XXI.  Varios

 

 

7300.      Súplica a Cristo flagelado

 

      Amigo Jesús,

      te ofrezco mi vida

      mi pena y dolor,

      mis ojos, mis manos,

      y todo mi amor.

 

      Amigo Jesús,

      te pido tu fuerza

      tu luz, tu perdón

      mantenme muy cerca

      de tu corazón.

 

 

7301.     Himno a Cristo flagelado

 

I.    Oh Cristo flagelado

      por nuestra salvación,

      Tú eres mi esperanza

      y alivio en el dolor.

 

      De ti viene la fuerza

      de ti viene el perdón,

      el gozo y la alegría

      de nuestra redención.

 

II.  Y tú Virgen María

      consuelo en la aflicción,

      salud de los enfermos

      y nuestra bendición.

 

      Tú eres Casabierta

      nos das tu protección,

      condúcenos al Padre

      al Reino de su Amor.

 

 

7302.     Oración a Cristo flagelado

 

      Bendito seas Señor Jesucristo

      Hijo del Dios vivo.

 

      Tú eres el Redentor del mundo

      Nuestro Salvador y Señor.

 

      En ti cobra sentido nuestro sufrimiento

      porque fuiste flagelado por nosotros.

 

      Ven Señor Jesús y ayúdanos,

      para que tomados de tu mano

      lleguemos al gozo del Reino de tu Padre.

     

      Tú Señor, que te dejas atar las manos por

          nosotros.

      Tú que te entregas en manos de nosotros

      los pecadores.

 

      Ven y ayúdanos para que tomados de tu mano,

      demos sentido a nuestro sufrimiento

      y lleguemos al gozo del Reino de tu Padre.

 

      Tú Señor, que te entregas en manos del Padre,

      Tú que nos llevas atados a la libertad

          y la esperanza.

 

      Ven Señor Jesús y ayúdanos,

      para que tomados de tu mano

      lleguemos al gozo del Reino de tu Padre.

      Amén.

 

 

7303.     María, causa de nuestra alegría

 

      Oh causa de nuestra alegría,

      alivio de mi dolor,

      Madre de mi Salvador

      gloriosa Virgen María.

 

      Oh causa de nuestra esperanza

      acoge toda mi pena,

      dame tu mano serena

      Señora de mi confianza.

 

      Oh causa de nuestro consuelo

      condúceme al redentor,

      guárdame siempre en su amor

      querida Madre del Cielo.

 

 

 

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