MENSAJES DE NUESTRA MADRE MARÍA |
(Nota: cuando dice María, se refiere a Mary)
- Acudir por primera vez a este lugar, no debe preocuparos, no estáis en lugar equivocado.
- El rezo del Santo Rosario ha de hacerse de corazón. Ha de
rezarse con ganas, si no, más vale que no recéis. ¿Quién os
obliga a rezar? ¿Os obliga alguien a quedar bien?.
- Hijos míos, no hagáis lo que no sintáis de corazón, porque es tiempo que perdéis. No permanezcáis de pie, no permanezcáis de pie, sí no estáis cómodos de pie. Os observo y sé lo que guardáis en esas mentes, en esos corazones y os complicáis demasiado.
- No hagáis sacrificios inútiles, porque para Dios, lo que no se hace con amor, con verdadero amor cae en el vacío. Sed vosotros mismos, usad vuestra libertad para orar bien. Os veo esclavos el uno del otro, de miradas y de pensamientos.
- Si habéis decidido dedicar unos minutos a la oración, orad con el Padre, sólo con El. Y para hablar con Dios hay que estar libre, y para estar libre necesitáis estar cómodos; una comodidad física y espiritual, porque no estáis preparados para la incomodidad, ¿Por qué complicáis los caminos a Dios? ¿Por qué añadís dificultades? ¿Por qué no obráis libremente, con esa libertad que os ha dado vuestro Padre, para que la uséis correctamente? Estáis demasiado pendientes de lo que opinan de vosotros los demás.
- Mis palabras caen en el vacío de vuestros corazones, porque oís, pero no escucháis.
- Ese entusiasmo tiene que estar más vivo. El entusiasmo en Dios os acerca a El, no os apaguéis, ¿No estáis mejor cuando la Luz de Dios prende vuestros corazones? ¿Por qué teméis? sed libres ¿Qué consecuencias os asustan para obrar bien? Salid de esa nube en la que os encontráis. Abrid esos ojos a la verdadera realidad, a la realidad única que está en Dios y sólo en El. No busquéis la verdad en otros lugares, en otras personas, porque os perderéis, la Verdad está en Dios; y a Dios os acercáis con sólo querer. La mayoría de vosotros tenéis aún a Dios muy lejos.
- Os he animado y os vuelvo a animar, para que habléis con Dios con una confianza total. ¿Qué le queréis esconder a Dios? ¿Qué queréis guardar para vosotros que El no sepa? ¿Qué queréis ocultar ante Sus ojos, que Sus ojos no vean?
- La miseria humana, la verdadera miseria humana es la del alma; la del alma, sucia, esclava. Esa miseria puede desaparecer, debe desaparecer, y lo tenéis al alcance de vuestra mano, pero no sois humildes. ¿Qué os cuesta agachar esa cabeza, esas cabecitas tan locas y reflexionar sobre lo que hacéis? Muchas promesas de buenos comportamientos, ¿Dónde quedan esas promesas? intensiones que pocas veces se convierten en hechos; actitudes que no cambian. Todo se queda en el intento. ¿Cuánto más vais a esperar, para dar ese paso de confianza?.
- Las palabras de vuestra Madre se repiten una y otra vez, en toda la Tierra, a todos Mis hijos, pero no escucháis. Buscáis espectáculo, buscáis lo sobrenatural. No entendéis que Dios está en lo natural, que Dios no necesita manifestarse de forma sobrenatural, cuando la naturaleza la ha creado Él. Dios está en todo lo que veis; Dios está en el andar cotidiano; en el trabajo de cada día, no busquéis más allá, no lo necesitáis.
- EL entendimiento tan cerrado se abrirá, y cuando comprendáis que habéis perdido mucho tiempo, os preguntaréis la misma cuestión; pero os pregunto, ¿Por qué teméis? ¿Por qué habéis temido? Cuando Dios, que siempre llama a vuestros corazones, lo haga de una manera cercana, como está anunciado, de una manera inconfundible, donde la duda no quepa ¿Qué haréis? ¿Despertar entonces?.
