A la memoria de
J.R.R. Tolkien
Entonces los
Edain se hicieron a la vela sobre las aguas profundas, detrás
de la Estrella; y los Valar pusieron paz en el mar por muchos días,
y mandaron que el sol brillara, y enviaron vientos favorables, de manera
que las aguas resplandecieron ante los hijos de los edain como ondas cristalinas,
y la espuma volaba como la nieve entre los mástiles de los barcos.
Pero tanto brillaba Rothinzil, que aun por la mañana los hombres
podían ver cómo resplandecía en el Occidente, y brillaba
solitario en las noches sin nubes, porque nada podían las estrellas
a su lado. Y navegando hacia él, al cabo de múltiples leguas
de mar los Edain lleagorn a la vista de la tierra que les estaba preparada,
Andor, la Tierra del Don, que resplandecía en vapores dorados. Entonces
abandonaron el mar, y se encontraron en un campo hermoso y fructífero,y
se alegraron. Y llamaron a esa tierra Elenna, que significa Hacia las Estrellas;
pero también Anadûnê, que significa Promontorio del
Occidente, Númenorë en Alto Eldarin.
Éste fue el principio del pueblo que en la lenga de los elfos grises se llama Dúnedain: Los Númenoreanos, Reyes entre los Hombres
Silmarillion, p353