Todos somos Adoradores
Por Fernando A. Rojas Morales


¿Qué es adorar?

Adorar, es ADMIRAR, conocer y reconocer el carácter de Aquél a quién se adora.

En el sentido de la actitud, adorar es el acto por el cual un adorador Estima como Superior a Aquel a quien adora, a quién comúnmente llama su_Dios.

La adoración es también una decisión del adorador de entregar absolutamente todo su ser, al Ser a quién se adora.

Adorar es asumir una condición de ser menor frente a otro a quién se considera mayor por sus atributos.

En sentido práctico, la adoración es una actividad espiritual, que encuentra su asiento o su lugar en el alma y se puede (o debe) expresar corporalmente.

Adorar es una forma de vida en la cual el adorador ha decidido vivir negándose a su yo para darle su espacio a otro_Yo mayor; ha decidido dejar sus ideas parcialmente válidas, sus sentires pasajeros y sus decisiones voluptuosas, para subyugarse a la mentalidad de Otro a quién considera mas Sabio, rendirse al Sentir de Aquel en Quién a encontrado un corazón Fiel y en Quién ha reconocido una Integridad inquebrantable.
 


¿A quién se debe adorar?

El Unico Ser digno de ser adorado es el Dios quién creó los cielos y la tierra con Su poderosa Palabra.

Un Dios que no tiene límites de tiempo ni de espacio y que trasciende a toda Su creación.

Este Dios es un ser que posee un carácter Santo, Incomparablemente Sabio, Invariablemente Misericordioso, Incomprensiblemente Amoroso e Infinitamente Todopoderoso.

Se adora a Aquel en quien se reconoce toda la Autoridad, la propiedad de todas las Riquezas y el mérito para poseer todo el Honor y toda la Gloria!

El Dios que habita en los cielos de los cielos y quien se ha manifestado en la tierra.

Este Dios fue quien se dio a conocer a través de las vidas de hombres como:
Abel, Enoc, Noé, Abraham, Isaac y Jacob, Elías, David.

Dios es Uno solo, El es a quien Jesús llamó: Padre

Fue el Dios que cambió el nombre de Jacob por Israel y formó una nación a partir de éste hombre, para dar a conocer Su Gloria interviniendo en la vida de los que El llama Su pueblo a través de incontables maravillas y prodigios milagros.

Debemos tener en cuenta de que se trata de un Dios invisible y por lo tanto no existe imagen alguna que podamos hacer de El para utilizarla como símbolo para adorarle.
  


¿Cuál o cuales son los nombres de Aquel a quien adoramos?

Los nombres de Dios son muchos y son expresiones de Su propio carácter. No quiere decir esto que Dios se haya revelado a los hombres en diferentes formas, como lo aseguran las religiones de pensamiento Nueva Era. El Dios a quien nos referimos es el Dios de Israel, ya que El escogió revelarse por medio de un pueblo para diferenciarse de los dioses falsos de los otros pueblos. Todos los nombres que se mencionen hacen referencia a Ese mismo y Unico Dios, quien se da a conocer como Yo_Soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.

Y así como se utiliza el nombre de una persona para llamar su atención, también requerimos de los nombres de Dios para invocar Su Presencia. Se puede decir que a cada uno de sus nombres se puede asociar un tipo de adoración. Si deseamos reconocer Su Poder, el nombre a utilizar es: Todopoderoso, que en hebreo equivale a El-Gibor; en el sentido de Su Potencia para hacer todo lo que El quiere. Si necesitamos reconocerle como el Omnipotente, su nombre en hebero es El-Shaddai; el sentido aquí cambia, se refiere a Su capacidad ilimitada para satisfacer a todas Sus criaturas como lo hace una madre con un hijo recien nacido. Si queremos invocarle como nuestro Protector lo podemos llamar Jehová-Sabbaot. Si queremos reconocerlo como nuestro proveedor y quien nos capacita para hacer las riquezas, entonces el es Jehová-Jireh. Si necesitamos recordarle al enemigo que no nos vencerá por que el Vencedor está por nosotros, podemos llamarle Jehová-Nissi, El es nuestra bandera y Su bandera sobre mi es Amor. Si lo que necesitamos es reconocer que hemos sido justificados por Su gracia y que nos podemos acercar a Su trono sin que nadie nos acuse, Su Nombre es Jehová-Tsidkenu, El es mi Justificador. Si queremos un ambiente de libertad para adorarle porque estamos en una condición que nos privilegia, necesitamos llamarlo Jehová-M’kadesh, el es mi Santificador. Si estamos en una situación difícil pero insistimos en no separarnos de El y adorarlo, llamémoslo Rohí, El es mi Pastor. Si estamos tendidos en cama pero sabemos que El sigue siendo soberano en nuestra condición, adorémoslo como Jehová-Rapha, nuestro Sanador. Si estamos tan necesitados de un apoyo y queremos descansar en adoración sabiendo que El se ocupa de todo, el es Ishi, marido mío. Si queremos reconocer que El es la fuente de todo nuestro bienestar, y Aquel que nos da la Paz que sobrepasa todo entendimiento, invoquémosle como Jehová-Shalom.