- Dios se acerca a vosotros a cada instante, no Lo rechacéis. Dios está para los buenos momentos, no sólo para los malos. No acudáis a vuestro Padre sólo para pedir. Hablar con Dios es hablar de todo lo que queráis, y en ese orar, en ese acercamiento a Dios, podéis contarle todos vuestros problemas; que Él ya conoce, pero también vuestras alegrías.
- No os dais cuenta del Padre que tenéis. No os dais cuenta del amor que derrama sobre cada uno. ¿De dónde creéis que nace ese amor puro, sino de Dios mismo? Le tenéis olvidado, no lo respetáis como Padre de todos. Olvidáis las gracias recibidas de Dios con mucha facilidad. Como hijos de Dios, como hijos míos, os he de reprender, ¿Cuándo llegará el día en que os felicite? ¿Cuándo llegará el día en que vuestra Madre deje de llorar?.
- Apuráis el tiempo, y ese tiempo que apuráis lo perdéis, aprovechad todos los minutos que tenéis para vivir correctamente, siguiendo los mandatos que Dios vuestro Padre dejó muy claros. Y decís que os portáis bien, y decís que no pecáis, y Yo os digo que os habéis vuelto perezosos, que pecáis, y no os dais ni siquiera cuenta de ello.
- Miente el que dice estar puro. Miente el que dice estar limpio, cuando no da muestras de ello, cuando en sus obras no se refleja esa 1impieza. Palabras y más palabras, promesas, sacrificios, ¿Para qué os sacrificáis? si no cambiáis. ¿A quién estáis engañando? os estáis engañando a vosotros mismos.
- Dios prefiere una sonrisa y un arrepentimiento, antes que un sacrificio inútil que se realiza por cumplir ante Dios sin sentimiento de amor. Protagonistas en vuestra vida, Dios no quiere hijos protagonistas, no quiere hijos vanidosos, no quiere hijos orgullosos. Dios quiere que sus hijos sean humildes. Dios os quiere; Dios espera recibirlos a todos; pero el cambio lo tenéis que hacer ya, esas actitudes han de cambiar. Estáis dejando continuamente para el mañana ese cambio de actitud, ¿Por qué? ¿Es qué acaso sabéis el día en que vais a retornar? ¿Es qué acaso sabéis los días que tenéis marcados en esta Tierra? No lo sabéis.
- Dios vuestro Padre os pide que toméis conciencia, conciencia de lo que sois, de donde venís, preparaos para la partida pero ahora mismo; por qué esperar a prepararse más adelante, si no sabéis cuando vais a partir. Después vendrá el llanto; está escrito ¿Verdad? ¿Por qué no despertáis de una vez? ¿Por qué no releéis las Santas Escrituras? ¿Es que de lo escrito hay algo que no se haya cumplido?.
- Si lo tenéis todo al alcance de la mano, tenéis a Dios permitiendo esta manifestación de vuestra Madre en tantos lugares del Mundo; que Dios lo está permitiendo por los tiempos que vivís, hijos míos, que son los últimos tiempos anunciados. Este piso sobre el que andáis firmes se volverá quebradizo. Que la comodidad desaparecerá. Que seréis llamados uno a uno, despertad pues y apresuraos, que sentados estáis y sentados permanecéis, tibios, ante la llamada de Dios, ante la llamada que Dios hace a través de vuestra Madre.
- Avanzáis, muchos avanzáis, pero podéis ir más deprisa. No se puede estar a dos aguas; o se está con Dios, o se está en contra de Dios.
