Ser de verdad lo que somos : Religiosos de Betharram
La regionalización es ya un hecho en nuestra Congregación. Hemos creado las tres Regiones, hemos nombrado los tres Superiores regionales y los doce superiores de Vicariato. La vida no se detiene.
Esta nueva organización territorial de la Congregación es sin duda un tiempo de gracia para cada religioso, para cada comunidad y para toda la Familia. Este Kairós exige de cada uno de nosotros una actitud de verdadera conversión para vivir en cada momento, en cada situación, y en cada actividad, de aquel encuentro con Jesús que cambió nuestra vida y nos llevó a organizarla para en todo amar y servir a Dios y su voluntad de salvación de todos los hombres.
San Miguel Garicoits nos lo pide en este momento con las palabras de la carta 194, dirigida al P. Jean Espagnolle: Es lo que te recomiendo. Tener en primer lugar y siempre ante los ojos a Dios, al servicio de quien estás, y su voluntad, que se expresa tan bien en nuestra forma de vida y luego realizarla, o por lo menos esforzarnos por practicar esa voluntad siempre adorable, cada uno según el alcance de nuestra gracia y de nuestra posición.
La significatividad de la Congregación se juega en la fidelidad de cada religioso a su vocación, en la experiencia de comunión en cada comunidad – el unum sint tan querido por San Miguel Garicoits –, en el testimonio gozoso de nuestra obediencia, pobreza, y castidad, en la dedicación a la misión, pero realizada con el entusiasmo que brota la experiencia de encuentro con Cristo, que es nuestra vocación y no con el activismo compensatorio que a veces nos caracteriza.
Es la insistencia de San Miguel Garicoits en la misma carta: Para cada uno de nosotros, el remedio a esta clase de males, al mismo tiempo que nuestro deber, consiste en combatirlos en nuestro corazón y en el de los demás en ser y mostrar lo que somos, y lo que somos de verdad, por nuestra fidelidad al alcance total de la gracia de nuestra vocación y de nuestra posición, respetando cada uno con la misma fidelidad los límites de la gracia, la vocación y la posición recibidas.
Aprovechando la gracia de este kairós de la regionalización, hemos pensado en el Consejo general el siguiente proyecto de animación de la Congregación para este año 2009:
1. Del 21 al 31 de Enero, Consejo de Congregación en Roma. Los cuatro primeros días nos acompañará algún integrante del Instituto S. Luca de la diócesis de Padua para ayudarnos a hacer una experiencia de narratio fidei, compartir la fe contándola. Los demás días los dedicaremos a estudiar la operatividad del nuevo sistema de organización en regiones y vicariatos.
2. Del 22 de Abril al 7 de Mayo, Encuentro de todos los Consejos regionales (Superiores regionales y de vicariato) en Belén. Durante una semana haremos la experiencia de la narratio fidei, compartir la fe contándola. Y el resto del tiempo, trabajaremos con todos los Superiores de vicariato las líneas operativas, elaboradas previamente en el Consejo de Congregación.
3. En Septiembre u Octubre de 2009, encuentro de Superiores de comunidad en cada Región, tal como había sido decidido en el Consejo de Congregación de Bangalore. Los superiores son un ámbito fundamental en este proceso de reorganización y revitalización de nuestra familia. Los superiores son personas claves para acompañar a los religiosos en la fidelidad a su vocación y para construir comunidades orantes, fraternas, acogedoras y misioneras. Quisiéramos que en los encuentros de Superiores se utilice también la metodología de la narratio fidei.
4. Antes de fin del año 2009, una Asamblea de cada Vicariato de acuerdo al art. 259 de la RdeV. Nuestro objetivo es que todos los religiosos de nuestra familia, uno a uno, puedan revalorizar su vocación mediante esta metodología de la narratio fidei.
Hago nuestras estas dos expresiones de nuestro Padre San Miguel Garicoits, que en la misma carta nos alienta a entrar en esta dinámica de conversión personal, de comunión fraterna y de organización de la Congregación: Hoc fac et vives, et vivere facies multos altros. Puede y debe comprender, saborear y hacer esto mucho más que otros. ¡Ojalá puedan empaparse de ese deber!