Machu Picchu en panorámica vista. Al fondo, imponente, el Huayna Picchu (huayna=joven, machu=viejo).
El Valle de Urubamba
Para los Incas el valle de Urubamba es la entrada a la selva, el antisuyu, la amazonia, la tierra de los "chunchos". El río que lo forma tuvo por nombre antiguo Willka Mayu o Río del Sol, y el nevado de cuyos deshielos nace era llamado Willkan Uta o Casa del Sol. Este valle estuvo íntimamente ligado con el culto solar, ya que la palabra Willka es la de tal dios, palabra que antecede en uso al ahora más popular Inti.
Antes de la fundación del Tawantinsuyu, en el siglo XV, el valle estaba habitado por pequeños curacazgos. La parte alta la ocupaban los Kanchis, que frecuentemente hacían la guerra a los Collas del altiplano. Más abajo estaban los Ayarmacas, cuyos curacas se hacían llamar Tocay Capac. Hacia la ruta del Cusco, en la actual provincia de Canchis, Pinau Capac tenía bajo su dominio parte del valle del Cusco. En la leyenda sobre el reparto del mundo aparecen como beneficiarios Manco Capac, Colla Capac, Tocay Capac y Pinau Capac. Esto indicaría que en esos tiempos, previos al Tawantinsuyu, eran éstos últimos quienes controlaban el valle de Urubamba o Tampu, como se le conocía en ese entonces.
La palabra quechua tampu tiene varias acepciones: posada, propiedades fuera de la ciudad, el nombre de un valle, un río y una nación. La más usada es la primera, la que se refiere a posada y que se ha castellanizado como "tambo". Se le encuentra en muchos topónimos formando palabras compuestas, como en Limatambo (Posada de Lima), Tambomachay (Cueva de los Tampus), Pacaritambo (o Pakarejtampu = donde aparecieron los Tampus).
La acepción de Tampu como apelativo de nación es usado para nombrar al curacazgo que habitó ese valle antes de los Incas. Tal como es mencionado en las leyendas, fue una de las naciones fundadoras del Cusco (Qosqo), junto a los Maska, Mara y Quillke. Se ha relacionado la leyenda sobre la fundación del Cusco por los Cuatro Hermanos Ayar con las cuatro naciones ya mencionadas. De ese modo, según este mito los Masca estarían representados por Manco Capac (el héroe fundador), los Tampu por Ayar Uchu, Los Mara por Ayar Kachi y los Quillke por Ayar Auca. Uchu significa "ají", y por su clima y altitud, esta planta fue ampliamente cultivada en ese valle, así como la planta de la coca a cuyo tratante se le dice en aymara "tambu-kiru".
Pachacutec fue el primer Inca en salir más allá del valle del Cusco, luego de su épica victoria sobre los Chancas. Parte de sus amplias conquistas incluyó el valle de Tampu, que, a pesar de estar habitada por esa nación, hermana del Cusco, no se libro de su férreo dominio. Por su belleza natural, clima benigno (uno de los mejores de los andes) y rico suelo, lo usó como asentamiento predilecto de la nueva nobleza imperial, engalanando al valle con varias de las mas fastuosas ciudades del Tawantinsuyu, como son: Ollantaytampu y Machu Picchu.
Muro y entrada trapezoidal. Se puede apreciar el perfecto uso de la piedra por los ingenieron incas y las típicas entradas trapezoidales. Picchu fue mandada a construin por Pachacutec para ser la más bella del Tawantinsuyu.
Muchos años después (1533), sirvió este valle como refugio y última morada de los Incas de Vilcabamba, que resistieron por algunas décadas someterse al poder español, luego de la conquista del Cusco.