- No tomáis conciencia de la gravedad de Mis palabras. No tomáis conciencia porque aún estáis dormidos; y en la duda os apagáis; y en la duda os alejáis de Dios. Duda, dudas que no tienen fundamento alguno, dudas basadas en vuestra limitación humana, dudas en todos que no serían graves, si la supieseis apartar rápidamente, si tuvieseis control, control real de lo que hacéis. Si obraseis, si obraseis libremente, si obraseis bajo la mirada de Dios y no bajo la mirada del hermano que tenéis al lado, que al final no es el hermano el que os va a juzgar, sólo Dios hará justicia, sólo Dios es juez. Caminad en este Mundo, en estos Tiempos que vivís con la cabeza mirando hacia Dios.
- No temáis al mal, no temáis cuando se os anuncia que al acercaros a Dios, el mal os va a acechar, no temáis porque si el acercamiento a Dios es sincero, Dios os protegerá. ¿Qué sentido tienen esos temores? Pero Dios no puede proteger a los hijos que no quieren ser protegidos; por que ya protegidos están todos y no os dais cuenta que Dios elimina de vuestro camino todos los días dificultades. Que poca conciencia tenéis de ese Dios único, que no es un invento, que es la razón de todo lo que veis.
- Dios os 1lama, Dios está 1lamando a sus hijos a través de vuestra Madre. Dios hará la llamada a cada uno, Dios mismo, y esa llamada no os confundirá, porque esa llamada es la llamada que Dios a ese ser, a esa alma que guardáis, que es Suya, y e1 alma que tenéis escuchará. No esperéis a esa llamada de Dios, cuando antes se os prepara para que gocéis de esa segunda venida de Jesús. Si no tenéis fe, si no creéis en Dios de verdad, de corazón, ¿Cómo vais a gozar con la presencia de Jesús entre vosotros? Si es que no lo vais a reconocer, porque Él repetirá las enseñanzas que impartió una vez, y aún así dudaréis.
- De qué os sirve entonces buscar a Dios, sí encontrándole no le agarráis, no le metéis en el corazón, si encontrándole, os seguís yendo lejos; si sintiéndole aún le rechazáis. La cercanía de Dios da la felicidad. Siempre habéis buscado la felicidad, siempre estáis buscando la alegría. La alegría está en Dios. La alegría sólo está en Dios.
- Dios espera a todos Sus hijos, a todos y cada uno; no sólo a aquellos que le buscan, también quiere Dios recuperar a los que están lejos.
- La Serenidad y la Paz son cualidades que destacan en los hijos de Dios cuando están cercanos a su voluntad, no lo olvidéis. El asombro, los gritos, los temblores, son muestra de dudas, son muestra de temores, son muestra de sorpresa; Dios no quiere sorprender a Sus hijos, ni asustarlos; Dios quiere recuperarlos en el amor.
El rezo del Santo Rosario está haciendo muchos milagros en la Tierra; esas oraciones, incluso las rezadas con monotonía y con descuido llegan a Dios, se convierten en amor que se derrama por el Mundo; pero rezad cómodos, hijos míos. Orad con Dios cómodos física y espiritualmente, y seguid el camino pero no os paréis tanto a descansar, que os queda mucho por andar, y lugares de descanso están preparados por el camino.
- Estáis rodeados y no los veis de seres de Luz, de ángeles de Dios, vuestros ángeles de la guarda, están con vosotros a vuestro lado y que trabajo les dais.
- Dios escucha todas las peticiones, pero que egoístas sois, despreciáis la ayuda de Dios. No entendéis a Dios. La petición por seres cercanos es normal, lo hacéis continuamente, pero no alcanzáis a ver con claridad, que se recibe más de Dios, cuanto más se desprende uno de donde está esclavo.
- Hijos míos, pidan por toda la humanidad, pidan por todos los hijos de Dios, pidan por todos vuestros hermanos; por vuestro padre no tenéis que pedir, porque el único Padre que tenéis es Dios. Pedid por esa gran familia, que pidiendo a Dios con humildad, con sencillez, Dios, acudirá a esas peticiones particulares. Pedís sólo para los vuestros, no tomáis conciencia, no tomáis la realidad de Dios, como verdadera realidad. Seguís aferrados a este Mundo en el que estáis, a esta Tierra que se deteriora, y pronto no tendréis donde agarraros y buscaréis en Dios, cuando lo habéis tenido tan cercano.
