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Aportación de Helen desde México:
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-Pepito Grillo, sí... Pepito Grillo, contestó su madre
-Pues no creo ya que Pepito Grillo sólo es un ser de los cuentos. No, yo creo que realmente existe.
-Pues tú estás loco.

Así pasó el tiempo y conforme "José" iba creciendo, más a Pepito Grillo se parecía. 
Un día Pepito concoció a Francisco que a diferencia de él era un niño rebelde que no le gustaba ir a la escuela, pero Pepito, niño esponsable y bien educado, se hizo su super amigo y un día Paco le dijo a Pepito: 
-Tengo flojera de ir a la escuela, cómo ves si nos vamos al cine o a la feria.
Pepito tenía también mucha flojera,y tentado por la sugerencia de Paco, a punto estuvo de fugarse de la escuela, pero reflexionando habló con Paco y le explicó el mal que se hacía al no ir a la escuela, y Paco en ese mometo lo comprendió y así durante el año escolar varias veces se lo propuso, entonces Pepito le comentó a su papá lo que pasaba con Paco porque él no sabía que hacer, su padre recordó su mirada de niño y el por qué decía que se parecía a Pepito, y le dijo: 
-Hijo, dede niño sabía por tu mirada que tendrías que ser la mano derecha de alguien, mi Pepito Grillo. Ayuda a tu amigo ya que el que tiene un amigo, o lo encuetra, ha encontrado un gran tesoro. Y tú has encontrado a Paco, no lo dejes ir mal, sé sincero y habla con él y sobre todo conserva su amistad.
Y así Paco y Pepe fueron amigos hasta que uno de ellos tuvo que partir al mas allá.
 

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Aportación de Don Rafael desde Alicante:
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Y como esta historia tiene que continuar, el que partió al más allá no pudo ser otro que Paco.
Entonces a Pepito le entraron unas tremendas dudas existenciales pues no sabía si su forma de proceder correspondía a una buena o a una mala conciencia.
Un día en que paseaba por un parque pensativo ante el dilema que tenía planteado se encontró con una rana al borde de un estanque y al reparar en ella le dió la impresión de que ésta le miraba de una forma especial.
Se quedó un instante prendido de la mirada de la rana y cúal no sería su sorpresa cuando la rana le dijo:
-Hola Pepito ¿por qué te comes el coco de esa manera? ¿es que acaso llegaste a crer de verdad que eres Pepito Grillo?.
Él, apenas recuperado de su asombro, balbuceó:
-Pero...¿cómo es posible?... y ... ¿cómo sabes tú...?
Entonces la rana le dijo:
-Yo lo sé todo porque aquí donde me ves soy un hada venida a menos a consecuencia de una pelea con una bruja malvada.
Por eso te puedo decir que tú no eres Pepito Grillo sino José Sánchez y además no tienes por qué ejercer de conciencia de nadie.
Lo que ocurre es simple y llanamente que tienes un careto de grillo que no te lo acabas. Eso no es una cara sino un castigo...
...Si hasta me dan ganas de lanzarte mi pegajosa lengua como si de un grillo de verdad se tratara.

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Aportación de José Ignacio desde Alicante:
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Un serio conflicto de personalidad asaltó la pequeña mente de Pepito, un conflicto doloroso, tanto es así que como si de un latigazo se tratara, salió corriendo en dirección indeterminada, esperando que decreciese su dolor mental sin que mediara analgésico alguno. Topose entonces con un hombre de pelo cano, rostro inmutable y pies de plomo.
-Perdón caballero, gritó pepito.
-No me hables de usted, rezó este nuevo personaje. Soy Psicólogo y te puedo ayudar.
Los pies de Pepito lucharon contra la fuerza centrífuga en un intento por modificar la dirección de su marcha, lo que produjo un sonido a neumático, (como cuando este no rueda pero se mueve) que llamó la atención de un guardia urbano que se sumó a la, cada vez mayor, manifestación en pro de una mente indeterminada.
Policías, bomberos, psicopedagogos, naturópatas, alquimistas e incluso un señor normal intentaron ayudar a Pepito...
...

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Aportación de Lola desde Alicante:
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Pero nadie podía ayudar a Pepito, porque la solución tenía que descubrirla él solito.
De vuelta de todo, cabizbajo y dolorido comenzó a pasear por una ciudad que no le era desconocida pero sí ajena, extraña... hasta que dio una patada al suelo y algo salió despedido. Se acercó, lo recogió y comprobó que era una canica. Algún niño la habría perdido. La canica era de cristal, de muchos colores y reflejaba la luz de cada color según la giraba y la atravesaba el sol.
Pepito pensó: y ¿Por qué yo no puedo ser como esta canica, y dejar que la vida me atraviese, y ser múltiple y vital y polifacético y con mil matices como este pedazo de cristal que es uno y a la vez mil...?
...

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Aportación de Luis Alberto desde Alicante:
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... pensandolo bien, ¿Tiene algo de malo ser opaco?, ¿Que ventajas tiene el "ser atravesable" frente a la capacidad de "retener"? ¿No son por lo general mas frágiles y vulnerables los cuerpos transparentes...? ¡¡¡CIELOS QUE GOLPE!!! ¡ Y por la espalda además! - Perdona oye... fue sin querer... estábamos jugando al balón y tropecé contigo, no te ví. (Con los ojos muy abiertos y cara de susto enorme, Pepito decía con voz entrecortada y debil...) - Acabo ... de ...tragarme la canica ... con la mitad del sol ....que tenía dentro. - ¿Que dices?, ¿Que te has tragado ... el sol? - Todo no hombre, solo lo que había en la canica. - ¡ Venid aquí "tios" ... !, ¡ Venid !, ¡ Escuchad ! - Que dice éste que se ha tragado medio sol... 