Picchu, una llacta Incaica
Las Llactas son la mejor prueba del espíritu imperial de los Incas y su afán de dominar permanentemente las naciones que conquistaban. Son éstas grandes asentamientos construídos en la ruta del Capac Ñan (Camino Real Incaico) con la finalidad de controlar y administrar la economía de las diferentes regiones conquistadas. Fueron construidas siguiendo un planificado orden mandado por la necesidad de controlar y retener sus conquistas. En esencia, las llactas fueron ciudades burocráticas donde residían los administradores incas y todos los funcionarios de su ayuda, junto con sirvientes y artesanos.
Picchu (nombre original de Machu Picchu) fue una de estas llactas, pero retuvo para sí un papel especial. Es la única alejada del Capac Ñan y fue construido en un lugar recóndito e inexpugnable del valle de Tampu, en tierras de la panaca de Pachacutec (el fundador del Tawantinsuyu). Fue la mas bella del imperio porque fue construida para ser el refugio y morada de lo más selecto de la aristocracia en caso de un sorpresivo ataque. Los caminos que conducían a Picchu eran prohibidos para el común de la población, pues era su ubicación un secreto militar. Los profundos barrancos y agrestes montañas son la mejor defensa natural.
Como toda llacta importante, no dejaron de estar presentes en Picchu un Acllawasi ("casa de las escogidas"), un intiwatana (reloj solar, que marca las estaciones del año), kallancas (galpones para los guerreros), baños y acueductos, así como amplias áreas con andenerías.
El Intiwatana o "lugar donde se amarra al sol". Esta piedra es la pieza central y más importante de un complejo sistema de mediciones astronómicas para determinar las fechas de inicio y fin de las campañas agrícolas.
Finalmente Picchu cumplió con la razón para la que fue construida. Sirvió como refugio a una parte de la aristocracia (en especial de las Acllas -mujeres escogidas para servir al dios sol-) después de la conquista española del Cusco en 1532. Al estar (como ya se dijo) alejado de toda ruta y no ser un centro productor, no recibió el embate directo y destructivo de los nuevos conquistadores. A la captura del último Inca rebelde: Tupac Amaru, debió ser abandonada, pues ya no había razón para seguir viviendo en ella.
Descripción de Picchu
Está ubicada a 130 kilómetros al nor-oeste del Cusco, en la provincia de Urubamba, en la cresta del cerro Machu Picchu.
Los arqueólogos han dividido Picchu en 3 grandes sectores: (1) Barrio Sagrado, incluye el Intiwatana, el Templo sel Sol y la Habitación de las Tres Ventanas, (2) Barrio de los Sacerdotes y la Nobleza (zona residencial) y (3) Barrio Popular, el la parte sur de la ciudad, donde se encuentran las viviendas de la población común. Todas las edificaciones en Picchu siguen el clásico estilo arquitectónico inca: construcciones con muros de sillares pulidos de forma regular, junturas perfectas entre los bloques de piedra y un ligero talud o inclinación, haciendo que la base sobresalga ligeramente con respecto a su remate. Vanos siempre trapezoidales y uso de hornacinas y esculpidos como ornamentos arquitectónicos.
La habitación de las Tres Ventanas, representación simbólica del Tamputocco, o cerro con tres ventanas de donde, según el mito de Los Hermanos Ayar, salieron los Incas el día de la creación.
Picchu puede ser conocida, también, como la ciudad de los andenes, las escalinatas y fuentes de agua. De las primeras, se pueden contar más de un ciento, algunas de las cuales con cien peldaños o más. En algunos casos la escalinata de ocho o diez peldaños ha sido esculpida íntegramente en un solo bloque de roca de granito. En todo el área de Picchu abundan los estanques y fuentes de agua llamadas "pacchas", labradas en piedra e interconectadas por canales y desagües perforados en la roca.