- Dios sabe de vuestras penas, sabe de vuestros deseos, si sois capaces de vencer ese egoísmo que en todos nace y abrir ese corazón a la humanidad entera, como Dios no va a acercarse de manera especial, como Dios no va a derramar Su gracia con ese hijo que colabora en la redención del Mundo entero.
- Despertad, no sigáis pidiendo favores, favores personales. Pedid por la humanidad, que Dios ya sabe de vuestros problemas. No quiero desanimaras a que habléis a Dios de vuestras cosas; no quiero desanimaras a que habléis a Dios de vuestros problemas, inquietudes, a que le pidáis por esos seres cercanos; lo que quiero que entendáis, es que es la humanidad entera la que está en peligro, no sólo los vuestros, todos están en estos momentos con posibilidades reales de llegar a Dios.
- Abrid ese corazón. Pedid a Dios con humildad que abra ese corazón para que quepan algunos más, no sólo aquellos seres cercanos; cercanos porque Dios ha querido que sean cercanos, que muy bien pudiera ser, que no hubiesen sido esos seres que ahora tenéis cercanos, vuestros familiares directos.
- No es vuestra Madre juez de ninguno de vosotros. No es que vuestra Madre no entienda las preguntas que le hacéis. Vuestra Madre sabe que guardáis en ese corazón y que pretendéis con cada paso que dais. Lo primero que debéis de hacer es tomar conciencia de que Dios camina vuestro lado. De que Jesús está con ustedes. Si tomaseis conciencia de esa presencia viva de Dios, no obraríais como obráis.
- He de retornar a la voluntad del Padre pero antes quien desee preguntar algo que lo haga.
(Alguien presente hizo el siguiente comentario: Quisiera comprender, en este Mundo de materialismo que vivimos, un Mundo que se mueve por dinero, cuando hablas de la vuelta de Jesús, quisiera saber si Jesús volvería como hace dos mil años o se adaptaría un poco a la situación actual. Realmente creo que es muy difícil despegarse de este materialismo totalmente, y lo veo muy, muy difícil, y sé que soy muy miedoso, y prefiero ser cómodo y ese materialismo acercarlo a Dios, pero yo creo que en este Mundo ser puro es un ideal, habría que retirarse a un monasterio. Lo veo muy, muy complicado pero lo veo la idea más maravillosa del Mundo, pero lo veo sinceramente difícil).
- Difícil, caminar hacía Dios no es tan difícil, aquí estáis limitados por voluntad propia. Cuando Dios os da las fuerzas necesarias para seguir adelante, las fuerzas las tenéis, y lo difícil lo ponéis vosotros.
- María (Mary) ha explicado en estas reuniones que es lo que va a acontecer, y volverá a explicarlo una vez más.
- Hijo mío, esas dudas sobre la fortaleza del hombre para llegar a Dios, no tienen base, porque muchos han llegado a Dios. Muchos a los que llamáis Santos han dado su vida por Jesús, y muchos están dedicando su vida actualmente a Dios. No te limites cuando no estás limitado. No es necesario retirarse a un monasterio para obrar bien o ¿Es qué crees que en un monasterio se obra bien? Los hijos de Dios fuera de los monasterios y los hijos de Dios dentro de ellos, son los mismos hijos de Dios, no se obra un milagro al entrar en un monasterio. No es necesario estar en un lugar determinado para llegar a Dios; a Dios se llega desde cualquier parte, y fuerzas tenéis de sobra para hacerlo; y la dificultad la ponéis vosotros en el mal uso de la libertad que hacéis.
- Jesús, no se adaptará a estos tiempos, si esa adaptación significa cambio; Jesús es el mismo. Jesús estará entre vosotros como uno más, como lo hizo entonces, pero será el mismo; porque adaptarse para ustedes significa hacerse cómodos, y Jesús no viene para probar vuestra comodidad. Jesús viene para compartir la recogida. Jesús no viene a ser crucificado de nuevo, pero como entonces, blasfemarán, le negarán.
