En el mundo intelectual de occidente, la
interpretación común es que el Lama Tsong Kapa fue tan solo
un profesor. Los occidentales no le reconocen como a un gran yogui, un
gran practicante, un mahasida. De hecho, Lama Tsong Kapa escribió
y enseñó mucho más sobre tantra que sobre sutra, pero
debido a que no mostró su aspecto de mahasida los occidentales tienen
la impresión de que sólo fue un intelectual. Por ejemplo,
algunas personas piensan que los Guelupas, los seguidores de Lama Tsong
Kapa, no practican la meditación no-conceptual. Piensan que sólo
las demás tradiciones meditan de esta manera y que Lama Tsong Kapa
negaba este punto y que sólo enseñó meditación
intelectual analítica.
He escuchado a individuos occidentales que dicen: "los Guelupas están siempre intelectualizando, siempre forzando sus cerebros". Esto, no es cierto.
Lama Tsong Kapa siendo todavía un adolescente, ya era un gran meditador. Y desde su juventud él no se enfermaba como nos sucede a nosotros. Si tenía algún pequeño problema él solo se curaba. Cuando venía una inundación o una avalancha, él decía una oración y estos pasaban. Si leen su biografía podrán ver que el Lama Tsong Kapa fue un gran mahasida.
El Festival de Monlam, el gran festival de oración que se celebra en Lhasa luego del Nuevo Año Tibetano fue establecido por él. Los monjes, monjas y laicos de todas las tradiciones de Budismo Tibetano acuden todos juntos a presentar ofrendas y a hacer oraciones. Durante el primero de estos festivales se ofrecieron un número inmenso de lámparas de mantequilla. Un día, sin saberse cómo, todas las lámparas se encendieron en una gran llama. Muy pronto el fuego estuvo fuera de control y todo mundo estaba asustado y temeroso de que el templo se quemara. Corrieron gritando donde el Lama Tsong Kapa y le dijeron: "tus ofrendas van a quemar nuestro templo". El se sentó, entró en meditación de samadhi, y en un instante todas las llamas se apagaron debido a una gran ráfaga de viento. Esto sucedió gracias a su meditación del fuego interno.Los tibetanos consideramos que cuando puedes controlar los cuatro elementos de tu sistema nervioso por medio de la meditación en el fuego interno, también puedes controlar los elementos externos. Lama Tsong Kapa no necesitó un carro de bomberos para apagar el fuego, pues con su bomba de incendios interior hizo que las llamas desaparecieron por completo. Esto prueba que el Lama Tsong Kapa fue un ser muy poderosos y realizado. Además, durante este mismo acontecimiento también percibió a los 48 mahasidas en el espacio sobre Lhasa.
Lama Tsong Kapa tampoco carecía de poder telepático. Una vez él se encontraba en una pequeña cabaña de retiro, situada a unos treinta minutos a pie del lugar en donde más tarde él aconsejara que se construyera el monasterio de Sera. De pronto, el Lama se ausentó sin que nadie supiera los motivos. Ese mismo día algunas personas enviadas por el emperador de la China, quien había escuchado de la fama del Lama Tsong Kapa, arrivaron con una invitación para que el Lama fuese a la China. Pero nadie pudo encontrarlo. Nadie tenía ni idea de que esto fuese a suceder dicho día pero el Lama Tsong Kapa sí lo sabía y escapó a las montañas. Esto demuestra que el Lama Tsong Kapa tenía poderes telepáticos pero es también un buen ejemplo de su perfecta renuncia. El más mínimo pensamiento mundano le repugnaba. Pensemos, que nos sucedería a cualquiera de nosotros ante la misma situación. De seguro que habríamos aceptado la invitación! Y en mi caso, yo no habría podido resistirme a aceptar la invitación de alguien rico que viniera a visitarle.
Aun cuando Lama Tsong Kapa fue increíblemente famoso, nunca acudió a lugares de distracción; permanecía en lugares aislados en las montañas nevadas. En cambio nosotros vamos a los lugares más equivocados. Esto demuestra cómo somos, y que nuestra renuncia no es perfecta.
Lama Tsong Kapa tuvo muchos miles de discípulos por todo el Tibet y permanentemente recibía ofrendas, pero él no disponía de una cuenta bancaria o de una casa; ni siquiera tenía un pedacito de tierra en el cual cultivar su comida. Todo lo que recibía lo regalaba a los demás. Permaneció incontaminado. Ganden fue el monasterio de Lama Tsong Kapa pero él permanecía allí en calidad de invitado. Les visitaba, recibía cosas, las regalaba y se iba sin nada. El es el perfecto ejemplo de como vivir de acuerdo con el Dharma.
Dos o tres años antes de que Lama Tsong Kapa muriera, el Buda Manyusri, con quien el Lama mantenía una estrecha relación, le dijo: "Ya te ha llegado la hora de morir". De pronto, un número infinito de Budas hizo su aparición y le rogaron al Lama Tsong Kapa que no muriese, dándole una iniciación de inmensa energía para que pudiese vivir por más tiempo. Entonces Manyusri predijo que él viviría hasta cierta edad específica. Poco tiempo antes de morir a Lama Tsong Kapa se le cayó uno de sus dientes y todos vieron que emitía un chorro de luz como un arcoiris. El le dió el diente a Kedrub Rinpoché, uno de sus hijos predilectos, pero sus otros discípulos dijeron: "Oh, tú le has dado el diente a Kedrub Rinpoche, pero podemos nosotros tener un pedacito también? Lama Tsong Kapa les dijo que rezaran para lograrlo, así que Kedrup Ye puso el diente sobre el altar. Todos hicieron muchas oraciones y meditaron largamente y del diente seguía saliendo una luz de arcoiris. Pasada una semana, Lama Tsong Kapa dijo: "Dónde está1 mi diente? Traiganlo aquí". Cuando él abrió la caja, todos vieron que el diente se había convertido en una imagen de Tara rodeada de píldoras de reliquias. Lama Tsong Kapa dió algunas de las píldoras a los discípulos que las pidieron. Predijo también que 500 años más tarde dichas reliquias irían a Bodgaya, predicción que se ha vuelto realidad: aunque los chinos destruyeron los restos del cuerpo de Lama Tsong Kapa, algunas de sus reliquias fueron llevadas a la India cuando los tibetanos se exiliaron.