Aún tenemos más nombres inspiradores: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz, Celoso, Jehová de los Ejércitos.

Uno de sus nombres más conocidos pero a la vez más profanado, pero que sin embargo es El nombre que es sobre todo nombre: Jesús, a quien también se le llama Emmanuel, Fiel y Verdadero y Vencedor.

Si llegamos a un momento en que percibimos la fragilidad de nuestra vida y nuestra condición temporal, hay un nombre incomparable y solo atribuible a EL: Yo_Soy_El Que_Soy. Aquel que se presenta como Unico Autosuficiente, El que siempre ha sido, es y será Dios.
  


¿Donde adorar a Dios? o ¿Donde no adorarlo?

La Samaritana que conversó con Jesús en el pozo de Jacob aquel caluroso mediodia tenía la inquietud por saber cual era el lugar autorizado por Dios para adorar. Ella dijo: "Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar", a lo cual Jesús respondió: "Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre". Jesús le dice que no es ni acá ni allá, pero se cuida de decirle donde es el lugar correcto. "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren". El lugar para adorar a Dios se define en la Avenida del Espíritu con la calle de la Verdad. Allí queda un templo que es el lugar donde habita Dios mismo por la Presencia de Su Santo Espíritu. Allí es posible encontrarlo y adorarlo, en cualquier lugar y momento donde nuestra alma se eleve a buscarlo. Si en verdad has invitado a Jesús a entrar en tu vida. No puedes ignorar que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, lugar donde Dios ha escogido vivir para que hagamos de nuestro corazón un altar para adorarle.
  


¿Cuándo adorar a Dios? o ¿Cuando no adorarlo?

Como acabamos de leer en el pasaje de la Samaritana, Jesús dijo: "Mas la hora viene, y ahora es". Nuestro pasado ya pasó y el futuro lo viviremos cuando llegue el momento, así es de que el verdadero tiempo de que disponemos para adorar a nuestro Dios es ahora mismo.

La palabra de Dios dice Que Jesús SIEMPRE hizo TODO lo que el Padre le mandó hacer y SIEMPRE dijo TODO lo que el Padre le dijo que dijera. Siendo Jesús el más grande ejemplo de un adorador encontramos que en TODA circunstancia y en TODO momento, El estaba adorando a Dios por medio de su conducta. Esto nos lleva a otra pregunta sobre la adoración
  


¿Cómo adorar a Dios?

Hablar de las formas no tiene mucho sentido, ya que la Palabra de Dios dice que todas Sus criaturas lo adoran. Entonces cada uno tendrá su forma particular de hacerlo. ¿Será que eso es lo que hacen las aves con sus trinos?, ¿los delfines cuando saltan como exultantes en el mar?, ¿los perros cuando baten la cola? La Palabra de Dios dice que los arboles del campo lo aplauden y que el mar cuando ruge también lo reconoce. Entonces mejor que aprender formas es conocer y vivir las características de una verdadera adoración, que tenga la garantía de ser recibida con beneplácito en el cielo. En este punto solo es suficiente decir que a Dios se le adora por medio de la fe. Es necesario que quien se acerque a El, CREA que Dios Existe, es un Dios Viviente y que es galardonador de los que le buscan.
 


¿Cuál es la mejor manera de adorar a Dios?

Siguiendo el ejemplo de Jesús podemos entender que la mejor manera de vivir la adoración a Dios o dicho de otra forma, la forma mas sublime de adoración es la OBEDIENCIA incondicional, absoluta e instantánea a nuestro Padre Celestial. Tal vez algunos pensemos que es orar o cantar o danzar o aplaudir, pero Jesús es el modelo y Su vida la dedicó a la obediencia absoluta.
  