- Hijos míos, no caigáis en ese pozo, Jesús con apariencia de hombre en la Tierra, vuelve a ella, y la mayoría de los que estáis aquí, compartiréis su presencia humana. No se os van a dar facilidades. Jesús vendrá como uno más, y de vuestra Fe, sobretodo de vuestra humildad, dependerá ese reconocimiento, porque no olvidéis que Jesús es el mismo Dios. Quien vea a Jesús, quien le ve con amor, quien le ve en el amor de Dios, está viendo al mismo Dios.
- No es difícil hijo mío, caminar derechito, lo que tenéis difícil es usar vuestra libertad en pleno; la dificultad está en vosotros porque queréis.
- Vuestra Madre, como todos los Jueves, se despide de vosotros impartiendo la bendición que esperáis.
- Bendecidos quedáis, en el Nombre del Padre, del hijo Jesús y el Espíritu Santo.
- Podéis sentaros y continuar la reunión.
Queridos hijos:
Este es un día muy especial para el Hombre, Yo la Madre estoy con él y en él a la mitad de su camino arduo y largo, pero recto.
La vida le ha llevado a varios senderos, unos correctos y otros no.
A ti, pueblo Cubano, doy una parte de mi corazón de Madre como un día di a otros pueblos del este que han vivido una experiencia similar. La Madre está presente en la vida de sus hijos tanto en los momentos buenos como en los momentos de debilidad y dolor, por eso es este mensaje especialmente para ti en las vísperas de mi venida física para dar mandato de AMOR y final del camino a la CASA.
Escucha mis palabras, pon oído y mente de corazón a lo que hoy quiero deciros:
Sólo el universo lo logrará el hombre por AMOR, y no por medio de razones materiales, no hay doctrina capaz de llevar al hombre a planos superiores de creación, "Sólo el AMOR Universal traerá equilibrio y paz interior dentro de la conciencia humana".
Ante la situación que te rodea, álzate con espiritualidad, busca el camino interior, ese maestro cósmico que tienes dentro y que nadie tiene el derecho ni puede prohibírtelo, siempre que vosotros busquéis, encontraréis un guía espiritual que los instruya, tengan ojos ciegos a su alrededor tan falto de luz como les rodea y busquen la LUZ en el corazón, ella será la estrella que los guíe en este Amanecer de la Humanidad, muchas bendiciones os esperan pueblo sufrido de bondad de corazón.
Siempre andarán a vuestro lado los hermanos de este mundo. A ellos debéis la preparación de este mundo hacia planos superiores del Universo, sólo a ti corresponde prepararte Individualmente elevando tus planos interiores a través del Hijo, del Padre y del Espíritu Santo.
Solo así estarás preparado, no os preocupéis de la preparación material de tu sistema solar, unos Hermanos Mayores del Universo estarán presentes contigo, los oirás, los verás y nada te faltará.
Los enemigos de Dios nada podrán contra tu conciencia, no temas de ellos, ni dejes que las necesidades físicas y tangibles que estás viviendo por manos de los enemigos del espíritu, te quiten del camino del AMOR Universal".
La noche del seis al siete de Junio será mi manifestación física para ti, a las diez de la noche del día seis de Junio del año de 1992. No te voy a señalar el sitio, porque para ti lo especial hoy es mi AMOR; donde quiera que estés deja guiar tus instintos espirituales y me verás, solo, acompañado, en mar, campo o monte, donde tu corazón te llame, déjate hoy guiar por él.
No provoques enfrentamientos ese día con los enemigos de Dios, no es necesario que acudas en multitud hacia distintos sitios que puedan traerte la incidencia en ti de ese poder negativo sobre Dios.
Es un día de AMOR UNIVERSAL y a ti llega también el último mensaje de la Madre para todos los hombres del mundo.