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Aportación de Mabeca (seudónimo) como final: 
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Un grupo de chicos le rodeo en unos instantes, lo miraban con curiosidad y algo de preocupación, aunque ésta desapareció casi al instante. La cara de Pepito se había transformado de la angustia inicial a una que emanaba tranquilidad, extraña para él. 
Hizo un intento de incorporarse, sólo notaba un poco más de peso en su ya no tan diminuto cuerpo. Los chicos le alargaron sus manos para ayudarle mientras le preguntaban si se encontraba bien, si notaba algo extraño, ..... Se encontraba algo aturdido y hacia un esfuerzo para analizar rápidamente lo que le había y estaba ocurriendo además de la multitud de sensaciones que recorrían su cuerpo, necesitaba tiempo para pensar. 
Todo había pasado tan rápido lo que si que era cierto es que no se encontraba nada mal físicamente y todos esos chicos normales en los que él siempre se había fijado, preocupándose por él le hacían sentir importante, sobre todo por que le trataban como igual, lo invitaron a una coca-cola y no lo dejaron ir hasta que les aseguró que se encontraba totalmente bien, les prometió volver a verles jugar y ellos respondieron con agrado pero que también tenia que participar. 
Se alejó de allí disimulando tranquilidad, pero su cuerpo flotaba en un mar de sensaciones todas gratas. Pensaba él si eso sería la felicidad. 
Pasaron los días y su vida había cambiado radicalmente, en realidad aunque él no lo supiera lo único que había cambiado es que ya no se miraba tanto a si mismo y se fijaba más en los demás eso lo convirtió en una persona más cercana. Su vida se había convertido en algo constructivo, se sentía útil, se identificaba con un grupo, por fin había encontrado un sentido a su vida. 
fin 

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Desde Santiago de Chile, Miguel Vargas,
nos propone otro final
o quizá la posibilidad de continuación:
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Y así, sumido en gratos pensamientos y placenteras sensaciones, giró en torno de sí cayendo desde su camita directamente al suelo, despertando sobresaltado.
-¡Las 9:00! - chilló, en ese momento se dió cuenta que se encontraba húmedo y frío.
Pues obviamente se había quedado dormido, en un extraño sueño de existencialismo, sapos, canicas y niños sin embargo no se acordó la noche pasada de ajustar el despertador y ahora estaba atrasado para ir a la escuela.
se incorporó de un salto, y pasando por un baño de agua tibia, pasó a la cocina pues ahí le esperaba el desayuno que mamá le había preparado.
- ¿Mama!? - Grito Pepito, no había respuesta.
<< Que extraño que no me hayan despertado >>, pensó Pepito, sin embargo cerca de su tazon de leche (se había enfriado), había una nota:

"Pepito:
No vayas hoy a la escuela, el país entró en guerra, y hoy se suspendieron todas las actividades en la ciudad.
Papá y yo fuimos a comprar comida, pues es posible que en el futuro empiece a escasear.
Por favor no salgas de la casa, en la calle reina la confusión y el desorden.
Toma tu leche y quedate en cama pues hace mucho frío.
Nosotros volveremos cuanto antes.
Te queremos
Mamá y Papá."

Pepito dejó caer la taza al leer estas letras, derramando leche en la mesa, se sintió profundamente impactado por la noticia, prestando poca atención a la leche que ya comenzaba a caer sobre sus pantaloncillos.
Sumido en pensamientos sombríos empezó a sentir que alguien lo estaba observando, sintió miedo, y lentamente subió la mirada cuando de pronto se dió cuenta que unos ojos lo miraban desde la ventana.
Sintío que su sangre se le helaba y recorría un escalofrío por toda su espalda, del puro susto sintió que se le nublaba la vista, se le cortaba la respiración cayendose con silla y todo al suelo.
- ¡Ja ja ja! - se dejó escuchar una risa desde la ventana,
- ¡Hola Pepito! - gritaba Paco quien asomaba su carita por la ventana.
- ¡Paco, no vuelvas ha hacerme eso otra vez! - chilló Pepito, furioso y lanzando espuma por la boca.
- Ja ja ja, perdona Pepito no quise asustarte, ¡salgamos a jugar!, hoy día no hay clases, juguemos con la nieve, salgamos a correr.
- No puedo Paco, Papá y Mamá me pidieron que no salga, es muy peligroso, en la calle hay confusión, tal vez hayan delicuentes que aprovechen la ocasión para hacer sus fechorias, me da mucho susto, ¿sabias que el país está en guerra?
- ¡Tonterías! - exclamó Paco - Mi Papá y Mamá tambien salieron a buscar comida y me pidieron que me quede en casa, pero salí igual y no me pasó nada, no seas miedoso, juguemos a la guerra con bolas de nieve, hagamos muñecos de nieve, ¡hay mucha nieve para jugar!
Pepito quedó dubitativo y vacilante.
- ¡Bueno ya!, salgamos a jugar - terminó Pepito, incorporandose fué por su abrigo y salió a la calle dejando la puerta semiabierta.
Detras de unos arboles, entre las sombras, unos ojos seguían a los dos chicos que se alejaban por la calle.

¿Que sucedería entonces?,
¿Que pasaría una vez llegaran Papá y Mamá?,
el peligro acechaba y una nueva aventura comienza...

fin ?