Cuando el Lama Tsong Kapa murió, lo hizo de manera perfecta. Primero puso todo en orden. Después le pidió a uno de sus discípulos que trajese una kapala (vasija hecha con un cráneo). Entonces hizo la meditación del ofrecimiento interno y tomó 33 sorbos de dicho ofrecimiento. Esto era un signo de que él internamente era la deidad Guyasamaya. Finalmente murió mientras se encontraba sentado meditando y con sus hábitos puestos.
Esto es lo que distingue a un mahasida. El no tuvo necesidad de anunciar que era un mahasida pues sus acciones lo probaron. Lama Tsong Kapa lo demostró a sí mismo. Puede usted imaginarse morir en forma deliberada y en un estado totalmente puro? Cuando nosotros morimos dejamos hecho todo un desastre. Deberíamos pues motivarnos y orar para que muramos como lo hizo Lama Tsong Kapa en lugar de morir como una vaca. Este es un derecho que tenemos los humanos.
Oren para que en lugar de morir deprimidos, con una expresión miserable, mueran llenos de gozo. Inténtenlo. Existe una posibilidad. Propónganse a ustedes mismos: "cuando yo muera, controlaré mis emociones tanto como me sea posible y moriré en paz". Propóngaselo porque la motivación tiene poder. Cuando le llegue el momento de morir, gracias a su poder de voluntad usted recordará su oración. Si su motivación no es fuerte en este momento, usted llegará a su fin completamente agitado. Si de antemano sabemos qué es lo que hemos de hacer, lo recordaremos en el momento de la muerte. Les digo esto porque yo así lo creo y no porque tenga realizaciones al respecto.
En una ocasión, ya muerto Lama Tsong Kapa, Kedrub Ye se encontró muy triste. Lama Tsong Kapa había explicado todo el Sendero hacia la Iluminación en forma exhaustiva, desde el comienzo hasta el final, partiendo del Hinayana hasta llegar al Paramitayana y al Tantra. Miles y miles de personas habían meditado sobre sus enseñanzas y habían alcanzado realizaciones. Pero Kedrub Ye estaba triste pensando: "ahora las enseñanzas del Lama Tsong Kapa son como relámpagos, como espejismos y están desapareciendo. Infortunadamante los tibetanos se están degenerando. El le enseño a las personas a no aferrarse a los deseos del mundo sensorio y sin embargo hoy en día, las personas están más apegadas y están teniendo más deseos que nunca" . Y Kedrub Ye tenía motivos para sentirse así pues habían muchas degeneraciones. Se encontraba muy apesadumbrado y lloraba y lloraba. Entonces rezó y ofreció un mandala. De repente el Lama Tsong Kapa apareció ante él en la forma de un joven sentado en un trono de joyas rodeado de deidades, dakas y dakinis y le dijo: " Hijo mí no deberías estar llorando. Mi principal mensaje para los seres es que practiquen el camino del tantra. Practícalo tú y luego enséñalo a quienes estén preparados. En lugar de llorar debes tratar de ayudar a convertir esto en realidad lo cual me hará muy feliz".
Lo mismo se aplica a todos ustedes, si practican Lama Tsong Kapa sonreirá.
En otra ocasión Lama Kedrub Ye tenía algunas preguntas técnicas sobre el Tantra y no podía encontrar a nadie que se las contestase. De nuevo se puso a llorar. Su corazón se le partía en pedazos. Una vez más oró fuertemente y ofreció un mandala. Lama Ye Tsong Kapa se le manifestó y le dió muchas enseñanzas e iniciaciones.Y todavía en una ocasión más en la que Kedrub Ye se encontraba llorando y orando intensamente Lama Tsong Kapa se le manifestó en un aspecto de color rojo sosteniendo una espada y una Kapala montando sobre un tigre. Más tarde, él mismo se manifestó como Manyusri, y en otra ocasión en su forma habitual pero conduciendo un elefante blanco.
Cinco visiones aparecieron cuando, por diferentes razones, Kedrub Ye lloró y oró. Bueno y por qué les cuento estas historias? Es bueno saber que Lama Tsong Kapa fue un gran yogui, un mahasida -no hay duda al respecto- y que Kedrub Ye tenía tales realizaciones internas que simplemente llamándolo el Lama Tsong Kapa se le manifestaba.
Ustedes deben también comprender que el campo de trabajo principal del Lama Tsong Kapa fue el tantra. Aun cuando vivimos tiempos degenerados, tenemos la oportunidad de escuchar su forma de explicar el sendero tántrico y de tratar de ponerlo en práctica; somos tan afortunados. Incluso aun cuando sepamos pocas cosas acerca del Budismo, si las practicamos Lama Tsong Kapa estará muy feliz.
Tomado de la revista MANDALA de la FPMT. Nov-Dic de 1995. Traducido al Castellano por voluntarios del Centro de Meditación Budista Yamantaka de Bogotá, Colombia.