¿Cuáles son las características de la adoración?

La adoración tiene varias características, entre las cuales se encuentran:


¿Porqué la mayoría de los hombres no adoran a Dios?

El plan inicial de Dios fue que Adán lo adorara, pero conocemos bien la historia de Adán y vemos como dejando a un lado la Palabra de Dios Adán decide obedecer al engañador, rompiendo su adoración a Dios. En este hecho podemos entender que adorar tiene que ver con creer y con obedecer o dicho de otra forma, creer y obedecer son una forma de adorar. Se puede decir que Adán dejó de adorar a Dios y pasó a adorar al engañador cuando decidió desobedecer a Dios y obedecer a éste último.

A causa del pecado la naturaleza adoradora del hombre se corrompió y de ésta manera el hombre pasó de adorar al Dios Viviente, Su Creador, a adorar la naturaleza, los astros, los animales, imágenes de madera o de yeso, y hoy día se adora a otros seres humanos, a cosas abstractas cómo el dinero y la fama, o lo que está más de moda, al placer y a sí mismo. Esta clase de adoración es a lo que se llama idolatría. 
La idolatría es adoración_basada_en_la_mentira pero es diferente a la adoración mentirosa o adoración falsa. La adoración a Dios es verdadera adoración, adoración verdadera, adoración en la verdad, pero no es suficiente con que se adore a Dios, la adoración debe ser integra en su esencia ya que a Dios no se le puede engañar. Si el adorador se decuida y su adoración pierde su esencia su adoración se convierte en algo vano, tal vez no idolatría en el sentido estricto pero si religiosidad e hipocresía.

  


¿Si no es adoración, entonces qué es?

La adoración basada en la mentira se denomina idolatría. Idolatría es la adoración causada por el engaño de adorar a quien no debe adorarse. Existen varias opciones para los idolatras, que quienes aspiran a ser verdaderos adoradores deben vigilar. Idolatría es:


¿Quién puede calificar la verdadera adoración?

Solamente Dios.

A causa del pecado, existe el peligro de que la adoración pase de ser verdadera a ser falsa. La adoración falsa es, como ya dijimos antes, religiosidad e hipocresía. Se presenta cuando el adorador deja que la grosura se forme en su corazón y entonces como la grasa en un deportista se disminuye su rendimiento, su adoración pierde su sabor.

Esta situación ocurre a causa de no darle al que lo merece, al Dios Altísimo, la Gratitud y la Gloria que se le deben, entonces el adorador toma para sí, como un veneno mortal, el honor, honra, estima y bendición de parte de los hermanos y por no presentarlos a Dios como ofrenda, éstas bendiciones dejan de serlo y así como se pudre la comida que no se consume a tiempo y se deja a la intemperie, las cosas buenas se convierten en vanidad en el corazón del adorador, que va rebajando poco a poco la calidad de su adoración.
  


¿Existe una diferencia entre Adorar y Alabar?

Adorar tiene que ver con amar a Dios en sentido práctico por lo que El es para nosotros, por sus Atributos, como ya dijimos. Alabar tiene que ver con darle gracias por lo que El ha hecho por nosotros, por sus dádivas y bendiciones. Mientras en la adoración se experimentan momentos de profunda intimidad donde solo estan Dios y su adorador. En la alabanza podemos levantar gritos de verdadero júbilo ante la comprensión de la majestad de sus obras en la creación y de sus hechos a favor de los que lo amamos. En la alabanza se dan palmas al Hacedor de maravillas y prodigios, se brinca de gozo ante Su victoria frente a Sus enemigos, que son los nuestros.

La línea divisoria entre alabanza y adoración a veces no es muy clara, ya que en un momento de alabanza se puede estar haciendo una exaltación gloriosa de Su poder y en un instante pasar del júbilo al quebrantamiento que conlleva la comprensión del ejercicio de Su poder en la forma de Su inmerecida Gracia a nuestro favor.
  


¿Qué pasa si no adoramos al Dios Santo y Verdadero?

A causa de tener una naturaleza de adorador diseñada por Dios el hombre que no conoce a Dios o no sabe que debe adorarlo ni cómo adorarlo, termina por "buscarse" otro dios a quién adorar. Ahora, el problema es que quién adora a otro dios, como el poder, el dinero, el placer, una persona, una estatua, ángeles o a sí mismo, no se da cuenta que "lo hace". No sabe con exactitud que es lo que está haciendo, ni puede ver el error en el que está, ya que a ninguno de nosotros se nos ha enseñado lo que es la adoración, ni como adorar. No se nos ha dicho como podemos saber a quien o a qué estamos adorando.
 
