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Aborto: decisión y sentimientos

Las mujeres lo sabemos y aunque el secreto sea nuestro cómplice, de las 40 o 50 mil mujeres que en Bolivia abortan al año, no podemos decir que no conocemos a ninguna. Una hipocresía patriarcal nos ha envuelto, un silencio nos ha cubierto, un silencio cauteloso; silencio que hasta nos convierte en cómplices cuando ignoramos la muerte de 60 de mujeres por 10.000 que tuvieron que abortar.

Ivana Calle
Católicas por el Derecho a Decidir

Me declaro absolutamente una cobarde
para enfrentar el reto maternal.
Me declaro absolutamente egoista
porque en ese momento pensé en mí
y en mi desarrollo profesional o personal.
Me declaro absolutamente herida
porque mi decisión no puede hacerme feliz.
Me declaro absolutamente traicionada por la vida
porque yo no elegí esta situación.
Me declaro absolutamente deprimida
porque no es fácil tomar la decisión.
Me declaro absolutamente inmoral
porque no cumplo la ética patriarcal.
Me declaro absolutamente valiente
porque pese a todo he dicho no.
Me declaro absolutamente responsable de mi cuerpo
porque de verdad es mío.
Me declaro absolutamente una mujer
que está segura de interrumpir un embarazo no deseado.

El aborto no se dice, se siente. Es un tema que trasciende la mesa de trabajo de una oficina cualquiera, la frialdad de un informe ejecutivo, la confidencialidad de una negociación; un aborto es una experiencia compleja, es un pasaporte a otro estado de cosas, otros sentimientos de emociones, de pasiones, de renacimientos. Las mujeres lo sabemos y aunque el secreto sea nuestro cómplice, de las 40 o 50 mil mujeres que en Bolivia abortan al año, no podemos decir que no conocemos a ninguna.


Una hipocresía patriarcal nos ha envuelto, un silencio nos ha cubierto, un silencio cauteloso; silencio que hasta nos convierte en cómplices cuando ignoramos la muerte de 60 de mujeres por 10.000 que tuvieron que abortar. Las causas para que las mujeres recurran al aborto son tan diversas como sus rostros, como su individualidad; el lazo que las une es la decisión de hacerlo asumiendo todo tipo de riesgos.

Ellas provienen de todas las posiciones sociales, algunas de ellas tendrán la opción de abortar en una clínica privada, con la discreción cancelada y la pulcritud de una sala limpia, otras empezarán su vía crucis buscando el lugar adecuado: el lugar más barato.

Vivencias


"Al día siguiente de abortar, sentí que era una sirena que aprendía a caminar, mi cola había desaparecido y ahora tenía dos piernas para caminar, para ir por donde yo quiera".


"Ninguna mujer aborta con una sonrisa de triunfo, ninguna mujer después de abortar se va a celebrar, todas lloran entristecidas, dolidas..."

Son voces de las mujeres que abortan, conscientes de que se enfrentan a una intervención que puede ser peligrosa, temerosas de que la muerte merodee; se enfrentan a la censura y a la penalización social y legal porque saben que en ese momento de la vida, aunque quieran continuar con el embarazo las condiciones sociales, personales, la pobreza y otras circunstancias, las obligan a plantearse prioridades que van desde dar de comer a los hijos que ya tienen, hasta no interrumpir un proyecto de vida.

La discusión del aborto victimiza a las mujeres y las convierte en sujetas condicionadas por su entorno y no por sí mismas. Abortan las pobres, las desamparadas, las víctimas de violación, y más allá de estas verdades dolorosas también están las que abortan no obligadas por las circunstancias sino porque quieren

"... tuve un aborto a la luz del día
con permiso de mi dignidad
me deseché de culpas imaginarias
y cubrí el miedo con mi futuro
entré al edificio con mi frente en alto
y mi dignidad de mujer embarazada
por ser la dueña de mi cuerpo
sin la idea de quitar la vida a nada
pero sí con la idea de salvarla
a una inexistencia impreparada
¿De qué se me puede acusar?
¿De impedir una vida no deseada,
por falta de amor,
de dinero, de seguridad?
¿Por falta de un compañero?
¿De qué se me quiere acusar?
Cuando salí y había pasado todo
Miré la vida brillar una vez más
Me sentí decidida y más fuerte
El miedo se ausentó al ver la potencia
de poseer la libertad de decisión"

1 Testimonios tomados de la revista "Fem".
2 Testimonios registrados por CDD/Bolivia

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