos mucho en examinar sus acciones (M 12).

7) En los hogares donde hay ruido, discusiones y discordia no entra el Espíritu Santo (cfr. M 41).

8) Antes de juzgar el prójimo pongámoslo en nuestro lugar, y a nosotros en el suyo; y seguro que entonces nuestro juicio será recto y caritativo (cfr. M16).

9) El hacer servicios a personas a quienes nos sentimos poco inclinados es mucho más meritorio, porque no es tanto el amor propio el que actúa, sino que se hace por amor a Dios (cfr M 19).

10) "La burla es el modo más malignos de ofender al prójimo con palabras" (M 22).

11) "Palabras sin esperanza de provecho jamás salgan de vuestra boca" (M 39).

12) "Dios exige mucho más de nosotros la fidelidad en las pequeñas ocasiones que nos pone en la mano, que los ardientes deseos de hacer grandes cosas que no están en nuestro poder" (M 10).

13) Cuando sientan el deseo de hacer una cosa grande, comienzen por ser humildes y desconfiar de ustedes mismos; después hay que abandonarse en los brazos de Dios y tener confianza en Él, que con su ayuda saldrán adelante (cfr. M 49).

14) No siempre podremos hacer grandes cosas, alegrémonos con las pequeñas cosas que se ofrecen a cada paso; pero hacerlas con fervor y con amor (cfr. M 31).

15) En las conversaciones pueden entretenerse y recrearse honestamente, pero cuiden de no hablar sino cuando les corresponda, dejando a los demás su turno (cfr. M 26).

16) "Si una persona me sacase por odio el ojo izquierdo, creo que le seguiría mirando amablemente con el derecho. Si me sacase también éste, todavía me quedaría el corazón para amarla" (JPI).

17) Sean fieles en las cosas pequeñas, y Dios les hará fuertes en las grandes (cfr. M 30).

18) La vida de los santos no es otra cosa que el Evangelio vivido (cfr. M 32).

19) "Si aman a Dios, hablarán con frecuencia de Él" ( M 40).

20) Vivamos en la presencia de Dios (cfr. M 34).

21) "El gran bien de un alma no consiste en pensar mucho en Dios, sino en amarle mucho" (M 49).

22) Amar a Dios en medio de los consuelos, pueden hacerlo todos; pero amarle cundo nos visita el dolor, es propio de almas generosas y constantes (cfr. M 42).

23) Recogimiento espiritual cada día y oraciones jaculatorias: estos son los medios para que avancemos en la vida espiritual (cfr. M 48).

24) "Es imposible llegar a una verdadera unión del alma con Dios sin la mortificación" (M 19).

25) Siempre que nos encontremos en algún aprieto, demos una mirada a la eternidad, y que después nada nos perturbe (cfr. M 32).

26) El que tiene el corazón desprendido goza siempre de un gozo interior, sin perderlo nunca; la tristeza sólo se apodera de los que están apegados a las cosas del mundo (cfr. M 26).

27) Las sequedades espirituales son mucho más útiles cuando no se procura con ansia el salir de ellas" (M 23).

28) La obediencia es tan agradable a Dios que bendice y hace prosperar los consejos que se toman de los otros, en especial los del guía espiritual (cfr. M 26-27).

29) Un gran remedio contra las tentaciones es ponerlas en conocimiento del guía espiritual con santa libertad; porque lo primero que el espíritu maligno busca es lograr que el alma se calle (cfr. M 37).

30) Si quieren conservar la castidad, huyan de todas las ocasiones de perderla; en esta materia el más leve comienzo acarrea consecuencias funestas (cfr. M 38-39).

31) "El hombre es la perfección del universo: el espíritu es la perfección del hombre; el amor es la perfección del espíritu; el amor de Dios es la perfección del amor". Por eso...la cima de la perfección es el amor a Dios (cfr. JPI).

32) El león es un animal poderoso, lleno de recursos. Por lo mismo, puede dormir sin temor, ya sea en una guarida escondida o entre medio de otros animales. Por tanto, sean leones espirituales. Llénense de fuerza, de amor de Dios, y no tendrán que temer a esos animales que son los defectos (cfr. JPI).

33) En cuanto la reina de las abejas sale al campo, todo su pequeño pueblo la rodea. Así, el amor de Dios no entra en un corazón sin que todo el cortejo de las demás virtudes se entren en él (cfr. JPI).

34) Sintámonos con Dios como un niño en los brazos de su madre (JPI).

35) La acción, incluso si no tiene éxito, vale con tal que esté hecha por amor de Dios. El mérito de llevar la cruz no está en el peso de ésta, sino en el modo de llevarla. Puede haber más mérito en llevar una pequeña cruz de paja que una grande de fierro. El comer o el pasear, si se hacen por amor a Dios, pueden valer más que el ayuno y otras renuncias (cfr. JPI).

36) Deseo grabar en vuestros corazones una cosa muy saludable: "Ni pedir nada, ni rehusar nada" (cfr. M 25).

37) Una moderación permanente en el comer vale mucho más que ciertas abstinencias rigurosas hechas de vez en cuando; pues después de ellas generalmente viene una relajación grande (cfr. M 30).

38) Es bueno estar siempre preparados como si en cada instante hubiéramos de morir (cfr M 23).

39) Una comunión bien hecha puede hacernos santos y perfectos (cfr. M 22).

40) Un Padrenuestro rezado con atención y fervor nos ayudará mucho (cfr. M 49).

41) El sacramento de la Eucaristía recibido con fe, con pureza y devoción, es de gran ayuda para fortalecer, consolar y divinizar en cierto modo nuestros corazones (cfr. M 37-38).

42) Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; hagamos todo con tranquilidad y calma (cfr. M 19).

Fuentes:

M: BALMES, Jaime, Dr. D. Pbro, Máximas entresacadas de las obras de San Francisco de Sale. Distribuidas para todos los días del año, Santiago de Chile, 1964.

JPI: Carta escrita por el Papa Juan Pablo I a San Francisco de Sales.

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