Hacer de alguien que no es Dios nuestro Dios tiene implicaciones mortales para el adorador, ya que se está poniendo en el lugar de Dios a alguien o a algo que no lo es. Ese mismo algo o alguien se caerá del pedestal en que se le ha puesto por su propio peso y en el peor de los casos acabará con el adorador también.

Cuando se adora a alguien o a algo diferente a Dios, entonces esa adoración pierde su esencia, deja de ser adoración y ser convierte en idolatría.
  


¿Por qué adorar a Dios?

¡Porque Dios es DIGNO! Y porque solamente El lo es.

Porque ante la presencia de un Dios Creador de todo lo que es y existe, un Dios para el cual no existe nada imposible, ni siquiera difícil, un Dios infinitamente Sabio, Vestido de Majestad, lleno Misericordia inagotable, Fiel en extremo, Indescriptiblemente Hermoso en Su Santidad, Vestido de Hermosa Realeza y Magnificencia! que en Sí mismo es Amor, la única respuesta posible de Sus criaturas es adorarle y de sus hijos es adorarle!

No existe ninguna razón valida para no adorar a Dios. Cualquiera que no lo hace se está autoexaltando a sí mismo como dios y eso es orgullo.  


¿Para qué adorar a Dios? ¿Qué hace la adoración en el adorador? ¿Cuáles son las consecuencias de la adoración?

La Palabra de Dios índica que un adorador va tomando semejanza de aquello o Aquel a quien adora a medida que lo va haciendo.

Así es de que: ¿Qué pasa con aquellos que adoran objetos inanimados? (...), ¿Qué pasa con aquellos que adoran al dinero? (...), ¿Qué pasa con aquellos que se adoran a sí mismos? (...).

De igual forma, ¿qué pasa con aquellos que adoran al Verdadero Dios, quien es Amor, Fuente de Santidad y de Pureza, de Fidelidad, Dueño de todo el Poder, Dios de Misericordia, de Justicia, de Bondad, de Fe, de Paciencia, de Gozo, de Paz,...?
 


¿Cómo podemos saber a quien adoramos realmente?

Nosotros podemos examinarnos a nosotros mismos y conocer a quien estamos adorando realmente al darle nombre a:


¿Le interesa a Dios que lo adoremos?

Dios no está interesado en nuestra adoración, Él está interesado en el adorador.

El diablo está interesado en nuestra adoración, recordemos que tentando a Jesús le ofreció los reinos del mundo diciendo: "todo esto te daré si postrado me adoras". Pero de Dios, dijo Jesús: "Busca adoradores que le adoren en Espíritu y en Verdad".
  


¿Porqué un Dios Autosuficiente, Dueño del cielo y la tierra y todo lo que en ellos hay buscaría adoradores? ¿En que se beneficia Dios con los adoradores?

La Palabra de Dios declara que Dios es Amor, y es una clase de Amor que se da totalmente y que desea entregarse a aquellos que reconocen su necesidad de recibirlo. Dios ha hecho disponible Su Amor a todos aquellos que lo adoren en Espíritu y Verdad, para que por medio de la adoración lo conozcan y tengan comunión con Él. Dios ha dispuesto manifestar Su Presencia en medio de aquellos que le adoran para administrarles Su Amor, Su Gracia y Su Misericordia. Aunque El puede decir, "Sí Yo tuviera hambre no te lo diría a ti, porque mia es la tierra y su plenitud", aunque es tan difícil de creer, El se deleita en darse a sí mismo y está buscando quien lo aprecie y lo reciba con amor y reverencia.
  


¿Quién puede ser nuestro modelo de adorador?

Jesús el Unigénito Hijo de Dios es el Modelo del Verdadero Adorador. Veamos algunas de sus características:


¿Cuánto cuesta adorar?

