Introducción
Comienza luego el estruendo, empiezan a tañerse flautas. Golpean y blanden los escudos, los que están para afrontar la guerra. Persiguen a los españoles, los acosan, los atemorizan: luego atraparon a quince españoles. Los llevaron y sus barcas retrocedieron y fueron a colocarlas en medio de la laguna .
Cuando así se hubo cegado el canal, ya marchan los españoles, cautelosaumente van caminando: por delante va el pendón; van tañendo sus chirimías, van tocando sus tambores.
Pues ahora ya llevan los mexicanos a sus cautivos al rumbo de Yacacolco. Se va a toda carrera, y ellos resguardan a sus cautivos. Unos van llorando, otros van cantando, otros se van dando palmadas en la boca, como es costumbre en la guerra.
Y todo el pueblo estaba plenamente angustiado, padecía hambre, desfallecía de hambre. No bebían agua potable, agua limpia, sino que bebían agua de salitre. Muchos hombres murieron, murieron de resultas de la disentería.
Y sucedió una vez que otros de a caballo entraron al mercado. Y después de haber entrado, recorrieron su circuito, fueron caminando al lado del muro que cierra el cercado. Iban dando estocadas a los guerreros mexicanos, de modo que muchos murieron. Atropellaron todo el mercado. Fue la primera vez que vinieron a dar al mercado. Luego se fueron, retrocedieron.
Fue en este mismo tiempo cuando pusieron fuego al templo, lo quemaron. Y cuando se le hubo puesto fuego, inmediatamente ardió: altas se alzaban las llamas, muy lejos las llamaradas subían. Hacían al arder estruendo y reverberaban mucho.
Sucedió en una ocasión que llegaron los españoles hasta Atliyacapan. Desde luego saquearon y atraparon a las gentes para llevárselas, pero cuando los vieron los guerreros mexicanos, luego los persiguieron, les hicieron disparos de flechas los mexicanos.
En este tiempo colocaron los españoles en el templete una catapulta hecha de madera, para arrojar piedras a los mexicanos.
Por su parte, los guerreros mexicanos vienen a ponerse en pie de defensa, en hileras. Muy fuertes se sienten, muy viriles se muestran. Ninguno se siente tímido, nadie muestra ser femenil. Dicen:
Por su parte, el rey Cuauhtémoc y con él los capitanes Coyohuehuetzin, Temilotzin, Topantemoctzin, Ahuelitoctzin, Mixcoatlailotlactzin, Tlacuhtzin y Petlauhtzin tomaron a un gran capitán de nombre Opochtzin, tintorero de oficio. En seguida lo revistieron, le pusieron el ropaje de "tecolote de quetzal", que era insignia del rey Ahuizotzin.
1 Cuáchic: "El hombre varón fuerte llamado quáchic, tiene estas propiedades, que es amparo, muralla de los suyos, furiosos, rabioso contra sus enemigos, valentazo por ser membrudo, al fin es se
ñalado en la valentía." (Sahagún, op. cit., t. II, p. 112).
2 Pasadores (véase nota 2 del cap. X).
3 Informantes de Sahagún: Códice Florentino, lib. XII, caps XXXIV, XXXVII y XXXVIII. (Versión de Ángel Ma. Garibay K.)