"El Descubrimiento"
El 24 de julio de 1911 es conocido por ser la fecha del "descubrimiento" de Machu Picchu, por el aficionado a la arqueología y explorador norteamericano Hiram Bingham. Sin embargo, llegar a este día para su principal protagonistas no fue producto del azar. Años antes, Bingham se interesó en las leyendas tejidas en torno a la llacta de Vitcos o Viticos, el último refugio de los incas rebeldes a los españoles en la selva de Vilcabamba, narradas de forma épica por cronistas de esa época. En 1906 realiza un viaje por la ruta Buenos Aires - Cusco, antiguo derrotero comercial durante la colonial . Llegando a esta última ciudad se reencuentra con su interés por la legendaria ciudad Inca (Vitcos) y el valle de Vilcabamba. Emprende viaje a la ciudad de Abancay, entrada natural a esa parte de la selva donde supuestamente estaría Vitcos. Allí es informado de la existencia de una ciudad perdida en el "monte" (selva escarpada). Emprende viaje, y los guías locales lo llevan a unas imponentes ruinas que ahora conocemos como Choquequirao. Bingham no se dejó impresionar, la Vitcos de sus sueños debía ser más imponente aún. Regresa a los Estados Unidos, entusiasmado por el descubrimiento a reunir fondos para continuar con sus exploraciones, logrando conseguir el apoyo de la National Geografic Society y la universidad de Yale, además de dinero entregado por amigos y familiares. Encontrar Victos ya no era solo un interés académico, era una empresa bien planificada.
En enero de 1911, el Sr. Braulio Polo y la Borda, propietarios de la hacienda Echarati, en la localidad de Mandor, provincia de la Convención, departamento de Cusco, tiene como invitado al Sr. Giesecke, por entonces rector de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, a quien le cuenta que toda la zona estaba plagada de ruinas incas (una de ellas, era Machu Picchu). Giesecke, conocedor del interés de Bingham, le escribe, contándole sobre este hecho. Un dato a tomar en cuenta es el libro escrito por el inglés Charles Winner en 1880: "Pérou et Bolivie. Récit de Voyage, survi d'etudes archaéologiques et etnográfhiques et des notes sur l'escriture el las lengues des population indiennes", en donde consigna un mapa con los topónimos de Machu Picchu y Huayna Picchu.
En 1911 Bingham llega al valle de Vilcabamba, pasa por Mandor y contrata los servicios del guía local Melchor Arteaga. El 24 de julio llegan a la sima del cerro llamado Machu Picchu, donde esta la fabulosa llacta inca de Picchu. Bingham la bautizó con el mismo nombre del cerro que la cobijaba y no tubo dudas que ésta, si era la legendaria Vitcos. Al poco tiempo da cuenta de su descubrimiento.
Luego de este primer contacto con Machu Picchu, Bingham se comunica con Giesecke, quién cuenta el acontecimiento a José Cosio, Secretario de la Universidad San Antonio Abad del Cusco y catedrático de la Facultad de Letras, quien le sugirió organizar una expedición comprobatoria. Este último se comunicó con Enrique Palma, el que le refirió haber visitado Machu Picchu 10 años antes (1902). Partieron en una expedición llegando al lugar el 18 de enero de 1912, encontrando la inscripción que Palma había dejado como recuerdo de su estadía. Este refirió que en aquella vez encontraron un arrendatario apellidado Meza cultivando en chacras y andenes del sitio arqueológico. Dijo pagar la suma de 12 Soles de Oro al propietario de la Hacienda Cutija. En 1912 los arrendatarios de esas mismas tierras eran los Señores Arteaga y Lizárraga, siendo el primero el que guió a Bingham en 1911.
Encontrado Machu Picchu, la Vitcos de sus sueños, Bingham contrata en los Estados Unidos a una plana de arqueólogos y antropólogos (entre los que destaca G. Eaton) para excavar el lugar. Con los auspicios del Gobierno del Perú de esos años, y dando clara muestra de su desinterés por el pasado incaico, dan permiso a la expedición de llevar a los Estados Unidos los objetos encontrados durante los trabajos de esa temporada. Es así que a fines de 1911 se produce un motín en el sureño puerto de Mollendo protestando por la salida del país del material arqueológico. En 1912 se repiten estos sucesos, incluyendo además a las ciudades de Puno, Arequipa y Mollendo.
Textos y fotos: Lizardo Tavera