Adorar es darse a sí mismo. Es dar tu tiempo, tu concentración, tus pensamientos, tus sentidos, tu cuerpo. Es dejar a un lado todo lo que te carga, despojarte de ansiedades, necesidades y caprichos y ocuparse de Otro, Aquel a quien adoras. Por tanto el precio es el adorador en sí mismo. El asunto es que el adorador no se pertenece a sí mismo porque fue comprado por Aquel a quien adora, o sea que no tiene nada que dar porque no tiene nada de sí mismo. Sabe que si tuviera algo o a alguien seria justamente a Aquel a quien adora, ¿y como darle a El, El mismo?.

En un sentido no le cuesta por que lo que da no es de él. En otro sentido le cuesta todo, da todo, porque Aquel a quien adora, le ha dado todo! Hasta la libertad de elegir adorar, solo que el adorador no quiere esa libertad, sino que quisiera ser un prisionero de Aquel a quien adora; ¡El quisiera que su Dios fuera su misma prisión y sabe que entonces sería verdaderamente libre! Sabe que Aquel a quien adora es más importante para seguir viviendo que el aire que respira, porque sin aire se muere, pero sin Dios, ni siquiera es un muerto, es nada!


¿Cuál es el valor de la adoración?

Por tratarse de una actividad en la cual está Dios comprometido como fin en sí mismo, la adoración cobra un valor eterno. Es la actividad que realizan todos aquellos que habitan en los cielos de los cielos donde Dios mismo mora. Es la actividad que rinde dividendos eternos. Quien adora se hace tesoros en el cielo. Quien adora tiene la mirada puesta en las cosas de arriba y no en las de la tierra. Quien adora adquiere por experiencia la forma de pensar de Aquel a quien adora y su forma de vivir. También tiene consecuencias en la vida terrenal del adorador, ya que esta vida es sombra de la que se vive en la presencia de Dios como adorador.
 


¿Quiénes pueden adorar?

Todos los seres creados son adoradores por naturaleza.

La adoración es la respuesta natural de una criatura a Su Creador.

Toda criatura tiene capacidad para adorar; esto incluye también al hombre, quién fue creado a la imagen y conforme a la semejanza del Dios a quien debe adorar.

Las criaturas adoran instintivamente pero el hombre ha sido dotado de voluntad, intelecto y emociones. La adoración del hombre debe incluir todo su ser.


¿Cómo mantener el carácter de un verdadero adorador para poder ofrecer verdadera adoración al verdadero Dios?

Jesús relató una parábola acerca de un siervo quien después de realizar y terminar todas sus labores "en la tierra de su amo", llega a la "casa de Su amo". Dijo Jesús que cuando el siervo llega a la casa, el amo no le dice siéntate y come sino que le dice: "prepárame la comida y sírveme!". Es necesario mantener la plomada de quien es Dios en la vida del adorador. El adorador es consiente de que "Su Padre hasta ahora trabaja y Jesús también trabaja", y de que Su comida es que él, así como El (Jesús), haga la voluntad del Padre; por tanto el adorador sacará agua del pozo de Jacob a un Jesús Todopoderoso que no tiene como sacarla. El adorador no dejará que Jesús se vaya sin haber satisfecho Su sed.

Esto habla del carácter Santo y Justo de Dios que se acuerda del hombre en quien puso Su misma Semejanza y a quien puso para señorear sobre Su creación. El adorador sabe que ahora para señorear, debe restaurar el señorío del Hijo del hombre sobre su propia vida primero para traerla sobre su tierra; y esto se logra no sentándose en el trono sino postrándose ante el trono eterno, del que por la eternidad es Rey y Señor.
 


¿Conoces algún otro adorador aparte de Jesús? y ¿Porqué se caracterizaron?



¿Puedes adorar?

Todos podemos adorar a Dios. Es una elección libre.

La condición es que para asegurarnos de poder llegar a Dios a adorarle, debemos nacer del Espíritu, nacer de nuevo, por medio de Jesucristo para así poder estar en la verdad, así podremos ser verdaderos adoradores y entonces adorar a Dios en_Espíritu y en_Verdad, que es la única forma de adoración que Dios acepta. Dios está buscando adoradores, y tu y yo podemos serlo. Si nos sentimos indignos debemos recordar que aunque somos inmerecedores a causa de nuestras iniquidades que lo ofendieron y de nuestros pecados que levantan un muro de división impaasble hacia El.  Jesús vino a sufrir la ira de Dios, el justo pago por nuestras transgresiones al morir en la cruz, de esta manera en su propio cuerpo El derribó el muro que nos separaba de Dios y ahora podemos con libertad entrar con confianza ante la presencia de Dios para adorarle.


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